sábado, 30 de octubre de 2021

El Barça está en obras

 

El FC Barcelona está sufriendo reformas estructurales y a todos los niveles habidos y por haber. Lo volvió a demostrar frente al Alavés, un equipo que si no es por el punto que sacó del Camp Nou estaría en la zona de descenso. Tras la destitución de Koeman, ha entrado Sergi Barjuan como jefe de obra, pero el edificio amenaza ruina, las nuevas materias primas no están llegando a tiempo y los contratiempos aparecen de la forma más insospechada posible. Y eso que contra los de Vitoria no se jugó un mal partido, inclusive hubo reminiscencias del fútbol bonito de otras épocas lejanas, pero el 1-1 final siembra muchas dudas.




El Barça cambió de entrenador, pero no de problemas. Que siguen siendo, básicamente, los mismos: poca efectividad de cara a la meta contraria y enormes facilidades a la hora de defender la portería de Ter Stegen. Sergi, con un equipo mermado por las lesiones, dispuso el mismo once que habría colocado Koeman. Es lo que hay, como diría Piqué. El juego de conjunto estuvo más activo que últimamente, con conexiones Busquets, Gavi y Nico. El hijo de Fran estuvo a gran nivel durante todo el partido y dejó destellos de la gran calidad que atesora. Fallaba lo de siempre, el remate final, la culminación de las jugadas. En la primera mitad, solo hubo un remate inquietante para Sivera, y lo más lacerante es que lo realizó un central, Eric García, a balón parado. Un paupérrimo bagaje para todo un Barcelona.

Tras la reanudación más de lo mismo, posesión abrumadora por parte de los azulgranas, pero faltos de definición. Cambió el curso del duelo Memphis Depay, que anotó el primero de la noche, tras fintar a su marcador y colocarla con rosca a la escuadra. Espectacular el latigazo del holandés. Pero no lo fue menos el tanto marcado por Rioja, el vitoriano se fue de todos los que le salían al paso, se apoyó en Joselu, que le devolvió el esférico de tacón y consiguió la igualada, tras driblar a Ter Stegen. Solo le había durado tres minutos la alegría a los culés. La tan manida fragilidad defensiva que azota a los barcelonistas esta temporada. Los locales tiraron de pundonor buscando la victoria, otro remate de Memphis al poste y algún disparo de Coutinho y Gavi no fueron suficientes para lograrla. Y el Barça se desangra en LaLiga, a la espera de “la final” del martes en Kiev.

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