miércoles, 22 de diciembre de 2021

El Barça somete al Sevilla, pero no lo remata

 

Jugó mejor el FC Barcelona en el Sánchez Pizjuán que el Sevilla. En varias fases del duelo lo tuvo acorralado. Pero fue incapaz, incluso cuando jugaba con uno más por expulsión de Koundé, de remachar a los locales. Salieron los de Xavi dominadores, sin profundidad, pero maniatando a los sevillistas, que no sabían cómo desmembrar el trenzado juego de los azulgranas. Tampoco es que Bono tuviese que emplearse a fondo, pero al menos se mantenía a los de Lopetegui en su campo sin que pudiesen acercarse a la meta de Ter Stegen.




En esto que en un saque de esquina botado por Rakitic apareció Papu Gómez para cruzarla entre una maraña de piernas e inaugurar el electrónico. Era el primer acercamiento al área culé y se llevaban un botín exagerado para los méritos cosechados. Así lo celebraron con una montonera de jugadores como si hubiesen ganado un título. Los visitantes acusaron el golpe. Parecían no reaccionar, pero al filo del descanso otro córner lo envió al fondo de las mallas Ronald Araujo, con un testarazo colosal desde la estratosfera.

Tras las reanudación y tras alguna “lopeteguina” en el vestuario, el Sevilla salió más incisivo, con más presión sobre la salida del balón. Ello se tradujo en algún disparo contra la portería rival, en ningún caso preocupante. La situación pudo cambiar cuando Koundé lanzó el balón a la cara de Jordi Alba y al árbitro no le quedó más remedio que expulsarlo. Tampoco fue un cambió drástico. El Barça se sintió en la obligación de buscar el tanto de la victoria, pero no pudo lograrlo. Estuvo cerca cuando cuando el disparo con veneno de Dembélé se topó con el poste, pero el marcador ya no se alteraría. Unas tablas, en definitiva, que no satisfacen a ninguno de los dos contendientes, puesto que el Sevilla buscaba acortar distancias con el líder y el Barça tenía la obligación de ganar, al jugar en superioridad numérica, para acercarse a los puestos Champions.

domingo, 19 de diciembre de 2021

El Barça se impone al Elche in extremis

 

Había cuajado un partido digno ante el Elche, uno de los últimos clasificados de LaLiga, pero el FC Barcelona a punto estuvo de tirar por la borda todo el trabajo realizado en tan solo un minuto. Ganaba por 2-0, que podían haber sido más, y parecía que dominaba la situación, pero este Barça está en la presente temporada para dar más disgustos y sobresaltos que alegrías. Así entre el minuto 62 y 63 encajó dos goles de traca, en el primero un tipo apareció solo por la derecha y al suspiro siguiente otro jugador emergió sin marca por la izquierda. Fallos garrafales que ya no sorprenden a nadie, ya que se vienen dando desde el comienzo de la competición, pero así está de descosido el conjunto azulgrana.




Un equipo, el ilicitano, que llevaba la friolera de 43 años sin marcar un gol en el Camp Nou endosó dos tantos en unos segundos a los culés. Algo está pasando, y más que pasaría si los chavales canteranos no estuviesen sacando las castañas del fuego ahora a Xavi y antes a Koeman. Debutaba uno de ellos, Jutglá y nada más empezar marcó un tanto, anulado por ajustado fuera de juego, y en el 16 volvía a percutir, esta vez de cabeza, para batir a Badía. Estas dos acciones no las realizaría Luuk de Jong aunque estuviese jugando medio año. Rubricó la ronda de insolencias el diecisieteañero Gavi, que arrancó en la medular se fue de todo el que salía a su paso y la cruzó ajustada al poste para anotar el 2-0. Con ese resultado se llegó al descanso en lo que parecía una plácida tarde otoñal.

Tras la reanudación los azulgranas contemporizaban y los alicantinos no inquietaban la portería local. Francisco introdujo cambios que le devengaron réditos con inmediatez, así dos de las incorporaciones, Morente y Pere Milla, igualaron la contienda a la hora de juego en dos jugadas consecutivas, ambas groseramente defendidas por la zaga culé. Con la mayoría de la afición de brazos caídos temiéndose lo peor, Xavi quitó a Frenkie De Jong, una sombra de lo que fue, aún lo recuerdo en plan mariscal contra el Elche en el Martínez Valero firmando un partido espectacular la temporada pasada. A día de hoy no llega a soldado raso. Lo sustituyó Nico, que disparó desviado nada más salir, y firmó la diana de la victoria en el 86, tras asistencia de Gavi. Un gol que vale tres puntos, muy necesarios en esa pugna por entrar en Champions.

domingo, 12 de diciembre de 2021

Otro final cruel… esta vez en Pamplona

 

Empató el FC Barcelona en El Sadar (2-2) con otro crueldad por parte del destino, otro gol en los minutos postreros dejó a los de Xavi con un punto amargo, que sabe a derrota y a hiel. Un eléctrico Osasuna en conexión con su afición supo rentabilizar la pipiolez de este Barça timorato y descontrolado, para salvar un punto en su estadio. Este imberbe conjunto azulgrana a veces también es descarado, de hecho dos arrebatos de los chavales sirvieron para adelantarse en el marcador por dos veces, con tantos de Nico y de Abde, pero se pagó caro en los últimos lances del duelo cuando empataron los locales, con guión idéntico al acaecido en Vigo, donde también se dejaron dos puntos.




El comienzo ya pintaba mal. Ver de entrada en un once inicial a Luuk de Jong chirría más que toparse con un pulpo en un garaje. Con todos los delanteros tocados, incluido Memphis Depay, que era el único que se mantenía en pie, Xavi tuvo, indefectiblemente y con harto dolor en el corazón, que sacar al torpón neerlandés. Y como todos preveíamos… no dio ni una a derechas. Lo hizo mucho mejor el “9” rojillo Kike García, que al menos, bajaba el esférico cuando le buscaban en largo o protegía la pelota con el cuerpo y con criterio. Se adelantó el Barça, aprovechando la conexión canterana: Gavi-Nico. Gavi asistió en largo y Nico la recogió para batir a Herrera. No tardó ni dos minutos el equipo de Arrasate en igualar la contienda, una falta botada desde el lateral la cabeceó David García al fondo de las mallas. El mejor cabeceador del rival, remató solo. Un despropósito.

Tras la reanudación el Barcelona volvió a percutir la meta osasunista. Una jugada por el extremo derecho de un flojito Dembélé, la empaló Abde por toda la escuadra. Jagoba movió el banquillo, pues sus chavales ya acusaban el cansancio de tanta presión y desgaste, y se notó. Hubo más pujanza local y acercamientos a la meta de Ter Stegen. Como Dembélé y Gavi no finiquitaron el duelo, el Chimmy Avila aprovechó un rechace en la frontal, para conseguir, tras desviar Umtiti, el definitivo 2-2 e instaurar el desasosiego en Can Barça. Una vez más. Y el Barcelona sigue sin despertar.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

El Barça desciende a los infiernos en Munich

 

El FC Barcelona consumó lo que todos esperábamos, cayó ante el Bayern (3-0) y no estará en los cruces de Champions. No hubo sorpresas ni en Múnich ni en Lisboa y el club más grande de la historia pasará a jugar la Europa League en 2022. Decimos en Lisboa porque allí jugaba el Sporting contra el Dinamo, pero los ucranianos tampoco echaron un capote a los culés. Todo era, a priori, una quimera, pues si el Barça jamás ha vencido a los bávaros como visitante, no lo iba a hacer ahora, con el equipo y la entidad en una ignominiosa ruina. No pareció de recibo, tampoco, que Nagelsmann sacase a su once titular, cuando no se jugaba nada. Algún día habrá que recordar esto a los germanos.




