Para decirlo los adláteres de Florentino...

El Madrid se va. Favorecido por decisiones arbitrales en los partidos del Barça y el Sevilla.
Cómo tienen que ser de escandalosos los robos para reconocerlo la prensa comprada por Tito Floren.

Betis 1 - Barça 1: ¡Atención a los robos al Barça en 2017!

"Veo la liga peligrosamente preparada para el Madrid" afirmaba el Cholo la temporada pasada. No fue así, pero sus augurios se están haciendo realidad en la presente campaña. Vaya por delante que el Betis mereció ganar el partido. Hizo mucho más, y mejor, que el FC Barcelona durante el duelo disputado en el Villamarín. Pero no supo rentabilizarlo al máximo, y el Barça no mereció ni el empate, ni por juego, ni por ocasiones. Pero la displicencia culé no es óbice para al final se pudiesen llevar los tres puntos para la Ciudad Condal, porque el enésimo árbitro "robapuntos" y su pareja de asistentes no quisieron ver un balón que el defensor bético sacó cuando rebasaba un metro la línea de gol. Esto unido a penaltis clarísimos no señalados y otros atracos varios hacen que en 29 días de enero al Barça le hayan esquilmado puntos para ir primero de sobra. Aún disputando una competición ciertamente irregular, merecía liderarla.

El empate a uno que reflejó el marcador final no contentó ni a unos ni a otros. Los verdiblancos realizaron un partido muy serio en todas las franjas del campo. Instalándose en todos los espacios susceptibles de ser ocupados y dando un buen meneo a los de Luis Enrique en todas las facetas del juego. Iniesta y Busquets fueron añorados más que nunca en Sevilla. Fruto de la versatilidad en sus llegadas hacia la meta de Ter Stegen les llegó el premio. El conjunto bético asedió al meta germano durante 74 minutos, -dos tiros a la madera incluidos- en ese momento llegó el tanto local, obra de Alegría después de un barullo en el área tras un córner.

Cuando parecía que el Barcelona se iba a hundir irremisiblemente sacó el pundonor y tirando de coraje logró cambiar las tornas. Embotelló al Betis en su área. Marcó un gol que no fue dado por válido, cuando entró clarísimamente. Eso por no mencionar el claro penalti a Neymar que el ínclito Hernández Hernández no quiso ver. No cejó el equipo catalán, pese a las adversidades, y fruto de ello llegó un robo de balón de Messi y una asistencia magistral del hasta entonces desaparecido rosarino. Luis Suárez ajustó el esférico al palo para lograr en el 90 lo que el trío arbitral había sustraído al Barça. Una más en esta campaña de acoso y derribo al club azulgrana en este 2017.

El Barça sigue como un tiro y le endiña cinco a la Real

¡Cómo ha empezado el FC Barcelona este 2017!¡Asustan al más pintado! Hoy sin ir más lejos se vivió otro partidazo en el Camp Nou, y una competente Real Sociedad se llevó un manotazo para San Sebastián (5-2). Gusta el juego que ha sabido imprimirle Eusebio a los txuri-urdin. Dinámico al tiempo que de relumbrón, de toque y posesión al tiempo que de garra. Presionando muy arriba volvieron a poner en dificultad la salida del balón azulgrana. Pero poco a poco los locales, de la mano de Messi, superaron esas complicaciones y fueron encontrando las grietas en el entramado blanquiazul. Con Mascherano haciendo de Busquets.

Así llegó una jugada trenzada a las mil maravillas entre Messi y Luis Suárez, que la remató el otro Suárez, Denis, para inaugurar el marcador de tiro cruzado. En el duelo saltaron chispas en varias fases del mismo. El rifirrafe entre Neymar y Vela se saldó con amarilla para ambos. El descanso pareció poner las pilas a ambos contendientes, que no querían que esta pelea por las semifinales se quedase con un solitario tanto.

Hasta media docena de goles más se verían en una segunda parte eléctrica y portentosa, jugada de poder a poder. Pudieron empatar los vascos, pero fue Messi, de penalti forzado por Neymar, el que subiría la segunda diana al electrónico. Juanmi acortó distancias con una vaselina ante el desafortunado Cillesen. Acto seguido Leo dejaba solo a Luisito para que el uruguayo marcase el 3-1. La Real seguía confiada y con un certero cabezazo de Willian José volvía a meterse en la eliminatoria. Pero los culés machacaron en dos minutos felices, con goles de Arda y otra vez Denis, cuando Messi ya había destapado el tarro de las esencias y se dedicaba a dejar pinceladas de artista magistral: un regate por aquí, una asistencia celestial por allá, un eslalon, y otro, y otra asistencia. Un genio anda suelto. El Barça, por séptima vez consecutiva, está en semifinales de la Copa del Rey.

