miércoles, 30 de diciembre de 2020

Y esto es lo que nos espera sin Messi

 

Nos lo podíamos imaginar, pero ahora ya se vislumbra lo que significará el futuro sin Messi, el sol girará en torno a una tierra futbolística despoblada y el Barça será el rey de los estadios vacíos y de la muerte. Será algo muy similar a lo acontecido contra el Eibar en el Camp Nou. Sin el mejor jugador del planeta el FC Barcelona se vuelve un equipo vulgar, inocuo, un conjunto de la mitad de la tabla, sin figuras de renombre, sin mordiente, y lo que es peor sin alma.




Por la mañana no pude evitar una carcajada cuando vi la portada de un periódico deportivo barcelonista. “Tirad del carro” señalaba un titular con riqueza tipográfica, junto a fotos de Griezmann y Coutinho. El francés volvió a hacer el ridículo, fue un fantasma en el Estadi, no tocó el balón hasta la media hora larga, y su primer disparo fue en el 42, tiró fuera, con rosca contraria y de forma patética. Lo único que mostró fue cobardía cuando a los 5 minutos de juego ni se atrevió a tirar el penalti sobre Araujo. De Coutinho mejor ni hablar, ni tan siquiera fue titular y cuando salió se volvió a lesionar. Ambos conforman la dupla más inoperante, gravosa e insufrible de la historia del fútbol. Son el bluf del siglo.

El Eibar, hablando de fútbol, fue mejor que los locales. Al menos esgrimieron argumentos mendilibarianos y los plasmaron sobre el campo. De hecho los armeros siempre habían perdido en el Camp Nou, y si sacaron un punto fue por algo. Los de Koeman no daban una a derechas. Les sonrió la suerte con un penalti pitado por el VAR, pero ni por esas. Tal es la indigna calidad de los futbolistas azulgranas que Braithwaite la tiró fuera por mucho. ¡Desesperante! Como lo fue toda la primera mitad.

Tras la reanudación el Barça comenzó mejor, pero fueron los eibarreses los que se adelentaron en el marcador por medio de Kike García, que se aprovechó de una pifia grosera de Araujo, para batir a un desubicado Ter Stegen. Los cambios obligados dieron mordiente, sobre todo la inclusión de Dembélé, que fue el que anotó el tanto del empate tras asistencia de Firpo. Restaban 25 minutos para el final, pero el electrónico ya no se movió. La inoperancia culé fue absoluta y el marcador pareció justo. El 2020 no podía acabar peor para el Barcelona, y el 2021 tampoco augura nada positivo. De hecho tras la entrevista de Évole a Messi, que dejó entrever que Leo se va, solo resta disfrutar de los detalles y goles que el argentino nos conceda e interiorizar un FC Barcelona sin él.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

El Barça se reinventa en Valladolid

 

Pucela asistió, con derrota, a la presentación del nuevo FC Barcelona. Los azulgranas de la mano de Koeman le dieron una vuelta de tuerca al sistema y saltaron al césped del Nuevo/viejo Zorrilla con tres centrales. Esta zaga junto con la brillantez del dúo Messi-Pedri se impuso con contundencia al Real Valladolid por 3-0. Nunca es tarde si la dicha es buena, y aunque suene discordante que un equipazo como el Barça salte a un terreno de juego con cinco defensas y camiseta rosa, en este 2020 ya nada o casi nada puede sorprendernos.




El asunto es que la cosa funcionó, los visitantes asediaron la portería de los blanquivioletas, sin piedad, con dosis de buen fútbol, con magnífica predisposición en la presión y en la salida del esférico. Y tanto fue así que las ocasiones se sucedieron en la meta defendida por el ex azulgrana Masip. Hasta que la fruta cayó de madura, y tras un centro exquisito de Messi con su zurda de oro, lo cabeceó Lenglet al fondo de las mallas. El Barça prosiguió martilleando y pasada la media hora de juego, Braithwaite aprovechó una espléndida jugada colectiva para rematar un pase de la muerte de la muerte, que ningún “9” que se precie puede desaprovechar. Messi muy activo durante todo el duelo pudo sentenciar antes del descanso, pero sus disparos fueron detenidos por Masip.

Tras la reanudación los locales salieron con nuevos bríos, de hecho se produjo su primer disparo en el encuentro y el segundo de manera consecutiva. El Barcelona de la mano de Messi templó el choque y retomó la iniciativa. Sergio apreció esto e introdujo un triple cambio, pero la sociedad Pedri-Messi, que había estado muy activa durante todo el partido, dio sus frutos con un taconazo del chaval y un golazo de Leo. El 644, el que le quitaba el récord de goles a Pelé con un mismo equipo. Significaba la resolución y la rúbrica a un formidable partido del Barça, de los que entran pocos en esta temporada. Fueron tres puntos muy necesitados y una alegría para el sufrido aficionado culé, que además vislumbró que la conexión entre Pedri y Messi puede devengar pingües beneficios.

domingo, 20 de diciembre de 2020

El Valencia devuelve al Barça a la cruda realidad

 

Otro frenazo en seco para el FC Barcelona, esta vez en el Camp Nou. Los de Koeman cedieron un empate (2-2) ante el peor Valencia de la última década. Un conjunto, el ché, que si no es por ese punto arrancado del Estadi estaría en zona de descenso. Pero este Barca no discrimina rivales, es generoso con todos y falla más que una escopeta de feria, sobre todo en la zaga. Los lanzamientos a balón parado son una ruleta rusa. Y si hablamos de la defensa, ¿qué decir de la medular?, donde “Tintín” no da con la tecla y volvió a hacer probaturas, esta vez con Busquets y Pedri en el doble pivote. Y donde, tradicionalmente, el Barcelona era temible, en ataque, los delanteros son una verbena, con un Messi al que le está costando encontrar el camino del gol, y un Griezmann que es de lo peor que se ha visto por la Ciudad Condal en el último siglo (el peor, sin duda alguna, teniendo en cuenta la relación calidad-precio).




Las comparaciones siempre resultan odiosas, pero, coincidiendo con el quinto aniversario de la consecución Copa Intercontinental del 2015 contra River Plate, veía uno en “Barça TV” a aquel equipazo de no hace tanto, solo han transcurrido cinco años y a este de ahora no lo reconoce ni la madre que lo parió. Estaban dando espectáculo Iniesta, Neymar, Suárez y Dani Alves, y ahora en vez de Suárez está Braithwaite, y por Ney juega (está, mejor dicho) Griezmann. Y por don Andrés sale un tal Coutinho, que no llega ni a la suela del zapato. Cualquier tiempo pasado fue mejor. Demasiada nostalgia para el sufrido culé del 2020.

Volviendo al duelo con los valencianistas, el Barça volvió a ser un equipo plano en la creación y timorato en defensa. Si a eso le unes la falta de intensidad que, por ejemplo, sí imprimieron en la primera parte ante la Real, pues te queda que se te adelantan en el marcador en un córner con Diakhaby cabeceando solo en el área pequeña, mientras Griezmann está a por uvas. El mismo francés propició el empate, pues se desmayó en el área y el árbitro pitó penalti. Messi, que acabará desquiciado con estos compañeros, erró el lanzamiento desde los once metros, pero le volvió el rechace y lo aprovechó para anotar de cabeza el empate, y al tiempo el gol 643, que lo iguala con Pelé, siendo el máximo goleador en un mismo club. Tras la reanudación Araujo empalmó de preciosista volea el segundo tanto azulgrana, pero sus compañeros sestearon y adolecieron de profundidad en ataque, lo que propició el empate de Maxi Gómez en el 70. Quedaba tiempo para revertir la situación, pero ni había soltura sobre el césped, ni nada que echarse a la boca en el banquillo, con lo cual el empate era inexorable y hasta justo.

jueves, 17 de diciembre de 2020

El paciente Barça sale de la UCI

 

El FC Barcelona mostró una mejoría ostensible en su juego que le sirvió para derrotar a la Real Sociedad por 2-1, si bien acabó sufriendo y pidiendo la hora al colegiado. El conjunto donostiarra llegaba al Camp Nou con la vitola de líder de LaLiga, pero no pudo defender ese honor, sucumbiendo ante un Barça que fue mejor durante la primera hora de juego. Los de Koeman con su once tipo de los últimos partidos, incluido un destacado Pedri, desplegaron un fútbol brillante, al que no nos tienen acostumbrados, sobre todo durante la primera mitad del duelo.




