domingo, 22 de diciembre de 2019

El Alavés se lleva cuatro del Camp Nou


El FC Barcelona solventó con cierta capacidad (4-1) el último partido del año, lavando así la floja imagen que dejó tras el clásico. El Deportivo Alavés arribaba al Estadi como la víctima perfecta para pagar los platos rotos y lo que se presumía así ocurrió. El tridente azulgrana no perdonó. La MSG felicitó las fiestas navideñas a todos los culés del planeta, mojando cada uno de ellos ante el equipo vasco, también se unió a la borrachera de goles el chileno Arturo Vidal, que se reivindicó doblemente, una por aportar lo que no fue capaz de realizar la medular titular ante el Madrid, y otra por la garra que despleguó, a la que hay que añadir el tanto que anotó antes del descanso.


No fue un duelo demasiado brillante, pero sí disputado. Se celebraba el décimo aniversario del sextete de títulos barcelonista y la sombra de aquel curso plagado de copas y de aquel Barça triomfant fue y es alargada. Muy alargada. Los de Valverde trataron de poner la carne en el asador desde el minuto uno. Pacheco se tenía que emplear a fondo por las constantes acometidas de los locales. La zaga blanquiazul se parapetaba en su campo y se defendía con orden. Este se quebró cuando Ximo fallo en un despeje fácil y dejó una pelota perfecta para que Griezmann la empalase ajustada al palo derecho. El segundo llegaría de un disparo cruzado de Vidal, que parecía que dejaría tocados a los visitantes, pero no fue así.
Tras la reanudación los de Asier Garitano salieron con ímpetu, quizás buscando resarcirse de su reciente eliminación copera en primera ronda. Un contra perfecta la aprovechó Pere Pons, llegando desde segunda línea, para conectar un certero cabezazo, en el cual Ter Stegen hacía la estatua, que ponía picante en el electrónico. El público, con la ventaja por la mínima, empezó a tragar saliva. Messi no. El megacrack mundial fusiló con su zurda desde la frontal, le dio igual que hubiese cinco defensas. Por algo es el mejor de la historia. Un penalti de VAR, no visto en directo, por manos en el área pequeña, lo transformó Luis Suárez en el 4-1 definitivo. Con esta goleada el FC Barcelona cierra el año natural, y lo acabará como líder de LaLiga.

jueves, 19 de diciembre de 2019

El Barça sin control y el Madrid sin gol


Cerocerismo” nos deparó el clásico más esperado de los últimos tiempos. El partido disputado en el Camp Nou, postergado por temas políticos, bajo enormes medidas de seguridad por las amenazas independentistas, dejó más sombras que luces y un encuentro sin goles, resultado que no se daba desde 2002, cuando volvió el traidor de Figo al Estadi. El FC Barcelona jugó uno de los peores partidos que se le recuerdan contra el eterno rival. Se dejó acogotar por la presión alta del Madrid y no se encontró cómodo en ningún tramo del duelo. Zidane le ganó el duelo de banquillos a Valverde, imponiendo su medular y creando muchos problemas a la salida del balón de los locales.


El Barça no tuvo continuidad en su pobre juego, muy espeso en el toque y demasiado errático en la circulación, sucumbiendo así ante la adelantada presión del conjunto capitalino. La medular azulgrana hizo aguas. Rakitic, De Jong y Sergi Roberto no la olieron ante la irrupción de Casemiro y Valverde. Hasta Kroos e Isco, otrora denostados, parecerían recuperar vestigios de su mejor fútbol. Solo una pega, les faltaba verticalidad y punto de mira afinado, sus disparos desde la frontal no hacían daño a Ter Stegen y podrían haber jugado 180 minutos y no hubieran marcado al arco iris. Messi y Jordi Alba también estuvieron a punto de inaugurar el electrónico, pero tampoco tenían el día. No te cuento el de Suárez y Griezmann, ambos fallaron todo lo que tocaron y no parecieron jugadores susceptibles de militar en el FC Barcelona. Solo el omnipresente Piqué se salvó de la quema.
Tras la reanudación no se modificó el decorado, más empuje del Barça, más toque del Madrid, a estos se les apagaban las luces cuando llegaban al área contraria y a los barcelonistas le costaba salir de la cueva.El reparto de puntos sentó mejor a los barcelonistas, pues visto lo visto en el desarrollo del juego, los blancos merecieron mejor suerte. El equipo merengue sale reforzado de su visita a Barcelona, pues a pesar de no lograr la victoria fueron superiores en este partido. Los culés mantienen el liderato y eso es lo único positivo que pueden sacar, eso y que toca mucha autocrítica, empezando por Valverde, que sigue sin ser un entrenador para un club como el Barça, y que lo está llevando a unas cotas indignas del estilo marcado por el mítico Johan Cruyff.

