domingo, 29 de noviembre de 2020

Otros cuatro chicharros a Osasuna

 

Parece ser que se abona al 4-0 el FC Barcelona. Tras endiñarle ese marcador al Dinamo de Kiev, ahora le ha tocado el turno al Osasuna, que recibió la misma goleada que los ucranianos hace tres días. A diferencia de la de Champions League la de LaLiga la lideró y la rubricó Lionel Messi. El argentino, muy motivado tras el fallecimiento de su compatriota Maradona, quiso dar el do de pecho y se erigió en líder, asistente, director y creador a lo largo y ancho del encuentro. El portero rojillo tuvo que recoger el esférico cuatro veces de las redes, cada una de ellas proveniente de un delantero azulgrana diferente.

Un Barcelona muy enchufado desde el principio, tras el emotivo minuto de silencio dedicado a Maradona, salió con mucha movilidad y buscando los espacios continuamente, supo buscar las debilidades de un conjunto pamplonica muy contundente en labores defensivas, jugando con tres centrales, pero que paulatinamente fue desintegrándose ante la superioridad del rival. Tras varias acometidas desbaratadas por los visitantes a los treinta minutos llegó, a trancas y barrancas, el tanto de Braithwaite. Y al filo del descanso un virtuoso Griezmann materializaba el segundo de un voleón terrorífico desde fuera del área.

Tras la reanudación el Barça siguió a lo suyo, picando piedra y martilleando la meta de Sergio Herrera. Hasta que a la hora de juego llegó el gol de Coutinho, tras asistencia generosa de Griezmann. Aún faltaba lo mejor, la maravilla del mejor jugador de todos los tiempos, Don Lionel Messi, que se sacó un zambombazo cruzado desde la frontal que selló la goleada. El astro argentino le dedicó el tanto a otro de las mayores estrellas del firmamento, luciendo la casaca que el propio Maradona vistió con Newells. Era la guinda del pastel de un encuentro disputado en el Camp Nou a una hora atípica (14:00) en una liga más atípica que comandan Real Sociedad y Atlético de Madrid, y el cual había que ganar o ganar para seguir en la pelea por el título.

martes, 24 de noviembre de 2020

Un Barça impredecible golea en Kiev (0-4)

 

El FC Barcelona se impuso con autoridad y contundencia en el Olimpiyskiy Stadium por 0-4. Con total ausencia de criterio, despistando a propios y a extraños, pues los de Koeman son capaces de pasarlas canutas contra el Dinamo de Kiev en el Camp Nou y ganar por la mínima con los titulares y a los pocos días devolver la visita a Ucrania, jugando con un equipo de circunstancias plagado de suplentes y juveniles y golear al rival. Imprevisibles de todo punto. La victorias les permite acudir a su cita habitual de los octavos de Champions. Lo consiguió tras dominar de cabo a rabo a un Dinamo que no supo plantar cara en su casa como sí lo hizo en el Estadi.




Los suplentes y los juveniles sometieron a los ucranianos y les endosaron cuatro tantos en la segunda mitad, en la cual tuvieron una eficacia soberbia. Consiguiendo el cuarto triunfo en otros tantos partidos de esta liguilla. Inauguró el electrónico el estadounidense Dest, luego lo amplió el “9” de este Barça: Braithwaite, que tiró dos veces a portería en el encuentro y anotó dos goles, el último de penalti, cometido sobre él mismo. El cuarto de la noche lo materializó el sinsorgo Griezmann, que cruzó el esférico al palo contrario del portero desde la posición natural de Messi. El argentino, por cierto, ni cogió el avión. Koeman le dio descanso, lo mismo que a De Jong. También se lo perdieron, pero por lesión: Busquets, Piqué, Ansu Fati y Umtiti.


Por el bando azulgrana destacaron los goleadores, pero también Mingueza, el central del filial mostró categoría y seguridad en la zaga en su debut con el primer equipo. También se estrenaron Konrad y Matheus Fernandes. Todos ellos hicieron un digno papel, triangulando correctamente, haciendo transiciones rápidas y jugando fácil la pelota. El Barça llegaba bien al área contraria, y le faltó definición en la primera parte, pero la encontró, sobradamente en el segundo acto. Los locales apenas inquietaban la meta del único titular culé, Ter Stegen. Y poco a poco fueron cayendo los goles que daban al Barcelona el triunfo, el pleno al 12 y la clasificación para los cruces de octavos. A ver si se reafirman estas buenas sensaciones en liga frente a Osasuna.



domingo, 22 de noviembre de 2020

Una derrota traumática y dramática en el Metropolitano

 

Un drama en azul y grana el que se vivió en el Wanda la noche del sábado. Una cornada con varias trayectorias, en la cual el enfermo perdió mucha sangre, si bien el estado es estable dentro de la gravedad. La derrota aleja al FC Barcelona a 9 puntos de la cabeza, y también lo deja muy tocado en lo anímico y en lo físico, pues Piqué que nunca ha tenido una lesión de importancia en toda su carrera, se lesionó en un lance fortuito y estará muchos o muchísimos meses en el dique seco. La desgracia se cebó también con Sergi Roberto, que tras un disparo a puerta sufrió una rotura en el muslo que lo tendrá dos meses apartado de los terrenos de juego. Así que la derrota le salió carísima a Koeman y los suyos.