Xavi dispuso sobre el Allianz Arena su once tipo, sacrificando a Nico, y jugando con defensa de cinco y Memphis y Dembéle en punta. El extremo galo fue el que más inquietó a los locales, con su velocidad y desborde característicos. El duelo estaba parejo, hasta que en el 34, Lewandowski centró para que Müller marcara de cabeza, un gol fantasma que no lo fue tanto y subió al marcador. El Barça no se descompuso y levantó la cabeza, hasta que Sané de zapatazo lejano batió a Ter Stegen. Con el 2-0 el colegiado mandó a los jugadores al vestuario.

Tras la reanudación los teutones no bajaron el pistón. También habrá que recordarlo siempre, para posteriores partidos contra ellos en el futuro. Y a pesar de que los azulgranas controlaron más el esférico, llegó el tercero. Gran centro de Davies, que parecía que le iba la vida en este partido, y se salió, rematado al fondo de las mallas por Musiala. Era el tercero, el de la puntilla y el que hacía bajar brazos, cabeza,… y todo a los barcelonistas. Una derrota dolorosa, aunque previsible, no por ello menos lastimosa y lacerante. Una derrota que implica una devaluación europea en toda regla, un descenso de categoría. Toca mirar al frente, toca olvidar y pensar en Pamplona.

sábado, 4 de diciembre de 2021

El Betis desnuda al Barça de Xavi

 

El FC Barcelona perdió en el Camp Nou (0-1) ante un Betis que hizo lo justo para llevarse los tres puntos en su visita al Estadi. Xavi pensó mucho, quizás demasiado, en el decisivo partido de Champions contra el Bayern. Reservó a varios titulares y el resultado fue un equipo plano y sin mordiente, con demasiadas dudas y poco fútbol. Lo habitual de esta temporada, pero esta vez cediendo en casa ante un posible rival directo. El conjunto de Pellegrini, tampoco contó de inicio con Fekir, ni Carvalho, pero las pocas cosas que hizo correctamente le valieron para llevarse la victoria.




Los locales empezaron con soltura y alegría, con el sello de Coutinho, que realizó unos interesantes quince minutos para luego diluirse en la sinrazón del juego barcelonista. Gavi y Busquets sostenían a los suyos en la medular, pero nadie inquietaba la meta del inédito Rui Silva, un portero desconocido, que seguirá siéndolo tras no tocar la pelota en la Ciudad Condal. La lesión de Gavi a la media hora de partido dejó tocado al Barça, que ya no levantó cabeza en todo el duelo. La contención de los sevillanos funcionó y el choque llegó al descanso con el resultado inicial.

Tras el paso por vestuarios nada cambió. Solamente se agitó el encuentro con la salida al campo de Dembélé. El delantero francés dio alas a los culés, desarbolando a su par por el extremo derecho, pero fallando en la definición. Hasta en dos ocasiones sus disparos cruzados salieron lamiendo el poste. El Barcelona parecía rozar el triunfo. Cuando más achuchaba a los verdiblancos llegó una contra que condujo Canales y finalizó Juanmi con un gol que valía su peso en oro y que hacía inútil la andanada postrera con Luuk de Jong y Piqué a ver si cazaban un balón a la olla. Llegaba así la primera derrota de Xavi como entrenador del Barça. Vendrán más. Ya lo afirmó Piqué en su día: “Esto es lo que hay”.

domingo, 28 de noviembre de 2021

El Villarreal lo pone difícil en La Cerámica

 

El primer partido de Xavi como entrenador fuera del Camp Nou se saldó con victoria (1-3) en casa del Villarreal. La primera del FC Barcelona a domicilio en esta temporada. En la jornada 15, se dice pronto. Casi una vuelta para ganar fuera de casa, dice muy poco de este Barça. O lo dice todo, según se mire. El encuentro en sí dio para mucho, fue muy eléctrico y tuvo una intensidad mayúscula, pero se recordará, y ya se ha explayado la caverna mediática en ello, por el penalti no sancionado por mano de Piqué. Eso sí, nunca se hablará, porque no interesa, que a los dos minutos de juego hubo una criminal entrada en plancha de Parejo al tobillo de Busquets. Un entradón de juzgado de guardia que no admite discusión sobre el color de la tarjeta: era una roja de manual.




El Barça acosó al submarino amarillo en los primeros veinte minutos. Con dosis de buen juego, presión alta y ocasiones claras de gol, entre ellas dos tiros a los palos. Uno de Abde, que por cierto volvió loco a su par, y otro de Gavi. Los visitantes se merecían inaugurar el marcador, máxime cuando Memphis disparó desviado en un mano a mano con el portero. Los de Emery se sacudieron el dominio culé y empezaron a provocar desequilibrios por el lateral derecho, donde deambulaba Eric García como pato mareado. Ahora las ocasiones de gol eran de los castellonenses, pero Danjuma no tenía su día, y sí lo tenía Ter Stegen. Con el inexplicable 0-0 se llegó al descanso.

Tras el paso por vestuarios los azulgranas golpearon primero, un remate de Memphis lo desvió Rulli, y lo remachó Frenkie de Jong. Hubo compás de espera por posible fuera de juego del delantero, pero el tanto subió al marcador justamente. El Barcelona se desdibujo tras el gol, mientras que el Villarreal creció con los cambios, uno de ellos: Chukwueze empataba el partido en el 76, de punterazo cruzado. Cuando parecía que el empate era lo más justo, llegó el fallo de Estupiñán, que cabeceó hacia su portero sin tener en cuenta la presencia de Depay, que dribló al guardameta y batió al propio Estupiñán entre las piernas. La puntilla la ponía Coutinho. El “pocasangre” brasileño provocó un penalti que él mismo transformó, dejando el definitivo 1-3 en el eléctrónico y la primera victoria barcelonista lejos del Estadi en esta liga.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Sin gol no hay paraíso

 

El FC Barcelona no pudo pasar del empate sin goles ante el Benfica. El premio del pase a octavos de la Champions tendrá que esperar. Fue un partido con tensión, por lo que se jugaban uno y otro contendiente. Los de Xavi, en su estreno como entrenador en Europa, fueron superiores, pero los portugueses estuvieron serios en defensa y bien plantados sobre el césped del Camp Nou. Los delanteros azulgranas no tuvieron la fortuna de cara en sus intentos de horadar la meta de las águilas lusas. Tampoco la pertinaz lluvia les refrescó las ideas, cuando faltan killers y talento rematador todo es más complicado.




Los locales salieron con ímpetu. Lógico, les iba mucho en el envite. Xavi intentó abrir el campo con Jordi Alba por un extremo y el joven Demir por el otro. Fue el chaval, el que, recordando al gran Messi, soltó un zurdazo desde el vértice del área, que se topó con el larguero. ¡Habría sido un golazo! Si bien el marcador estaba por no moverse. Dos goles hubo, pero ambos anulados. Uno por cada bando. En el de Otamendi el esférico había rebasado la línea de fondo, y en el postrero de Araujo, el central uruguayo estaba en posición adelantada.