domingo, 15 de diciembre de 2019

El árbitro solo deja empatar al Barça en San Sebastián


El Real Sociedad-FC Barcelona pintaba partidazo en la previa. Y lo fue. Encuentro disputado de poder a poder, en el que pudieron ganar los dos contendientes y en el que hubo reparto de puntos (2-2). Fue un duelo espectacular en el que quiso destacar un impresentable, tirando a muy impresentable, el colegiado Arberola Rojas. El sujeto tuvo la indecencia de pitar en contra del Barça un penalti, a los 10 minutos de juego, por esos agarrones que se ven cientos en saques de esquina y lanzamientos de falta. Ahí no le tembló el pulso, eso sí cuando en el 93 se prodjujo un agarrón flagrante con derribo incluido a Piqué, que podía haber significado la victoria culé, se desinhibió y miró para otro lado, (el del VAR, Gil Manzano, hizo lo propio), el muy cagón y parcial árbitro toledano.


Y esa es la historia de nunca acabar de los árbitros madridistas, antiBarça, madrileños, o toledanos, que ya por cercanía... La mayoría son tipos con aspecto chulesco, engominado, prepotentes, vomitivos en definitiva, que inexorablemente y de manera plúmbea han perjudicado al equipo azulgrana, en beneficio del Madrid (estilo Muñiz Fernández), en su propio beneficio (Rodríguez Santiago), o ambas cosas (Megía Dávila, que de tanto robar al Barça le dieron el puesto de delegado del Madrid, ya sin disimulos de los del señorío y los de la caverna). Aún con todo el FC Barcelona se sobrepondrá a esta caterva de golfos apandadores.
El choque fue espectacular. Reiteramos. A pesar del ínclito colegiado. Los txuri-urdin aprovecharon el regalo de Arberola Rojas para inaugurar el macardor de penalti, por medio de Oyarzabal, un jugadorazo con zurda exquisita, por cierto. Los de Valverde no se descompusieron, igualaron la contienda con picadita de Griezmann en una contra, al filo del descanso. Y al comienzo del segunto tiempo se adelantaron en el electrónico con tanto de Suárez a puerta vacía, tras regalo de Messi. Piqué tuvo la sentencia con un cabezazo salvado en la línea de gol. Un fallo en el despeje de Ter Stegen dejó la pelota muerta ante Isak, que solo tuvo que empujarla. A partir de ahí empujaron más los vascos, pero sin tino en el remate. El colofón lo puso el parcial árbitro, que sí quiso ver un penalti en contra del Barça, pero no uno clamoroso a su favor.

martes, 10 de diciembre de 2019

El Barça derrota al Inter en San Siro


El Internalizonale de Milán quedó fuera la Champions League para esta temporada. Fue eliminado de la máxima competición por un FC Barcelona plagado que se presentó en el Giuseppe Meazza con un conjunto de circunstancias plagado de suplentes y canteranos, que por cierto dieron la puntilla a los de Comte, puesto que los dos goles fueron anotados por Carles Pérez y por la estrella emergente Ansu Fati. El 1-2 del marcador final quizá no refleje la realidad de lo vivido en el encuentro, puesto que los locales tuvieron numerosas ocasiones de gol de la mano de Lautaro Martínez y de Lukaku, pero unas veces Neto y otras la zaga culé desesperaron a los neroazurri.


Funcionó el plan B diseñado por Valverde, que dispuso tres centrales, flanqueados por Junior y Wagué, que jugaron prácticamente de mediocampistas. De Jong por delante de ellos comandaba las operaciones, y Aleñá, Rakitic y Vidal aprobaban con nota su novedosa aparición en la medular. Messi se quedó en la Ciudad Condal y su sustituto fue Griezmann, mientras Carles Pérez iba casi de delantero centro. Fue él quien aprovechó una triangulación para inaugurar el marcador. Igualó la contienda Lukaku, tras pelea por la posición entre Todibo y Lautaro, que este cedió al belga para empatar al filo del descanso.
Tras la reanudación el Barça siguió tocándola y el Inter gozó de las mejores oportunidades para adelantarse. Lautaro insistía, pero tenía el pundo de mira desajustado. Al final entraron Luis Suárez y la estrella emergente Ansu Fati, para meter más madera al ataque azulgrana. El canterano de diecisiete años fusiló desde la frontal a Handanovic para ser el más joven en marcar en Champions, y para dejar silenciada a los tiffossi y para traer la victoria y los tres puntos para Barcelona. Reafirmando, así, el liderato del grupo y poniendo en valor a los que no juegan habitualmente, que dieron un golpe sobre la mesa en uno de los grandes templos del fútbol europeo.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Messi celebra su Balón de Oro con un hat-trick


El Mallorca fue el rival propicio para una nueva exhibición de Lionel Messi. El séxtuple ganador del Balón de Oro lo volvió a hacer, dio un recital y una espectáculo maravilloso a todos los amantes del fútbol. No conforme con ello, el mejor futbolista de todos los tiempos anotó su 35º triplete particular, nuevo récord de LaLiga, adornándolo con una retahíla de pases, asistencias, paredes y regates para deleite de los todos los culés del planeta. Todo esto lo hizo después de ofrecer el trofeo en los prolegómenos del encuentro.