Los locales llegaban a este partido liguero adelantado con la moral alta tras el triunfo ante el Levante. Era poca cosa, pero su rival arribaba al Estadi después de tres empates consecutivos. Y ya se sabe que los estados de ánimo influyen mucho en la vida en general y en el fútbol en particular. Se adelantaron en el marcador los txuri urdin, con gol de Willian José tras asistencia de Portu. Corría la media hora de juego y el Barça no se amilanó, respondiendo a los cuatro minutos con tanto de Jordi Alba, otro de los destacados. El propio lateral la sirvió franca para que De Jong anotase el segundo tanto. Gol de los llamados psicológicos, pues llegó al filo del descanso, desconcertando a los pupilos de Alguacil.

Tras la reanudación el Barcelona siguió dominando el esférico y el duelo, pero los errores garrafales de Griezmann avocaron a la parroquia azulgrana al sufrimiento. El delantero galo, que estrenaba dos trenzas ridículas, por fallar hasta erró un gol a puerta vacía, cuando solo había que empujarla. Mejor le iría si en vez de trenzitas irritantes, risitas a la cámara y bailecitos cargantes, se centrase exclusivamente en el fútbol. El error grosero cabreó a todos los culés del planeta, incluido “Tintín”, que lo quitó del campo inmediatamente, sacando a Trincao. Poco a poco los locales fueron reculando, mostrando sus dos caras de Jekyll y Hyde, y los blanquiazules comenzaron a tomar las riendas. Ahí emergió la figura de Ter Stegen que salvó a los suyos con el pie a tiro a bocajarro de Izak. El electrónico ya no se alteró, quedando los tres puntos en casa, alentando a un Barça que necesita de estas victorias para afianzarse en la parte alta de la tabla y seguir cogiendo confianza.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Messi saca de un aprieto al Barça

 

El FC Barcelona venció por la mínima al Levante (1-0) en el Camp Nou, en un partido que tampoco será para el recuerdo, puesto que los azulgranas solo pudieron marcar en el minuto 76 a un equipo que está en zona de descenso. Los granotas aguantaron el 0-0 hasta los minutos finales, gracias a la espectacular actuación bajo palos de su portero Aitor Fernández, que lo paró prácticamente todo.




Los de Paco López empezaron incordiando en el Estadi y Ter Stegen tuvo dos sustos a dos disparos de jugadores levantinistas. Los locales lo intentaban con más intención que acierto, pero los disparos livianos de Griezmann y de Braithwaite no se traducían en tanto alguno. Messi también ponía toda la carne en el asador, pero el guardameta rival tenía el día y lo detenía todo. La resistencia de los visitantes se apagó cuando De Jong sustrajo el esférico en la medular, asistió con celeridad a Leo y este la cruzó, de fuerte zurdazo, al fondo de las mallas. Tras el gol el Levante lo intentó, pero no obtuvo premio, y el Barça dio muestras de debilidad sacando a Umtiti en lugar de Griezmann en el 88, y así acabó, tristemente, pidiendo la hora.

Con esta pírrica victoria el Barça se acerca a nueve puntos de la cabeza. Un mundo, vamos. Así que no se entiende demasiado como cierta prensa catalana habla de que el equipo se mete en la lucha por la liga, cuando uno lo ve más cerca de descoserse que de aproximarse a título alguno. Es más, se sigue vislumbrando que Messi es el que sigue tapando vías de agua, pero no hay una mejora fehaciente y el equipo de Koeman sigue a la deriva, y a corto-medio plazo seguirá abonado, al sufrimiento.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

El Barça también se desangra en la Champions

 

Este FC Barcelona está muerto en vida, no da para más. Los fichajes no han dado el resultado esperado, las lesiones lastran al equipo, el entrenador tampoco estaba preparado para dirigir un gran transatlántico y por si fuera poco el vacío institucional, sin presidente, no propicia el mejor clima en el entorno. De esta guisa el Barça iba naufragando en LaLiga y viento en popa en Champions, con cinco victorias en otros tantos encuentros disputados, pero hete aquí que en el último partido de la liguilla ha sucumbido con estrépito por 0-3 en el Camp Nou ante una Juventus, que tampoco es nada del otro mundo.




Este varapalo en la máxima competición continental le deja segundo de grupo y prácticamente eliminado en octavos, puesto que no se le ve capaz de competir con ninguno de los primeros de grupo de esta temporada. Y no es una premonición, es que llevamos presenciando batacazos azulgranas en las últimas tres ediciones del torneo. Decir también que son harto estrafalarios los titulares de la caverna apostillando que “Cristiano hunde al Barça”, pero no nos podemos dejar engañar, el luso marcó dos goles de penalti y para de contar. Es obvio que él no hunde al Barça, porque este Barcelona se hunde solo.

El resumen del duelo contra "La Vecchia Signora" lo realizó a la perfección Griezmann, debe ser que se le da mejor analizar derrotas que jugar al fútbol. A poco. Y fue, según el delantero francés, que: “No hemos estado. Nos han pasado por encima en la primera parte. Falta de ganas, de actitud, de querer defender, de querer atacar. Todo mal”. No se puede definir mejor y con mayor brevedad. Lo grave, por matizar algo, es que lo diga un jugador que ha estado sobre el césped del Estadi haciendo, mejor dicho no haciendo, todo eso . Muy grave. El caso es que la goleada vergonzante deja al Barça muy tocado para pelear por títulos esta temporada, devengando un futuro a corto plazo nada halagüeño. Es duro afirmarlo con tanta contundencia, pero este Barça no aspira a nada. Absolutamente a nada.

lunes, 7 de diciembre de 2020

El Barça exhibe su inestabilidad en Cádiz

 El FC Barcelona cayó estrepitosamente ante un recién ascendido como el Cádiz por 2 a 1 . Este equipo de Koeman tiene una espectacular capacidad para regalar triunfos por doquier. No es necesario tan siquiera ni que los contrarios anoten un gol, los azulgranas son capaces de anotar uno en propia meta y de regalar el segundo en bandeja tras una serie de estrepitosas cantadas.




Y eso que los culés ya estaban advertidos de la peligrosidad del equipo gaditano contra los grandes de esta liga. Ya les habían dicho que los amarillos plantaban dos líneas de autobuses y presionaban como cosacos con la solidaridad por bandera. Pero fue igual, todo lo que podía salir mal salió mal y a los 8 minutos ya estaban abajo en el marcador con un gol en propia meta de Mingueza. Los blaugranas dominaron el esférico, tuvieron una posesión del 82 %, pero con 10 tíos agazapados alrededor del portero Ledesma, los andaluces consiguieron llegar al descanso con esa mínima ventaja en el marcador.

