El Barça rompe en la Champions la dinámica negativa

 

Venció, sin convencer, el FC Barcelona al Oporto (2-1) en el Estadi Olimpic, consiguiendo así el anhelado pase a octavos de la Champions, tras tres años sin lograrlo, y por otra parte rompió la espiral negativa de resultados en la cual estaba inmerso. Derrotó con apuros a un conjunto portugués que no es nada del otro mundo, baste decir que el central titular es el carnicero Pepe, exmadridista que abanderó el señorío del Madrid durante varias temporadas. El Barça salió con ganas, ya que venía de hacer el ridículo en la anterior jornada de la fase de grupos ante el Shakhtar, y no era plan de repetirlo. Probó al meta portugués varias veces, tras presión alta y correcto control del esférico. Sin embargo, fue el Oporto, por mediación de Pepê el delantero, el que inauguró el marcador, tras rechace de Iñaki Peña, que volvía a defender la meta azulgrana. El cancerbero culé fue de los mejores del encuentro, con varias intervenciones de mérito. Por suerte para los locales Joao Cancelo en jugada personal igualaba la contienda, con un golazo partiendo desde la izquierda, lateral donde le ubicó Xavi. Así se llegaría al descanso.

Tras la reanudación un zapatazo de Joao Félix hizo temblar el larguero de los dragones. El duelo se animaba por momentos. El protagonismo era luso por todas las zonas del campo, y así se confirmó cuando funcionó la conexión de los “Joaos”. Cancelo centró y Félix, con clase, la desvió al fondo de las mallas. Tocaba sufrir, pues a los blanquiazules no les valía este resultado, ya que les compromete con el Shakhtar. De hecho, con los cambios de Sergio Conceiçao consiguieron mayor dinamismo y llegadas intermitentes al área rival. Tuvieron cerca el empate en las botas de Pepê. También el Barcelona pudo sentenciar con ocasiones del brasileño Raphinha, de preciosista remate de chilena, y con otra que malogró Ferrán Torres. El electrónico ya no se movió hasta el pitido final del italiano Orsato, y el Barça celebró sobremanera el liderato virtual del grupo H de la Liga de Campeones, y sobre todo, el sufrido pase a la siguiente ronda.

Vallecas se le atraganta al Barça

 

Ya van varias temporadas que el FC Barcelona no consigue sacar los tres puntos del estadio del Rayo Vallecano. En esta ocasión fue un empate a uno y gracias. Xavi no encontró en ningún momento la tecla para que sus jugadores entrasen al partido con energía, con dominio, con intensidad, ni tan siquiera la larga lesión de Gavi y el aliciente de dedicarle la victoria fue suficiente para saltar a Vallecas con cierta vehemencia, más bien hubo bastante displicencia, a pesar de que el Rayo también juega y con una presión alta maniataron a los azulgranas, que tampoco es que se acercasen por las inmediaciones de la portería de Dimitrievski. Y esto no es flor de un día, porque el Barça ya lleva dando muestras de mal juego y desentonando los últimos cinco partidos.

Pese a los toques de atención de Xavi el Barça no reacciona, con un fútbol plano y previsible no pudo inquietar los vallecanos, que por otra parte sí dieron el do de pecho y empujaron a su rival hasta acogotarlo. El gol era cuestión de tiempo, pues parecía que los culés tenían enfrente al Bayern. Y así fue, en el 39 un zapatazo desde su casa de Unai López entró bien ajustado a la base del poste de la portería defendida esta vez por Iñaki Peña. Seguramente había sido la consigna de Francisco, disparad al nuevo que no está acostumbrado a jugar. Así que los franjirrojos lo intentaron varias veces con disparos desde fuera del área, hasta que sonó la flauta. Con esa pobre imagen del Barça se llegó al descanso.

Tras la reanudación el Barcelona mejoró, no quedaba otra, perdía y no convencía. Los cambios ayudaron, nada más entrar Raphinha disparó al palo. Y Joao Félix y Gundogan también agitaron el árbol, a ver si caía algo. Tardó en madurar y caer, y al final tuvo que ser un tanto en propia meta de Lejeune, pero también vale. Corría el minuto 82 y el Rayo vio muy próximo el triunfo, pareció contentarse con el empate, pues contemporizó y perdió tiempo. Tampoco el Barça tocó a rebato. La vuelta de De Jong, el mejor de los barcelonistas, no fue suficiente, y al Barça le toca mejorar y mucho, ya mismo, pues el próximo miércoles se la juega en Champions frente al Oporto.

El Barça reincide y vuelve a ganar jugando mal

 

Trataba el FC Barcelona de redimirse y volver a la senda del buen fútbol, y volvió a caer en los errores de los dos últimos partidos, donde lejos de jugar vistoso lo hizo mal, sin intensidad y falto de la mínima garra susceptible de demandar a cualquier equipo de fútbol, ya sea de Primera, de Federación, o de Regional. Al igual que contra la Real Sociedad los defectos se mostraron desde el pitido inicial, eso sí el Alavés no perdonó como los txuri-urdín, e inauguraron el marcador a los 18 segundos de juego, y eso que sacaba el Barça desde el centro del campo de Montjuic. El tanto de Samu Omorodión dejaba en pañales a la zaga culé y sobre todo a Gundogan, que perdió un balón de forma indecente en la medular.

Eso parecía grave, pero aún iba a empeorar, ya que en vez de reaccionar ante la ignominia de encajar un gol antes del minuto uno, los locales se dejaron zarandear por el conjunto vitoriano, que escenificaba su ataque con las acometidas de Samu Omoridión, que tuvo un mano a mano con Ter Stegen que tiró fuera y otro en el que le comió la tostada a Koundé y la envió al larguero. Gundo estuvo demasiado plano, y Fermín ha bajado el ritmo, así que la medular barcelonista no carburaba. Eso por no hablar de Joao "globo pinchado" Félix. Con este desastre parcial ante un equipo de la parte baja de la tabla se llegó al descanso.