Tras la reanudación el Barça salió un tanto desdibujado, no displicente, sí un tanto desgarbado. Siguieron teniendo la pelota y dominando la posesión, pero sin el juego trenzado del primer acto. Memphis estuvo torpón y sin punch. Lo compensó Dembélé, que disputó la última media hora y fue de lo mejorcito de los suyos, junto con Araujo. El extremo galo protagonizó varias incursiones por su carril, que devengaron sendos cabezazos de De Jong y de Piqué. Ninguno con el premio del gol. El duelo acabó con susto, pues Seferovic tuvo un mano a mano con Ter Stegen que salió fuera lamiendo el poste. El “cerocerismo” era ineludible y los culés se la jugarán en el último partido. En campo del Bayern. Palabras mayores.

domingo, 21 de noviembre de 2021

El Espanyol asiste al debut triunfal de Xavi

 

El nuevo FC Barcelona de Xavi se puso en marcha con un triunfo por la mínima (1-0) y gracias. Decimos gracias porque la victoria fue merced a un penalti por contacto, posiblemente insuficiente, de Cabrera a Depay, sancionado por Del Cerro Grande. El colegiado madrileño lo tuvo que ver claro, pues es un árbitro antibarcelonista donde los haya. Lo cierto es que el Barça estuvo voluntarioso, tratando de agradar al nuevo entrenador y a los culés que ansiaban una victoria ante el eterno rival metropolitano. El Espanyol estuvo agazapado y conservador, hasta que encajó el gol y dio un paso adelante, amedrentando a los azulgranas hasta el pitido final.




Ocho canteranos sobre el césped del Camp Nou fue la carta de presentación de Xavi, el otrora gran centrocampista catalán reconvertido a entrenador en Doha. La pizarra del egarense atrae con extremos abriendo el campo y con De Jong y Nico buscando espacios desde los interiores. Si a esto añades un poco de presión arriba y un mucho de posesión de la pelota entonces el planteamiento entra fácilmente por los ojos. La dificultad radica en tener los jugadores apropiados para desarrollar esta teoría. De hecho si pones a Gavi y a Ilias en los extremos la melodía ya empieza a desentonar. Y si los delanteros no son excepcionales cuesta mucho generar ocasiones y goles. Así puede estar Jordi Alba centrado cien veces que si no hay un killer en la posición del “9”… pues apaga y vámonos.

Tras la reanudación entró Abde por el inédito Ilias y ahora sí funcionó el extremo con el marroquí. El penaltito lo transformó el propio Memphis. Y a partir de ese tanto llegó el resurgir de los periquitos. Vicente Moreno movió el banquillo y ello dio sus frutos. Todo el Estadi sufrió lo indecible las acometidas blanquiazules, en especial las de Raúl de Tomás, un pedazo de delantero que se topó dos veces con los palos. También la tuvo Dimata, que solo ante Ter Stegen la cruzó en exceso. Y así entre fallos del Espanyol y angustia del barcelonismo se llegó al final, con los culés celebrando los tres puntos, que seguramente debieron ser menos.

sábado, 6 de noviembre de 2021

El Barça tira por la borda un 3-0 en Balaidos

 

La caída en picado de este FC Barcelona parece no tener fin. Cuando crees que este maltrecho equipo ha tocado fondo todavía puede escarbar y se hunde más en miserables profundidades. Es inaudito lo que se pudo ver en Vigo ante un Celta, que no es nada del otro mundo, de hecho, estaban a un punto del descenso antes de comenzar la jornada. Los de Sergi Barjuan dilapidaron una ventaja de tres goles. Increíble pero cierto, con un 0-3 se fueron al descanso y se dejaron empatar, con una inocencia y una “pipiolez” de tres pares de coj…




Y es que el conjunto azulgrana está condenando a sus aficionados a no dar ni una mínima alegría. Esto ya parece consustancial al barcelonismo actual, pero lo que no es de recibo es que te golpee en el mentón con la displicencia de la segunda mitad ofrecida en la ciudad gallega. Una aceptable primera parte, con tres goles, mucho acierto y ciertas dosis de buen fútbol, se vieron empañadas por el descalabro sucedido tras el descanso.

Se adelantó el Barça con tanto de Ansu Fati, tras recortar a su defensor al borde del área pequeña. Busquets anotaba el segundo con un ajustado pase a la red y Depay ponía el 0-3 en el electrónico de fantástico cabezazo, tras centro medido de Jordi Alba. Todos los mecanismos y engranajes habían funcionado perfectamente, con un Nico González excelente y un Ansu Fati descolocando a los celestes desde el extremo izquierdo.

Tras la reanudación, ya sin Fati lesionado, y con otros compañeros renqueantes, el Barcelona no dio el nivel inherente a todo equipo grande que se precie. Desde primer minuto se vio que habían dimitido en bloque. El dominio de los locales fue abrumador, entrando por todos los flancos cual cuchillo en mantequilla. El desastre se presagiaba. Cayeron el primero, obra de Aspas, el segundo, con Nolito a la cabeza, y el del hundimiento total en el 97, firmado por el propio Aspas. El que dejaba al Barça muy tocado y el que mostraba que a Xavi le queda por delante una tarea ardua y de dimensiones hercúleas.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

El Barça salva el primer match-ball en Kiev

 

Se la jugaba el FC Barcelona en Champions en el estadio del Dinamo de Kiev. Cualquier resultado que no fuese una victoria complicaba y mucho la presencia de los pupilos del interino Sergi Barjuan en la máxima competición continental. Un gol de Ansu “estrella emergente” Fati, logrado en el minuto 70, los mantiene con vida. Fue otro partido sin brillo de los azulgranas, pese a recuperar lesionados como Frenkie de Jong y el propio Fati. Volvieron a pecar de lo habitual: falta de pegada arriba y agujeros defensivos del tamaño de Segovia.




Las numerosas bajas de los culés ya no son excusa, pues hay jugadores y talento para dar algo más en cada encuentro. Y aunque adolecieran de talento siempre se les podría exigir dejarse la piel, al estilo Puyol en otros tiempos, pero a veces no despliegan ni lo uno ni lo otro. Lucescu repitió la fórmula que ya empleó en Barcelona, repliegue atrás y a ver si se cazaba alguna contra. Les fue igual de mal que en el Estadi y de hecho con idéntico marcador final. Pero eso no quita para que tuviesen sus ocasiones y pudiesen haber pegado algún susto a los visitantes si hubiesen estado más finos de cara a puerta. El Barça dominó los primeros compases con control de esférico y llegadas culminadas, sin el acierto requerido, pero culminadas, al menos. Pero poco a poco fue languideciendo y cediendo el tempo del partido a los ucranianos, que se aproximaron con peligro a la meta de Ter Stegen. Con el “cerocerismo” inicial se llegó al descanso.

Tras el paso por vestuarios no mejoró nada. El control del duelo se perdió para los barcelonistas, y las llegadas de los locales metían el miedo en el cuerpo a su oponente. Barjuan puso toda la carne en el asador y puso a Dembélé sobre el césped, jugándose la integridad del francés de cristal y la clasificación para la siguiente fase. Pero fue Ansu el que cazó uno de los pésimos centros de Mingueza desde el extremo derecho para inaugurar el electrónico. Era el tanto que valía la victoria y la supervivencia. Objetivo conseguido. La siguiente final en tres semanas frente al Benfica en el Camp Nou.

sábado, 30 de octubre de 2021

El Barça está en obras

 

El FC Barcelona está sufriendo reformas estructurales y a todos los niveles habidos y por haber. Lo volvió a demostrar frente al Alavés, un equipo que si no es por el punto que sacó del Camp Nou estaría en la zona de descenso. Tras la destitución de Koeman, ha entrado Sergi Barjuan como jefe de obra, pero el edificio amenaza ruina, las nuevas materias primas no están llegando a tiempo y los contratiempos aparecen de la forma más insospechada posible. Y eso que contra los de Vitoria no se jugó un mal partido, inclusive hubo reminiscencias del fútbol bonito de otras épocas lejanas, pero el 1-1 final siembra muchas dudas.




