jueves, 28 de noviembre de 2019

Messi se exhibe ante el Dortmund en su cumple 700


El FC Barcelona, de la mano -y el pie- de Messi, se exhibió ante el Borussia Dortmund, goleándolo por 3-1 en la quinta jornada de la Champions League. Fue otro día en la oficina del mejor futbolista de todos los tiempos, Don Lionel Messi, que cumplía 700 partidos con el Barça, y que participó en los tres tantos de su equipo, anotando uno y dando las asistencias de los otros dos. Y es que si hay que reconocer que el equipo de Valverde no está practicando un fútbol vistoso en lo que llevamos de temporada, también hay que hacer lo propio con que Messi, después de su lesión, está a un nivel al que solo él es capaz de desplegar en el fútbol actual.



Tampoco es que los alemanes disputaran un gran partido, estuvieron contemplativos y con escasa aportación ofensiva hasta la entrada de Jadon Sancho. Nada que ver con las dificultades que plantearon en el Westfalenestadion, donde a pesar del empata a cero, tuvieron contra las cuerdas a los azulgranas durante los 90 minutos. El Barça salió a por todas buscando la victoria desde el inicio para conseguir la clasificación para octavos como primero de grupo. Con un Rakitic fallón, errando pases por su inactividad, pero con un Busquets serio en la medular se buscaba contener al rival al tiempo que inaugurar el marcador. Lo logró Suárez tras asistencia de Messi a la media hora de juego. Tardó solo tres minutos el uruguayo en devolver el favor a su íntimo amigo, fallo de Hummels y pase de la muerte para que el rosarino anotara el 2-0.
Tras el paso por vestuarios el Barcelona bajo el pistón. Salto al césped del Camp Nou la incipiente estrella Jadon Sancho y los “borussers” se contagiaron del talante ofensivo del inglés. Sin embargo fue otra vez Messi el que sentenció el choque con un genial pase filtrado que dejó solo a Griezmann para el tercero de la noche. El principito había entrado ante una nueva lesión de Dembélé, que tampoco había brillado ante su ex equipo. El propio Sancho acortó distancias de un disparo seco dentro del área ante la débil oposición de Junior Firpo. Corría el minuto 77 y aún hubo tiempo para otro zapatazo de Jadon, respondido con una de las paradas del año, en la que Ter Stegen desviaba lo justo para que el esférico se estrellase en el travesaño. Objetivo del liderato cumplido. Próxima parada en el Wanda Metropolitano, palabras mayores.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Un Barça sin alma sufre para ganar al colista


Penosa victoria la que consiguió el FC Barcelona en casa del Leganés por 1-2. Todo un líder se las vio y se las deseó para ganar por la mínima al farolillo rojo de LaLiga. Tuvo que ser a balón parado, de otra forma habría sido imposible, con este fútbol ramplón que practican los azulgranas a día de hoy. Es que ni cambiando el sistema se logra desplegar un juego medio decente. Valverde, con bastante culpa en la pérdida de identidad citada, dispuso un 4-2-3-1, con los cuatro fantásticos en punta (Messi, Suárez, Griezmann y Dembélé), pero ni por esas. El Barça está desquiciado, no controla el tempo de los partidos, ni con dos peloteros de la calidad de Busquets y De Jong, a veces algo con Arthur, pero el brasileño no estaba ni convocado.


Y cuando todo va mal todavía puede ir a peor, puesto que en Butarque se adelantó “el Lega” por medio de En-Nesyri a los doce minutos de juego. Los pepineros dieron primero y dejaron la sensación de que el triunfo podía caer de su lado, dada la desidia y la ineficacia de los visitantes. El Barça no intimidaba, ni creaba ocasiones claras de gol. Los laterales suplentes -Junior y Wagué- no lograban ser incisivos, mientras Griezmann se echaba su enésima siesta, sin apenas tocar el balón en la hora que disputó.
Tras la reanudación no hubo cambios, pero se apreció un aumento un tono el amor propio. Tampoco duró mucho. Sirvió para que el Barça achuchase a los locales, para que Piqué estrellase un cabezazo en el poste y para que Suárez igualase la contienda de preciso testarazo. Ambos centros medidos de Messi, que tampoco tuvo una de sus tardes más gloriosas. Los de Aguirre acusaron el golpe, pero los culés no asediaron en exceso, y solo de un rebote pudo llegar el segundo tanto, obra de Arturo Vidal, otra vez a balón parado. Ya van seis de los últimos siete goles de esta forma. Así el Barcelona mantuvo el liderato, eso sí de una forma un tanto miserable y displicente, con la cual no se van a poder ganar muchos partidos, no siempre te enfrentarás al último de la tabla.

domingo, 10 de noviembre de 2019

El Celta se topa con Messi en el Camp Nou


No empezó mal Oscar García como nuevo entrenador del Celta. Sorprendió de salida con mucha presión arriba y hasta con siete jugadores por delante del balón. Algo del partido contra el Slavia debió ver el nuevo entrenador, otrora jugador culé. Le dio para amedrentar un rato a un FC Barcelona timorato y plano, susceptible de asustarse con cualquiera que le achuche un poco. Luego entra en escena el factor Messi, y la ecuación se vuelve más complicada. Puedes estar haciéndolo todo, o casi todo, bien en el Camp Nou, pero contra tres tiros directos a la red del argentino no hay medicina preventiva que funcione.


