jueves, 29 de octubre de 2020

Excelsa victoria del Barça en casa de la Juventus

 

La todopoderosa Vecchia Signora pereció ante un FC Barcelona formidable en el Juventus Stadium (0-2). El Barça impartió una clase maestra en Turín, fue la primera de la era Koeman, y esperemos que sea el preluido de unas cuantas más y que no se quede en agua de borrajas. Por primera vez en mucho tiempo comteplamos al Barcelona dominar un encuentro, ejercer el control a lo largo y ancho del terreno de juego. Nos retrotrajo al pasado, a épocas del tiki-taka, a tiempos de Xavi e Iniesta, nos dejó regusto a diversión, a bocanadas de fútbol con mayúsculas. Y todo esto decidió hacerlo el conjunto azulgrana en el estadio de uno de los grandes de Europa, donde nunca había ganado, y en la máxima competición continental. Un trabajo perfectamente ejecutado, convincente, que puede devengar buen juego y resultados positivos en el futuro.




El duelo por el liderato del grupo no pudo empezar más caliente con acechos a la portería de Szczesny, con tiro al poste de Griezmann incluido, pero no fue hasta el minuto 14 cuando un cambio de juego de banda a banda, de Messi a Dembélé, la culminó el galo con un par de recortes y un zurdazo al fondo de las mallas. El tanto premiaba al mejor de ambos contendientes y permitía al Barça jugar con más tranquilidad. Al tiempo que los italianos se abrían buscando el ataque, dejando huecos en defensa. A punto estuvieron los visitantes de lograr el segundo en varias ocasiones, pero la falta de puntería lo impidió.


Tras la reanudación la Juve, sin Cristiano por covid, seguía en su empeño de igualar la contienda. Morata, que ya había visto como le anulaban dos goles en la primera parte, culminó su particular hat-trick de tantos anulados. Algo nunca visto. Ansu disputó la última media hora, buscando la sentencia. Griezmann volvió a disparar lamiendo el poste, pero el segundo no llegaba. Y era de justicia, porque el Barça seguía dándole un repaso a los hombres de Pirlo. Lo que sí consiguió Fati fue provocar un penalti claro que transformó Messi en los minutos postreros, para refrendar un triunfo incontestable del FC Barcelona.

sábado, 24 de octubre de 2020

Munuera y el VAR roban en casa del Barça

 

Vergonzoso lo vivido en el Camp Nou en el clásico, donde un nefasto árbitro perpetró un atraco a mano armada ante todo el planeta y se quedó tan tranquilo. Cualquiera que haya jugado al fútbol sabe interpretar un agarrón y un piscinazo. Todos menos Munuera Montero, que con alevosía y premeditación, fue al VAR a consultar una jugada en la que lo único que se podía sacar era una risotada viendo al tramposo Sergio Ramos tirarse como un bellaco, como si le hubiesen hecho una llave de judo. Y se puede ir a revisar, no pasa nada, si te lo ha dicho otro caradura como Sánchez Martínez, pero contemplarlo tranquilamente en el monitor, varias veces, ver la farsa de un merengue trapacero que salta como si le han disparado, y sancionar penalti, eso es de juzgado de guardia. Y es que cargarse una liga debería ser susceptible de pena de cárcel, no simplemente de paso por la nevera.




Lo meramente deportivo pierde todo su valor cuando un impresentable ha tirado por la borda el trabajo de todo un equipo. Decir que Koeman, que sigue sin gustarnos, encaró el FC Barcelona-Madrid con osadía o inconsciencia, una de dos. Meter a Pedri por Griezmann y ubicar a Ansu de delantero centro, así lo demuestran. El encuentro devengó un primer acto de ida y vuelta, con demasiadas pérdidas de los azulgranas, con mejor control de los visitantes, y en el que se echó en falta más puntería de cara al marco contrario. Inauguró el electrónico a los cinco minutos Valverde tras brillante pase filtrado por Benzema, e igualó la contienda a los 180 segundos Ansu Fati, tras pase de la muerte de Jordi Alba.


