jueves, 29 de noviembre de 2018

El Barça acabará primero en el grupo de la muerte


Dos chispazos de Lionel Messi dieron al FC Barcelona la clasificación para octavos como primero en el grupo de la muerte de esta edición de la Champions League. Ni el Inter, ni el Tottenham, ni tampoco el PSV han conseguido frenar el talento de Messi para evitar el pase de los culés. El propio equipo holandés, que cayó ayer en su Philips Stadion de Eindhoven, ha sufrido en sus carnes la clase del número uno mundial. Leo les ha endosado cuatro goles en dos partidos y ha sido clave en ambos duelos para que los hombres de Van Bommel no rascaran puntos en el Camp Nou ni en su propio feudo.


El equipo rojiblanco, a pesar de caer por 1-2, puso en muchos apuros a la zaga culé. Que quedó desbordada por las oleadas ofensivas de los locales. Hasta 23 veces dispararon contra la portería de Ter Stegen, al que se le multiplicaba el trabajo pues 9 de ellas fueron entre los tres palos. Y por si fuera poco cuatro veces se estrellaron contra los postes. Este vendaval de ocasiones no lo supo contener la blanda defensa blaugrana. La llegada del descanso fue como un oasis en el desierto, pues el 0-0 sabía a gloria bendita.
Tras la reanudación siguió la misma tónica, solo que ahora Messi se echó el equipo a la espalda y en una de sus jugadas de eslalon tiró una pared con Dembélé e inauguró el electrónico entre cuatro contrarios a la hora de juego. Y diez minutos después una jugada a balón parado que parecía propicia para un gol de falta de Messi, acabó en un mal disparo que Piqué desvió a las mallas de Zoet. El PSV siguió creyendo, a pesar de la diferencia en el marcador y en la entidad del rival, y encontró el gol en los minutos postreros, cuando De Jong, posiblemente el mejor rematador de cabeza de Europa, borró el injusto cero en el marcador de los suyos. Ya era tarde para otra cosa y el Barcelona se clasificó para octavos como primero a falta de la última jornada.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Dembélé frustra a un rácano Atlético


El FC Barcelona salvó un punto al borde del minuto 90, e hizo lo propio con el liderato. Un empate a todo, a goles (1-1), a juego timorato, a pocos disparos a portería,… un desastre de partido. Para olvidar. Ahora bien en el duelo de rácanos se impuso con claridad el Atleti de Simeone. ¡Qué pobre impresión la del equipo del Cholo! En su espectacular estadio Metropolitano, con el apoyo de 65.000 gargantas y con un equipo plagado de enormes peloteros, los rojiblancos se dedicaron a atrincherarse en su campo, sin intención alguna de jugar el esférico, ni tan siquiera de tirar a puerta. Patético... de Madrid.


Tampoco el Barça estuvo para tirar cohetes, pero al menos lo intentó entre un maraña de colchoneros. De manera insuficiente, pero lo intentó. Al menos controlaba el esférico, provocaba córnes y faltas al borde del área, e incluso alguna triangulación con poca fortuna buscando la meta de Oblak. Las ausencias de Coutinho y Rakitic las suplieron Sergi Roberto y Arturo Vidal con corrección, pero a su vez con demasiada contención. Messi estuvo ahogado en todo momento por Rodri o Saúl, o los dos al tiempo, teniendo que bajar a buscar balones a la medular. Acabó desesperado.
Algo de ese sentimiento también mostraban Griezmann y Costa, que no olieron el esférico en todo el duelo. Eso sí, la única que tuvo el hispano-brasileño la materializó a la salida de un córner mal defendido por Rafinha. Corría el minuto 76 y el antifútbol del Atlético tenía un inmerecido premio, cuando todo apuntaba al "cerocerismo". Con el marcador en contra Valverde se soltó, salieron Dembélé y Malcom. Toda la carne en el asador. El francés entró frío, pero recibió una asistencia de lujo de Messi, que atrajo a varios defensas y le dejó en magnífica posición para recortar y batir al “Zamora” de La Liga. Y eso que Ousmane está disperso, el día que se centre... Unas tablas que mantenían al Barça en el liderato y al Atleti otra vez segundo.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Al Barça se le hace grande el Camp Nou