Tras la reanudación no cambio el decorado en exceso, el Barça se encontraba con una nube de jugadores ciertamente ordenados y no dejaban espacio a la sorpresa, además el balón circulaba a escasa velocidad y solo Dest, en el lateral derecho, provocaba inquietud en la zaga local. Aun con todo el gol de la igualada llegó en el 57, un tanto anotado en propia puerta por Alcalá, tras desviar un pase de la muerte Jordi Alba. Fue un alivio para el Barça, pero duró poco, al instante llegó el error garrafal, al alimón, de Jordi Alba, Lenglet y Ter Stegen, que dejó a Negredo solo ante la puerta vacía del Barça. El varapalo fue tremendo para los visitantes, prácticamente irreversible, todo había quedado en nadar contracorriente para morir en la orilla.

Con estas patochadas, disparates y cagadas varias, el Barça se queda a 12 puntos del Atlético, no habiendo sumado ni la mitad de los puntos posibles en disputa. La distancia se hace más larga cuando ves que tu líder en el terreno de juego, Messi, no se parece ni de lejos al que suponemos el mejor jugador de la historia. Así que bien podríamos aseverar que el Barcelona se dejó media liga en el Ramón de Carranza.


miércoles, 2 de diciembre de 2020

Un Barça solvente golea al Ferencvaros

 

El FC Barcelona visitaba el estadio del Ferencvaros, en jornada de Champions League, sin presión, ya clasificado para octavos y por ello dejó a Messi en la ciudad condal y Koeman dispuso un once de circunstancias, para dar descanso a los más habituales, para foguear a canteranos, en definitiva se presuponía un duelo incierto pero los azulgranas los superaron con nota. En el Puskas Arena tuvieron minutos jugadores como Mingueza, Aleñá, Junior Firpo, Trincao, y hasta el norteamericano Konrad pudo mostrar sus cualidades. Y a la postre ese 0-3 final dio la razón al entrenador holandés con estas rotaciones.




Los catalanes se tomaron el duelo en serio, presionaron desde los inicios, frenaron las combinaciones de los húngaros y pusieron cerco a la portería de Dibusz. Así dispusieron de muchas ocasiones para marcar. Braithwaite estuvo especialmente incisivo, tratando de demostrar que es un delantero centro de garantías, y si a eso le añade trabajo a destajo se va a ganar la confianza de “Tintín” rápidamente. Con todo inaugurar el electrónico era cuestión de paciencia. Lo hizo Griezmann, que marcó de estilizado tacón una asistencia precisa de Jordi Alba. Al poco el “9” azulgrana ejercía de “9” y remataba al fondo de las mallas el segundo. El danés también provocó el penalti que transformó Dembélé, en el que sería el tercero y definitivo tanto.

Todo los goles se consiguieron en el primer acto, en un espacio de tiempo inferior al cuarto de hora, así que en la segunda parte apareció la inherente relajación tras ese marcador abultado. Ello permitió que los húngaros se acercasen con más asiduidad a la meta defendida por Neto. El Barça contemporizó. Al faltar esa pizca de pimienta en el duelo, ya decidido, los minutos se hicieron paulatinamente más tediosos. La chispa la ponía Dembélé, que, sin marcar de jugada, exhibió todo su potencial en Hungría para poner la rúbrica a una merecida victoria.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Otros cuatro chicharros a Osasuna

 

Parece ser que se abona al 4-0 el FC Barcelona. Tras endiñarle ese marcador al Dinamo de Kiev, ahora le ha tocado el turno al Osasuna, que recibió la misma goleada que los ucranianos hace tres días. A diferencia de la de Champions League la de LaLiga la lideró y la rubricó Lionel Messi. El argentino, muy motivado tras el fallecimiento de su compatriota Maradona, quiso dar el do de pecho y se erigió en líder, asistente, director y creador a lo largo y ancho del encuentro. El portero rojillo tuvo que recoger el esférico cuatro veces de las redes, cada una de ellas proveniente de un delantero azulgrana diferente.

Un Barcelona muy enchufado desde el principio, tras el emotivo minuto de silencio dedicado a Maradona, salió con mucha movilidad y buscando los espacios continuamente, supo buscar las debilidades de un conjunto pamplonica muy contundente en labores defensivas, jugando con tres centrales, pero que paulatinamente fue desintegrándose ante la superioridad del rival. Tras varias acometidas desbaratadas por los visitantes a los treinta minutos llegó, a trancas y barrancas, el tanto de Braithwaite. Y al filo del descanso un virtuoso Griezmann materializaba el segundo de un voleón terrorífico desde fuera del área.

Tras la reanudación el Barça siguió a lo suyo, picando piedra y martilleando la meta de Sergio Herrera. Hasta que a la hora de juego llegó el gol de Coutinho, tras asistencia generosa de Griezmann. Aún faltaba lo mejor, la maravilla del mejor jugador de todos los tiempos, Don Lionel Messi, que se sacó un zambombazo cruzado desde la frontal que selló la goleada. El astro argentino le dedicó el tanto a otro de las mayores estrellas del firmamento, luciendo la casaca que el propio Maradona vistió con Newells. Era la guinda del pastel de un encuentro disputado en el Camp Nou a una hora atípica (14:00) en una liga más atípica que comandan Real Sociedad y Atlético de Madrid, y el cual había que ganar o ganar para seguir en la pelea por el título.

martes, 24 de noviembre de 2020

Un Barça impredecible golea en Kiev (0-4)

 

El FC Barcelona se impuso con autoridad y contundencia en el Olimpiyskiy Stadium por 0-4. Con total ausencia de criterio, despistando a propios y a extraños, pues los de Koeman son capaces de pasarlas canutas contra el Dinamo de Kiev en el Camp Nou y ganar por la mínima con los titulares y a los pocos días devolver la visita a Ucrania, jugando con un equipo de circunstancias plagado de suplentes y juveniles y golear al rival. Imprevisibles de todo punto. La victorias les permite acudir a su cita habitual de los octavos de Champions. Lo consiguió tras dominar de cabo a rabo a un Dinamo que no supo plantar cara en su casa como sí lo hizo en el Estadi.




Los suplentes y los juveniles sometieron a los ucranianos y les endosaron cuatro tantos en la segunda mitad, en la cual tuvieron una eficacia soberbia. Consiguiendo el cuarto triunfo en otros tantos partidos de esta liguilla. Inauguró el electrónico el estadounidense Dest, luego lo amplió el “9” de este Barça: Braithwaite, que tiró dos veces a portería en el encuentro y anotó dos goles, el último de penalti, cometido sobre él mismo. El cuarto de la noche lo materializó el sinsorgo Griezmann, que cruzó el esférico al palo contrario del portero desde la posición natural de Messi. El argentino, por cierto, ni cogió el avión. Koeman le dio descanso, lo mismo que a De Jong. También se lo perdieron, pero por lesión: Busquets, Piqué, Ansu Fati y Umtiti.


Por el bando azulgrana destacaron los goleadores, pero también Mingueza, el central del filial mostró categoría y seguridad en la zaga en su debut con el primer equipo. También se estrenaron Konrad y Matheus Fernandes. Todos ellos hicieron un digno papel, triangulando correctamente, haciendo transiciones rápidas y jugando fácil la pelota. El Barça llegaba bien al área contraria, y le faltó definición en la primera parte, pero la encontró, sobradamente en el segundo acto. Los locales apenas inquietaban la meta del único titular culé, Ter Stegen. Y poco a poco fueron cayendo los goles que daban al Barcelona el triunfo, el pleno al 12 y la clasificación para los cruces de octavos. A ver si se reafirman estas buenas sensaciones en liga frente a Osasuna.



domingo, 22 de noviembre de 2020

Una derrota traumática y dramática en el Metropolitano

 

Un drama en azul y grana el que se vivió en el Wanda la noche del sábado. Una cornada con varias trayectorias, en la cual el enfermo perdió mucha sangre, si bien el estado es estable dentro de la gravedad. La derrota aleja al FC Barcelona a 9 puntos de la cabeza, y también lo deja muy tocado en lo anímico y en lo físico, pues Piqué que nunca ha tenido una lesión de importancia en toda su carrera, se lesionó en un lance fortuito y estará muchos o muchísimos meses en el dique seco. La desgracia se cebó también con Sergi Roberto, que tras un disparo a puerta sufrió una rotura en el muslo que lo tendrá dos meses apartado de los terrenos de juego. Así que la derrota le salió carísima a Koeman y los suyos.