Escalante ensucia la goleada del Barça al Eibar

Fatal Messi en Ipurúa. Jamás puse una mala nota al mejor jugador de la historia durante los 8 años de esta bitácora. Hoy sí: pésimo Leo, pésimo porque al final del partido intercambió la camiseta con el carnicero Gonzalo Escalante, un tipo miserable, tirando a muy miserable, que cazó a Busquets nada más comenzar el duelo. Una plancha con todos los tacos al tobillo del pobre Busi, que ya no pudo sino salir en camilla. El cobarde mediocampista, medio-hombre, del equipo armero no vio ni la amarilla por una salvaje entrada susceptible de tarjeta roja-rojísima. Muy mal Messi.

En lo futbolístico el FC Barcelona retomó sensaciones ante un buen Eibar, y Leo volvió a ser el monstruo que nos tiene acostumbrados. Perdimos la cuenta de cuántos pases imposibles de gol dio el rosarino, que no solo se conformó con eso sino que además marcó el segundo tanto, el que sentenciaba el choque, lo anotó de toque sutil, tras centro medido de Luis Suárez. Cosas del karma, a los locales les salió rana la lesión de Busquets, pues su sustituto, Denis Suárez, batió a Joel desde la frontal de tiro cruzado ajustado al palo en el minuto 31. Así se llegó al descanso.

Tras la reanudación llegó la goleada, que pudo haber sido mucho mayor de ese 0-4 si Neymar y Luis Suárez hubiesen aprovechado todas las nítidas ocasiones que tuvieron. Tras el gol de Messi, llegaría el tercero, obra del delantero uruguayo, que peleó un balón con su par, se lo ganó y se fue solo a la meta local para sentenciar definitivamente el choque. Quería seguir siendo pichichi, junto con Messi, y siguió erre que erre hasta que lo consiguió. El último gol lo anotó Neymar, tras cabalgada de Vidal por la banda. Alcácer la dejó pasar -lo mejor que hizo- y el brasileño ya no perdonó más. Tres puntos vitales para seguir la persecución al Madrid y al Sevilla; una actuación imponente de Ter Stegen, que lo paró todo; y la sensación de que si Neymar se enchufa definitivamente esto puede acabar muy bien.

Neymar rompe la maldición de Anoeta

Tras una década el FC Barcelona rompió el maleficio de Anoeta, donde no ganaba nunca, solo empataba o perdía. 1-0 se impuso a los txuri-urdin bajo el gélido clima de San Sebastián. El cambio de tendencia podría ser la noticia destacada, pero no lo es, porque deja paso al llamativo lloriqueo de los jugadores y aficionados de la Real Sociedad, inclusive algún dirigente del PP local también hizo cagar con declaraciones más propias de nenazas plañideras que de unos aficionados coherentes. Llama poderosamente la atención, para más inri, que el gran perjudicado fue el Barça, con dos penaltis no señalados por el ínclito González González, clarísimos ambos, uno a Neymar y otro tras disparo de Gerard Piqué que paró el defensa Raúl Navas.

Haciendo abstracción de las protestas de los impotentes jugadores locales el duelo fue de la máxima intensidad, con poco brillo futbolístico y no demasiadas ocasiones, en el que lo único claro es que la victoria de los catalanes fue totalmente merecida, se mire por donde se mire. Neymar fue el mejor sobre el césped vasco, desequilibró con sus regates, volvió loco a su par, Elustondo, y ejecutó las mejores acciones del encuentro. Amén de materializar el penalti cometido sobre él mismo, y que Messi le dejó transformar el que a la postre sería el tanto de la victoria.

En la segunda mitad, ya sin Iniesta por lesión en el sóleo, el Barça supo aguantar el empuje de los donostiarras -en el campo y en la grada-, templó el partido, algo menos tras la ausencia del manchego, y contuvo los escasos arreones de los de Eusebio Sacristán. Ese saber ponerse el mono de trabajo cuando un estadio tan exigente como este lo demanda hizo que los visitantes se llevasen un valioso triunfo, que les permitirá afrontar con mayores garantías la vuelta en el Camp Nou dentro de una semana. El acceso a las semifinales de esta Copa del Rey está más cerca para los azulgranas.