Nunca pensé que escribiría un titular como este, a sabiendas de que siempre ha sido a la inversa. De toda la vida a los rivales se les ha hecho enorme el Camp Nou y el FC Barcelona con su juego de toque y posesión ha conseguido que el equipo visitante acabase pidiendo la hora. A día de hoy las tornas han cambiado y a los culés se les hace cuesta arriba el césped del Estadi.
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Este hecho fue patente y notorio contra el Betis, cuando los andaluces dieron un repaso a los azulgranas, endosándoles cuatro chicharros, pero pudiendo haber metido ocho. No es menos cierto que se percibió algo infrecuente cuando el Girona y el Athletic Club visitaron Barcelona. Ambos sacaron un empate, pero más bien se diría que el Barça fue el que salvó un punto en esos duelos, ya que los de Valverde fueron a remolque y dieron gracias mil por las tablas al final de esos partidos. Solo el Huesca, que se llevó 8 goles, y el Madrid que recibió una manita, no plantaron cara en la Ciudad Condal.
Las razones podríamos buscarles en una plantilla un tanto envejecida, con varios jugadores que sobrepasan la treintena o la bordean, o jugadores que están fundidos, como Rakitic, el otrora pulmón del equipo, o Piqué, que no acaba de coger el estado físico óptimo. Tampoco Coutinho y Dembélé, los flamantes fichajes, están dando el rendimiento que se espera de sus desorbitados precios. Todo ello devenga en una ausencia de presión conjunta y lagunas en la ocupación de los espacios de manera coordinada, que afecta indefectiblemente al refinado engranaje de los blaugranas. Esperemos que se corrijan estas y otras cuestiones internas en las próximas fechas, si es que se quiere seguir liderando la Liga y avanzando rondas en la Champions League.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Croacia derrota a una España sin defensa


No tiene defensa esta Selección de Luis Enrique. Cayó 3-2 contra Croacia, merecidamente, con una zaga desastrosa. Los Modric, Rakitic y compañía les clavaron tres, e hizo lo propio Inglaterra no ha muchas fechas atrás. Para “La Roja” todo son problemas, ni tan siquiera el arreón final de buen fútbol y ocasiones, les salva. Los de Zagreb achucharon de inicio y en el tramo postrero, les fue suficiente para salvar la afrenta del 6-0 en Elche.


Los actuales subcampeones del mundo hicieron lo justo, flotando como Muhammad Ali y golpeando como Mike Tyson. El knock out final de Jedvaj en el 93 dejó en la lona a una selección plagada de altibajos durante el partido y durante este fase de clasificación de la UEFA Nations League. Eso sí, dejaron múltiples recaditos desde el comienzo del duelo, dejando a las claras que esto no era un amistoso.
Lucho sacó un equipo para el tiki-tika y en el primer tramo del encuentro le funcionó, pero la agresividad de los ajedrezados fue diluyendo el efectismo de “La Roja”. Con el 0-0 se llegó al descanso, pero los locales dieron primero, Kramaric adelantó a los suyos en el 54. Respondió rápido Ceballos, que igualó la contienda dos minutos más tarde. Jedvaj lograba el 2-1, mientras Ramos devolvía el equilibrio de penalti. Pudo ganar España, si los remates de Morata y de Isco hubiesen ido tres centímetros más cerca del marco. Pero no fue así y Jedvab daba la puntilla en el último suspiro.

domingo, 11 de noviembre de 2018

El Betis asalta el Camp Nou


El FC Barcelona cayó derrotado en su estadio (3-4) por un Betis que hizo un partido muy serio y se llevó los tres puntos con total merecimiento. La previa ya había empezado mal para los azulgranas con el desplante de Dembélé y la posterior no convocatoria del extremo francés. Tampoco ayudó la lesión de Coutinho, pero se esperaba algo más de un extra-motivado Malcom, tras su gol en Milán. El once titularísimo con el que saltó al césped del Camp Nou no dio la talla ante los béticos, que fueron superiores en todas las demarcaciones.


