lunes, 22 de marzo de 2021

Este Barça es la Naranja mecánica

 

En la contundente victoria del FC Barcelona en Anoeta (1-6) vimos fútbol con reminiscencias de la “Naranja mecánica”, fútbol preciosista que recordó a aquel cuyo estandarte era Johan Cruyff. Contra la Real Sociedad y tras esa media docena de goles, se vio un fútbol total, con Koeman dirigiendo, De Jong organizando y Dest (ex Ajax) bigoleando, rememoramos todo aquel talento holandés desparramado por el césped. Y eso que el encuentro no comenzó bien, Isak ponía a prueba a Ter Stegen y el Barça controlaba pero no golpeaba.




Todo cambió cuando entró en acción Serginho Dest. Si hace escasas fechas nos acordábamos de Dani Alves, por ser un lateral de largo recorrido, Dest nos hizo olvidar al brasileño durante 90 minutos. Él comenzó la jugada por el extremo derecho que se estrelló en el larguero y culminó con el acoso y derribo de todo el bloque azulgrana hasta que Griezmann, en última instancia, introdujo el esférico en la portería txuri-urdin. A partir de ahí se desató la tormenta. Un pase majestuoso filtrado por Messi para el propio Dest hizo que el estadounidense se estrenase como goleador azulgrana. Pero el Barça se mostraba insaciable y quería más.

Tras la reanudación prosiguió el vendaval. Los culés olían la sangre y se lanzaban en hordas hacia la meta del acosado Remiro. De un centro de Jordi Alba llegó otro remate de Dest, que con fortuna supuso el tercero de la noche. Messi quiso sumarse a la fiesta, le lanzó un desmarque a Busquets, este se la puso medida al pie, y el mejor jugador de todos los tiempos la colocaba, sutilmente, lejos del alcance del guardameta rival. El VAR anuló a Dembélé el quinto tanto por fuera de juego inexistente, pero el francés se picó y con una de sus arrancadas en velocidad desde la medular la cruzó con la zurda para poner la manita momentánea. La Real acortó distancias con un zapatazo de Barrenetxea, que entró como un misil en la meta de Ter Stegen. Aún faltaba la sinfonía final, como una orquesta coral, el Barça la tocó, la trianguló, la mareó, hasta que se produjo la conexión mágica Alba-Messi, para que este marcase el sexto y definitivo, el que sentenciaba la goleada, sellaba el triunfo y dejaba unas sensaciones inmejorables a los aficionados culés para soñar con esta liga.

martes, 16 de marzo de 2021

El colista no fue rival para el Barça

 

El FC Barcelona venció por goleada al Huesca (4-1) en el Camp Nou y con ello se metió de lleno en la lucha por LaLiga, colocándose a cuatro puntos del Atleti, que además tiene que visitar el Estadi. Fue un lunes atípico de fútbol, ya de por sí los lunes no son para el fútbol, pero en este caso nos dejó pinceladas muy variadas: el nuevo/viejo presidente Laporta asistía a su primer partido al palco como tal, Messi alcanzó a Xavi como jugador con más partidos en el Barça, Griezmann anotó, sin que sirva de precedente, un golazo, claro que pecata minuta en comparación con uno de los dos de Messi, el mejor jugador de todos los tiempos no para de hacer historia con el conjunto azulgrana… y que siga.




Koeman, que parece que ha dado con la tecla, dispuso el mismo once titular que tan buenas sensaciones dejó en el Parque de los Príncipes. Aunque con Messi enchufado es un tanto indiferente los que le rodeen, de hecho el duelo fue tal hasta que Leo decidió meter el primero por la escuadra, previos regates a dos rivales, sería para celebrar el récord de 767 partidos con el Barça. No se había cumplido el cuarto de hora y los oscenses ya se diluyeron. Y eso que los de Pacheta la tocan y la tocan y despliegan un buen fútbol, pero insuficiente para puntuar en Barcelona. Aunque a punto estuvieron de empatar con un gran jugada de Maffeo que se topó con el mejor Ter Stegen. Contestó Jordi Alba con un zapatazo al larguero, y no perdonó Griezmann con un roscazo a la escuadra, emulando al chicharro de Messi. La sentencia la pudo poner De Jong, pero también se estrelló contra la madera. La pimienta la iban a poner el Cordero y el Melero, el árbitro de campo y el del VAR, sancionando un penalti inexistente que nadie en el mundo vio, solo ellos dos. Rafa Mir no llega a un balón y se tira al suelo. El propio delantero lo transformó en el minuto 49 para dar un nuevo giro al choque.

