lunes, 24 de enero de 2022

Victoria in extremis del Barça en Vitoria

 

Había comenzado de manera perfecta el domingo para el Fútbol Club Barcelona. Las chicas ganaban la Supercopa de España al Atlético de Madrid con un contundente 7-0; y los muchachos del basket asaltaban el Wizink Center para someter al Madrid por 75-85. Ahora bien por la noche llegó la hora del primer equipo del fútbol y ahí la cosa empezó a patinar, un poco por el congelado césped de Mendizorroza y un mucho por el deslavazado partido que ofreció un gris Barça frente al Alavés. Eso sí, un inesperado tanto de un imprevisto goleador -Frenkie de Jong-, rubricaron a las mil maravillas la jornada dominical para las huestes azulgranas.




Antes tocó picar piedra ante el rocoso equipo de Mendilibar. Entre el terreno de juego en irregulares condiciones, el numantino entramado defensivo del Alavés y la espesura de los barcelonistas, la noche dio para aburrir a las ovejas. A los visitantes les debió pasar factura el partidazo disputado de poder a poder, con prorróga incluida, ante el Athletic Club. Tampoco vale como excusa, todo un Barcelona puede y debe jugar bastante mejor frente al penúltimo de la tabla.

Todo el duelo transcurrió entre excesivas imprecisiones en los pases y los horrendos y escasos disparos a puerta por parte de ambos contendientes. Xavi no daba con la tecla para penetrar entre la maraña de vitorianos, ni con los que estaban sobre el césped, ni con los pocos jugadores que introdujo de refresco. Los dos conjuntos estaban necesitados de los tres puntos, si bien con el paso de los minutos los blanquiazules tomaban por bueno el empate, y los culés lo daban prácticamente por hecho. Hasta que en el 87 llegó la única jugada destacable del partido, un centro de Jordi Alba a la banda contraria, lo cedió Ferrán Torres, con un pase de la muerte, para que Frenkie de Jong anotase el único gol de partido, el que daba los tres puntos a los visitantes y el triunfo que tanto necesitaba el cuadro blaugrana.

viernes, 21 de enero de 2022

El Athletic es más fiero que el Barça

 

El FC Barcelona fue eliminado de la Copa del Rey por un Athletic Club superior en garra, en intensidad y en testosterona. Fue en la prórroga, tras un partido vibrante, épico, luchado de poder a poder, y en el que la ventaja de jugar a partido único en San Mamés fue determinante. El público bilbaíno llevó en volandas a unos aguerridos leones que lo dieron todo de principio a fin. El 3-2 final dice mucho del partidazo que se vivió en La Catedral en el que los dos mejores equipos de la historia de la Copa dirimían un nuevo duelo por superar estos octavos de final del torneo del ko.




Mal comenzó el encuentro para los catalanes cuando no había transcurrido el minuto dos y Muniaín adelantaba a los locales con un disparo sutil y colocado al palo largo. Al Barça le tocaba remar a contracorriente. Mostró buenas maneras y se vislumbraron esbozos del buen fútbol que persigue Xavi, pero ni aún así le dio para ganar. Y eso que tuvo la fortuna de que los dos únicos disparos entre los tres palos acabaron en gol. El del empate a uno lo materializó Ferrán Torres, de otro disparo cruzado, otro golazo para equilibrar en belleza al de Muniaín. El choque era frenético, los rivales no se daban respiro alguno, era la Copa en estado puro. Sin tregua, a por todas. Los rojiblancos pudieron adelantarse de nuevo, pero Nico Williams y Sancet no estuvieron acertados. Y así se llegó al descanso.

Tras la reanudación el estadio volvió a rugir. Para contener en la medular Xavi metió a Nico por Abde. Los vascos bajaron el ritmo y la presión, era imposible mantenerlo todo al límite. Aún con eso dispusieron de las mejores ocasiones para marcar. Así Iñaki Williams envió un centro envenenado que se topó con el larguero, y la que sí se materializó fue la de Íñigo Martínez, que empujó un balón que deambulaba por la línea de gol. Cuando el resultado parecía definitivo Pedri batió a Arrizabalaga en el 93, dando lugar a la prórroga. En la cual, con ambos contendientes extenuados, marcó Muniaín, tras penalti por mano involuntaria de Jordi Alba. El Barcelona lo intentó, pero ya con Ansu Fati lesionado de nuevo, y con el cansancio no pudo empatar, y dijo adiós a la Copa. Un trofeo que probablemente se paseará en gabarra por Bilbao, si el Athletic Club mete esta intensidad en el resto de eliminatorias.

miércoles, 12 de enero de 2022

El Madrid supera a un buen Barça en la Supercopa

 

El FC Barcelona cayó con grandeza ante el Madrid (2-3) en las semifinales de la Supercopa de España. El Clásico, disputado en Riad, hizo honor a su nombre y deparó un partidazo. Los azulgranas llevaron a los madrileños al límite, igualando dos veces la contienda y sucumbiendo en una prórroga en la que los de Xavi llegaron más castigados de gemelos. Los blancos jugaron un partido de perfil bajo, sin brillo alguno y fiándolo todo a las contras, como si de un equipo pequeño se tratase. Lo que le diferenció de uno de estos fue la calidad de sus delanteros y sus certeras definiciones en los tiros a puerta.