Tras el paso por vestuarios el Barça salió con más intensidad, fue mejor y mereció el gol. Courtois se lo negó a Messi. Y Coutinho cabeceó fuera, cuando lo más fácil era meterla dentro. Y ahí se acabó todo, pues en un córner, se produjo el patético teatro del capitán del Madrid. Que tuvo el comportamiento indigno de simular falta y rastrero al transformar el penalti inventado al alimón por jugador y árbitro. El injusto 1-2 desestabilizó a los locales, que navegaban a contracorriente y luchaban contra doce. Modric sentenció con el definitivo 1-3, cuando el Barça buscaba el empate a la desesperada con más voluntad que acierto.

miércoles, 21 de octubre de 2020

El Barça retorna a la Champions con una manita

 

Se estrenó el FC Barcelona en la Champions League 2020-2021 con una goleada frente al modesto Ferencváros (5-1). Los húngaros acudían al Camp Nou como víctima propicia para que los azulgranas iniciasen con buen pie esta nueva andadura por la máxima competición continental. A pesar de ser la cenicienta de esta competición, acumulan el menor coeficiente UEFA en esta fase de grupos, los de Rebrov inquietaron a los locales en el inicio, un gol anulado por fuera de juego, y un zapatazo de Isael que se topó con el poste demostraron que en competición europea hay que andar despierto y que cualquier tonto te hace un reloj.




El debut de Koeman en Champions fue de aprobado alto, pero se detectaron numerosas lagunas en el juego culé, eso sí fueron de menos a más, pero el fútbol desplegado no fue para encandilar y hay que quedarse más con la eficacia goleadora que con el juego del equipo. Se echó en falta velocidad en la circulación del esférico y un poco más de sangre en general. Para inaugurar el marcador, y calmar el ímpetu del rival, tuvo que recurrir a una cabalgada de Messi, que acabó en penalti, que el propio argentino transformó en gol. Y, cómo no, a Ansu Fati, que al filo del descanso ponía el tanto de la tranquilidad, tras cazar al vuelo una precisa asistencia de De Jong.


Tras la reanudación se vio un Barça superior a su oponente, como era de esperar. Los visitantes parecían apocados y esperaban agazapados, tratando de evitar una goleada. Messi y Ansu combinaron para dejar a Coutinho un tiro franco que supuso el tercero. Parecía el tanto de la sentencia, pero hubo un giro inesperado con el penalti y la expulsión de Piqué, que supuso el 3-1 de Kharatin y el renacer de los suyos, que se vieron con uno más y 20 minutos por delante. No hubo sorpresa, el Barça también fue mejor con diez jugadores. Pedri, tras asistencia de Dembélé, y el propio extremo francés, tras asistencia de Leo, certificaron “la manita” y los primeros tres puntos.

domingo, 18 de octubre de 2020

Un Barça muy pobre cosecha la primera derrota del curso

 

El FC Barcelona perdió en Getafe por 1-0 dejando una imagen muy floja, con un juego desdibujado y sin demostrar que corre sangre por las venas de ninguno de los componentes de la plantilla. Y este panorama desolador que dejó el conjunto culé en el Coliseum es lo que uno espera de este Barça, un equipo que no ha hecho ningún fichaje de relumbrón, que sin embargo ha dejado marchar a Luis Suárez y a Arthur, quedándose con el nefasto Griezmann, esto es una devaluación del bloque en toda regla y que va a seguir sumiendo al Barcelona en su particular travesía por el desierto.




Jugó antes el Madrid, y palmó en su propio estadio ante el Cádiz, pero ni por esas los pupilos de Koeman dieron el do de pecho, se limitaron a mostrar su juego gris y deslavazado, que en ocasiones se salpica con destellos de Ansu, pero que como esta vez no era de la partida, ni eso. En su lugar el espectador tuvo que contemplar a un Dembélé que sigue sin encontrar su sitio y deambula por el césped como pollo sin cabeza. Tanto Madrid como Barça, vasos comunicantes como en tantas ocasiones, disgustaron a sus respectivas aficiones por su escaso fútbol y por sus vestimentas. Ambos eligieron camisetas rosas horteras para sus respectivas derrotas. El Madrid tiene que vestir de blanco y el FC Barcelona de azulgrana, como es de ley. Que yo me imagino defendiendo a Messi y vestido de rosa me impone bastante menos.

En lo meramente futbolístico decir que el Getafe no hizo nada del otro mundo, defensa ordenadita, patadas y puñetazos de vez en cuando, -aún nadie sabe como el tal Nyom acabó sin ser expulsado, que solo le falto pisotear la cabeza a algún culé-, y luego un solitario tanto de penalti transformado por Mata. Pero con todo y con eso fue un poco más de lo demostrado por su rival, en el cual no hubo nada digno que reseñar, salvo un disparo de Messi al poste, el resto fue más de lo mismo: un Griezmann inoperante, que volvió a fallar un mano a mano con el portero, un De Jong que no acaba de ser el del Ajax, volvió a pecar de pardillo y cometió un penalti infantil, impropio de un tío que costó 70 millones de euros, y un Koeman inestable que varió su once tipo por primera vez en la temporada, quizás cuando menos se necesitaba, pues “el Geta” en su campo es un oponente complicado. Con el 1-0 en contra puso toda la artillería en el campo, pero ya dio igual, de donde no hay no se puede sacar.