El Barça cambió de entrenador, pero no de problemas. Que siguen siendo, básicamente, los mismos: poca efectividad de cara a la meta contraria y enormes facilidades a la hora de defender la portería de Ter Stegen. Sergi, con un equipo mermado por las lesiones, dispuso el mismo once que habría colocado Koeman. Es lo que hay, como diría Piqué. El juego de conjunto estuvo más activo que últimamente, con conexiones Busquets, Gavi y Nico. El hijo de Fran estuvo a gran nivel durante todo el partido y dejó destellos de la gran calidad que atesora. Fallaba lo de siempre, el remate final, la culminación de las jugadas. En la primera mitad, solo hubo un remate inquietante para Sivera, y lo más lacerante es que lo realizó un central, Eric García, a balón parado. Un paupérrimo bagaje para todo un Barcelona.

Tras la reanudación más de lo mismo, posesión abrumadora por parte de los azulgranas, pero faltos de definición. Cambió el curso del duelo Memphis Depay, que anotó el primero de la noche, tras fintar a su marcador y colocarla con rosca a la escuadra. Espectacular el latigazo del holandés. Pero no lo fue menos el tanto marcado por Rioja, el vitoriano se fue de todos los que le salían al paso, se apoyó en Joselu, que le devolvió el esférico de tacón y consiguió la igualada, tras driblar a Ter Stegen. Solo le había durado tres minutos la alegría a los culés. La tan manida fragilidad defensiva que azota a los barcelonistas esta temporada. Los locales tiraron de pundonor buscando la victoria, otro remate de Memphis al poste y algún disparo de Coutinho y Gavi no fueron suficientes para lograrla. Y el Barça se desangra en LaLiga, a la espera de “la final” del martes en Kiev.

miércoles, 27 de octubre de 2021

El Rayo fulmina al Barça y a Koeman

 

Cayó el FC Barcelona en su visita a Vallecas. Tenía toda la pinta en la previa y al final se confirmó. El Rayo Vallecano confirmó el buen quehacer de su técnico Andoni Iraola y se impuso por 1-0 al otrora todopoderoso Barça. Como no hay quinto malo, los locales lograron su quinta victoria consecutiva en casa, afianzándose en la parte alta de la tabla, ante un ramplón equipo azulgrana, al cual sobrepasaron en el terreno de juego y en la clasificación liguera. Consiguiendo, sin proponérselo, la destitución del técnico Ronald Koeman.




Paco Jémez, ex entrenador rayista, en sus labores de comentarista apuntó dos de las claves de este funesto Barça. Se ha vuelto previsible, comentaba el técnico palmense, y Coutinho es un mediocampista que ralentiza el juego barcelonista (por no decir que es más malo que la carne de pescuezo). Y esa previsibilidad es lo que atenaza al Barcelona. Lo ahoga. Lo descoyunta. Lo vuelve inane. Tras el varapalo del clásico tocaba reaccionar ante los franjirrojos, pero ni por esas urgencias ni por otras. Dest, al igual que contra los merengues, volvió a fallar un tiro a puerta vacía. Así no hay forma, sin gol no hay paraíso.

La presión alta de los locales hizo que el Barça fallase más de lo habitual, incluso Busquets, que no lo suele hacer. El de Badía se durmió en la medular y un avispado Trejo le robó la cartera, para asistir a Falcao, que recortó a Piqué y batió de tiro cruzado a Ter Stegen. Al contrario que los atacantes azulgranas, “El Tigre” no falla. Los visitantes acusaron en exceso ese tanto. Con ese 1-0 se llegó al descanso.

Tras la reanudación los barcelonistas mejoraron sustancialmente. Acosaron con insistencia la portería de Dimitrievski. Primero Agüero, luego Depay,… pero el gol no llegaba. Ni de penalti pudo ser. Memphis tuvo una pena máxima para empatar el duelo, pero se topó con el guardameta rayista. A perro flaco todo son pulgas y el Barça acabó consumando su segunda derrota consecutiva, que lo deja como un equipo vulgar en el medio de la nada.

domingo, 24 de octubre de 2021

Un pobre Barça cae ante un mediocre Madrid

 

El FC Barcelona cayó en su propio estadio por 1-2 ante un Madrid que no demostró nada del otro mundo, pero al que un par de destellos de Vinicius, una contra culminada por Alaba y un poco más de pegada que su eterno rival, le bastó, y casi sobró, para imponerse a un equipo azulgrana que no está para enfrentarse a equipos consolidados y contrastados, ni de aquí ni en el viejo continente.




Lejos quedan los clásicos en los que se palpaba la emoción en el ambiente, la rivalidad elevada a la enésima potencia. Poco o nada resta de aquella efervescencia futbolística que contagiaba a propios y extraños. Hasta uno extraña un tanto los duelos Messi-Mourinho. Sí, sí, han leído bien: Mourinho. Cualquier clase de picante vale con tal de poner salsa a los últimos muermos Barça-Madrid en los que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Un Camp Nou en hora vespertina observó como los de Koeman no están para pelearle nada a nadie en la presente temporada. Duelos ganados en la última década siempre tenían como común denominador un Barcelona con los mejores en la delantera y con una medular excelente. Aquí no se dio ni lo uno ni lo otro. Los puntas no definen y los mediocampistas no dan la talla. Solo basta ver que a los blancos les basta con unos veteranos Modric y Kroos para comerte la tostada en la sala de máquinas.

Y eso que todo pudo haber dado un giro de 180 grados si Dest, un buen lateral reconvertido a extremo sin pegada, hubiese hecho lo fácil, empujar un balón a las mallas cuando estaba solo delante de Courtouis. El norteamericano escogió el camino difícil: tirarla a la tercera gradería. El que sí la colocó junto al palo, con contundencia y determinación, fue Alaba, para inaugurar el electrónico, justo cinco minutos después. Temblaron los cimientos del Estadi, por el zapatazo del central y por lo complicado de revertir el marcador.

Tras el paso por vestuarios salió el Barça con un punto más de intensidad. Le sirvió para inquietar a los de Ancelloti, para enardecer un tanto a los aficionados y poco más. El juego de conjunto se fue diluyendo y ni los cambios, ni Coutinho, ni la apuesta por el tronco Luuk de Jong, fueron suficientes para igualar la contienda. Lucas Vázquez asestó el golpe definitivo en el último minuto, y ya en el 96 Agüero convertía su primer gol con la zamarra azulgrana, para dejar el 1-2 definitivo y lacerante. Como ya dijo Piqué la temporada pasada “hemos perdido contra el peor Madrid en años”. Pues eso, más de lo mismo.

miércoles, 20 de octubre de 2021

El Barça vence, pero no convence, al Dinamo de Kiev

 

Sobrevive el FC Barcelona, por el momento, en esta edición de la Champions 2021-22. Derrotó, sin autoridad, al Dinamo de Kiev con un solitario tanto de Piqué. Y con ello sumó sus primeros puntos en esta competición. No fue un partido para mostrar a los chavales de la cantera, ni para disfrute del aficionado culé. Los de Koeman mostraron muchas carencias en ataque y todo lo positivo que se había extraído del duelo frente al Valencia se evaporó en una tarde. 