El Atlético de Madrid consiguió un doble objetivo: se llevó los tres puntos en liza y dejó muy tocado al Barça, uno de sus rivales directos por el título de Liga. Tampoco es que los colchoneros diesen una exhibición de fútbol, pero sí que hicieron algo más que su contrincante para llevarse el triunfo. El Barcelona estuvo a ratos mal y a ratos criminal. Con un juego deslavazado, con muchas pérdidas de balón, con descontrol en la medular, con una inoperancia brutal en ataque, con una zaga que hace aguas, y no queremos imaginar cómo se presenta el futuro con tres centrales lesionados y solo uno sano. En el estadio rojiblanco todo lo que podía salir mal… salió mal, inclusive la derrota que nunca había sufrido el Barça contra el “Cholo” Simeone, la sufrió en esta ocasión.

Messi, que en este inicio de temporada ha tirado un poco del carro, estuvo irreconocible. Jugando, posiblemente, uno de sus peores encuentros con la zamarra culé. Por el contrario Griezmann fue perfectamente reconocible, su fútbol y su actuación fueron igual de nefastos que en el año y medio que lleva en el club. El que dio la de arena fue Ter Stegen, que tras falló de Piqué en la entrega, salió a por uvas al medio del campo, donde Carrasco le hizo un túnel y a puerta vacía anotó el 1-0. El grave error cuando quedaban diez segundos para el descanso fue una gigantesca losa para el equipo, que ya no pudo ni estar cerca del empate.

sábado, 7 de noviembre de 2020

Griezmann es más malo que la carne de pescuezo

 

Venció el FC Barcelona por 5-2 al Real Betis, un triunfo fraguado gracias a la aparición fulgurante de Lionel Messi en el segundo acto. Pero eso no es óbice para subrayar lo más importante del choque: Griezmann es más malo que la tiña. Es un jugador horrendo, engreído, sin regate, sin definición, demasiado estático, con una sola pierna, la derecha la usa solo para estar de pie. Horripilante, en definitiva. Pese al delantero francés el Barça supo imponerse con contundencia a los pupilos de Pellegrini, que se presentaron en el Camp Nou con cinco titulares con pasado azulgrana.




Sorprendió la decisión de Koeman de sentar de inicio a Messi en el banquillo. Aún así el Barça tuvo muchas ocasiones para marcar, algunas muy claras, como todas las que dilapidó ¿”el principito”?. De otro delantero se habría podido decir: no está teniendo la tarde, pero es que el galo no tiene ni tarde ni la noche, ni nada de nada. Es, de largo, el peor jugador de la historia del Barcelona en relación calidad-precio. Así que tuvo que ser su compatriota, Dembélé, el que soltase un latigazo para inaugurar el electrónico. Los culés siguieron fallando cara a puerta, inclusive Griezmann falló un penalti, cometido sobre Ansu Fati. Para colmo el chaval se lesionó en esta acción, y por si esto era poco, al filo del descanso los verdiblancos empataban por medio de Sanabria, tras un pésimo balance defensivo de los locales.

Tras la reanudación el escenario cambio radicalmente, todo gracias a Messi, en el primer balón que no tocó, la dejó pasar por entre sus piernas para eliminar a dos defensores y al portero, dejando solo a Griezmann, que a portería vacía sí sabe meterla. Antes de cumplirse el cuarto de hora llegó otra jugada de Messi, que culminó con otro zurdazo de Dembélé, que provocó el penalti y la expulsión de Mandi por detener el gol cantado con la mano. Messi batió a Bravo por la escuadra. No fue el de la sentencia, pues Loren Morón acortaba distancias tras otra defensa nefasta. Sí lo fue el cuarto de Leo en el 81, su primer tanto de jugada en esta Liga. El broche lo puso Pedri, que tras marcarse otro buen partido, se estrenó como goleador en Primera, a pase de Sergi Roberto. Así se cortó la mala racha del Barça, tras cuatro partidos sin ganar, pero ni eso, ni la manita, ni la clase de Messi fue lo reseñable, lo más destacable del duelo fue que: ¡¡¡Griezmann es más malo que la carne de pescuezo!!!

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Ter Stegen retorna y salva los tres puntos

 

El FC Barcelona las pasó canutas para imponerse 2 a 1 en el Camp Nou ante el Dinamo de Kiev. Todo parecía predispuesto para un goleada de los locales dado el gran número de bajas, debidas al coronavirus, con las que se presentaron los ucranianos en el Estadi. Solo contaban con trece fichas de jugadores del primer equipo, aún así ofrecieron una notable imagen en Barcelona y no puntuaron porque en la filas azulgranas reaparecía Ter Stegen, tras casi tres meses lesionado. El guardameta alemán dio un recital bajo los palos, exhibiendo todo su repertorio, para conservar la victoria.




El Barça estuvo mal, no anduvo fino en la circulación, perdió muchos balones, no controló la medular, y lo peor de todo fue el nefasto balance defensivo. Fue pillado en paños menores en muchos lances del juego y muchos de ellos terminaban en un cara a cara con Ter Stegen, que desbarataba el germano. Messi adelantó a los culés con su tercer gol en esta Champions, todos ellos de penalti. Pudo haber marcado en otra modalidad, de disparo, de cabeza e inclusive con su mejor especialidad, de libre directo, pero el joven portero Neshcheret estuvo a gran altura, con tan solo 18 años, revelándose como un cancerbero de futuro. De hecho los dos guardametas fueron de lo mejorcito de la noche, con diferencia, devengando una batalla sin cuartel bajo los palos.

Con esa mínima ventaja se fueron al túnel de vestuarios. En el descanso recordamos las palabras de Lucescu en la previa: “No veo al Barça como una candidato a ganar esta Champions”, y puede que el entrenador rumano tenga razón. A los de Koeman les falta pegada, más aún sin el “killer” Suárez, y así no se puede llegar lejos en el viejo continente. Tras la reanudación no cambió demasiado el escenario, los azulgranas no acababan de carburar y los visitantes se crecían con el paso de los minutos. Ni el testarazo de Piqué, que significó el 2-0, a pase de un buen Ansu Fati, sirvió para tranquilizar el juego ni el tempo del partido. El Dinamo siguió con su contras vertiginosas y el Barça las pasaba canutas, pero ahí se lucía siempre Ter Stegen, salvo en el 75 cuando solo pudo rechazar un disparo y Tsygankov empujó el esférico para acortar distancias. Aparecieron más dudas, pero el marcador ya no se movió… y las dudas tampoco. Lo único bueno el resultado y la vuelta del mejor portero de la actualidad.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Pacheco detiene al Barça

 

El FC Barcelona dio la de arena frente al Alavés. Solo pudo sacar un punto de Mendizorroza, frente a un equipo que jugó con diez la última media hora. En tan solo tres días dilapidaron los de Koeman el prestigio de la victoria conseguida en Turín ante la Juventus, con raciones de buen juego incluidas. El Barça mereció ganar, más de veinte disparos a puerta lo atesoran, pero en el fútbol no es suficiente la meritocracia, y es más importante vencer que lucirse. Tampoco es que los azulgranas hicieran mucho de esto último, y lo peor con todo fue el fallo garrafal de Neto, que se enredó con la pelota en los pies y le regaló un gol a puerta vacía a Rioja en el minuto 31.