Tras la reanudación volvió el mejor Barcelona. Mingueza se estrenó como goleador culé remató de precioso testarazo un centro medido de Messi. Ahí se acabó el Huesca, aunque Rafa Mir todavía remató un centro con el hombro, ya no tuvo fuelle para más el equipo aragonés. Entraron al final Araujo, Ilaix y Trincao para dar descanso a los titulares. El marcador parecía definitivo, pero Messi no estaba de acuerdo, lo intentó pero el esférico se fue alto y lo reintentó en el 90 para materializar el cuarto con un disparo ajustado al poste. Lo dicho a cuatro puntos del Atlético y subiendo.

jueves, 11 de marzo de 2021

Otra temporada de adiós a la Champions

 

Se despidió el FC Barcelona de la Champions League 2020-21, empatando en el Parque de los Príncipes (1-1) ante el PSG. Cayó con honor, según varios medios de comunicación, con lavado de imagen si atendemos a otros, ambos titulares podrían valer, de hecho el Barça se marcó un partido memorable en París, pero no hay que olvidar, y sí subrayar que hicieron un ridículo tremendo en la ida disputada en el Camp Nou (1-4). Eso sí, se puede afirmar que los de Koeman pudieron dar la vuelta a la eliminatoria, a punto estuvo de arder París si hubiese acompañado un poco la fortuna, pues los tres disparos de Dembélé en los compases iniciales, el tiro al larguero de Dest y el penalti fallado por Messi, pudieron haber metido el miedo en el cuerpo a los franceses.




El conjunto azulgrana dio un recital de fútbol trenzado, de cómo generar ocasiones de gol, de empuje y de coraje, pero, a todas luces, no fue suficiente. El resultado del Estadi pesaba como una losa, aún así se intentó. Dembélé estuvo negado de cara a gol, y buscó el tiro al muñeco toda la noche, se llevó todas las chochonas de la feria. Luego llegó el desdichado pisotón de Lenglet a Icardi, que el árbitro no vio, pero que con el delantero quejándose y con la bota fuera pintaba muy mal en una revisión de VAR. Penalti y gol de Mbap. Está canalla Lenglet, si pone un circo le crecen los enanos. No se resquebrajó el Barça y un zapatazo descomunal de Messi desde Rosario puso la igualada en el electrónico, todavía había que remar contracorriente. Imposible se tornó la empresa cuando al filo del descanso Keylor Navas le detuvo un penalti a Leo.

Los visitantes no tiraron la toalla, pese a las adversidades, en el segundo acto lo siguieron intentando, ya con menos energía y creatividad. Además ahora el PSG presionaba más arriba para evitar la circulación fluida de los culés. Las llegadas al área gala ya fueron menos constantes, con poca peligrosidad. Alguna ocasión de Messi y un disparo de Griezmann, ya fueron del todo insuficientes para consumar la hazaña. No caía el Barcelona en octavos desde 2007, algo difícil de digerir para este grandísimo club, que por cierto estrenaba presidente, Joan Laporta. A ver si con el nuevo mandatario se puede retornar la senda de los títulos, que a día de hoy están muy caros en la Ciudad Condal.

sábado, 6 de marzo de 2021

Dos zurdazos en Pamplona… y Ter Stegen

 

Venció el FC Barcelona en su visita al Sadar por 2-0. Bastaron dos zurdazos de Jordi Alba y de Ilaix Moriba y las meritorias intervenciones de Ter Stegen para derrotar al C.A. Osasuna y arrebatarle tres puntos, que siempre son complicados en el estadio pamplonica, y en este caso vitales, pues con ellos los azulgranas se acercaban al liderato y podían sentarse con calma a ver el duelo entre atléticos y madridistas. La victoria comenzó a fraguarse en el primer acto con las enormes paradas del guardameta culé y la manida conexión Messi-Jordi Alba, que en esta ocasión la culminó el lateral izquierdo con un trallazo que casi vuela la cabeza de Sergio Herrera.




