sábado, 24 de febrero de 2024

El Barça sorprende y golea al Getafe con comodidad

 

Sí, sorprendió. En efecto. El FC Barcelona nos sorprendió a todos y endosó una goleada al Getafe (4-0), y lo hizo sin sufrir, sin ganar por la mínima, con autoridad, buscando las debilidades a uno azulones que siempre lo ponen complicado cuando se enfrentan a los culés. Así que para variar los de Xavi se gustaron y vivieron un encuentro tranquilo, dada la victoria holgada y el número de goles que poco a poco iban subiendo al marcador. Todo fueron buenas noticias para los barcelonistas, pues incluso respondieron las dos apuestas de los extremos, tanto Joao Félix como Raphinha, volvían a la titularidad después de sus lesiones, y por qué no decirlo, de sus altibajos. Ambos aprobaron con nota y firmaron un gol cada uno.




Incluso el experimento Christensen en la medular se vio con mejores que en otras ocasiones, el propio central danés se animó con un desmarque de ruptura que finalizó él mismo con un pase de la muerte a Joao Félix, que supuso el segundo de la tarde. Cubarsí, con mando en plaza, volvió a ser titular, sentando a Íñigo Martínez, y dando una lección de serenidad y ubicación. El Getafe fue tan intenso o más que en otras ocasiones, con presión alta y dificultando la salida del balón, pero mostró una flaqueza: la gran distancia entre la zaga y el portero. Los locales lo vieron enseguida y empezaron a lanzar pases en profundidad al espacio. Así inauguraron el electrónico con tanto de Raphinha, que se plantó solo ante David Soria y le batió de disparo cruzado. Así se llegó al descanso.

Tras la reanudación un zapatazo desde la frontal de Luis Milla lo desvió con los dedos Ter Stegen para que se estrellase la pelota contra el poste. Hasta ahí llegaron los de Bordalás. La citada incursión de Christensen en ataque que devengó la segunda diana, el tercero fue obra de De Jong, que culminó una gran cabalgada desde su campo, y el último gol anotado por Fermín, tras rechace de Soria a tiro de Vitor Roque, cerraron una brillante tarde de un Barcelona coral, que por fin dejó vivir tranquilos a los culés delicados del corazón, y se afianza en la segunda plaza dándole algo de vidilla a la liga.

miércoles, 21 de febrero de 2024

El Nápoles sale vivo del Diego Armando Maradona

 

El FC Barcelona realizó un magnífico partido en el estadio del Nápoles, en la ida de los octavos de final de la Champions. Era el momento para hacerlo y lo hizo. Los de Xavi se jugaban mucho en este envite y a fe que se lo tomaron muy a pecho desde el primer instante. Con esa intensidad les gustaría a los culés verlos más a menudo, con esa garra y esa predisposición el primer acto fue absolutamente de los azulgranas. Los napolitanos ni tan siquiera tiraron a puerta, pero el problema es que el Barça no fue capaz de sentenciar con tres inmejorables oportunidades, que al final se evaporaron.




Tras la reanudación el encuentro prosiguió por los mismos derroteros. Ahora los visitantes seguían acogotando a los italianos, con menos juego bonito, pero con más verticalidad. Y a consecuencia de tanto ir el cántaro a la fuente al final llegó el tanto de Lewandowski. El gol ponía justicia poética en el electrónico, pero a partir de ese momento el Barcelona fue a menos. No fue a buscar el segundo, ni tan siquiera se puede aseverar que mantuvieron la misma intensidad, así que esa relajación se veía que se iba a acabar pagando. Y así fue, tanta concesión que al final Osimhen la cogió en el área, tras zafarse de Íñigo Martínez y conseguí empatar el duelo. Un disparo entre los tres palos y un gol, inmejorable bagaje para los de Francesco Calzona. Así que todo lo sembrado se fue al garate en un instante. Y es que ya se sabe que el que perdona lo acaba pagando. Queda el consuelo del buen marcador que se traen para la vuelta y que visto lo visto el Nápoles no parece demasiado inquietante.

sábado, 17 de febrero de 2024

Vigo ve caer al Celta ante un gris Barça

 

Un deslavazado FC Barcelona consiguió una relevante victoria (1-2) en Balaídos ante un Celta que mereció algo más. Los pupilos de Xavi desplegaron un juego horrible y fueron más malos que la carne de pescuezo. Ningún culé tuvo la sensación, tras la conclusión del partido, de llevarse algo a la boca, ni tan siquiera con el triunfo. Fue un encuentro anodino, paupérrimo para un equipo como el Barça. Sin juego, sin ocasiones, sin alma. No descarto haber sesteado en algún momento -como los azulgranas en muchas fases del duelo- pero creo haber contabilizado un disparo de Lewandowski en la primera mitad, que devengó un gran golazo, y ninguno tiro entre los tres palos en el segundo acto, salvo el penalti.