domingo, 4 de octubre de 2020

El nuevo Barça no aprueba su primer test serio

 

No pudo, no supo, pasar del empate el FC Barcelona de Koeman en el que se presuponía el primer partido contra un rival de cierta enjundia. El Sevilla sacó un valioso empate del Camp Nou. Y no solo eso, sino que puso las cosas difíciles a los locales, que sufrieron los achuchones de los andaluces durante varias fases del choque. Sí, es cierto que los azulgranas pudieron ganar en los minutos finales cuando acogotaron a los de Lopetegui en su cancha, pero habría sido injusto para los merecimientos de unos y otros.




El Barça saltó al césped del Estadi con el once tipo, que ya empieza a aprenderse todo culé que se precie, con la salvedad de la entrada de Araujo por el sancionado Lenglet. Los visitantes también salieron con todo, siendo especialmente incisivos Suso y Navas por la banda derecha, y demostrando desde el minuto uno que buscaban la victoria. Los blancos estrecharon muchos los espacios, con una defensa muy tupida, al tiempo que adelantada. Así con esas ni Coutinho ni De Jong encontraban los espacios. El otro De Jong, el “9” sevillista, inauguró el marcador para los suyos al recoger un rechace muerto en el área pequeña. Al minuto y medio empataba Coutinho, tras fusilar un mal despeje de Navas. El primer asalto no dio para más.


Tras la reanudación todo siguió según el guión preestablecido, el Sevilla defendió muy junto y con efectividad, mientras los barcelonistas, con un Messi menos activo que en partidos anteriores y con un Griezmann igual de flojo que siempre, se perdían entre la maraña de rivales. Incluso En-Nesyri pudo marcar, nada más salir, al disparar al larguero, tras desvío de Araujo. También dispuso de un mano a mano Trincao, pero se topó con Bono. Pero el electrónico ya no se alteraría. Y ello a pesar de los intentos de ambos contendientes, que buscaban el segundo tanto, y que a la postre dieron por bueno el punto.

jueves, 1 de octubre de 2020

Messi lidera al Barça en Balaídos

 

Victoria trabajada y sufrida la que consiguió el FC Barcelona en su visita al Celta de Vigo (0-3). Pese a lo contundente del resultado los de Koeman sufrieron de lo lindo al jugar casi una hora con uno menos, por la rigurosa expulsión de Lenglet tras dos acciones sancionadas por el colegiado madrileño Del Cerro Grande. Messi estuvo en plan estrella, poniéndose al mando de sus pupilos y tirando del carro durante los 95 minutos de juego. El Barça salió con los mismos once que golearon al Villarreal, cuando algo funciona para qué cambiarlo, y todos ellos, a excepción de Griezmann, que volvió a flojear, le dieron la razón al entrenador holandés, además en un estadio donde no se ganaba en las últimas seis temporadas.




Con el 4-2-3-1 asentado, por el momento, en el cual Messi fue más capitán que nunca, y en el que Coutinho va cogiendo galones, el encargado de inaugurar el marcador volvió a ser el insolente dicisieteañero Ansu Fati, que con un control orientado encaró la portería de Villar y lo batió por bajo con el exterior de su pie derecho. Golazo. Discurría el minuto once y los azulgranas aún asediaron y dominaron durante otros diez más, pero poco al poco el equipo celeste iba mostrando descaro y fútbol, y acercamientos al área de Neto. La expulsión de Lenglet parecía poner más cuesta arriba el triunfo. Entró Araujo por Griezmann, tampoco se notó en exceso la ausencia del “principito”.

Tras la reanudación tocaba remar contra corriente, o eso al menos se preveía hasta que el más grande de todos los tiempos, Lionel Messi, se marcó un regate de la cuerda, estilo Laudrup, y con la colaboración de Olaza anotó el segundo. El tanto daba un poco de tranquilidad a la hinchada culé, pero aún restaban 40 minutos más el alargue. Los de Óscar García lo intentaron de todas las maneras, con todo su arsenal ofensivo, entraron Mina y Nolito para poner toda la carne en el asador, pero entre Neto y el larguero se encargaron de mantener la portería a cero, otra vez. Otro jugadón de Messi, que atravesó la zaga celtiña como el hombre invisible, acabó con un rechace a los pies de Sergi Roberto que la empaló con potencia al fondo de las mallas para cerrar la goleada y mantener la buena racha.