El Barça había iniciado el duelo con el consabido planteamiento de tres centrales y dos carrileros largos. No fue tan bien como en los dos partidos anteriores contra el Sevilla, en los que se impuso con claridad. Aquí era Osasuna el que mandaba y el que probaba la fiabilidad del guardameta teutón. Lo que ocurre es que cuando tienes en tus filas al mejor futbolista de la historia en un segundo te puede sacar las castañas del fuego, y así lo hizo Messi, que amagó hacia un lado, se fue al otro y sacó el tiralíneas para romper la ordenada línea de zagueros rojillos y poner un pase medido a Alba, que inauguró el electrónico de disparo mortífero.

Tras la reanudación los visitantes volvieron al 4-3-3, la amarilla de Umtiti le hizo susceptible de cambio, y entró Dembélé. Tampoco a “Tintín” le estaría gustando demasiado el panorama exhibido por los suyos en la primera parte. Arrasate, por contra, no movió lo que funcionaba correctamente. Pero por una cosa o por la otra o por ambas el Barcelona comenzó a controlar el esférico y la situación. Buscaba el segundo tanto, el de la tranquilidad. Al final lo logró, la insistencia tuvo premio, el joven canterano Ilaix, que acababa de entrar recibió un pase de Leo en la frontal, amagó con pegarle con la derecha, se la colocó a la izquierda y se le enchufó a Herrera por la escuadra. Golazo, victoria y a esperar el resultado del derbi madrileño.

jueves, 4 de marzo de 2021

Otra remontada para la historia

 

Este FC Barcelona es capaz de todo, es susceptible de amargar y hacer disfrutar a los culés según tenga el día. En la Copa del Rey 2020-2021 toca sufrir y disfrutar, todo en el mismo pack. Lleva el club azulgrana tres prórrogas en la competición del KO. Contra el Sevilla CF se vivió la última (o la penúltima). Otra remontada épica, tirando de orgullo y pundonor hasta el último suspiro. Esta vez fue Piqué, el que en el último segundo forzaba el tiempo extra tras 93 minutos de intriga.




Han sido una semifinales grandiosas, con dos partidazos encomiables. Al Barça le tocaba superar el 2-0 del Pizjuán, y ya empezó a hacerlo en LaLiga, derrotándoles en su campo por ese mismo resultado. Ahora en la competición copera tocaba dar el golpe de efecto, y vaya si lo dieron. Con el mismo once del pasado sábado en liga, con tres centrales y dos carrileros, saltaron los de Koeman al césped del Camp Nou. Tocaron a rebato, pues ahogaron la salida del Sevilla y asediaron la meta de Vaclik. Los andaluces ni las venían venir. Dembélé lo probó en dos ocasiones y a la tercera fue la vencida. Golazo del extremo galo desde la frontal, por toda la escuadra. Corría el minuto 12 y quedaba un mundo para igualar la eliminatoria. No lo consiguió en el primer tiempo, aunque sí lo mereció por fútbol y por ocasiones.

En el segundo acto la dinámica cambió. Lopetegui movió el banquillo, metiendo savia nueva. Era lógico, tras los horribles 45 minutos de sus pupilos. Al Barça se le notaba cansado, el ritmo bajó considerablemente. Pedri y Busquets tenían las piernas más pesadas, y la pelota no circulaba con la velocidad adecuada. Los blancos frenaron las acometidas culés y solo fueron inquietados por un zurdazo de gran plasticidad de Jordi Alba que se topó con el larguero. Los locales languidecían, y estuvieron a punto de apagarse totalmente cuando el árbitro sancionó con penalti un lance entre Mingueza y Ocampos. El mismo argentino lo lanzó, deteniéndolo Ter Stegen, otorgando una vida extra al Barcelona, que ya tenía en el campo toda la artillería tras la salida de Trincao, Braithwaite y Griezmann. Fue el francés el que puso un centro con rosca para que Piqué cabecease a la red el tanto del empate en el 94.

La prórroga la empezó el Sevilla con uno menos por la expulsión de Fernando por dos amarillas. No tardó ni un minuto el Barça en poner el tercero en el electrónico, lo hizo Braithwaite, que de cabeza batía al portero por debajo de las piernas. Aunque los visitantes estaban a un solo gol de la final la suerte ya estaba echada, y el Barça, que había sido mejor en el cómputo global de la eliminatoria, disputará su décima final de Copa en los últimos trece años.