El Barça endosa una palmita a Las Palmas

Con cinco chicharros abandonó Las Palmas el Camp Nou, y eso que algún jugador amarillo había afirmado en la previa que "tenían un 70% de posibilidades de sacar algo positivo". Se columpió de lo lindo el amigo Lemos, quien por cierto era seguido por el FC Barcelona, pero nos parece que desde ayer dejaron de hacerlo. Los canarios se encontraron a un Barça desatado, que les endosó una manita, pero pudo hacerles una docena, por ocasiones claras y por paradones de Javi Varas, que evitó males mayores.

Esta mejoría del conjunto de Luis Enrique podría explicarse difícilmente -no jugaron Iniesta ni Neymar-, o fácilmente: varios jugadores dieron su mejor versión de esta temporada, véase André Gomes, Aleix Vidal, e incluso Luis Suárez también se salió del cuadro con su doblete y su lucha. Lucha que se hizo extensiva al resto del equipo, hasta Messi hizo sus pinitos con la presión alta en la línea defensiva de Las Palmas.

Los de Setién, que están realizando una buena campaña a base de toque y posesión, casi ni olieron el esférico en el Estadi. Los catalanes les pasaron por encima y no les dejaron respirar, los robos de balón y anticipaciones de Busquets, Rafinha y Mascherano hacían inútiles los intentos de jugar el balón de los visitantes. Con todo esto las ocasiones claras se sucedían. Fue Suárez el que inauguró el marcador, tras medida asistencia de Gomes. El 1-0 con el que se llegó al descanso les debió de saber a gloria a los canariones, y quedó ciertamente exiguo para los culés.

Tras la reanudación los azulgranas destaparon el tarro de las esencias. Messi marcaba al único equipo que le quedaba en 1ª división. Suárez volvía a martillear las redes de Varas, y Turan anotaba tras un rechace. Tres dianas en cinco minutos mágicos de los locales que dejaron el duelo resuelto. La faena la redondearía Aleix Vidal, el mejor del partido, que se incorporó por el carril del "8" y la cruzó a la perfección para confirmar que no hay quinto malo.

El Barça elimina al Athletic Club de la Copa

Una vez más y ya van unas cuantas en las últimas temporadas el FC Barcelona volvió a dejar en la cuneta al Athletic Club en la competición del K.O. Y cómo no, tenía que ser el número uno mundial, Leo Messi, el que marcase el gol que dejaba sin Copa a los bilbaínos. El tridente estuvo a un gran nivel en este partido de vuelta y fue determinante -un tanto cada uno- en el pase a cuartos del Barça.

El duelo comenzó con polémica, lleva tres partidos el conjunto de Luis Enrique en este 2017, y en todos ellos el arbitraje ha tenido errores de bulto contra los intereses azulgranas, en esta ocasión el agravio se produjo al anular el colegiado un gol de Suárez por fuera de juego inexistente de Neymar. Los culés seguían llevándose las manos a la cabeza, casi nadie recuerda tres encuentros consecutivos con perjuicios de esta dimensión.

Los locales dominaban el devenir del fútbol, pero no llegaban a las inmediaciones de Iraizoz, lo mismo se podría decir de los hombres de Valverde, mucha presión, pero solo un disparo a puerta en los 90 minutos. Messi era el que más se acercaba con dos tiros francos que no encontraron la meta vasca. Hasta que Neymar, el mejor de la noche, volvió el Ney desequilibrante, puso un centro medido para que Suárez la empalase de perfecta volea cruzada.

Tras la reanudación llegó el cansancio de los rojiblancos y el empuje de los catalanes. Neymar forzaba un penalti igual de claro que el de San Mamés, y él mismo lo convertía en el 2-0. No habían transcurrido tres minutos cuando Saborit igualaba la eliminatoria de cabezazo que ni olió Cillessen. A partir de ahí el Barça tocó a rebato, las ocasiones llegaban sin cesar. Suárez, Denis, Neymar -al poste-, Jordi Alba,... pudieron sentenciar. Fue el de siempre, el rosarino, el que de lanzamiento de falta magistral ajustó el esférico entre el poste y el césped para llevar al Barça a la siguiente ronda. Como no podía ser de otra forma.

