lunes, 20 de marzo de 2023

El Madrid cae en el Camp Nou y la liga pinta en azul y grana

 

El FC Barcelona derrotó al Madrid por 2-1 en el clásico. Y lo hizo con autoridad, remontando, y por méritos propios. Decía Ancelotti al final del duelo que sus pupilos no merecieron perder, es una forma de verlo, pues uno diría que fue todo lo contrario, su equipo se jugaba la liga, presentándose en el Camp Nou nueve puntos abajo, y no se vislumbró un Madrid que lo diese todo, un servidor, al menos, no lo vio. Lo que sí que pareció, contradiciendo al bueno de Carletto, es que el Barça fue superior a su eterno rival, y lo que no habría sido justo cuando marcó Asensio en fuera de juego el 1-2 es que los merengues se hubiesen llevado un partido con un autogol de Araujo, y con un tanto ilegal. Eso sí habría sido del todo inmerecido. Ahora bien lo del italiano piando del VAR, que si no ve claro el gol anulado, le deja en mal lugar, y habla a las claras del grado de nerviosismo que se vive en un club grande cuando no se gana.




Los visitantes triangularon durante algunas fases del choque, imprimiendo velocidad alta a la circulación de la pelota, pero estaría bueno que no la tocases un ratito en la medular con jugones del tipo Modric y Kroos, pero eso no fue óbice para que los de Xavi fueran más consistentes y ofensivos que los blancos. El Barça, con el empuje de los aficionados que llenaron el Estadi, buscó la portería contraria desde los primeros instantes. Courtois se hizo notar, mientras que el “Zamora” Ter Stegen pasó ciertamente desapercibido. El gol en propia meta de Araujo, tras desviar con la cabeza un centro de Vinicius, fue una discordancia con la meritocracia azulgrana. Este clásico sí fue un partidazo, no como el recientemente disputado en la Copa, donde unos y otros fueron sombras de lo que son realmente. Raphinha, por ejemplo, dio un recital en ataque, siendo un incordio absoluto para un Carvajal desbordado. El Barça insistía y percutía, pero no fue hasta el minuto 45 cuando encontró la igualada, tras jugada con rechaces en el área y toque de clase de Sergi Roberto al fondo de la red.

Tras la reanudación el Barça trato de darle continuidad a esa comunión con la grada. Lo siguió intentando sin éxito, pero no era el Barça conservador, que ya conocemos cuando va 1-0. Ahora no especulaba, ni se agazapaba en torno a su portería. Ancelotti metió varios cambios ofensivos porque no le valía el empate. Casi le sale bien, pues Asensio la envió ajustada al poste, pero estaba en fuera de juego. Con el partido roto y múltiples espacios, en el 92 Lewandowsky buscó a Balde, de tacón, en la línea de fondo, éste sirvió el pase de la muerte y Kessié remató el gol, el partido y, prácticamente el título de Liga. Derrotando, así, al Madrid, de nuevo, por tercera vez en cuatro partidos esta temporada.

lunes, 13 de marzo de 2023

El Barça derrota al Athletic en La Iglesia

 

Descendió de categoría La Catedral este domingo 12 de marzo de 2023. Pasó a nivel iglesia de barrio, tras los cánticos contra el FC Barcelona de “A Segunda oé,…” y el lanzamiento de billetes falsos como la propia entidad bilbaína. Todo por el caso Negreira y los presuntos favores de un tipejo que nos da que tenía menos fuerza en el colectivo arbitral que la UGT con Franco.




En lo meramente deportivo volvimos a ver al Barça del 1-0 y del sufrimiento. Ya se contabilizan nueve 1-0 en la presente campaña y suma y sigue. Y eso que el Athletic Club lo intentó de todas las maneras posibles, e inclusive se podría afirmar que se hizo acreedor a la igualada en el marcador. Los de Xavi, poco más o menos que los últimos encuentros, cazar una, a nadar y guardar la ropa. A defenderse con uñas y dientes de las acometidas de los leones. Los visitantes se mantuvieron en su línea, defensa férrea, a pesar de la notable baja de Araujo, medular sólida con los Busquets, De Jong y Gavi, y delantera flojeras, con un Ferrán inoperante, un Lewandowsky de capa caída, y un Raphinha que está salvando los muebles y los puntos en muchos partidos.

Los locales pusieron la garra y la entrega, incluyendo dos remates a los palos, uno de Raúl García en la primera mitad, que se topó con el larguero, y otro de Berenguer, que se estrelló en la base del poste en el segundo acto. Valverde supo leer mejor el choque que Xavi, pero al filo del descanso Busquets encontró a Raphinha, que la cruzó de zapatazo con la diestra al fondo de las mallas. El asistente anuló el gol por fuera de juego, pero había que verlo con calma, pues el mismo juez de línea ya había errado en un fuera de juego inexistente unos minutos antes. Y así fue. Gol absolutamente legal y a reponer fuerzas a los vestuarios.