Modric, con su inmenso criterio, lideró a los merengues hacia una final que pudo haber merecido su eterno rival. Se la quitó a un Barça que por fin ofreció una gran imagen, compitiendo de poder a poder, en la que a la postre le faltó el premio. Los de Ancelotti siguen subidos en la ola de la victoria, y aunque los culés han recortado notablemente las distancias, aún les falta el antídoto para esas contras vertiginosas que hacen languidecer su magnífico trabajo durante 120 minutos. Abrió el marcador Vinicius en una pérdida de Busquets en la medular. Empató Luuk de Jong al filo del descanso. A día de hoy, quién lo iba a decir, el De Jong bueno es Luuk. 

Tras la reanudación con el baile de cambios de Xavi mejoró el decorado para los catalanes, con dominio, control y un Dembélé causando estragos por el extremo izquierdo. A pesar de ello volvió a anotar el Madrid, con una pelota que se encontró Benzema a bocajarro, tras despeje de Ter Stegen. Con un Ter Stegen de temporadas anteriores, el Barça, a buen seguro, estaría en la final. Xavi tocó rebato, puso todos los atacantes posibles y dejó línea de tres en defensa. Volvió Ansu Fati, tras su lesión, y regresó su idilio con el gol. Tanto de cabeza, emergiendo entre las torres blancas, tras centro venenoso de Jordi Alba. El encuentro pudo sentenciarlo Dembélé, pero Courtois sí paró lo suyo. En la prórroga el Barcelona no contemporizó, jugaba con tres defensas y siguió atacando con vehemencia. Y sin red. Otra contra pilló en paños menores a la zaga, Piqué y Araujo, exhaustos, no pudieron detener a cinco madridistas ávidos de gol, Valverde apuntillaba a un Barça que ya no tenía piernas ni frescura, y caía con dignidad.

sábado, 8 de enero de 2022

El Barça de Xavi también desespera

 

El FC Barcelona es la desesperación personificada. Es indiferente el entrenador que lo dirija. Con Koeman, con Sergi, con Xavi, con los tres ha dejado escapar la victoria en los instantes postreros. Luego ya no es problema del que se sienta en el banquillo, es asunto de la desgobernanza y la bisoñez en la zaga. No saben defender un resultado, ni con garra, ni con la posesión, ni con pelotazos a la grada,… de ninguna manera. Ni tan siquiera es un atenuante el jugar con uno menos… ¡diantre!¡que son 10 minutos con uno menos!¡defiende los tres puntos con uñas y dientes! Es igual. No hay manera.



Contra el Granada en Los Cármenes se volvió a representar el enésimo episodio de la endeblez azulgrana. El caso es que en proyección ofensiva y mejora sustancial de la presión se ha mejorado con Xavi, pero tampoco da para tirar cohetes, puesto que a los culés les cuesta en exceso acercarse a la meta rival. Con el renacido Luuk de Jong se ha abierto una nueva vía ofensiva: los balones al área. El neerlandés envió al fondo de las mallas la primera pelota que le llegó llovida del cielo, pero el VAR lo anuló por una de esas chorradas de fuera de juego de hacía un cuarto de hora y además de otros jugadores, que no se ve claro ni tirando líneas. Surrealista. Pero el bueno de Luuk marcó en posición correcta.

Los locales no mostraron nada especial, aunque parecieron un conjunto más hecho que el rival anterior, el Mallorca. El 0-0 al descanso no era injusto, pero el Barça merecía algo más, aunque solo fuese por sensaciones. Y así lo hizo valer el propio De Jong,-como aseverando que aquí Morata no pinta nada-, al enchufar un cabezazo tras preciso centro de Dani Alves desde la derecha, como en los viejos tiempos. El lateral brasileño mostró un correcto tono en su redebut blaugrana a los 38 años. Desde los extremos Dembélé y Jutglá no tenían su mejor tarde, pero menos aún el impulsivo Gavi, que vio dos amarillas y el camino de los vestuarios antes de tiempo. Con ello los granadinos se crecieron en la busca de la igualada. La consiguieron en un córner mal defendido por el Barcelona en el 89. Otra vez los catalanes nadaban para morir en la orilla. En cierto modo comprensible cuando tus mejores jugadores son un casicuarentón y un descarte del Sevilla.

jueves, 6 de enero de 2022

¡FELIZ DÍA DE REYES!

