lunes, 20 de julio de 2020

Messi y Riqui dejan una manita en Vitoria


Ya no tenía demasiada importancia. La Liga estaba perdida, entre el confinamiento y el VAR demasiado favorable al Madrid. Aún así el FC Barcelona saltó al césped de Mendizorroza con ganas de reivindicarse, con ansia de fútbol, de gol,… con el deseo de cerrar un campeonato que se ha torcido en el último tercio, y, sobre todo, para dejar buenas sensaciones para lo que queda, que no es poco, la Champions. Así dejó un 0-5 contundente frente a un Deportivo Alavés que ya no se jugaba nada, pero que encajó un correctivo tremendo en su propio estadio.



Salió el Barça con Riqui y Ansu para insuflar nuevos aires a un equipo que está necesitado de juventud y desparpajo. Los más de 30 grados a las cinco de la tarde los llevaron mejor los de Setién, que en el primer cuarto de hora habían disparado tres veces a los palos. Luego habría más suerte, pues a la brillantez de los dos chavales se les unió Messi, y eso devengó partidazo y tres chicharros antes del paso por vestuarios. Ansu Fati, Messi y Luis Suárez anotaron para los azulgranas dejando sentenciado el choque con ese 0-3.

Tras la reanudación continuó el mismo guión. Roberto no paraba de trabajar bajo palos, mientras su colega Neto se aburría en la meta culé. Riqui Puig movía el equipo con efectividad y tras una gran asistencia suya llegó el cuarto de la tarde, obra de Semedo. Los locales intentaron inaugurar su casillero, pero no lo lograron. Sí que lo consiguió Leo, que culminó la manita con su doblete personal. Se aseguró así, el argentino, su séptimo trofeo “Pichichi”, récord en la historia de LaLiga, pero que de poco sirve, ni tan siquiera consuela, cuando se ha dejado escapar un título que se tenía al alcance de la mano.

viernes, 17 de julio de 2020

Osasuna apuntilla al Barça de Setién


Se consumó la debacle. El FC Barcelona perdió la liga, definitivamente. No la perdió contra Osasuna, pese a caer derrotado en el Camp Nou por 1-2. Échenle la culpa al VAR -que tuvo mucha-, a la displicencia azulgrana, a los desatinos de Setién, o… al boogie, como cantaban Los Jackson 5. El caso es que una competición, que lideraba el Barça antes del confinamiento con dos puntos de ventaja sobre el Madrid, la ha acabado cediendo al eterno rival. Para más inri cayendo en el Estadi ante el conjunto pamplonica que no se jugaba nada. Ni orgullo quedó para ganar este último choque liguero en casa. Los jugadores evitaron la sonora pitada y la vistosa pañolada que les habría regalado la afición de no haber existido el coronavirus.


En cuanto al partido en sí, Setién reservó jugadores para la Champions, y se notó, porque el Barça no anda sobrado de efectivos esta temporada, y los que salen no tienen el nivel de los que se quedan fuera. Con todo ello los rojillos salieron con ganas y se pusieron por delante en el electrónico con gol del ex azulgrana Arnáiz, que empaló una pelota en el área ante al escasa oposición de los defensores catalanes. Una imagen que quedará en la memoria del aficionado será la de Arthur bostezando en la grada. A buen seguro habría habido muchos bostezos de permitirse el acceso al público. Con esa ventaja mínima de los visitantes se llegó al descanso.

Tras la reanudación Messi siguió intentándolo, solo él lograba evadir del tedio al personal en algún instante puntual. Además los barcelonistas imprimieron mayor velocidad al esférico. Así llegó el minuto 62 y Leo igualó la contienda con un disparo de falta magistral que batió a Herrera. Los de Arrasate se quedaron con uno menos por la expulsión de Gallego y la victoria parecía más cercana para el Barça, pero no fue así, las noticias que llegaban con la victoria del Madrid, hicieron perder fuelle a los culés y Torres los remató con un tanto en el 94, que daba la puntilla al partido y a la liga.

domingo, 12 de julio de 2020

El Barça pide la hora en Pucela


Otro mal partido del FC Barcelona, otra ración de sufrimiento, de reloj que no corre,… queda el consuelo de la victoria pírrica ante el Real Valladolid (0-1). El equipo de Setién volvió a dar la de arena en el Estadio José Zorrilla con un juego ramplón, fases del juego displicente y un despliegue físico cuestionable acabó pidiendo la hora y dando las gracias por tener un pedazo de portero de la talla de Marc André Ter Stegen, que volvió a ser decisivo bajo los tres palos.