Tampoco ayuda en exceso que tu hombre organizador, tu “playmaker”, el Busquets 2.0, sea un central reconvertido a mediocentro como es Christiansen, que según Xavi aporta equilibrio. Debí ver otro partido, solo aprecié inestabilidad y falta de creatividad por los cuatro costados. Posesión sí, la tuvieron los visitantes, pero para qué, si eran toques irrelevantes entre Cubarsí y Cancelo, o similares. Todo de una intrascendencia brutal. La única buena noticia es que Lewy parece estar en su mejor momento de la temporada, y la primera que le dieron la alejó y soltó un zapatazo cruzado que batió a Guaita. La primera que recibió en el minuto 44, se dice pronto.

Tras la reanudación la típica torrija culé, que desespera al más pintado. Gol al minuto de juego. Vale que fue un desvió de Koundé que despistó a Ter Stegen, pero el Celta había llegado hasta posiciones de disparo demasiado fácilmente. A partir de ahí el Barça siguió mascando, rumiando y desgastando el esférico, sin propósito aparente alguno. Cuando ya parecía que el 1-1 era lo más equitativo para ambos contendientes un patadón, sin querer, de Fran Beltrán en el culo de Lamine Yamal, propició un penalti en el 92, que transformó Lewandowski y sirvió para llevarse los tres puntos para Barcelona y algo de moral para el próximo choque, el de Champions en Nápoles.

lunes, 12 de febrero de 2024

Ni contra el penúltimo puede el Barça

 

Ni de local, ni jugando contra el penúltimo de LaLiga, ni nada de nada. Sin fútbol, sin garra, sin ilusión, … sin nada a qué aferrarse. Esto es lo que nos ofrece el actual FC Barcelona. Un equipo ramplón, sin alma, con estrellas que no brillan y con un central de improvisado medio centro. Y puede que ahí radique la diatriba, que hay mucha improvisación en el club azulgrana. Lo que comentaba Xavi del equipo en construcción, uno piensa que no llega ni a eso, porque el Camp Nou sí está en construcción, se vislumbra, se palpa, pero el equipo, lo que es el equipo en sí, ni se palpa ni se vislumbra.




Contra el Granada, el penúltimo de la tabla, que apenas sí ha ganado un par de partidos, parecía que enfrente tenían al Chelsea, ni ideas para desarbolar la defensa, ni rapidez para descomponer el 5-4-1 del rival. Aún con el desbarajuste mayúsculo se adelantó el Barça con un gol de Lamine Yamal en el minuto 14. El jovencísimo extremo parece el único enchufado de todo el grupo. Pero ni encarrilando el partido saben los catalanes ejercer el control sobre el mismo. Así llegarían hasta tres goles de los granadinos, y eso a pesar de la vuelta a la portería de Ter Stegen. El primero significó el empate al borde del descanso, obra de Ricard. De esos mazazos psicológicos a los que este Barcelona no está preparado para afrontar.

Tras la reanudación los locales siguieron aturdidos. Y con tanto lesionado tampoco es que se pueda encontrar el revulsivo idóneo para revertir situaciones delicadas. A la hora de juego marcó Pellistri, el Barça respondió a los tres minutos con tanto de Lewandowski, pero hizo lo propio Miquel para los andaluces. Este Barcelona se desangra en la defensa. Es frágil como un cristal. Sacó la garra Lamine, robó un balón al acabado Callejón en la misma frontal del área y soltó un zurdazo raso y ajustado al poste. Era el definitivo 3-3 que daba más alegría al Granada que al Barça. Lógico.

sábado, 3 de febrero de 2024

El Barça recupera sensaciones ganando en Vitoria

 Venció el Fútbol Club Barcelona en Mendizorroza y lo hizo de la mano de Lamine Yamal un crack en ciernes que volvió loca a la zaga del Deportivo Alavés, propiciando una victoria necesaria para seguir consolidando sensaciones en la Liga. Lamine puso la clase y la efectividad de Lewandowski, Gundogan y Vitor Roque hizo el resto. Xavi sorprendió con la novedad de Christensen como pivote, por delante de los centrales, no es que brillase en demasía, pero sí que entorpeció las llegadas de Samu Orodion.