El FC Barcelona mantuvo el liderato con una nueva goleada (5-2). Otra manita, y ya van unas cuantas esta temporada en el Camp Nou. Esta vez estuvo acompañada de buen juego por parte de los azulgranas, las piezas parece que por fin se van engranando y el tridente (todos marcaron) empieza a afinar la puntería. Ya solo falta que los ajustes defensivos empiecen a cuadrar y que no se deje bigolear en el Estadi a un equipo que coquetea con el descenso.
Los de Valverde comenzaron el duelo avasalladores, embotellando a los bermellones en su área. “El otro tridente” -Busquets, Rakitic y De Jong- dominaba la medular a su antojo. Pero fue en una contra, con asistencia magistral de Ter Stegen, en la que Griezmann se plantó solo ante Reina y lo batió picando el esférico. Diez minutos después Messi celebraba su reinado balompédico con otro de sus misiles a la escuadra. El Mallorca acechaba tímidamente la portería local y así un remate de Budimir, que desvió Lenglet, les sirvió para acortar distancias y meterse en el partido. Les duró poco la esperanza. En dos minutos Messi colocaba otro pase a la red, parecido al anterior, y Luis Suárez marcaba el tanto de la noche y posiblemente de la temporada, con un taconazo de vaselina y de espaldas que supuso el cuarto.
Tras la reanudación el Barça siguió intentándolo, pero ya con menos acierto, o con la cabeza en Milán. Ello propició un nuevo gol de Budimir, de cabeza, tras fallo en la salida de Ter Stegen. Algo de vidilla les dio a los visitantes, pero la distancia era demasiado grande, y más alargada se hizo con un nuevo zurdazo de Leo, esta vez a la escuadra opuesta, para variar, que confirmaba “la manita”, el liderato y una nueva exhibición del astro argentino, que le aupó, también, al pichichi del campeonato.

lunes, 2 de diciembre de 2019

domingo, 1 de diciembre de 2019

El Barça de Messi asalta el Metropolitano


Triunfo vital el que obtuvo el FC Barcelona en el campo del Atlético de Madrid (0-1). Una victoria que fue sufrida y trabajada durante los 90 minutos del duelo y que sirve para mantener el liderato de LaLiga. Dispuso Valverde el equipo de gala, obligado por las ausencias de Busquets y Dembélé, y la medular azulgrana no supo frenar las acometidas de los colchoneros. El Atlético fue mejor durante gran parte del encuentro, pero le falta mordiente arriba, pero que mucha mordiente. Morata porne trabajo y clase, pero no es el delantero para suplir a Griezmann.


Hay que resaltar un nombre propio, Lionel Messi, el próximo Balón de Oro emergió en los minutos postreros para asestar el golpe definitivo a los atléticos. Pero no sería justo dejar de mencionar la labor encomiable de Ter Stegen. El meta germano dio un recital de paradas y de colocación bajo los palos, evitando varias ocasiones claras para que los locales se adelantasen en el marcador. En especial una de Hermoso que desvió a córner por centímetros. También el Barça se pudo ir con ventaja al descanso si el testarazo de Piqué no se hubiese estrellado contra el larguero.
Tras la reanudación el Atlético lo siguió intentando, pero con los mismos problemas endémicos que acumula desde el inicio del campeonato, la falta de gol y de definición. Poco a poco, presas del cansancio, se fueron diluyendo en acometidas y ocasiones. Y poco a poco los culés se hacían con el tempo del partido. Cada vez dejaban más espacios, y una de esas situaciones fue la que aprovechó el mejor futbolista de la historia para sentenciar a los rojiblancos. Corría el minuto 86 cuando Messi inició una cabalgada, marca de la casa, llegó a la frontal, se apoyó en Luis Suárez, este se la dejó medida a la zurda del astro argentino y llegó lo inexorable: el zurdazo colocado de Leo para dejar mudo y compungido al Wanda. Messi se palmeaba el escudo con intensidad. Aquí está él. Aquí está el FC Barcelona. Aquí está el líder.