Volvió a repetir Koeman con Dest en el extremo derecho. Esto y la inclusión de Luuk de Jong en el ataque dejó sin mordiente al ataque azulgrana. El norteamericano falló un par de ocasiones claras, pero tampoco está obligado a meterlas. El que si lo está es Luuk, que para eso se le fichó como nueve rematador. Pero lo que demuestra cada partido que juega es que es un rematador-fallador. Por dos veces pudo adelantar a los suyos pero las marró ambas. Tuvo que ser Piqué el que aprovechase un centro medido de Jordi Alba para inaugurar electrónico. Con esa exigua renta se llego al descanso.

Tras la reanudación se produjeron cambios para mejorar sustancialmente el juego, pero la inclusión de Ansu Fati y Coutinho no produjo los efectos deseados. El Barça siguió con un ritmo lento, al trote,... como si no le fuese la continuidad europea en ello. No se conseguía el gol de la sentencia, y los ucranianos comenzaron a merodear el área de Ter stegen. Hubo suave música de viento en el Camp Nou. Con la intranquilidad del resultado y cierta solidez defensiva se consiguió llegar al pitido final  con la primera victoria de los catalanes en esta Champions. El Barsa sigue vivo en la misma.



lunes, 18 de octubre de 2021

Ansu Fati tira del Barça para remontar al Valencia

 

Era un partido crucial para el FC Barcelona de Koeman. Y sus pupilos supieron sacarlo adelante con fiabilidad, dosis de buen fútbol acompañadas de cierto sufrimiento y remontada incluida, para acabar imponiéndose a un buen Valencia CF (3-1) que se había adelantado en el electrónico y daba muestras de estar perfectamente asentado sobre el césped del Camp Nou.




 Corría el minuto cuatro y Gayá cazó un zurdazo desde fuera del área que batió a Ter Stegen, a pesar de su plástica estirada. No era el comienzo más halagüeño para un Barça cogido con alfileres. Tocaba dar el do de pecho y voltear el marcador. Y así fue. Los azulgranas fueron controlando el tempo del partido de la mano de Busquets y Gavi e iban acorralando a los chés. En una combinación con gran entendimiento entre Ansu Fati y Memphis, este se la dejó al jovencísimo “10” para que la cruzara de rosca ajustada al palo de Cillessen. Era el 1-1 y el barcelonismo creía, tras el espectacular golazo de su nuevo ídolo. Fue el propio chaval el que provocó el penalti al filo del descanso, que Depay transformó en el segundo tanto con un colosal zambombazo a la escuadra.

Tras la reanudación el decorado cambió ciertamente, los de Bordalás salieron a darlo todo, empujando al Barça hacía la meta de Ter Stegen. El campo parecía, por momentos, inclinado sobremanera en dirección al portero germano. La igualada parecía cuestión de tiempo. Güedes hacía mucho por ello, desequilibrando entre líneas y con sus temibles disparos desde la frontal. Pero el tanto visitante no llegó. El Barça cogió aire, al tiempo que su rival languidecía por tanto esfuerzo sin premio. Salió Coutinho por el tarjeteado Gavi y le dio un soplo de frescura a los suyos, contemporizó, protegió la pelota, dio salidas a sus compañeros y en última instancia aprovechó un jugadón del reconvertido a extremo Dest para empujarla al fondo de las mallas y finiquitar el duelo. Tres puntos vitales para Koeman y los suyos, y a pensar en la complicada Champions.

sábado, 2 de octubre de 2021

Un obtuso Barça cae en el Metropolitano

 

El Atlético de Madrid derrotó a este insulso FC Barcelona por 2-0 en un Wanda Metropolitano a rebosar, con un primer lleno post-pandémico. Los colchoneros fueron superiores a los azulgranas durante todo el encuentro, es más, por primera vez en la temporada encontraron un rival sin posibilidad de modificar los puntos en los últimos minutos del partido. Y es que el 2-0 se le hizo muy cuesta arriba a los de Koeman, haciendo buena la frase de Piqué: “podríamos haber jugado tres horas y no habríamos marcado un gol”.




Y es que el gol está carísimo en este Barça, haciendo abstracción del nefasto delantero Luuk de Jong, el propio Memphis está dando muestras de debilidad, no es ni la sombra de lo que se vislumbró de él en las primeras jornadas ligueras contra los equipos vascos. También es cierto que el holandés acapara todas las miradas de los defensas rivales. Lógico, no van a estar pendientes de Luuk de Jong o de Coutinho, que se marcan solos.

Pero el problema de los culés no solo es la falta de eficacia ofensiva, a eso hay que unirle que la defensa es un coladero. Joao Félix, Luis Suárez y Lemar aprovecharon la descoordinación de una zaga de verbena para machacarla con triangulaciones y disparos que culminaban en diana. Lemar y Suárez hicieron subir dos tantos al electrónico en el primer acto, al tiempo que hicieron bajar la moral de los catalanes hasta niveles subterráneos. Solo se salvaba de la quema el chaval Gavi.

Tras la reanudación se mantendría ese marcador hasta el final del duelo. Los de Simeone contemporizaron y los visitantes arrojaron la toalla, visto que su mordiente era nefasta. Oblak era un espectador más en el Wanda, uno de tantos jaleado por un “Cholo” que no cesaba de enardecer a los aficionados con aspavientos y peticiones clamorosas de ánimo. Esto debido a que sobre el césped no pasaba casi nada relevante. Algún tiro de falta a las nubes de Ansu Fati o de Depay, o alguna internada deslavazada de Llorente, poco más…. El pescado estaba vendido, el exquisito para el “Atleti” y el de olor putrefacto para el Barcelona.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

El Barça recibe otro golpe de realidad en Lisboa

 

El FC Barcelona, tras su brillante encuentro ante el Levante, volvió a pisar tierra y el tortazo recibido en el Estadio de la Luz fue tremendo. Un simple Benfica, nada del otro mundo, vapuleó a los de Koeman con un contundente 3-0. Una victoria lusa fraguada en los dos primeros minutos, cuando Nuñez con una bicicleta antiestética le rompió la cintura, también hay que decir que tiene poca, a Eric García y batió a Ter Stegen por el palo corto. Una vez más la zaga estuvo horrible y el partido, crucial donde los haya, se puso cuesta arriba.




No le afectó en exceso el golpe a los azulgranas, puesto que respondieron con contundencia, y hubo varias ocasiones para empatar el choque, pero unas veces la mala puntería y otras la nula garantía de los delanteros culés propiciaba que la portería de Vlachodimos siguiese a cero. Eso y que Luuk de Jong es más malo que la carne de pescuezo, falló una que solo había que empujarla, pero con energía, cualidad de la que no dispone el “9” holandés, por algo era el cuarto delantero en el Sevilla. El caso es que el asunto empeoró cuando Piqué, ya amonestado, se jugó la segunda amarilla, “Tintín” con buen criterio lo cambió, pero con pésima estrategia ubicó a Frenkie de Jong en la posición de Gerard, con lo cual el Barça se diluyó por completo.

Tras la reanudación los visitantes fueron a menos, si eso era posible. Las “aguilas” lo notaron y se lanzaron en picado. Darwin envió el balón al poste, tras salida en falso de Ter Stegen. Pero sí encontraron el segundo tanto tras disparo de Rafa Silva, solo, en el área pequeña. Una bicoca esta línea de zagueros debió pensar el centrocampista portugués y para adentro con la zurda en el 69. Era la sentencia, entre otras cosas porque al Barça no se le vislumbraba ni acción ni reacción. Todavía quedaba el penalti por inocente mano de Dest, que transformó Nuñez.