A partir de ahí el Barcelona nadó contra corriente. Si ya era difícil penetrar entre la maraña de jugadores dispuesta por Machín cuando iban empate a cero, con un gol a favor ya ni te quiero contar. De esos partidos con el autobús delante de la portería le salen muchos al Barça, y la solución es tratar de marcar rápido para evitar los nervios finales. Pero claro esta medida era susceptible de utilizarse cuando a los culés se les caían los goles por todas partes, ahora es más difícil, cuando no tienes delantero centro y está Messi que no ve puerta como antes. Ni tan siquiera Ansu Fati que cumplía 18 años pudo abrir la lata.


Con ese 1-0 se avecinaba una segunda mitad de frontón, más que de fúbtol. Los visitantes no veían el hueco, y cuando tenían alguna ocasión, la marraban. En esto que llegó la expulsión de Jota por doble amarilla a la hora de juego y el Barça vio la luz. Empató enseguida con tanto de Griezmann y buscó a la desesperada el gol del triunfo, pero cuando parecía que la fruta caería de madura, no fue así. Los vitorianos se parapetaron delante de Pachecho, y entre el portero y la zaga consiguieron malograr todos los envites de Messi y compañía. Hasta cuatro delanteros más Trincao acumuló el Barça en el último cuarto de hora, pero ni por esas. El Alavés aguantó su valioso punto hasta el pitido final, y al Barça le supo a derrota amarga.

jueves, 29 de octubre de 2020

Excelsa victoria del Barça en casa de la Juventus

 

La todopoderosa Vecchia Signora pereció ante un FC Barcelona formidable en el Juventus Stadium (0-2). El Barça impartió una clase maestra en Turín, fue la primera de la era Koeman, y esperemos que sea el preluido de unas cuantas más y que no se quede en agua de borrajas. Por primera vez en mucho tiempo comteplamos al Barcelona dominar un encuentro, ejercer el control a lo largo y ancho del terreno de juego. Nos retrotrajo al pasado, a épocas del tiki-taka, a tiempos de Xavi e Iniesta, nos dejó regusto a diversión, a bocanadas de fútbol con mayúsculas. Y todo esto decidió hacerlo el conjunto azulgrana en el estadio de uno de los grandes de Europa, donde nunca había ganado, y en la máxima competición continental. Un trabajo perfectamente ejecutado, convincente, que puede devengar buen juego y resultados positivos en el futuro.




El duelo por el liderato del grupo no pudo empezar más caliente con acechos a la portería de Szczesny, con tiro al poste de Griezmann incluido, pero no fue hasta el minuto 14 cuando un cambio de juego de banda a banda, de Messi a Dembélé, la culminó el galo con un par de recortes y un zurdazo al fondo de las mallas. El tanto premiaba al mejor de ambos contendientes y permitía al Barça jugar con más tranquilidad. Al tiempo que los italianos se abrían buscando el ataque, dejando huecos en defensa. A punto estuvieron los visitantes de lograr el segundo en varias ocasiones, pero la falta de puntería lo impidió.


Tras la reanudación la Juve, sin Cristiano por covid, seguía en su empeño de igualar la contienda. Morata, que ya había visto como le anulaban dos goles en la primera parte, culminó su particular hat-trick de tantos anulados. Algo nunca visto. Ansu disputó la última media hora, buscando la sentencia. Griezmann volvió a disparar lamiendo el poste, pero el segundo no llegaba. Y era de justicia, porque el Barça seguía dándole un repaso a los hombres de Pirlo. Lo que sí consiguió Fati fue provocar un penalti claro que transformó Messi en los minutos postreros, para refrendar un triunfo incontestable del FC Barcelona.

sábado, 24 de octubre de 2020

Munuera y el VAR roban en casa del Barça

 

Vergonzoso lo vivido en el Camp Nou en el clásico, donde un nefasto árbitro perpetró un atraco a mano armada ante todo el planeta y se quedó tan tranquilo. Cualquiera que haya jugado al fútbol sabe interpretar un agarrón y un piscinazo. Todos menos Munuera Montero, que con alevosía y premeditación, fue al VAR a consultar una jugada en la que lo único que se podía sacar era una risotada viendo al tramposo Sergio Ramos tirarse como un bellaco, como si le hubiesen hecho una llave de judo. Y se puede ir a revisar, no pasa nada, si te lo ha dicho otro caradura como Sánchez Martínez, pero contemplarlo tranquilamente en el monitor, varias veces, ver la farsa de un merengue trapacero que salta como si le han disparado, y sancionar penalti, eso es de juzgado de guardia. Y es que cargarse una liga debería ser susceptible de pena de cárcel, no simplemente de paso por la nevera.




Lo meramente deportivo pierde todo su valor cuando un impresentable ha tirado por la borda el trabajo de todo un equipo. Decir que Koeman, que sigue sin gustarnos, encaró el FC Barcelona-Madrid con osadía o inconsciencia, una de dos. Meter a Pedri por Griezmann y ubicar a Ansu de delantero centro, así lo demuestran. El encuentro devengó un primer acto de ida y vuelta, con demasiadas pérdidas de los azulgranas, con mejor control de los visitantes, y en el que se echó en falta más puntería de cara al marco contrario. Inauguró el electrónico a los cinco minutos Valverde tras brillante pase filtrado por Benzema, e igualó la contienda a los 180 segundos Ansu Fati, tras pase de la muerte de Jordi Alba.


Tras el paso por vestuarios el Barça salió con más intensidad, fue mejor y mereció el gol. Courtois se lo negó a Messi. Y Coutinho cabeceó fuera, cuando lo más fácil era meterla dentro. Y ahí se acabó todo, pues en un córner, se produjo el patético teatro del capitán del Madrid. Que tuvo el comportamiento indigno de simular falta y rastrero al transformar el penalti inventado al alimón por jugador y árbitro. El injusto 1-2 desestabilizó a los locales, que navegaban a contracorriente y luchaban contra doce. Modric sentenció con el definitivo 1-3, cuando el Barça buscaba el empate a la desesperada con más voluntad que acierto.

miércoles, 21 de octubre de 2020

El Barça retorna a la Champions con una manita

 

Se estrenó el FC Barcelona en la Champions League 2020-2021 con una goleada frente al modesto Ferencváros (5-1). Los húngaros acudían al Camp Nou como víctima propicia para que los azulgranas iniciasen con buen pie esta nueva andadura por la máxima competición continental. A pesar de ser la cenicienta de esta competición, acumulan el menor coeficiente UEFA en esta fase de grupos, los de Rebrov inquietaron a los locales en el inicio, un gol anulado por fuera de juego, y un zapatazo de Isael que se topó con el poste demostraron que en competición europea hay que andar despierto y que cualquier tonto te hace un reloj.




El debut de Koeman en Champions fue de aprobado alto, pero se detectaron numerosas lagunas en el juego culé, eso sí fueron de menos a más, pero el fútbol desplegado no fue para encandilar y hay que quedarse más con la eficacia goleadora que con el juego del equipo. Se echó en falta velocidad en la circulación del esférico y un poco más de sangre en general. Para inaugurar el marcador, y calmar el ímpetu del rival, tuvo que recurrir a una cabalgada de Messi, que acabó en penalti, que el propio argentino transformó en gol. Y, cómo no, a Ansu Fati, que al filo del descanso ponía el tanto de la tranquilidad, tras cazar al vuelo una precisa asistencia de De Jong.


