MUCHO BARÇA E INMENSO MESSI

Todo el mundo futbolero es consciente que esta liga es cosa de dos: Barça y Madrid, pero la única voz discrepante en esta bicefalia la pone el Villarreal, lo viene haciendo con números y anoche lo corroboró con fútbol de muchos quilates en el mejor escenario del planeta fútbol, el Camp Nou, un estadio digno de reyes, hasta los de Jordania estaban presentes, y digno de El Rey del Fútbol, Lionel Messi, el mejor jugador del mundo y posiblemente de la historia, un estratosférico pelotero que cuando crees que lo has visto todo, aún tiene reservado repertorio y ganas de superarse.

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El Barça hizo, junto con la primera parte contra el Sevilla, su mejor partido de la temporada, presionaban, tocaban el balón, triangulaban, se ofrecían, jugaban en corto o con desplazamientos largos, dominaban el choque y llegaban con sensación de peligro al área rival. En una de esas, Xavi la tocó para Iniesta y el manchego dejó un pase en profundidad a Villa, que lo hizo todo perfecto, el desmarque, el control, el acomodo de balón y el batir de tiro cruzado a Diego López. Así se adelantaba en el marcador a pesar de la falta de contundencia de cara a portería.

La sentencia pudo llegar en una arrancada de Messi y Pedro, que el línea marcó con un absurdo e inexistente fuera de juego. En la jugada siguiente una maravilla individual de Nilmar empataba el encuentro. Del posible y merecido 2-0, se pasaba a un inquietante empate, con un submarino amarillo, que juntaba líneas y presionaba en bandas y en la medular, aquí hacían un trabajo excelente Bruno y Borja Valero, con un despliegue físico tremendo. El equipo de Guardiola se diluyó, más por el fuera de juego inexistente, que por el gol de la igualada. Se desconcentró inexorablemente, cuando lo más fácil era seguir creyendo en su fútbol exquisito. Así se llegó al descanso.

En la reanudación explotó Messi, se echó el equipo a la espalda, presionó, buscó la pelota y sentenció el duelo con dos golazos marca de la casa, su trigésimo doblete en azulgrana. El primero trenzado con Pedro en una sucesión de infinitas paredes, y una definición con elevación gloriosa por encima del portero. Tres puntos más, liderato provisional y lo mejor, la sensación de que el FC Barcelona está recuperando su mejor nivel. Los villarrealenses se postularon como alternativa, pero se toparon con un transatlántico acorazado, que los devuelve a la cruda realidad.