Tras la reanudación los azulgranas durmieron el partido, sin que pasase nada significativo en ninguna de las dos áreas. En parte gracias a Ter Stegen. Solo que los cambios de los rojiblancos les dieron un postrero empujón. Acogotaron a los visitantes y hubo de intervenir de nuevo el VAR, tras el gol de Iñaki Williams en el 86, porque había mano previa en el inicio de la jugada. Así se confirmó, y el Barcelona se llevó los tres puntos de San Mamés. Reafirmando, así, su liderato en la Liga.

domingo, 5 de marzo de 2023

Este Barça se abona al sufrimiento

 

El FC Barcelona volvió a su táctica triunfal del “unocerismo”. Y así se impuso al Valencia CF por 1-0 en el Camp Nou. Los culés, que se adelantaron por mediación de Raphinha, volvieron a pedir la hora. Al habitual desasosiego de los últimos partidos, en este se añadió el hándicap de disputar la última media hora de juego con uno menos, por la expulsión de Araujo. Los “chés” estuvieron inoperantes a lo largo y ancho del duelo, y esa falta de mordiente ofensiva tuvo continuidad cuando atacaron con uno más los últimos 35 minutos de partido.




Tampoco el Barça fue un dechado de virtudes en ataque, a las numerosas y relevantes bajas de Lewandowsky, Dembélé, Pedri y Gavi, hubo que añadir la ineficacia machacona de Ferrán Torres y Ansu Fati. El delantero exvalencianista se permitió el lujo de tirar un penalti fuera. El canterano sigue con su mala racha de juego y goles y casi no tuvo presencia en el Estadi, salvo un disparo seco que se topó con el poste. Con ese paupérrimo bagaje uno se preguntaba, con esa alineación, quién iba a tener pelotas de meter la pelota. Pues al cuarto de hora la cuestión quedó resuelta. Busquets envió un pase bombeado, estilo alley oop en baloncesto, y Raphinha peinó el esférico para batir a Mamardashvili en su desesperada salida a por uvas. Y ahí se acabó lo que ofrecieron los de Xavi, el resto fue defensa numantina y cambios ultradefensivos, como se vienen haciendo en los últimos encuentros, en los que miras quién calienta y es un central, si no son dos.

Tras la reanudación el Barcelona salió dispuesto a sentenciar el choque, pero los palos evitaron una ventaja cómoda de los locales. Ferrán tocó madera en el penalti, y Ansu hizo lo propio de tiro con la diestra. El asunto se empezó a complicar cuando Koundé hizo un desvió de juvenil hacia el centro del campo, que pilló a contrapié a Araujo. El central uruguayo agarró maquinalmente a Hugo Duro y el árbitro lo expulsó por ser el último defensor. El resto fue padecimiento y resignación hasta que el colegiado pitó el final. Solo que los del “Pipo” Baraja no tienen killers del área, ni tan siquiera un delantero goleador. Así que la angustia fue menos para el líder destacado de LaLiga.

viernes, 3 de marzo de 2023

El Barça asalta el Bernabéu en la Copa

 

El FC Barcelona, contra todo pronóstico, se impuso al Madrid a domicilio (0-1). De todos es sabido que en un clásico no hay favorito y que puede pasar de todo, pero este era uno de esos partidos en el que los merengues se frotan las manos, se arremolinan en torno al televisor o acuden en masa al Bernabéu a presenciar la goleada, o en su defecto a saborear un marcador favorable, dadas las cuantiosas y relevantes bajas del eterno rival. Y es que el Barça se presentaba en la capital con lo justo para este partido de ida de semifinales de la Copa del Rey. Sin Lewandowsky, sin Dembélé, y sobre todo sin la magia de Pedri. Esto es, un cordero iba al matadero. Pero hete aquí que la megaestrella no fueron ni Vinicius, ni Benzema, fue contra viento y marea un defensor, pero ¡qué defensor! Nada menos que el inexpugnable Ronald Araujo, a día de hoy el mejor central del planeta fútbol. Que le comió la tostada a Vini Jr. y se erigió en el baluarte total de un Barça descafeinado.




El choque nos dejó dos datos relevantes, a la par que inverosímiles: El Barça tuvo un paupérrimo 35% de posesión de balón, y el Madrid no tiró a puerta en todo el partido. Obviamente si un equipo no mete la pelota entre los tres palos y los visitantes lo hacen un par de veces, puede suceder que, aunque sea de rebote, como fue el caso, los de Xavi se adelanten en el marcador con gol de Militao en propia puerta. Sucedió tras disparo de Kessié, que repelió Courtois y que el zaguero portugués metió en su portería. Él no quería.

Con tan pocos efectivos en ataque, y un tanto a de ventaja el Barcelona se atrincheró en torno a Ter Stegen, y los blancos chocaron, una y otra vez, contra un muro. El atasco de los locales era monumental, ni por asomo tuvieron lucidez para proponer peligro efectivo, los centros de Carvajal parecían de broma, Vinicius no se marchaba ni una vez de Araujo, que le minó la moral sin contemplaciones, y Ancelotti no encontraba soluciones, ni tan siquiera con Rodrygo, su revulsivo favorito. Mientras Xavi se desesperaba en la banda, viendo como los suyos no daban tres toques seguidos, pero al tiempo respiraba tranquilo observando los inofensivos balones al área del Madrid, solventados con mucha suficiencia por Araujo, Koundé y Marcos Alonso.

El Barça, sin su estilo más reconocible, pero con sobriedad y autoridad, realizando un ejercicio de resistencia mayúsculo y un esfuerzo encomiable, se reivindicó, y, pese a las bajas y las dos recientes derrotas, firmó una proeza en el feudo madridista, que le acerca un poco a la final de Copa.