Con un juego anodino y más control que llegadas, culminó una primera mitad decente, yendo de más a menos, ante un equipo como el blanquivioleta, que no se jugaba nada, y a pesar de ello les complicó un poco el triunfo. Messi, en su mejor versión asistente de toda su carrera, filtró un pase entre dos rivales para que Arturo Vidal batiera a Masip de disparo cruzado ajustado al poste. Sería el tanto que a la postre diese los tres puntos a los azulgranas, el que evitaría que el Madrid se proclame campeón en el Estadio Nuevo Los Cármenes. El chileno es un mediocampista sin ADN Barça, pero que va directo a la portería contraria y no se complica, y quizás el culé que más gasolina tiene a estas alturas de temporada.

En el lado opuesto de la balanza esta Griezmann, que continua dando muestras de su poco nivel y compromiso. Falló una ocasión que solo tenía que empujarla. La pelota le pasó entre las piernas y para colmo acabó lesionado y fue sustituido al descanso. En el segundo acto el Barcelona se diluyó por completo, y se dedicó a mantener el resultado, como un equipo menor. Los vallisoletanos, más enteros, llegaron con más facilidad a la meta de Ter Stegen, pero siempre se topaban con el germano. Riqui Puig parece que se va afianzando en la medular y de lo demás poco o nada que destacar. Así se cumplió con el trámite y ahora a esperar que el Granada eche un cable en la lucha por una liga, que no está en manos del Barça.

jueves, 9 de julio de 2020

El Barça gana y envía al Espanyol a Segunda


Como si fuese un espejismo el buen partido realizado por el FC Barcelona ante el Villarreal. El equipo de Setién volvió a dar la de arena ante un pobre Espanyol. Nada que ver con la esencia del fútbol de salón a la que nos tenía acostumbrados el Barça de otras épocas y de la que nos dejó unas pinceladas hace un par de días en La Céramica. Sí, venció por 0-1 en el derbi catalán, pero dando una paupérrima impresión y dejando mucho que desear. Sí, mandó a los periquitos a Segunda División, pero el juego fue tan descorazonador, que casi ni se le dio importancia a ese hecho tan significativo.




No dan con tecla, y ya casi no hay tiempo material. LaLiga se escapa indefectiblemente. Los blanquiazules querían despedirse de Primera, al menos con honra, y lo consiguieron en su RCDE Estadium. Bien dispuestos sobre el césped, ordenados y con pundonor, provocaron el desconcierto en el rival. Las mejores ocasiones de gol eran locales. El mundo al revés, el colista era superior a todo un Barcelona. Luis Suárez estaba incisivo, pero tampoco lograba mover el marcador, ni tan siquiera disparar entre los tres palos, al igual que el resto de sus compañeros. Así pues, se llegó al descanso con el 0-0 inicial.

Tras la reanudación los visitantes pusieron algo más de empeño. Hacerlo peor era imposible. Saltó al campo Ansu Fati, que no duró mucho, pues una entrada fuerte a Calero devengó una roja merecida. En el siguiente lance otra fea entrada de Pol Lozano acababa con el mismo resultado y dejaba a los dos equipos con diez jugadores. En el minuto 56 llegó el gol de Suárez, tras jugada trenzada del tridente culé. Los pericos buscaron desesperadamente la igualada. Casi la encontraron y posiblemente la merecieron. Pero no llegó. El Barça siguió arrastrándose por el césped y pidiendo la hora, como si el título de liga no fuese con ellos. Una imagen demasiado triste para un equipo tan grande.

lunes, 6 de julio de 2020

En Villarreal se deleitan con el mejor Barça


El FC Barcelona ofreció su versión óptima en el Estadio de la Cerámica, donde derrotó con contundencia (1-4) a un Villarreal que sufrió de lo lindo ante la pegada de los culés. Pareció que los catalanes se reencontraron con su mejor fútbol y desde el silbido inicial dieron sopas con honda a los del “submarino amarillo”, si bien parece que este despertar llega con demora, pues los cuatro puntos que le separan del Madrid parece una renta un tanto holgada para lo poco de competición que resta.