No tuvo el día la medular culé. Horrendo partido de Arthur y de Busquets, que acabaron sustituidos, y peor Rakitic, que acabó expulsado, víctima de la impotencia ante los mediocampistas verdiblancos. Los cuatro goles encajados dejan en bragas a la zaga, y hasta falló el que nunca lo hace, Ter Stegen tuvo una sobremesa aciaga, con cantada incluida en el tercero de la tarde. No reconocimos a Luis Suárez como lo que venía siendo, el mejor jugador de octubre, hecho por el que fue premiado antes del encuentro. Y Messi estuvo discreto, sin recibir buenos balones, pero al final bigoleó y fue el mejor de los suyos. Su regreso, tras tres semanas por lesión, fue eclipsado por el gran planteamiento de Setién.
Los visitantes acosaron la meta de Ter Stegen desde el inicio, con un juego trenzado y una presión alta, que desbarataba las salidas del Barça. Fruto de todo crearon innumerables ocasiones. Junior y Joaquín materializaron dos de ellas, y con un 0-2, que parecía corto se llegó al descanso. Tras el descanso entraron en escena Arturo Vidal y Munir. Poca madera, al menos los de Valverde pusieron empeño. Así Messi, de penalti acortaba distancias, pero a los cuatro minutos el error de Ter Stegen lo aprovechó Lo Celso para el 1-3. Vidal recortaba tras pase de la muerte de Munir en el 79. Y vuelta la burra al trigo, a los cuatro minutos Canales ponía el descorazonador 2-4. El tanto de Leo en el 93 llegaba demasiado tarde y no daba ni para salvar un punto.

martes, 6 de noviembre de 2018

Luis Suárez deja vivo al Inter


Si el Luis Suárez español dejó huella en el Giuseppe Meazza, ganando dos Copas de Europa con el Inter de Milán, el otro Luis Suárez, el uruguayo, también dejó su particular sello en el feudo italiano, errando tropecientas ocasiones de gol. Y es que el killer del FC Barcelona está gafado en la Champions, no marca fuera del Camp Nou desde hace más de tres años. Y lo de esta noche costó el triunfo a los suyos, pues tuvo ocasiones para hacer, como mínimo, un hat-trick, si no un repóquer. Tampoco estuvieron afortunados de cara a gol sus compañeros y el partido acabó en un injusto 1-1.


Injusto porque el Barça fue superior de principio a fin, generó fútbol de muchos quilates, entró por bandas, por el centro, desarboló al conjunto de Spaletti y tuvo mucha llegada a la meta nerazzurri. Pero estuvo gafado en la definición, ni Suárez, ni Dembélé, ni Coutinho pudieron perforar la portería de Handanovic, el mejor interista. Messi, descartado en el último momento, se desesperaba desde el palco. Valverde leyó de maravilla el partido, y ahogó al Inter en la creación, de hecho los locales parecieron un equipo menor, una y otra vez Rakitic y Busquets se anticipaban a sus rivales, que prácticamente no pasaban de medio campo. El empate a cero con el que se llegó al descanso no reflejaba el repaso que los azulgranas le dieron a los italianos.
Esta tónica se mantuvo tras la reanudación, los locales corrían como pollos sin cabeza tras el balón y solo alguna internada de Perisic por la izquierda inquietaba a la zaga culé. Tampoco parecía que el Barça le iba a marcar ni al arco iris, de hecho se diluyó un poco con la entrada de Borja Valero, que ordenó al Inter y lo dirigió con más criterio que Nainggolan. A falta de diez minutos para la conclusión entró Malcom, que en el primer balón que tocó inauguró el electrónico con un zurdazo desde fuera del área. No duró mucho la alegría, pues una jugada mal defendida en el área pequeña la fusiló Icardi, dejando el que sería el definitivo 1-1, a todas luces injusto y que no dejaba al Barcelona clasificado matemáticamente como primero de grupo, como sí había merecido. El puesto en los octavos se consiguió, pero no parece, visto el partido, premio suficiente.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Al Rayo le parte un Barça


