sábado, 7 de noviembre de 2020

Griezmann es más malo que la carne de pescuezo

 

Venció el FC Barcelona por 5-2 al Real Betis, un triunfo fraguado gracias a la aparición fulgurante de Lionel Messi en el segundo acto. Pero eso no es óbice para subrayar lo más importante del choque: Griezmann es más malo que la tiña. Es un jugador horrendo, engreído, sin regate, sin definición, demasiado estático, con una sola pierna, la derecha la usa solo para estar de pie. Horripilante, en definitiva. Pese al delantero francés el Barça supo imponerse con contundencia a los pupilos de Pellegrini, que se presentaron en el Camp Nou con cinco titulares con pasado azulgrana.




Sorprendió la decisión de Koeman de sentar de inicio a Messi en el banquillo. Aún así el Barça tuvo muchas ocasiones para marcar, algunas muy claras, como todas las que dilapidó ¿”el principito”?. De otro delantero se habría podido decir: no está teniendo la tarde, pero es que el galo no tiene ni tarde ni la noche, ni nada de nada. Es, de largo, el peor jugador de la historia del Barcelona en relación calidad-precio. Así que tuvo que ser su compatriota, Dembélé, el que soltase un latigazo para inaugurar el electrónico. Los culés siguieron fallando cara a puerta, inclusive Griezmann falló un penalti, cometido sobre Ansu Fati. Para colmo el chaval se lesionó en esta acción, y por si esto era poco, al filo del descanso los verdiblancos empataban por medio de Sanabria, tras un pésimo balance defensivo de los locales.

Tras la reanudación el escenario cambio radicalmente, todo gracias a Messi, en el primer balón que no tocó, la dejó pasar por entre sus piernas para eliminar a dos defensores y al portero, dejando solo a Griezmann, que a portería vacía sí sabe meterla. Antes de cumplirse el cuarto de hora llegó otra jugada de Messi, que culminó con otro zurdazo de Dembélé, que provocó el penalti y la expulsión de Mandi por detener el gol cantado con la mano. Messi batió a Bravo por la escuadra. No fue el de la sentencia, pues Loren Morón acortaba distancias tras otra defensa nefasta. Sí lo fue el cuarto de Leo en el 81, su primer tanto de jugada en esta Liga. El broche lo puso Pedri, que tras marcarse otro buen partido, se estrenó como goleador en Primera, a pase de Sergi Roberto. Así se cortó la mala racha del Barça, tras cuatro partidos sin ganar, pero ni eso, ni la manita, ni la clase de Messi fue lo reseñable, lo más destacable del duelo fue que: ¡¡¡Griezmann es más malo que la carne de pescuezo!!!

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