El Barça claudica ante el campeón de la ACB

Volvió a derrotar el Madrid al FC Barcelona Lassa (91-84), poniendo el definitivo 3-1 en la serie final que le hace campeón de la Liga Endesa. Un justo campeón, que siempre fue superior a los culés, inclusive en la primer partido donde perdieron por un punto en el último suspiro.

Revalida el título del conjunto de Pablo Laso, cosa que no hacía desde hacía 22 años, por algo será, el proyecto baloncestístico merengue está cosechando resultados y títulos por doquier.

Otra vez Sergio Llull volvió a erigirse en el líder de los merengues, al igual que ya ocurriera en el anterior partido, también disputado en el Barclaycard Center. Ni los 17 puntos de Satoransky y Tomic fueron capaces de frenar el vendaval blanco.

El aspecto ofensivo se impuso sobre el defensivo, como ha venido siendo tónica habitual en estos cuatro clásicos de la final. El Barça se lo jugaba todo a una carta, así comenzó dando primero, el 19-26 con el que acabó el primer cuarto daba muestras de la pujanza de los de Pascual.

Enseguida acortaría distancias Llull, a base de triples, el Madrid subió una marcha y se fue al descanso solo dos abajo. Tras el paso por vestuarios los eternos rivales salieron con toda la carne en el asador, llegando empatados a 63, pero los locales dieron un pequeño estirón, a pesar de que ambos conjuntos veían el aro más pequeño.

En el último período el Barça puso un parcial de 2-8 que alentaba a los suyos, pero dos triples del "Chacho" borraban la reacción catalana. El Madrid ya no bajó los brazos y contuvo a los azulgranas para convertirse de nuevo en campeón de la Liga Endesa.

El Barça está contra las cuerdas en la Final ACB

Cayó el FC Barcelona Lassa en cancha del Madrid (91-74) en el tercer partido de las series finales y los blancos quedan a un paso de revalidar el título. Los locales controlaron el duelo de cabo a rabo, y aunque los catalanes plantaron cara nunca parecieron capaces de imponerse en este partido.

Destacó Rudy con 18 puntos, pero sobre todo Sergio Llull que comandó a los suyos con autoridad, acabando el choque con 21 puntos y 30 de valoración. Satoransky y Tomic intentaron ponerle algo de pimienta a este tercer partido, pero no lo lograron. Nocioni y Ayón también hacían de las suyas en posiciones interiores y el Barclaycard Center vibraba con el juego de los suyos, llegando al descanso con un 13 arriba preocupante para los visitantes.

Tras la reanudación Navarro trató de tirar del carro culé, con dos triples consecutivos, pero todo fue en vano, los de Laso seguían abriendo brecha en el electrónico y los blaugranas ya solo trataban de maquillar el resultado. El 2-1 en la serie les pone un match-ball en pocos días y de nuevo en el parqué madrileño.

El Palau asiste a la debacle azulgrana

El FC Barcelona tiró por la borda en cinco minutos el trabajo de toda la temporada regular. Casi un año peleando por la primera plaza, sufriendo hasta la última defensa y el último tiro sobre la bocina, para dilapidar ese factor cancha en un suspiro. Lo que tardó el Madrid en endosarle un parcial de 2-11 y dejar como pánfilos a los azulgranas, que ya no levantaron cabeza hasta la paliza final (70-90).

El 12-28 con el que acabó el primer cuarto hacía presagiar lo peor, como así se confirmó, los merengues sabían que la defensa era clave y la mejoraron ostensiblemente en este segundo enfrentamiento. El bagaje ofensivo ya lo tenían controlado, así que continuaron en esa línea. Llull se cascó tres triples en un abrir y cerrar de ojos, y Thompkins veía aro con facilidad. También Gustavo Ayón fue un bastión para los suyos, se fue hasta los 19 puntos, siendo el mejor valorado del partido con 28 puntos.

En el segundo acto la cosa no mejoró para los de Xavi Pascual, llegando a ir palmando por 15-30. Ahí emergió la figura de Reyes, que parece que tiene gasolina para rato. No obstante el Barça sacó a relucir sus mejores momentos y logró acortar distancias de la mano de Tomic y Doellman. Un parcial de 11-0 al filo del descanso ponía algo de emoción al choque (32-44).

Parecía que podría ser un punto de inflexión para los locales, pero nada más lejos de la realidad. Los "Sergios" tiraron del carro y fueron como un dolor de muelas para los catalanes. Aún con todo el Barcelona llegó vivo al último periodo (8 abajo). Fue un espejismo, otro arreón de los de Laso sentenció el "clásico", un 1-12 dejó bien claro que el Madrid quería empatar la serie y recuperar el factor cancha.

El Barça derrota al Madrid sobre la bocina (100-99)

Un espectacular partido, digno de la una final de Liga ACB, sirvió de pistoletazo de salida para estas incierta sy trepidantes series finales por el título liguero. El FC Barcelona pegó primero y se impuso al Madrid por un ajustado 100-99. Los casi 200 puntos hablan por sí solos de las endebles defensas y de la supremacía de los ataques de ambos conjuntos. Para poner la guinda al brillante clásico todo se decidió en el último segundo, con una canasta de Perperoglou bajo el aro que hizo vibrar a todo el Palau Blaugrana al unísono.

Comenzaron mejor los de Xavi Pascual, encontrando pronto la canasta rival y distanciándose en el electrónico con una decena de puntos. Gracias sobre todo a la mano caliente de Doellman, que anotó los cuatro primeros triples que intentó, acabaría con 6/8, con 19 puntos y siendo uno de los mejores culés. El revulsivo merengue volvió a ser Llull, que nada más salir anotó otro de sus triples inverosímiles.

El primer cuarto acabó con empate a 22, y por los mismos derroteros continuó el segundo, igualdad máxima entre los eternos rivales, que les llevó al descanso con uno arriba para los visitantes. Para entonces ya había emergido la figura de Carroll, 21 puntos y la máxima valoración del duelo, superando a Tomic, que habría sido el mejor si no hubiese errado 6 tiros libres de los 12 que lanzó.

En la reanudación salieron enchufados los de Laso, pero fueron los catalanes los que, con firmeza e intensidad, se impusieron en este tercer parcial. Perperoglou ya había tomado la iniciativa y se iría hasta los 18 puntos. En el cuarto y definitivo, mismos parámetros, misma igualdad hasta el último suspiro, en el que la fortuna se alió con el Barça, que se anotó el primer asalto de la final.