Villarreal 1-Barça 1: Bruno paró más que su portero

Dos paradas con la mano del mediocampista Bruno dentro del área, no sancionadas por el colegiado Iglesias Villanueva, permitieron al Villarreal sumar un punto, que de otra forma habría volado del recién bautizado Estadio de la Cerámica. El FC Barcelona mereció más que ese tanto de Messi en el último minuto del tiempo reglamentario, pero por segunda vez consecutiva en este 2017 vio como un árbitro incompetente le sisó lo que se había ganado por derecho y por fútbol sobre el césped castellonense.

No es que los locales jugasen un mal partido, de hecho estuvieron magníficamente plantados sobre el campo y dificultaron, y mucho, la transición blaugrana. No en vano son el equipo menos goleado del campeonato. Su correcta disposición sobre el rectángulo de juego les permitió frenar al Barça y salir a la contra de vez en cuando. En una de ellas, tras fallo garrafal de Digne, Pato condujo y le sirvió un pase de lujo entre líneas a Sansone, que cruzó el esférico ante Ter Stegen. Era los minutos iniciales de la segunda mitad y a los de Luis Enrique les tocaba poner toda la carne en el asador.

Así lo hicieron, inclusive el técnico, que quitó a los inoperantes Digne y André Gomes y metió a Denis y Arda, dejando línea de tres en defensa. El riesgo valió la pena, los catalanes acogotaron al rival en su área, y las ocasiones se sucedieron. Entre ellas las dos paradas con la mano de Bruno, que se fueron al limbo. También se fue otra mano de Mascherano, pero habría sido gorda pitar esta y no las dos del "submarino amarillo". En el máximo apogeo culé Messi se echó el equipo a la espalda, hasta mandó un disparo al poste. Ya todo quedaba a alguna genialidad del rosarino, y llegó en las postrimerías del duelo, Leo provocó una falta al borde del área y la clavó por toda la escuadra, mientras Asenjo, que había hecho menos paradas que se compañero Bruno, hacía la estatua, asombrado, como el resto del mundo, ante otra maravilla estratosférica del número uno mundial, Don Lionel Messi.

Atracan al Barça en una iglesia

El FC Barcelona comenzó el 2017 siendo atracado en San Mamés. Lo que antes llamaban "catedral", ahora no pasa de iglesia de pueblo, plagada de feligreses que jalean agresiones de Aduriz, entradas criminales del Amorebieta de turno, o simplemente se dedican a abuchear el sutil fútbol de Iniesta o de Neymar. Borbalán, un colegiado malo, tirando a muy malo, robó el partido a los azulgranas, no sancionando dos claros penaltis sobre Piqué y Neymar, este último para poner en todas las escuelas de arbitraje, y posteriormente trató de arreglarlo con dos expulsiones a los jugadores bilbaínos.

Tampoco es que el Barça hiciese las delicias de sus seguidores, empezó con el año nuevo con torrija, y solo una genialidad de Messi le evitó la eliminación prematura en esta Copa del Rey, de la cual es el amo y señor absoluto. Los de Valverde cortocircuitaron la salida de balón de los culés, que dada la alta presión cometían más errores en la entrega de lo habitual. De uno de ellos se aprovecharon los vascos para inaugurar el marcador, Raúl García hizo un centro-globo para que Aduriz pusiera en 1-0 de cabeza.

No habían transcurrido ni tres minutos cuando un Athletic crecido volvía a robar el esférico cerca del área rival y en perfecta triangulación, lograba el segundo tanto, tras disparo seco de Williams. Los de Luis Enrique estaban noqueados, y más se quedarían cuando un eléctrico Neymar regateaba a Etxeita en el área y este cometía uno de los penaltis más claros de la última década. Así, con este asalto a mano armada, se llegaba al descanso.

Tras la reanudación Messi acortó distancias con un magistral lanzamiento de falta. El Barça intentó la igualada, pero los rojiblancos se defendieron como gato panza arriba, ni contra nueve jugadores fueron capaces los catalanes de empatar este partido de ida (claro que el Barça no quiso abusar y también jugó con nueve, poniendo en liza a André Gomes y Alcácer). Quedan 90 minutos en el Camp Nou, y allí esperemos que no haya más atracos y que pase el mejor.

Feliz Año Nuevo 2017