Y este partido, tras la goleada recibida en el Camp Nou contra el Bayern, era un duelo que no se podía perder. Se ha perdido y el Barça está prácticamente eliminado de la Champions, un desenlace que podría atisbarse por cualquier culé pesimista, pero nunca tras dos partidos disputados de la liguilla. Por cierto con cero goles a favor y 6 en contra. Y es que este Barcelona, hoy por hoy, es un equipo de pocas o nulas garantías, sin garra, sin fútbol, sin gol y sin capacidad de reacción. Es lo que hay.

domingo, 26 de septiembre de 2021

El Barça recupera el latido cardíaco ante el Levante

 

¡Al loro, que no estamos tan mal! Podría espetar Joan Laporta en cualquier momento, como ya hizo en 2008, si se diesen un par de partidos como el celebrado hoy en el Camp Nou y el FC Barcelona arrollase a su rival con dosis de buen juego como hizo contra el Levante. Un 3-0 y gracias se llevaron los valencianos en un encuentro que fue un monólogo en azul y grana. Y gracias porque el conjunto culé fue un vendaval que no dio tregua a su rival. De hecho la goleada podría haber sido de época a poco que Memphis Depay y compañía hubiesen estado finos de cara a portería. Los porteros también juegan, y Aitor Fernández tuvo una tarde inspirada, a pesar de encajar tres tantos.




El propio delantero holandés anotó el primero al transformar un penalti cometido sobre él mismo a los cuatro minutos de partido. El Barça quería sentenciar por la vía del cloroformo y así antes del cuarto de hora ya mandaba por 2-0 en el electrónico. Dest, que fue uno de los mejores, jugó a banda cambiada por necesidades del guión, mareó a su par y sirvió una pelota con marchamo de gol a Luuk de Jong para que el teórico “9” titular anotase su primera diana como culé. Los del sancionado Koeman jugaban de lujo, quizás por la insolencia juvenil de Nico y Gavi, que acompañaron a Busquets en el medular, y achuchaban a los granotas, que no hacían más que achicar agua.

Tras el paso por vestuarios no cambió el decorado. Solo había un equipo sobre el césped del Estadi. El Barça buscaba el tercero que le diese la tranquilidad, pero no llegaba. Los locales seguían mostrando buenas sensaciones y queriendo agradar a la afición. Riqui Puig, que sustituyó al malogrado Coutinho, estuvo a punto de marcar tras un eslálon meritorio, pero tuvo que ser el elegido Ansu Fati, que tras 10 meses lesionado, con el 10 a la espalda y con 10 minutos para coger ritmo, materializó el tercero con un zapatazo seco desde la frontal. Golazo del niño, el barcelonismo volvió a sonreír, y de paso todo el equipo ganó un extra de autoconfianza realmente valioso.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Un puntet y gràcies en el Carranza

 

Empate a nada entre el Cádiz y el FC Barcelona (0-0), que deja buen sabor de boca a los locales y pésimo a los catalanes. Las mejores ocasiones fueron para los gaditanos, que además pusieron más empuje que su rival. El Ramón de Carranza festejó como su equipo tuteaba a los azulgrana por primera vez en mucho tiempo. El Barça fue de menos a más, pero tampoco dio sensación de ser un equipo grande, mucha culpa de ello la tienen las lesiones, las ausencias, la pésima gestión de la directiva y otra gran parte la tiene Koeman, que no juega ni al tiquitaca ni tan siquiera al tiki-taki, como lo llama él.




La presión de los de Álvaro Cervera intimidó a los visitantes, que no supieron sacar la pelota jugada, y por ende no se acercaron en demasía a la portería rival. Los jóvenes Demir y Gavi, que debutaba como titular, no supieron sacar las castañas del fuego. Tampoco es su cometido, dada su inexperiencia en Primera División. Sí lo es el de Frenkie de Jong, pero todavía no se le ha visto en esta temporada nada de su control de partido, de sus cabalgadas de 40 metros, de su conducción, nada de nada,...

En el inicio del segundo acto Negredo asustó a Ter Stegen de un zurdazo con el exterior. Y ese fue el pistoletazo de salida para las numerosas ocasiones de gol que tuvieron ambos conjuntos. Memphis Depay lo intentó de todas las maneras posibles, pero unas por errores garrafales y otras por la buena colocación bajo palos de Ledesma, el caso es que el marcador no se movía. Hasta la tuvo en el último suspiro cuando Piqué le dejó solo ante el portero y el holandés la cruzó en exceso. En el 65 había sido expulsado por doble amarilla (ambas muy rigurosas) Frenkie de Jong, por el ínclito colegiado madrileño Del Cerro Grande, que siempre se las arregla para fastidiar el Barcelona, ¿por qué será?. Pero ni con once ni con diez el Barça fue un Barça reconocible de otras épocas, y es que Messi tapaba muchas carencias en los últimas temporadas.

martes, 21 de septiembre de 2021

Contra el Granada… nada de nada

 

Volvió el FC Barcelona a las andadas y ofreció a los aficionados un partido soporífero. Para olvidar. Uno más. Cediendo un mísero empate a uno, y gracias, ante un modesto Granada, que no encontrará más facilidades en otro estadio de LaLiga. Y es que el conjunto de Koeman no asusta a nadie. Ya de por sí esta campaña no mete miedo a nadie, pero si además le añades que dispones un equipo de circunstancias pues ya apaga y vámonos, se te sube a las barbas hasta el Amorebieta, si me apuras. Así los rivales, en este caso los nazaríes de Robert Moreno, se te suben a las barbas a las primeras de cambio.

El Granada hizo lo justo para adelantarse en el marcador a los dos minutos con gol de Duarte en su primera aproximación a la meta de Ter Stegen. A partir de ahí fue un nadar y guardar la ropa. Agazapados en su mitad del Camp Nou a ver si se podía rascar algo. Y vaya que rascaron, a punto estuvieron de lograr la victoria. Les sobraron cuatro minutillos para conseguirlo.

“Tintín” cambió a línea de cuatro en la zaga, con la inclusión de Balde por el lesionado Jordi Alba. Tampoco la cosa mejoró sustancialmente con relación a otros encuentros. El coladero defensivo fue el típico al que nos tienen acostumbrados. Los azulgranas con problemas en la definición cara a gol en esta temporada no iban a mejorar en este caso con un tridente de circunstancias, conformado por Memphis, Demir y Coutinho. Esta escasa pólvora la intentaba compensar el Barça con las llegadas al área de Araujo. El central uruguayo tuvo la ocasión más clara de la primera mitad, pero su cabezazo se marchó fuera por poco.

En el segundo acto no mejoró el panorama para los locales. Los rojiblancos solo hacían que perder tiempo. Para más inri salió Luuk de Jong para desesperación del respetable. Y luego Piqué de delantero centro. Araujo casi logra la igualada con otro certero cabezazo que lamió el poste. Por favor que la directiva renueve a este pedazo de central, ese ímpetu y esas ganas de comerse el mundo nos las tiene nadie ahora mismo en este Barça. Fue él quien consiguió el tanto del 1-1 en el 90 con otro testarazo bestial. Lo cual no mejora el gris partido de los culés ni el negro futuro de Koeman.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Impotencia y resignación frente a un formidable Bayern

 

El FC Barcelona se vio claramente sobrepasado por un Bayern de Munich superior y más rodado. El 0-3 con el que se llegó al final del partido no refleja fielmente lo acontecido en el Camp Nou, dado que los alemanes bajaron el pistón con el 0-2, y parece obvio que si hubiesen necesitado más goles, más habrían anotado contra este paupérrimo Barça, que por primera vez en sus participaciones en la Champions no tiró un tiro entre los tres palos. Se dice pronto, ni un solo disparo en los 90 minutos. ¡Trágico!¡Tragicómico, si me apuran!