Tras la reanudación algo les diría Xavi en los vestuarios que el equipo salió de otra manera. Seguramente algo relacionado con la patética imagen que estaban dando ante su propia afición. Se vio algo más de intensidad y acercamientos al área de Sivera, hasta que un centro de Koundé lo hizo bueno Lewandowski, con un testarazo cruzado que supuso la igualada en el electrónico. El empate era insuficiente para los azulgranas y saltaron al campo más atacantes, Raphinha y Ferrán Torres probaron fortuna a su manera. El valenciano provocó un penalti clarísimo, que se encargó de transformar Lewandowski. El doblete del polaco aseguraba los tres puntos, y una victoria (2-1) muy necesaria para dejar algo de tranquilidad en el barcelonismo ante un nuevo parón de selecciones.

El Shakhtar destapa las carencias del Barça

 

No consiguió el FC Barcelona espantar los fantasmas de las dos últimas Champions, perdió en Hamburgo -campo circunstancial del Shakhtar Donetsk - y no pudo certificar su pase a los octavos de la máxima competición continental. Los locales fueron un poco mejores, ya que el Barça no hizo casi nada, y se impusieron 1-0, conservado posibilidades matemáticas de pasar de ronda. Un solitario tanto de Sikan, de cabeza, ante la displicencia de cuatro defensores azulgranas, hicieron felices a los ucranianos desplazados al Volksparkstadion. Y es que los de Xavi, amén de jugar últimamente muy poco a fútbol, adolecen de remate. La pólvora culé está absolutamente mojada, nadie recuerda el último gol de Lewandowski, Ferrán vuelve por sus fueros, Joao Félix es la sombra que deambulaba por el Atlético, y muchos tienen la excusa de que salen de lesiones. Un desastre, en definitiva.

Los azulgranas tenían el pase en la mano, con un empate hasta habría bastado, pero fallaron, jugando mal, demasiado plano, sin atisbos de fútbol, y lo que es peor, generando dudas y transmitiendo pésimas sensaciones. Fue algo similar a lo ocurrido en Anoeta, solo que esta vez Araujo y el VAR no estaban para sacar las castañas del fuego en el último minuto. Habría sido injusto de nuevo, como en San Sebastián lo fue, pero ni tan siquiera dejaron eso que llevarse a la boca. Las carencias se manifestaron a lo largo y ancho del terreno de juego, Marcos Alonso no parece que esté ni para dar descanso a Balde. Oriol Romeu es un lastre en el medular y hace parecer a De Jong uno de los mejores mediocampistas de la historia. Los ucranianos solo se agazaparon atrás y esperaron una contra. Les funcionó pues al filo del descanso, un solitario cabezazo de Sikan entre una nube de jugadores barcelonistas acabó en gol.

Tras la reanudación los de Xavi no mejoraban, y el egarense dio un volantazo con cuatro cambios de una tacada. Pedri, Yamal, Balde y Joao Félix tampoco dieron el giro esperado, ni tan siquiera hubo remates claros, ni sensación de peligro en la portería defendida por Riznyk. Así que con la preocupación del mal juego exhibido el encuentro fue languideciendo hasta que se confirmo la derrota culé, sin paliativos, y dejando la duda planeando sobre Can Barça.

Araujo finiquita a la Real en Anoeta

 

Fue superior la Real Sociedad al FC Barcelona, inclusive mereció mejor suerte en su Reale Arena, pero no supo aprovechar sus múltiples ocasiones de gol, y sí lo hizo el Barça, por medio de Ronald Araujo. El inmenso central uruguayo, sobre la bocina, remató de cabeza un centro medido de Gundogan, haciendo subir al marcador en único tanto del encuentro, que a la postre le sirvió a los de Xavi para llevarse los tres puntos ante un equipo complicado, hecho que ya se conocía de antemano, pero que el entrenador culé no supo contrarrestar en ninguna fase de duelo, permitiendo a los de Alguacil campar a sus anchas por el césped donostiarrra.

Si la jornada pasada el Barça fue mejor que el Madrid, pero acabó perdiendo, en esta ocasión sucedió algo parecido. Inclusive fue semejante en lo referido al sistema utilizado por Xavi, solo que en San Sebastián no funcionó el esquema de los tres centrales, quizás porque no había un Vinicius al que sobremarcar. El caso es que en los dos primeros minutos del partido los locales ya habían disparado tres veces a la meta de Ter Stegen, que tuvo que emplearse a fondo. Tanto lo hizo durante los 90 minutos, que acabó siendo el MVP del choque.

El 0-0 al descanso era la mejor noticia para los visitantes, tras el buen juego desplegado por los Zubimendi, Merino y compañía. Tras la reanudación el escenario no cambio en exceso. Xavi agitó el banquillo, tras la incomparecencia de Lewandowski y de Joao Félix. Tampoco Cancelo, alejado de su posición, entró demasiado en juego. Ferrán, Raphinha y Yamal salieron y solo aportaron frescura. Poco más. La mejor ocasión la tuvo Gavi en el 90, en un mano a mano, que Remiro le sacó con la pierna. Quedaba el fin de fiesta azulgrana con el testarazo de Araujo, que pasó entre las piernas del portero, y que en primera instancia anuló el árbitro, pero que dio el VAR y así, el Barcelona acabó silenciando a la hinchada txuri-urdin en el último suspiro.