El Atlético de Madrid consiguió un doble objetivo: se llevó los tres puntos en liza y dejó muy tocado al Barça, uno de sus rivales directos por el título de Liga. Tampoco es que los colchoneros diesen una exhibición de fútbol, pero sí que hicieron algo más que su contrincante para llevarse el triunfo. El Barcelona estuvo a ratos mal y a ratos criminal. Con un juego deslavazado, con muchas pérdidas de balón, con descontrol en la medular, con una inoperancia brutal en ataque, con una zaga que hace aguas, y no queremos imaginar cómo se presenta el futuro con tres centrales lesionados y solo uno sano. En el estadio rojiblanco todo lo que podía salir mal… salió mal, inclusive la derrota que nunca había sufrido el Barça contra el “Cholo” Simeone, la sufrió en esta ocasión.

Messi, que en este inicio de temporada ha tirado un poco del carro, estuvo irreconocible. Jugando, posiblemente, uno de sus peores encuentros con la zamarra culé. Por el contrario Griezmann fue perfectamente reconocible, su fútbol y su actuación fueron igual de nefastos que en el año y medio que lleva en el club. El que dio la de arena fue Ter Stegen, que tras falló de Piqué en la entrega, salió a por uvas al medio del campo, donde Carrasco le hizo un túnel y a puerta vacía anotó el 1-0. El grave error cuando quedaban diez segundos para el descanso fue una gigantesca losa para el equipo, que ya no pudo ni estar cerca del empate.

sábado, 7 de noviembre de 2020

Griezmann es más malo que la carne de pescuezo

 

Venció el FC Barcelona por 5-2 al Real Betis, un triunfo fraguado gracias a la aparición fulgurante de Lionel Messi en el segundo acto. Pero eso no es óbice para subrayar lo más importante del choque: Griezmann es más malo que la tiña. Es un jugador horrendo, engreído, sin regate, sin definición, demasiado estático, con una sola pierna, la derecha la usa solo para estar de pie. Horripilante, en definitiva. Pese al delantero francés el Barça supo imponerse con contundencia a los pupilos de Pellegrini, que se presentaron en el Camp Nou con cinco titulares con pasado azulgrana.




Sorprendió la decisión de Koeman de sentar de inicio a Messi en el banquillo. Aún así el Barça tuvo muchas ocasiones para marcar, algunas muy claras, como todas las que dilapidó ¿”el principito”?. De otro delantero se habría podido decir: no está teniendo la tarde, pero es que el galo no tiene ni tarde ni la noche, ni nada de nada. Es, de largo, el peor jugador de la historia del Barcelona en relación calidad-precio. Así que tuvo que ser su compatriota, Dembélé, el que soltase un latigazo para inaugurar el electrónico. Los culés siguieron fallando cara a puerta, inclusive Griezmann falló un penalti, cometido sobre Ansu Fati. Para colmo el chaval se lesionó en esta acción, y por si esto era poco, al filo del descanso los verdiblancos empataban por medio de Sanabria, tras un pésimo balance defensivo de los locales.

Tras la reanudación el escenario cambio radicalmente, todo gracias a Messi, en el primer balón que no tocó, la dejó pasar por entre sus piernas para eliminar a dos defensores y al portero, dejando solo a Griezmann, que a portería vacía sí sabe meterla. Antes de cumplirse el cuarto de hora llegó otra jugada de Messi, que culminó con otro zurdazo de Dembélé, que provocó el penalti y la expulsión de Mandi por detener el gol cantado con la mano. Messi batió a Bravo por la escuadra. No fue el de la sentencia, pues Loren Morón acortaba distancias tras otra defensa nefasta. Sí lo fue el cuarto de Leo en el 81, su primer tanto de jugada en esta Liga. El broche lo puso Pedri, que tras marcarse otro buen partido, se estrenó como goleador en Primera, a pase de Sergi Roberto. Así se cortó la mala racha del Barça, tras cuatro partidos sin ganar, pero ni eso, ni la manita, ni la clase de Messi fue lo reseñable, lo más destacable del duelo fue que: ¡¡¡Griezmann es más malo que la carne de pescuezo!!!