Estos sí eran Reyes Magos…



Y no Dani Alvés con 40, Ferrán Torres y Morata!



miércoles, 5 de enero de 2022

Dembélé esquiva un sonrojo en Linares


Era un partido de Copa con trampa, pues se da por hecho que contra un equipo de tercera el FC Barcelona está obligado a ganar sobrado y jugando bien al fútbol. Ambos parámetros no se dieron frente al Linares. Los jiennenses no se amilanaron ante la teórica superioridad azulgrana. Incluso se adelantaron en el marcador en un despiste de la zaga visitante, que permitió un centro medido desde el lateral izquierdo para que Hugo Díaz la cruzase, ante Neto, de espléndido testarazo. Los culés, con un 3-3-2 más Alves y Alba a su libre albedrío, no daban la talla y los locales apretaban los dientes para defender el tanto que los clasificaba para la siguiente ronda. Los 10.000 aficionados también arropaban lo suyo.




Tras la reanudación Xavi movió el banquillo. Era eso o sufrir hasta el final. Saltaron al césped de Linarejos: Dembélé, Piqué y Frenkie de Jong. El extremo francés revolucionó el duelo, entrando como cuchillo en mantequilla entre los adversarios andaluces. Le pese a quien le pese, este Barcelona está necesitado de la aceleración que imprime Dembélé a todas sus acciones. Es un futbolista distinto, a veces displicente, pero que marca la diferencia. Solo con un par de arrancadas suyas ya desestabilizó a los contrarios, les metió el miedo en el cuerpo, les amedrentó con el primer latigazo que acabó en gol y les acogotó con otro trallazo que se estampó en el larguero. Este último habría sido el tercero, el de la tranquilidad. Antes había anotado Jutglá el tanto de la victoria. El chaval tiene ritmo, disparo, tenacidad y está sabiendo aprovechar las oportunidades que le brindan las lesiones de los delanteros titulares. Entró en el área, recortó al defensor y batió de tiro cruzado a Brimah, dejando las emociones coperas para la siguiente ronda.


domingo, 2 de enero de 2022

La fuerza acompañó a Luuk en Mallorca

 

Xavi no quería disputar el partido en Mallorca, debido a las 17 bajas con las que contaba, pero Luuk de Jong no se lo quería perder, era la única posibilidad que tenía de ser titular en este FC Barcelona de toque y posesión del egarense. Formó en el once inicial y fue, sin duda, el mejor de un mermado Barça. El neerlandés no solo fijó a los centrales bermellones, también fue el artífice de la victoria con su solitario gol de cabeza al filo del descanso. Ter Stegen rubricó el triunfo con un paradón en el tiempo de alargue, cuando mas apretaban los locales en busca de la igualada.




Entre bajas por lesión, por covid y por sanción saltó el Barcelona al césped del Iberostar Estadi con un equipo de circunstancias. Un once raro, raro, raro… Con Araujo de lateral derecho, Riki Puig de titular, Frenkie de Jong ejerciendo de Busquets, Ilias y Jutglá en los extremos… en definitiva pocas garantías para sacar los tres puntos, máxime con los vaivenes y la inseguridad que transmiten los azulgranas esta temporada. Con todo y con eso los visitantes entraron con autoridad a la contienda. Dominando el esférico y metiendo a los de Luis García en su propio campo. Pero faltaba la pólvora arriba, algo de lo que adolece este Barça, y así parecía que iba a continuar cuando Luuk de Jong lanzó un disparo a puerta que salió por la banda izquierda. No tardó en redimirse el delantero holandés, con un tiro que se topó con el poste y con una espectacular y acrobática chilena que se estrelló en el larguero, habría sido el gol del año. Y a la tercera fue la vencida, enviando al fondo de las mallas un buen centro de Mingueza desde la derecha. Corría el minuto 44 y el tanto psicológico premiaba al mejor equipo.

Tras la reanudación los catalanes aflojaron el ritmo. Algo usual que vienen haciendo en los segundos actos. Tampoco el Mallorca inquietaba, pero sí daba un paso adelante, eso sí, sin mordiente alguna y no dando la sensación de un equipo de primera. Entre cambios y pérdidas de tiempo el duelo fue languideciendo. Unos sacaban toda la artillería y los otros ora un imberbe, ora uno con acné juvenil. A este último, en el tiempo añadido, se le escapó su marca, que soltó un zapatazo, solo, delante del portero, pero se topó con el muro alemán, que sacó su brazo de acero y lo mantuvo rígido para llevarse la recompensa. Y ahí también la fuerza acompañó al Barça.