Tras la reanudación se vio un Barça superior a su oponente, como era de esperar. Los visitantes parecían apocados y esperaban agazapados, tratando de evitar una goleada. Messi y Ansu combinaron para dejar a Coutinho un tiro franco que supuso el tercero. Parecía el tanto de la sentencia, pero hubo un giro inesperado con el penalti y la expulsión de Piqué, que supuso el 3-1 de Kharatin y el renacer de los suyos, que se vieron con uno más y 20 minutos por delante. No hubo sorpresa, el Barça también fue mejor con diez jugadores. Pedri, tras asistencia de Dembélé, y el propio extremo francés, tras asistencia de Leo, certificaron “la manita” y los primeros tres puntos.

domingo, 18 de octubre de 2020

Un Barça muy pobre cosecha la primera derrota del curso

 

El FC Barcelona perdió en Getafe por 1-0 dejando una imagen muy floja, con un juego desdibujado y sin demostrar que corre sangre por las venas de ninguno de los componentes de la plantilla. Y este panorama desolador que dejó el conjunto culé en el Coliseum es lo que uno espera de este Barça, un equipo que no ha hecho ningún fichaje de relumbrón, que sin embargo ha dejado marchar a Luis Suárez y a Arthur, quedándose con el nefasto Griezmann, esto es una devaluación del bloque en toda regla y que va a seguir sumiendo al Barcelona en su particular travesía por el desierto.




Jugó antes el Madrid, y palmó en su propio estadio ante el Cádiz, pero ni por esas los pupilos de Koeman dieron el do de pecho, se limitaron a mostrar su juego gris y deslavazado, que en ocasiones se salpica con destellos de Ansu, pero que como esta vez no era de la partida, ni eso. En su lugar el espectador tuvo que contemplar a un Dembélé que sigue sin encontrar su sitio y deambula por el césped como pollo sin cabeza. Tanto Madrid como Barça, vasos comunicantes como en tantas ocasiones, disgustaron a sus respectivas aficiones por su escaso fútbol y por sus vestimentas. Ambos eligieron camisetas rosas horteras para sus respectivas derrotas. El Madrid tiene que vestir de blanco y el FC Barcelona de azulgrana, como es de ley. Que yo me imagino defendiendo a Messi y vestido de rosa me impone bastante menos.

En lo meramente futbolístico decir que el Getafe no hizo nada del otro mundo, defensa ordenadita, patadas y puñetazos de vez en cuando, -aún nadie sabe como el tal Nyom acabó sin ser expulsado, que solo le falto pisotear la cabeza a algún culé-, y luego un solitario tanto de penalti transformado por Mata. Pero con todo y con eso fue un poco más de lo demostrado por su rival, en el cual no hubo nada digno que reseñar, salvo un disparo de Messi al poste, el resto fue más de lo mismo: un Griezmann inoperante, que volvió a fallar un mano a mano con el portero, un De Jong que no acaba de ser el del Ajax, volvió a pecar de pardillo y cometió un penalti infantil, impropio de un tío que costó 70 millones de euros, y un Koeman inestable que varió su once tipo por primera vez en la temporada, quizás cuando menos se necesitaba, pues “el Geta” en su campo es un oponente complicado. Con el 1-0 en contra puso toda la artillería en el campo, pero ya dio igual, de donde no hay no se puede sacar.

domingo, 4 de octubre de 2020

El nuevo Barça no aprueba su primer test serio

 

No pudo, no supo, pasar del empate el FC Barcelona de Koeman en el que se presuponía el primer partido contra un rival de cierta enjundia. El Sevilla sacó un valioso empate del Camp Nou. Y no solo eso, sino que puso las cosas difíciles a los locales, que sufrieron los achuchones de los andaluces durante varias fases del choque. Sí, es cierto que los azulgranas pudieron ganar en los minutos finales cuando acogotaron a los de Lopetegui en su cancha, pero habría sido injusto para los merecimientos de unos y otros.




El Barça saltó al césped del Estadi con el once tipo, que ya empieza a aprenderse todo culé que se precie, con la salvedad de la entrada de Araujo por el sancionado Lenglet. Los visitantes también salieron con todo, siendo especialmente incisivos Suso y Navas por la banda derecha, y demostrando desde el minuto uno que buscaban la victoria. Los blancos estrecharon muchos los espacios, con una defensa muy tupida, al tiempo que adelantada. Así con esas ni Coutinho ni De Jong encontraban los espacios. El otro De Jong, el “9” sevillista, inauguró el marcador para los suyos al recoger un rechace muerto en el área pequeña. Al minuto y medio empataba Coutinho, tras fusilar un mal despeje de Navas. El primer asalto no dio para más.


Tras la reanudación todo siguió según el guión preestablecido, el Sevilla defendió muy junto y con efectividad, mientras los barcelonistas, con un Messi menos activo que en partidos anteriores y con un Griezmann igual de flojo que siempre, se perdían entre la maraña de rivales. Incluso En-Nesyri pudo marcar, nada más salir, al disparar al larguero, tras desvío de Araujo. También dispuso de un mano a mano Trincao, pero se topó con Bono. Pero el electrónico ya no se alteraría. Y ello a pesar de los intentos de ambos contendientes, que buscaban el segundo tanto, y que a la postre dieron por bueno el punto.

jueves, 1 de octubre de 2020

Messi lidera al Barça en Balaídos

 

Victoria trabajada y sufrida la que consiguió el FC Barcelona en su visita al Celta de Vigo (0-3). Pese a lo contundente del resultado los de Koeman sufrieron de lo lindo al jugar casi una hora con uno menos, por la rigurosa expulsión de Lenglet tras dos acciones sancionadas por el colegiado madrileño Del Cerro Grande. Messi estuvo en plan estrella, poniéndose al mando de sus pupilos y tirando del carro durante los 95 minutos de juego. El Barça salió con los mismos once que golearon al Villarreal, cuando algo funciona para qué cambiarlo, y todos ellos, a excepción de Griezmann, que volvió a flojear, le dieron la razón al entrenador holandés, además en un estadio donde no se ganaba en las últimas seis temporadas.




Con el 4-2-3-1 asentado, por el momento, en el cual Messi fue más capitán que nunca, y en el que Coutinho va cogiendo galones, el encargado de inaugurar el marcador volvió a ser el insolente dicisieteañero Ansu Fati, que con un control orientado encaró la portería de Villar y lo batió por bajo con el exterior de su pie derecho. Golazo. Discurría el minuto once y los azulgranas aún asediaron y dominaron durante otros diez más, pero poco al poco el equipo celeste iba mostrando descaro y fútbol, y acercamientos al área de Neto. La expulsión de Lenglet parecía poner más cuesta arriba el triunfo. Entró Araujo por Griezmann, tampoco se notó en exceso la ausencia del “principito”.