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Ter Stegen retorna y salva los tres puntos

 

El FC Barcelona las pasó canutas para imponerse 2 a 1 en el Camp Nou ante el Dinamo de Kiev. Todo parecía predispuesto para un goleada de los locales dado el gran número de bajas, debidas al coronavirus, con las que se presentaron los ucranianos en el Estadi. Solo contaban con trece fichas de jugadores del primer equipo, aún así ofrecieron una notable imagen en Barcelona y no puntuaron porque en la filas azulgranas reaparecía Ter Stegen, tras casi tres meses lesionado. El guardameta alemán dio un recital bajo los palos, exhibiendo todo su repertorio, para conservar la victoria.




El Barça estuvo mal, no anduvo fino en la circulación, perdió muchos balones, no controló la medular, y lo peor de todo fue el nefasto balance defensivo. Fue pillado en paños menores en muchos lances del juego y muchos de ellos terminaban en un cara a cara con Ter Stegen, que desbarataba el germano. Messi adelantó a los culés con su tercer gol en esta Champions, todos ellos de penalti. Pudo haber marcado en otra modalidad, de disparo, de cabeza e inclusive con su mejor especialidad, de libre directo, pero el joven portero Neshcheret estuvo a gran altura, con tan solo 18 años, revelándose como un cancerbero de futuro. De hecho los dos guardametas fueron de lo mejorcito de la noche, con diferencia, devengando una batalla sin cuartel bajo los palos.

Con esa mínima ventaja se fueron al túnel de vestuarios. En el descanso recordamos las palabras de Lucescu en la previa: “No veo al Barça como una candidato a ganar esta Champions”, y puede que el entrenador rumano tenga razón. A los de Koeman les falta pegada, más aún sin el “killer” Suárez, y así no se puede llegar lejos en el viejo continente. Tras la reanudación no cambió demasiado el escenario, los azulgranas no acababan de carburar y los visitantes se crecían con el paso de los minutos. Ni el testarazo de Piqué, que significó el 2-0, a pase de un buen Ansu Fati, sirvió para tranquilizar el juego ni el tempo del partido. El Dinamo siguió con su contras vertiginosas y el Barça las pasaba canutas, pero ahí se lucía siempre Ter Stegen, salvo en el 75 cuando solo pudo rechazar un disparo y Tsygankov empujó el esférico para acortar distancias. Aparecieron más dudas, pero el marcador ya no se movió… y las dudas tampoco. Lo único bueno el resultado y la vuelta del mejor portero de la actualidad.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Pacheco detiene al Barça

 

El FC Barcelona dio la de arena frente al Alavés. Solo pudo sacar un punto de Mendizorroza, frente a un equipo que jugó con diez la última media hora. En tan solo tres días dilapidaron los de Koeman el prestigio de la victoria conseguida en Turín ante la Juventus, con raciones de buen juego incluidas. El Barça mereció ganar, más de veinte disparos a puerta lo atesoran, pero en el fútbol no es suficiente la meritocracia, y es más importante vencer que lucirse. Tampoco es que los azulgranas hicieran mucho de esto último, y lo peor con todo fue el fallo garrafal de Neto, que se enredó con la pelota en los pies y le regaló un gol a puerta vacía a Rioja en el minuto 31.




A partir de ahí el Barcelona nadó contra corriente. Si ya era difícil penetrar entre la maraña de jugadores dispuesta por Machín cuando iban empate a cero, con un gol a favor ya ni te quiero contar. De esos partidos con el autobús delante de la portería le salen muchos al Barça, y la solución es tratar de marcar rápido para evitar los nervios finales. Pero claro esta medida era susceptible de utilizarse cuando a los culés se les caían los goles por todas partes, ahora es más difícil, cuando no tienes delantero centro y está Messi que no ve puerta como antes. Ni tan siquiera Ansu Fati que cumplía 18 años pudo abrir la lata.


Con ese 1-0 se avecinaba una segunda mitad de frontón, más que de fúbtol. Los visitantes no veían el hueco, y cuando tenían alguna ocasión, la marraban. En esto que llegó la expulsión de Jota por doble amarilla a la hora de juego y el Barça vio la luz. Empató enseguida con tanto de Griezmann y buscó a la desesperada el gol del triunfo, pero cuando parecía que la fruta caería de madura, no fue así. Los vitorianos se parapetaron delante de Pachecho, y entre el portero y la zaga consiguieron malograr todos los envites de Messi y compañía. Hasta cuatro delanteros más Trincao acumuló el Barça en el último cuarto de hora, pero ni por esas. El Alavés aguantó su valioso punto hasta el pitido final, y al Barça le supo a derrota amarga.