Los germanos bajaron a la triste realidad a los de Koeman. Estos se vieron impotentes ante un conjunto que les pasó por encima a lo largo y ancho del encuentro, y en todas las facetas del juego, plasmando su superioridad manifiesta con tres tantos de los incombustibles Müller y Lewandowski. Y les vinieron a decir a los culés que lo de la Champions es otro nivel, muy distante del que muestran los azulgranas, y de refilón también les enviaron el mensaje subliminal de que lo de ganar títulos esta temporada va a ser algo remoto, complicado, y al filo de lo quimérico.

La medular teutona se comió con patatas al centro del campo barcelonista. Si a esto se le une que Busquets yerra pases fáciles… apaga y vámonos. Los locales perdían el duelo por la posesión del esférico, se tiraban maquinalmente hacia atrás y la línea de tres pasaba a cinco indefectiblemente. Con esos parámetros el resultado de la ecuación era sencillo, gol por abrasión. De rebote y de Müller en este caso, pero también esos computan. El 0-1 al descanso no era insalvable, pero sí para este Barça, que vio cómo en la reanudación Lewandowski les endiñaba su doblete particular. En el lado opuesto el otro “9” Luuk de Jong debutaba con el Barcelona con más pena que gloria. Exactamente lo mismo que sus compañeros, a los que se les hizo largo el partido y se les va a hacer más larga la temporada.

domingo, 29 de agosto de 2021

Depay rescata a un gris Barça

 

El FC Barcelona derrotó por la mínima (2-1) a un correoso Getafe, que puso más dificultades de las esperadas en el Camp Nou. El conjunto madrileño, dirigido por Míchel, colista a todas luces, dejó buenas sensaciones ante un Barça demasiado blando e irregular. Solo Memphis, que es una luz entre tanta sombra en este Barcelona donde reina la incertidumbre por doquier, fue capaz de desequilibrar un duelo que los locales comenzaron correctamente pero que dejó pésimas sensaciones en el entorno azulgrana.




Koeman cambió medio once con respecto al que sufrió en San Mamés, entre lesionados, suspendidos, rotaciones, etc,… Al entrenador holandés le toca y le tocará hacer equilibrios en el alambre con esta plantilla, un tanto descompensada tras la marcha del líder Messi. Y la pequeña revolución comenzó positivamente, con gol de Sergi Roberto a los dos minutos de juego. Cualquier Barça de otra época con el partido puesto de cara con un gol tempranero habría aniquilado sin piedad al farolillo rojo de la tabla, pero en la actualidad la situación es bien distinta. El equipo se descose por atrás, no hay seguridad en la medular, a poco que te descuidas te igualan el choque y en los minutos postreros toca línea de cinco zagueros y a pedir la hora. Así fue y así se verán muchos encuentros donde este Barcelona este presente.

A los 20 minutos Sandro, un ex azulgrana que no hace un gol por temporada, y casualmente a sus ex, igualaba la contienda tras un jugada trenzada al borde del área que exhibió la vergüenzas de Lenglet y compañía. El Barça no se descompuso en exceso, eso sí tampoco inquietó en exceso la meta de David Soria. Braithwaitte y Griezmann hacía de las suyas, esto es, restaban en vez de sumar. Lo del francés es lacerante a todas luces, jamás he visto un jugador tan caro, que se crea bueno y sea más malo que la carne de pescuezo. Es una ofensa continua al fútbol, al aficionado culé y no digamos al socio. Tuvo que ser Memphis el que tirase del carro y se fuese de su par para convertir el 2-1 de potente zapatazo.

Del segundo acto poco destacable. La mordiente atacante de ambos conjuntos desapareció por completo. Unos se congratulaban por ir delante en el electrónico y otros por estar a un gol de puntuar en el Camp Nou. Los locales trataron de enfriar el partido y el carrusel de cambios defensivos de Koeman fueron buena muestra de ello. Los tres puntos eran vitales para irse al parón de selecciones en la parte alta de la tabla, y a la postre fueron lo único reseñable de este ramplón Barça.

domingo, 22 de agosto de 2021

El Athletic Club pone contra las cuerdas al Barça

 

El clásico duelo entre Athletic Club y FC Barcelona se saldó con tablas (1-1) en un San Mamés al que retornaba el público tras la pandemia. Un empate que quizás sepa mejor a los azulgranas, dado el devenir del choque. Los leones acogotaron a los visitantes con empuje, garra y una presión altísima. Los de Koeman jugaron como juveniles, temblorosos en la salida de balón, imprecisos y desquiciados. Durante la primera hora de juego los bilbaínos fueron superiores a unos culés que navegaban a la deriva en un mar de dudas. Las pésimas sensaciones se transmitían en cadena desde la portería, donde Neto se comportaba de forma errática e inquietaba a todos sus compañeros.




Se pudo haber sacudido ese dominio el conjunto catalán en los primeros compases si una brillante jugada individual de Depay la hubiese aprovechado Braithwaite a puerta vacía, pero la envió a la tercera gradería cuando tenía todo a favor, lo cual encaja más con el delantero danés que el doblete que anotó en la primera jornada. Los rojiblancos se vinieron más arriba con este fallo monumental y acosaron a su rival con disparos al larguero, centros al área y multitud de saques de esquina. El Barça post Messi parecía absolutamente descompuesto y putrefacto. El 0-0 al descanso daba vida a los barcelonistas, que ya habían perdido a Piqué por lesión. Antes hubo tiempo para el polémico Munuera, que anuló un gol válido, anotado de chilena de Araujo, por una falta inexistente de Braithwaite.


Tras la reanudación el Barça seguía sin espabilar, al minuto de juego Araujo sacó bajó la línea de meta un gol que ya se cantaba en La Catedral. El que sí lo materializó fue Íñigo Martínez, con un testarazo cruzado a la salida del enésimo córner. Los vascos tuvieron la sentencia, pero no la culminaron y ya se sabe: el que perdona… De Jong asumió galones en el segundo acto, jugando y haciendo jugar. Casi marcó de preciosista vaselina al travesaño y un robo suyo propició un desmarque de Memphis Depay, que soltó un zapatazo con la zurda que dobló las manos a Aguirrezabala para equilibrar el electrónico. El propio delantero holandés tuvo el tanto de la victoria, pero la cruzó demasiado. Habría sido excesivo el premio para un Barça timorato que en nada se asemejó al del inicio liguero ante la Real, y en el cual Griezmann sigue sin aparecer, con dos actuaciones muy deficientes y sin dar señales de vida, esto es que ni está ni se le espera.

domingo, 15 de agosto de 2021

Buena imagen del Barça en el primer partido sin Messi

 

Venció y convenció el FC Barcelona en el estreno de la era post-Messi. Se enfrentaban los los equipos que levantaron la Copa del Rey en el 2021, y el equipo de Koeman le dio un repaso a los txuri urdin, sobre todo en el primer acto, donde se vio a un Barça correoso, presionante, con dosis de buen fútbol y sobre todo con ganas de agradar al respetable, que se acercó al Camp Nou por primera vez desde el inicio de la pandemia. El 4-2 final no refleja del todo la superioridad de los locales a lo largo del duelo.