Tras la reanudación tocaba remar contra corriente, o eso al menos se preveía hasta que el más grande de todos los tiempos, Lionel Messi, se marcó un regate de la cuerda, estilo Laudrup, y con la colaboración de Olaza anotó el segundo. El tanto daba un poco de tranquilidad a la hinchada culé, pero aún restaban 40 minutos más el alargue. Los de Óscar García lo intentaron de todas las maneras, con todo su arsenal ofensivo, entraron Mina y Nolito para poner toda la carne en el asador, pero entre Neto y el larguero se encargaron de mantener la portería a cero, otra vez. Otro jugadón de Messi, que atravesó la zaga celtiña como el hombre invisible, acabó con un rechace a los pies de Sergi Roberto que la empaló con potencia al fondo de las mallas para cerrar la goleada y mantener la buena racha.

lunes, 28 de septiembre de 2020

Ansu da brillo al debut de Koeman

 

Se estrenaba el FC Barcelona de Ronald Koeman en este inicio atípico de la Liga 2020-21, marcada por la covid-19, y lo hizo con una goleada, fraguada en la primera mitad, frente al Villarreal (4-0) en el Camp Nou. Ni el más optimista del lugar podría haber imaginado un escenario tan plácido en el primer encuentro oficial. Y decimos esto porque en un Barça sin fichajes de relumbrón, sin delantero centro al uso, tras la marcha de Luis Suárez, con el cabreo de Messi, tras su “no marcha”, con un entorno que echa humo, con una directiva denostada por los socios, etc, etc, etc,…



En su primer once Koeman puso toda la carne en el asador, los que en mejor forma estaban y en teoría los mejores, si hacemos abstracción de “el mosquito” Dembélé, con el que hay que ir poco a poco, dada su susceptibilidad a lesionarse, o la ausencia de Ter Stegen, que se recupera de su operación de rodilla. Tampoco sorprendió su dibujo, el Barça abandona momentáneamente el 4-3-3 tan utilizado en los últimos tiempos y pasa al 4-2-3-1, con Busquets y De Jong de pivotes y con Messi de falso nueve.

Los resultados fueron inmediatos, los azulgranas salieron con inmejorable predisposición y presionando arriba de manera intensa. Así llegaron las primeras ocasiones de gol. No tardó Ansu Fati en destapar el tarro de las esencias, y aprovechó, inmejorablemente, las dos precisas asistencias de Jordi Alba y de Coutinho. Corría el minuto 18 y los culés ya iban 2-0 por delante en el electrónico. No contento con el doblete, el bisauguineano de 17 añitos provocó un penalti, tras irse de su marcador. Lo transformó Messi, esbozando su primera y última sonrisa de la noche. El rosarino también estuvo implicado en el cuarto tanto, cuando antes del pitido del descanso, centró al área y Pau anotó el último de la noche en propia meta.

Tras la reanudación el Barça contemporizó, la falta de frescura y la inminente segunda jornada liguera en Balaídos hicieron el resto, por suerte para Emery. El submarino amarillo intentó tapar sus carencias y defectos del primer acto con un poco más de empuje y orden. Los locales ya tenían suficiente con el festín de los 45 minutos iniciales y no echaron más sal en la herida. Koeman hizo debutar con la elástica blaugrana a Pjanic, Pedri y Trincao, y el partido se fue diluyendo entre bicicletas del portugués y Leo buscando su doblete.

sábado, 15 de agosto de 2020

El Bayern arrasa a un ignominioso Barça


Cayó el FC Barcelona ante en Bayern de Munich por un vergonzante 2-8. La mayor humillación recibida en Europa en toda su historia. Una derrota sin paliativos, lacerante. Una debacle sin parangón en los 121 años de vida del club azulgrana. Unos jugadores sin alma, sin juego y sin físico dejaron ese deshonroso marcador para los anales. Se podía perder, los teutones habían demostrado ser un bloque sólido, un rodillo inmisericorde, con un fútbol vertical y pragmático, pero caer así, de esa manera… haciendo el ridículo, siendo abochornados ante los ojos de todo el planeta en cuartos de final de la Champions League. No es de recibo. ¡Es inadmisible!




Y tan solo es la culminación de una gran debacle, que se viene arrastrando desde hace varias temporadas en este mismo torneo. No solo es el Bayern en Lisboa, no. Es el ridículo de Liverpool o la vergüenza de Roma. Y en ninguna de estas eliminaciones afrentosas se tomaron medidas. Sí, un par de fichajes patéticos o la incorporación del incompetente Griezmann por la obscena cantidad de 135 millones de euros. O se cambia a un brasileño de 24 años por un bosnio de más de 30. Todo un cúmulo de despropósitos a todos los niveles y estamentos que devengan la primera temporada en blanco desde hace doce años. Y este hito lo han conseguido el presidente Bartomeu y todos sus adláteres tras groseras decisiones y planificaciones que, de tener un ápice de dignidad, les harían dimitir de manera inmediata.

El Bayern fue muy superior al equipo de Setién. Los mediocampistas germanos: Gnabry, Goretka, Thiago y Perisic, dieron un recital en la medular, dejando secos y cortocircuitados a sus homólogos blaugranas. La exhibición de los alemanes devengó un 1-4 a la media hora de juego. El duelo estaba sentenciado, pero aún quedaba un segundo acto para hurgar en la herida con dos goles más y para echar sal en la misma con otros dos goles del azulgrana cedido Coutinho, culminando así el denigrante 2-8, que lleva a los de Flick a semifinales y al Barça a un estado de estupor catatónico del que tiene harto complicado salir en fechas próximas. El inexorable y estremecedor “fin de ciclo” es un hecho.

domingo, 9 de agosto de 2020

Un Barça de luces y sombras elimina al Nápoles

El FC Barcelona venció al Nápoles por 3-1 en el Camp Nou y con ello sacó su billete para Lisboa, allí, en territorio luso, intentará obtener algún título en esta temporada que pinta en blanco.  Los culés ofrecieron una imagen con luces y sombras, con ráfagas de juego brillante, en la primera parte, y efectivo al mismo tiempo, y una desastrosa segunda mitad, dónde fueron a la deriva  y estuvieron a merced del equipo napolitano.



Y se presenta en esa "Final a Ocho" gracias al talento de su megaestrella Lionel Messi. Y a pesar de las bajas de Vidal y de Busquets que mermaban las opciones en la medular azulgrana. Todo arrancó bastante mal en el Estadi pero empezó a arreglarse en un córner, cuando a los 10 minutos Lenglet remató al fondo de las mallas el primero de la noche. Los italianos que, bajo la dirección de Gattuso, habían comenzado mejor que los locales, vieron cómo se torcían todos sus planes. Máxime cuando Leo medio sentenció la eliminatoria con un slalom de los suyos, a trancas y barrancas se fue de todos los rivales que le salieron al paso y la cruzó ajustada al palo derecho de Ospina. 

El VAR y la incompetencia de Cakir, al anular un bello tanto del rosarino por mano inexistente a todas luces, dieron vida al Nápoles. Tampoco vio el colegiado turco un clarísimo penalti de Koulibaly sobre el diez culé, el patadón sobre la pierna de Leo retumbó en todo el Camp Nou. Tras la verificación por el VAR, Luis Suárez ponía el 3-0 en el electrónico. La eliminatoria parecía decidida, pero en el minuto 49 un penalti, un poco light, de Rakitic, lo transformó Insigne para acortar distancias.

 Tras la reanudación Gattuso intentó cambios ofensivos para  marcar pronto y meterse en el partido, no lo conseguiría ya, pues la férrea defensa del Barça y la poca claridad de ideas de los napolitanos ante la meta de Ter Stegen determinaron que ese fuera el resultado final. Ahora a los de Setién les espera el Bayern de Munich, el equipo más en forma del continente, pero si lo salva ya solo quedarían dos partidos para levantar la Orejona y... con Leo Messi todo es posible.

lunes, 20 de julio de 2020

Messi y Riqui dejan una manita en Vitoria


Ya no tenía demasiada importancia. La Liga estaba perdida, entre el confinamiento y el VAR demasiado favorable al Madrid. Aún así el FC Barcelona saltó al césped de Mendizorroza con ganas de reivindicarse, con ansia de fútbol, de gol,… con el deseo de cerrar un campeonato que se ha torcido en el último tercio, y, sobre todo, para dejar buenas sensaciones para lo que queda, que no es poco, la Champions. Así dejó un 0-5 contundente frente a un Deportivo Alavés que ya no se jugaba nada, pero que encajó un correctivo tremendo en su propio estadio.



