viernes, 21 de enero de 2022

El Athletic es más fiero que el Barça

 

El FC Barcelona fue eliminado de la Copa del Rey por un Athletic Club superior en garra, en intensidad y en testosterona. Fue en la prórroga, tras un partido vibrante, épico, luchado de poder a poder, y en el que la ventaja de jugar a partido único en San Mamés fue determinante. El público bilbaíno llevó en volandas a unos aguerridos leones que lo dieron todo de principio a fin. El 3-2 final dice mucho del partidazo que se vivió en La Catedral en el que los dos mejores equipos de la historia de la Copa dirimían un nuevo duelo por superar estos octavos de final del torneo del ko.




Mal comenzó el encuentro para los catalanes cuando no había transcurrido el minuto dos y Muniaín adelantaba a los locales con un disparo sutil y colocado al palo largo. Al Barça le tocaba remar a contracorriente. Mostró buenas maneras y se vislumbraron esbozos del buen fútbol que persigue Xavi, pero ni aún así le dio para ganar. Y eso que tuvo la fortuna de que los dos únicos disparos entre los tres palos acabaron en gol. El del empate a uno lo materializó Ferrán Torres, de otro disparo cruzado, otro golazo para equilibrar en belleza al de Muniaín. El choque era frenético, los rivales no se daban respiro alguno, era la Copa en estado puro. Sin tregua, a por todas. Los rojiblancos pudieron adelantarse de nuevo, pero Nico Williams y Sancet no estuvieron acertados. Y así se llegó al descanso.

Tras la reanudación el estadio volvió a rugir. Para contener en la medular Xavi metió a Nico por Abde. Los vascos bajaron el ritmo y la presión, era imposible mantenerlo todo al límite. Aún con eso dispusieron de las mejores ocasiones para marcar. Así Iñaki Williams envió un centro envenenado que se topó con el larguero, y la que sí se materializó fue la de Íñigo Martínez, que empujó un balón que deambulaba por la línea de gol. Cuando el resultado parecía definitivo Pedri batió a Arrizabalaga en el 93, dando lugar a la prórroga. En la cual, con ambos contendientes extenuados, marcó Muniaín, tras penalti por mano involuntaria de Jordi Alba. El Barcelona lo intentó, pero ya con Ansu Fati lesionado de nuevo, y con el cansancio no pudo empatar, y dijo adiós a la Copa. Un trofeo que probablemente se paseará en gabarra por Bilbao, si el Athletic Club mete esta intensidad en el resto de eliminatorias.

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