La presión alta que ejercían los locales a lo largo y ancho del campo la sedó el Barça, con control de pelota, a partir del cuarto de hora de juego. Lewandowski vio puerta tras varios encuentros sin hacerlo y dejó un gol de categoría, tras elevársela a Sivera en su salida a la desesperada. Cuando los azulgranas parecían tenerlo todo bajo control tuvo que salir la emerger la figura de Iñaki Peña para detener un cabezazo de Guridi. Con otro remate alejado del poste de Samu se puso final a la primera mitad.

Tras la reanudación la volvió a tener el conjunto blanquiazul en las botas de Luis Rioja, pero su tiro cruzado salió muy desviado. Y dos minutos después una jugada llevada por llamar culminó con un pase a Pedri y este la filtró para que Gundogan anotase un bello tanto de volea, sin dejarla caer. Dos minutos le duró la tranquilidad al Barça, pues Samu acortó distancias. Saltó al campo Víctor Roque y nada más hacerlo recibió una asistencia de Héctor Fort, culminando así otra brillante jugada de Lamine Yamal. Parecía que el Barcelona iba a tener por fin un encuentro tranquilo pero tampoco fue así, ya que "Tigrinho" vio dos amarillas en diez minutos, la segunda totalmente inexistente y que solo vio Martínez Munuera. Tocaba remar contracorriente. Y los del "glorioso" tenían 20 minutos con uno más para meter presión al rival, pero no consiguieron ni anotar el segundo. Y así el Barça mantiene su racha de no perder fuera de su estadio.

jueves, 1 de febrero de 2024

Victoria tras la despedida en diferido de Xavi

 

Ganó el FC Barcelona al Osasuna (1-0). Era el primer partido desde la despedida en diferido de Xavi, anunciando que deja el puesto de entrenador en junio. El egarense vio la mejora tras su anuncio, el resto no la observamos. Tan solo percibimos un Barça ramplón, sin demasiado alma y con menos fútbol del habitual. Era lo esperado, no cambia un conjunto de la noche a la mañana sin cambio de entrenador mediante. Tampoco lo hace por reunirse los jugadores a comer para hacer piña. Los locales vieron un Barcelona espeso, muy lento en determinados momentos y con algunos jugadores sin la chispa necesaria ni la calidad individual que se les presupone.




Era el partido aplazado por la Supercopa y el Lluís Companys asistió entre tibio y frío a los compases iniciales, en los cuales se lesionó Ferrán Torres, para aumentar a nueva la enfermería azulgrana. Salió Fermín en su lugar y el chaval fue el único que le puso intensidad al choque. Los demás desplegaron una mezcla de displicencia y de fútbol al tran tran. Algunos pitos y muchas dudas se apreciaron en el estadio olímpico. Los barcelonistas no generaron ocasiones dignas de mención, los pamplonicas se defendieron con mucho orden y el “cerocerismo” al descanso era lo más justo. Arrasate no imaginaba un duelo tan plácido.

Tras la reanudación poco o nada cambió. Otra vez un Barça muy plano y trabado. Primero pitos del respetable. Xavi también los oyó y puso en liza a Vitor Roque a la hora de juego. Fue llegar y besar el santo, “Tigrinho” orientó a la perfección de cabeza un centro medido de Cancelo. Solo llevaba medio minuto en el campo y su tanto desatascaba su existencia -no había marcado desde que llegó de Brasil- y la del Barcelona, que se aferró como una lapa a ese solitario tanto para maquillar sus miserias y conseguir tres puntos vitales en estos momentos de la liga. Le costó defenderlos, puesto que Raúl García rozó el poste con un gran disparo y dos balones parados en el último minuto pusieron taquicárdicos a más de un culé. La victoria no es indicativa de nada, solo es un pequeño paso para el equipo y, posiblemente, uno más grande para Vitor Roque.