Salió el Barça con Riqui y Ansu para insuflar nuevos aires a un equipo que está necesitado de juventud y desparpajo. Los más de 30 grados a las cinco de la tarde los llevaron mejor los de Setién, que en el primer cuarto de hora habían disparado tres veces a los palos. Luego habría más suerte, pues a la brillantez de los dos chavales se les unió Messi, y eso devengó partidazo y tres chicharros antes del paso por vestuarios. Ansu Fati, Messi y Luis Suárez anotaron para los azulgranas dejando sentenciado el choque con ese 0-3.

Tras la reanudación continuó el mismo guión. Roberto no paraba de trabajar bajo palos, mientras su colega Neto se aburría en la meta culé. Riqui Puig movía el equipo con efectividad y tras una gran asistencia suya llegó el cuarto de la tarde, obra de Semedo. Los locales intentaron inaugurar su casillero, pero no lo lograron. Sí que lo consiguió Leo, que culminó la manita con su doblete personal. Se aseguró así, el argentino, su séptimo trofeo “Pichichi”, récord en la historia de LaLiga, pero que de poco sirve, ni tan siquiera consuela, cuando se ha dejado escapar un título que se tenía al alcance de la mano.

viernes, 17 de julio de 2020

Osasuna apuntilla al Barça de Setién


Se consumó la debacle. El FC Barcelona perdió la liga, definitivamente. No la perdió contra Osasuna, pese a caer derrotado en el Camp Nou por 1-2. Échenle la culpa al VAR -que tuvo mucha-, a la displicencia azulgrana, a los desatinos de Setién, o… al boogie, como cantaban Los Jackson 5. El caso es que una competición, que lideraba el Barça antes del confinamiento con dos puntos de ventaja sobre el Madrid, la ha acabado cediendo al eterno rival. Para más inri cayendo en el Estadi ante el conjunto pamplonica que no se jugaba nada. Ni orgullo quedó para ganar este último choque liguero en casa. Los jugadores evitaron la sonora pitada y la vistosa pañolada que les habría regalado la afición de no haber existido el coronavirus.


En cuanto al partido en sí, Setién reservó jugadores para la Champions, y se notó, porque el Barça no anda sobrado de efectivos esta temporada, y los que salen no tienen el nivel de los que se quedan fuera. Con todo ello los rojillos salieron con ganas y se pusieron por delante en el electrónico con gol del ex azulgrana Arnáiz, que empaló una pelota en el área ante al escasa oposición de los defensores catalanes. Una imagen que quedará en la memoria del aficionado será la de Arthur bostezando en la grada. A buen seguro habría habido muchos bostezos de permitirse el acceso al público. Con esa ventaja mínima de los visitantes se llegó al descanso.

Tras la reanudación Messi siguió intentándolo, solo él lograba evadir del tedio al personal en algún instante puntual. Además los barcelonistas imprimieron mayor velocidad al esférico. Así llegó el minuto 62 y Leo igualó la contienda con un disparo de falta magistral que batió a Herrera. Los de Arrasate se quedaron con uno menos por la expulsión de Gallego y la victoria parecía más cercana para el Barça, pero no fue así, las noticias que llegaban con la victoria del Madrid, hicieron perder fuelle a los culés y Torres los remató con un tanto en el 94, que daba la puntilla al partido y a la liga.

domingo, 12 de julio de 2020

El Barça pide la hora en Pucela


Otro mal partido del FC Barcelona, otra ración de sufrimiento, de reloj que no corre,… queda el consuelo de la victoria pírrica ante el Real Valladolid (0-1). El equipo de Setién volvió a dar la de arena en el Estadio José Zorrilla con un juego ramplón, fases del juego displicente y un despliegue físico cuestionable acabó pidiendo la hora y dando las gracias por tener un pedazo de portero de la talla de Marc André Ter Stegen, que volvió a ser decisivo bajo los tres palos.



Con un juego anodino y más control que llegadas, culminó una primera mitad decente, yendo de más a menos, ante un equipo como el blanquivioleta, que no se jugaba nada, y a pesar de ello les complicó un poco el triunfo. Messi, en su mejor versión asistente de toda su carrera, filtró un pase entre dos rivales para que Arturo Vidal batiera a Masip de disparo cruzado ajustado al poste. Sería el tanto que a la postre diese los tres puntos a los azulgranas, el que evitaría que el Madrid se proclame campeón en el Estadio Nuevo Los Cármenes. El chileno es un mediocampista sin ADN Barça, pero que va directo a la portería contraria y no se complica, y quizás el culé que más gasolina tiene a estas alturas de temporada.

En el lado opuesto de la balanza esta Griezmann, que continua dando muestras de su poco nivel y compromiso. Falló una ocasión que solo tenía que empujarla. La pelota le pasó entre las piernas y para colmo acabó lesionado y fue sustituido al descanso. En el segundo acto el Barcelona se diluyó por completo, y se dedicó a mantener el resultado, como un equipo menor. Los vallisoletanos, más enteros, llegaron con más facilidad a la meta de Ter Stegen, pero siempre se topaban con el germano. Riqui Puig parece que se va afianzando en la medular y de lo demás poco o nada que destacar. Así se cumplió con el trámite y ahora a esperar que el Granada eche un cable en la lucha por una liga, que no está en manos del Barça.

jueves, 9 de julio de 2020

El Barça gana y envía al Espanyol a Segunda


Como si fuese un espejismo el buen partido realizado por el FC Barcelona ante el Villarreal. El equipo de Setién volvió a dar la de arena ante un pobre Espanyol. Nada que ver con la esencia del fútbol de salón a la que nos tenía acostumbrados el Barça de otras épocas y de la que nos dejó unas pinceladas hace un par de días en La Céramica. Sí, venció por 0-1 en el derbi catalán, pero dando una paupérrima impresión y dejando mucho que desear. Sí, mandó a los periquitos a Segunda División, pero el juego fue tan descorazonador, que casi ni se le dio importancia a ese hecho tan significativo.




No dan con tecla, y ya casi no hay tiempo material. LaLiga se escapa indefectiblemente. Los blanquiazules querían despedirse de Primera, al menos con honra, y lo consiguieron en su RCDE Estadium. Bien dispuestos sobre el césped, ordenados y con pundonor, provocaron el desconcierto en el rival. Las mejores ocasiones de gol eran locales. El mundo al revés, el colista era superior a todo un Barcelona. Luis Suárez estaba incisivo, pero tampoco lograba mover el marcador, ni tan siquiera disparar entre los tres palos, al igual que el resto de sus compañeros. Así pues, se llegó al descanso con el 0-0 inicial.

Tras la reanudación los visitantes pusieron algo más de empeño. Hacerlo peor era imposible. Saltó al campo Ansu Fati, que no duró mucho, pues una entrada fuerte a Calero devengó una roja merecida. En el siguiente lance otra fea entrada de Pol Lozano acababa con el mismo resultado y dejaba a los dos equipos con diez jugadores. En el minuto 56 llegó el gol de Suárez, tras jugada trenzada del tridente culé. Los pericos buscaron desesperadamente la igualada. Casi la encontraron y posiblemente la merecieron. Pero no llegó. El Barça siguió arrastrándose por el césped y pidiendo la hora, como si el título de liga no fuese con ellos. Una imagen demasiado triste para un equipo tan grande.