Un displicente FC Barcelona se impuso al Rayo Vallecano por 2-3 con una remontada que ni el culé más optimista del planeta podía ver venir. Perdía merecidamente el conjunto de Valverde en el minuto 86 por 2-1, pero un zurdazo de Dembelé y un remate a bocajarro de Luis Suárez en el último minuto del tiempo reglamentario dejaron sin un punto a los locales. Lo habían trabajado a tope durante 86 minutos los muchachos de Míchel Sánchez, pero contra rivales de esta enjundia no hay que dormirse ni un segundo, pues te roban la cartera a la mínima ocasión.


El Barça se adelantó con una gran jugada de Jordi Alba, que al igual que hace una semana contra el Madrid, volvió a meter a tres defensas bajo las palos, apurando el centro hasta la línea de fondo y centrando cuanto todos los zagueros franjirrojos habían reculado. El pase de la muerte lo empujó Suárez. Era el 1-0 y a partir de ahí los azulgranas fueron unas sombras de sus propias sombras. Coutinho estuvo desaparecido, incluso restó más que sumó; Rafinha desentonaba y dejaba entrever que no es un jugador para este equipazo; a Arthur le faltó la consistencia y regularidad de las que siempre hace gala; y el propio Busquets cometió más errores que de costumbre. Y si a todo este desconcierto sobre el césped vallecano le sumas que Messi está lesionado, pues la cosa se complica sobremanera, aunque el rival no haya ganado esta temporada en su propio estadio. A punto estuvo de conseguirlo con los goles de Pozo, para igualar antes del descanso y de Álvaro en el 56.
La entrada de Dembélé exasperó a la parroquia barcelonista, el francés no dio una a derechas, fue la indolencia personificada, pero en 86 empaló un balón que le había dejado Piqué, ya en funciones de delantero centro, y lo convirtió en el empate cuando el Barça ya se veía con dos derrotas ante dos equipos madrileños situados en descenso. Y lo que ya nadie imaginaba es que Suárez, ávido de goles en estas últimas jornadas, iba a afianzarse como pichichi, anotando su novena diana en Liga y consolidando, a pesar del nefasto partido, el liderato de los suyos.

jueves, 1 de noviembre de 2018

El Barça saca pocas lecturas contra la Cultural


Mal partido del FC Barcelona en León. Demasiado flojo para unos jugadores suplentes que supuestamente tienen que demostrar que son susceptibles de entrar en el once titular. Salvo el resultado (0-1) y la irrupción con mucha chispa de Aleñá lo demás fue para olvidar. Si a eso le unes que la Cultural Leonesa salió con inusitados bríos para su partido del año te encuentras con que en el minuto 90 el electrónico refleja un 0-0 poco menos que justo.


Los locales saltaron como posesos al césped tratando de amedrentar a la unidad B del Barça. Hasta pusieron en apuros al meta Cillesen y la joven zaga culé conformada por Miranda, Chumi y Cuenca. A buen seguro Valverde pensó en que por muy mal que se diese la tarde siempre quedaría el Camp Nou. Le salió mejor de lo esperado, pues al final seguramente habría firmado el empate a cero, y se encontró con un testarazo de Lenglet que salvó los muebles a la parroquia azulgrana.
Conclusiones debió sacar pocas y pobres el bueno del Txingurri. Malcom que tanto demanda oportunidades no aprovechó esta. Hizo lo propio Dembélé, superado por jugadores de Segunda B. Ni tan siquiera Arturo Vidal dio muestras de calidad. Nada hicieron Munir ni Denis Suárez. Tampoco Samper, al que el primer equipo le queda muy grande, además acabó antes de tiempo lesionado. Tan solo Aleñá que saltó al campo en la segunda mitad y elevó las revoluciones de los suyos y del encuentro, su empuje y desparpajo fueron de lo poco positivo que se sacó del Reino de León.