El eterno rival venció al Athletic en un campo complicado, y LaLiga se ha complicado en exceso. Aún con todo el Barça se exhibió en el primer acto, desplegando un fútbol que siempre ha propugnado Setién, pero que hasta la fecha había brillado por su ausencia. Así que a los tres minutos los visitantes inauguraron el marcador, tras centro de Jordi Alba y remate en propia meta de Pau Torres.

Los locales no la olían, el tiqui-taca catalán los descolocaba, no obstante pudieron lanzar un contra que sorprendió a la zaga rival, Gerard Moreno empataba el duelo. El Barcelona no acusó el golpe y a los pocos minutos volvió a adelantarse en el electrónico con un golazo de Luis Suárez, tras espectacular jugada y asistencia de Leo Messi. Y todavía quedaba el bello tanto de Griezmann, que superó a Asenjo de sutil vaselina. Con ese 1-3, corto para los méritos azulgranas, se fueron a vestuarios.

Tras la reanudación prosiguió el control total del Barça, que hacía y deshacía a su antojo. Ni los cambios introducidos por Calleja, ni los intercambios posicionales dieron resultado. Suárez y Arturo Vidal pudieron anotar la cuarta diana de la tarde, incluso Messi, pero lo anuló el colegiado por fuera de juego. Al final fue Ansu Fati el que lo consiguió, el canterano tiene duende y cada vez que tiene una oportunidad de jugar no la desaprovecha. Leo lo volvió a intentar pero se topó con el larguero, y con ese 1-4 llegó el final y la recuperación de buenas sensaciones para lo que le queda por venir a este Barcelona.

miércoles, 1 de julio de 2020

El Atlético araña un punto y quita media liga al Barça


El FC Barcelona no pudo pasar del empate en el Camp Nou (2-2) ante un Atlético de Madrid que saltó al césped como si le fuese la vida en ello, todo lo contrario que su oponente, que parecía que le iba menos en el envite que a los colchoneros, cuando lo que se jugaba era la vida. Una vida que se le va apagando al Barça, que se aleja, y que va a dejar el título en manos del eterno rival. Tampoco es que fuese un mal partido de los de Setién, pero no les dio para más. El mejor estado de forma de los rojiblancos devengó una igualada en el electrónico que no les sirve ni a unos ni a otros. Ni tan siquiera a Simeone, que sigue sin ganar al Barcelona.




Griezmann no fue de la partida, cosa que a nadie sorprendería, dado lo poco que ha demostrado en su primera temporada como culé, salvo por los 135 millones de euros que ha costado. Tampoco Joao Félix, la otra incorporación multimillonaria, fue titular. Algo ha fallado cuando los dos fichajes de relumbrón chupan banquillo en sus respectivos clubes. Los entrenadores buscaban otras prestaciones, y las consiguieron de la mano de Riqui Puig para los barcelonistas, y de Correa y Carrasco para los visitantes.

El duelo comenzó de forma trepidante, y el gol llegó en el minuto 11, tras marcar Diego Costa en propia meta, tras un saque de esquina sacado por Messi. El delantero hispano-brasileño pudo minimizar su error, pero falló un penalti. El árbitro Hernández Hernández lo mandó repetir, porque Ter Stegen no pisaba la línea. Saúl lo volvió a lanzar y no perdonó. Antes del paso por vestuarios Messi pudo adelantar a los suyos con dos lanzamientos de falta que rozaron el gol, pero con el 1-1 se llegó al descanso.

Sí lo logró el rosarino tras las reanudación, convirtiendo un penalti que puso cara a cara a “Pichichi” contra “Zamora”. El choque siguió debatiéndose entre la entrega y el juego vibrante, con ocasiones para ambos contendientes. Otro penalti sancionado por el colegiado permitió a Saúl culminar su doblete en el Estadi y el empate final. Setién no hizo cambios hasta los minutos postreros, y dejó el grosero detalle de sacar a Griezmann en el 90, el delantero galo está cuajando un temporada nefasta, pero tampoco para ese tipo de desaires. Es más, si en algún partido podía darlo todo ese era contra su ex equipo.