Un hat-trick del mejor jugador de la historia dejó en agua de borrajas el bienintencionado planteamiento celtiña. Una internada por la izquierda de Junior Firpo la paró Aidoo con el brazo, penalti y gol convertido por Messi, engañando al meta Rubén. Ni con ventaja en el marcador supieron los de Valverde imprimir carácter y verticalidad al juego. La medular barcelonista transitaba por el césped con más pena que gloria. A esta frase hecha se apuntó, como toda la temporada, el flamante fichaje Antoine Griezmann. Los celestes no se descompusieron y lograron empatar en el 42 con golazo de falta de Olaza. Poco dura la alegría en la casa del pobre, tan solo tres minutos después Messi lograba el 2-1 de espectacular lanzamiento de falta.
Tras la reanudación los visitantes volvieron a caer en el mismo error, falta en la frontal, lo que implicaba posibilidad alta de gol de Leo. Así fue, otro tiro soberbio, inalcanzable para el guardameta, que no acabaría muy contento con la que liaron sus propios zagueros. Otro triplete para el megacrack rosarino. Entre tanto tuvimos la entrada de Dembélé por incomparecencia de Ansu Fati. El francés puso un poco de picante al duelo con sus regates y su velocidad punta, mientras Luis Suárez también salió desde el banco, con poca presencia e incidencia en el duelo. Tuvo que ser Busquets el que hiciera el cuarto y definitivo. Pero ni por esas la parroquia blaugrana quedo satisfecha, dado el pobre juego del equipo y la excesiva dependencia de Messi.

martes, 5 de noviembre de 2019

El Barça ya no sabe ganar ni en su propio estadio


El FC Barcelona cedió un empate a cero, a nada, en el Camp Nou. Ante el teórico rival débil del grupo de la muerte de esta Champions. Tampoco tiene suerte el equipo de la Ciudad Condal en cuestión de sorteos europeos. Le tocan dos huesos -Dortmund e Inter- y la supuesta perita en dulce -Slavia de Praga- es un demonio con cara de ángel. Fascinante el despliegue táctico y futbolístico que mostraron los checos en el Estadi. Defendieron con solidez, atacaron con cierta solvencia, solo les falló el remate. Las estadísticas dicen que son el equipo que más corre de este torneo, pero es que también es de los que mejor fútbol practican. Sus llegadas al área rival con seis y hasta siete hombres son dignas de estudio.


En la primera mitad los visitantes metieron el miedo en el cuerpo a la afición culé. Valverde, con un cambio de sistema -dispuso un 4-2-3-1, no supo frenar las acometidas del contrincante. De Jong no se sintió cómodo en el doble pivote, al lado de Busquets, y eso que el holandés sí que jugaba en esa posición en el Ajax. Tampoco Griezmann logró conectar ni una sola vez con Messi. El Slavia era mucho Slavia y se echó de menos a Suárez para fijar a los centrales. Solo reseñar un disparo de Leo, que se estrelló contra la cruceta, en una jugada en la que el rosarino se lo comió y se lo guisó.
Tras la reanudación el Barça se sacudió el dominio del rival, controló más el esférico y tuvo las mejores ocasiones para inaugurar el marcador. La brillante actuación del portero y un gol anulado a Vidal por un centímetro de fuera de juego de Messi, impidieron variar el resultado. En este segundo acto Semedo ya no entró tan cómodo por la banda derecha, ya que la lesión de Jordi Alba, le hizo cambiar de lateral. Los últimos minutos se consumieron con los azulgranas buscando la meta contraria, pero el electrónico permanecería inalterado. A pesar de ello seguirá liderando su grupo.

sábado, 2 de noviembre de 2019

El Barça exhibe su vulgaridad a domicilio


Volvió el FC Barcelona a arrastrarse por los campos de España como viene haciendo últimamente. También lo hace por los de Europa, con mejor suerte en el marcador, pero igual de indigno en el juego. Sucumbieron los de Valverde (3-1) ante un ordenado Levante, que en la segunda mitad les dio sopas con honda. Fue otra imagen patética e indolente de los azulgranas, que no saben o no pueden competir el rival cuando se alejan del Camp Nou. Fueron siete minutos desastrosos en los que Ter Stegen encajó tres goles y la defensa hizo aguas por todas partes, en especial Piqué, que si la pasada campaña fue de los mejores del equipo, esta temporada esta canalla en el centro de la zaga.


Pero no carguemos solo contra el jefe de la nueva Copa Davis, Griezmann, por el que el Barça ha pagado la ignominiosa cantidad de 120 millones (más 15 de propina) al Atlético, es una sombra del jugador que fue. Nunca ha valido esa cantidad, ni tan siquiera la mitad, pero es que ahora se marca unos partidos que hasta Carlos Pérez parece bueno a su lado. El duelo comenzó con cierta espesura, los locales querían pero no podían, y los visitantes ni lo uno ni lo otro. En esa atonía de fútbol Semedo, que hoy jugaba a banda cambiada, mientras Junior Firpo lo veía desde la grada, provocó un penalti, que transformó Messi. Con esa mínima ventaja se llegó al descanso en el Ciutat de València.
Tras el paso por vestuarios llegó la debacle culé. A los granotas ya se les vio más incisivos y elevando la presión nada más comenzar el segundo acto en busca del empate. Y lo encontraron por medio de Campaña, el mejor del partido, tras un fallo garrafal de Piqué, que escorado a una banda despejó al centro del campo, donde él mismo desprotegía a la zaga con su ausencia. No solo llegó la igualada, cayeron dos más, de Mayoral y de Radoja. Los tres tantos en poco menos de siete minutos, todos ellos con fallos infatiles, impropios del actual campeón y líder de LaLiga. El tercero fue ya un mazazo y ni con los cambios, salieron Busquets y Ansu, pudo ya el Barça tapar sus propias miserias. El gran interrogante es si esa vulgaridad a domicilio le puede dar para ganar esta liga. A uno le parece que no.