Las ocasiones claras se sucedían para los azulgranas, Braithwaite, Griezmann, Memphis y compañía ponían a prueba a Remiro, que tenía trabajo a destajo. Todas las llegadas partían de jugadas de fútbol de muchos quilates, sin embargo el primer tanto se materializó a balón parado, fue un cabezazo de Piqué el que inauguraba el curso goleador 2021-22. La Real no salía de la cueva, y perdía el esférico ante el empuje culé. Así al filo del descanso Braithwaite ponía el segundo de otro certero testarazo.

Tras la reanudación el guión siguió por los mismos derroteros, salvo que los blanquiazules ya buscaban acortar distancias en el electrónico. Por contra el que anotó el 3-0 fue Braithwaite, un jugador sin nivel Barça, pero que se marcó un doblete a las primeras de cambio. ¡Con un par! Con ese resultado todo parecía sentenciado, pero los locales sestearon y con dos tantos en tres minutos los de Alguacil metieron el miedo en el cuerpo a los barcelonistas. Lobete y Oyarzabal en el 82 y en el 85 ponían el picante al duelo. Los vascos soñaron con un punto en el Estadi, habría sido injusto a todas luces, así que Sergi Roberto metía el cuarto tras asistencia de Braithwaite. Y así finalizó el encuentro en el que tras 17 años de ver y disfrutar del mejor jugador de la historia vimos a… otro Barça. Un Barça en el que toca pasar página, pero que duda cabe, en el que más de una noche nos acordaremos de Lionel Messi.

viernes, 6 de agosto de 2021

Messi se va del Barça

 

Yo lloro

Tú lloras

Él llora

Nosotros lloramos

Vosotros lloráis

Ellos lloran


Y hasta el escudo llora.

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sábado, 31 de julio de 2021

El Barça no se apiada del Sttutgart

 

Derrotó el FC Barcelona al Sttutgart por un contundente 3-0. Venció y convenció el conjunto azulgrana en un encuentro en el que Memphis Depay, flamante fichaje hasta la fecha, exhibió detalles de su calidad. El holandés formó tridente en ataque con un entonado Griezmann y un pujante Demir. Entre los tres volvieron loca a la zaga teutona y dejaron entrever motivos para la ilusión entre el aficionado culé.




Koeman dispuso un 4-3-3 con Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Dest en la retaguardia; y con De Jong, Nico y Gavi en la medular. Los tres chavales canteranos dieron el do de pecho y estuvieron a la altura del primer equipo. Griezmann y Memphis mostraron cierto feeling y buen entendimiento, alternando posiciones en la delantera.

El Sttutgart estaba más preparado en el tema físico, pero los barcelonistas lo suplieron con buen posicionamiento y clase. Los germanos soportaron bien las acometidas del rival, hasta que no pudieron frenar una gran jugada de Depay, con sombrero incluido, que acabó en el primer gol. El segundo lo anotó el joven Demir, que aprovechó una exquisita asistencia de Griezmann. Con el 2-0 se llegó al descanso.

Tras la reanudación los alemanes tiraron de oficio, metiendo más presión y buscando la meta defendida por Neto. Sin embargo un recién salido al campo fue el encargado de cerrar la goleada, fue Riqui Puig el que con un disparo ajustado al palo consiguió el tercero y definitivo. Luego llegó el carrusel de cambios y ya se desvirtuó el duelo, pero el Barcelona dejó buenas sensaciones en el Mercedes-Benz Arena.

miércoles, 2 de junio de 2021

Llega el Kun Agüero, ¿a buenas horas mangas verdes?

 

El FC Barcelona ha presentado de forma oficial al Sergio Agüero como nuevo jugador azulgrana para las dos próximas temporadas, hasta 2023, con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Laporta y su junta lo firman para que Messi no se sienta desamparado en el vestuario, tras la marcha de Neymar y Luis Suárez. Pero la pregunta que surge es inmediata ¿es el Kun, un delantero en pleno declive, la mejor opción para un Barça que trata de reverdecer viejos laureles? Otro tema es que llega gratis del Manchester City, y que cobrará un salario casi cuatro veces inferior al que percibía Suárez.




La cosa se complica si se piensa que hoy cumple 33 años, vamos que claramente ya ha disputado sus 50 mejores partidos. Y que además arriba a Can Barça después de una temporada marcada por las lesiones. Por otro lado hay que tener en cuenta, que cuando Koeman miraba al banquillo buscando un “9”, el portador de ese número era Braithwaite, y claro ahí el Kun sale ganando en el comparativa. El tema de la experiencia también es un grado, aquí el argentino la tiene por edad y por haber disputado ya la competición española.

Al haber jugado con el Atlético en LaLiga ya no va a necesitar aclimatación, tampoco un tipo de 33 tacos está para esos pormenores. Y al venir de ser dirigido por Guardiola los últimos cinco años implica que el estilo Barça como que le tiene que ser familiar. Ahora bien el hándicap mayor que uno ve es la presión a la hora de la salida del balón del rival, desde luego que ni soñamos con la que ejercía Eto’o, pero la dupla Messi-Agüero no presagia nada que se pueda calificar de asfixiante. De hecho nos parece que falta coherencia en este fichaje, pues uno de los motivos por los que se invitó a salir a Suárez, a parte del megasalario que tenía, fue por que ya no mordía en punta como nada más aterrizar del Ajax. Y cuando hay ausencia de coherencia… mal negocio.

domingo, 23 de mayo de 2021

Adiós a la liga con una triste victoria ante el colista

 

Concluyó LaLiga para un Fútbol Club Barcelona que ha arrojado más luces que sombras en este campeonato y que se despidió del torneo ganando por la mínima (0-1) al colista Eibar en la última jornada. Ipurua contempló como un Barça completamente plano e inofensivo se imponía a los eibarreses en el minuto 81. El título se lo jugaban Atlético y Madrid en este último partido, en cambio los de Koeman demostraron que ya estaban de vacaciones hace tiempo. De hecho ni Messi, ni Pedri, ni Ter Stegen, esto es la columna vertebral del equipo, viajaron a Guipúzcoa. Con estas premisas ya se podía hacer uno una ligera idea del tostón de encuentro que se avecinaba.




El duelo era un mero trámite para ambos equipos. Los armeros ya descendidos y los catalanes con nada en juego y con la triste posición de tercero asegurada. Con más pena que gloria transcurrió el partido entre bostezo y bostezo. Los locales dispusieron de alguna ocasión de gol, como la de Enrich o la de Kike, mientras tanto la delantera del Barça era absolutamente inoperante, especialmente Trincao que, habría que confirmarlo, creemos que no tocó la pelota durante la primera parte. En la segunda lo podemos afirmar con rotundidad porque ni saltó al césped.

Tan horrible lo debió de ver “Tintín” que realizó tres cambios al descanso. Trincao y Junior Firpo fuera por su nulo rendimiento y Mingueza por el enésimo mosqueo del entrenador con el canterano. Tampoco fue la panacea, el tostón siguió instalado en el campo y el Barça seguía contemplativo y displicente. La medular azulgrana prolongaba su pasividad y en el ataque solo Dembélé lo intentaba con escaso acierto. Hasta que le salió un centro de rebote y Griezmann lo empaló de perfecta volea. Un gol de bella factura que casi ni se celebró y que cerraba un partido gris, al igual que el tramo final de una liga que se le ha hecho demasiado larga al conjunto culé. El título de la Copa y la temporada en blanco del Madrid pueden consolar a muchos barcelonistas, pero la cruda realidad es que hay que exigir más a jugadores, cuerpo técnico y directiva para el próximo curso. Muchísimo más.