domingo, 22 de diciembre de 2019

El Alavés se lleva cuatro del Camp Nou


El FC Barcelona solventó con cierta capacidad (4-1) el último partido del año, lavando así la floja imagen que dejó tras el clásico. El Deportivo Alavés arribaba al Estadi como la víctima perfecta para pagar los platos rotos y lo que se presumía así ocurrió. El tridente azulgrana no perdonó. La MSG felicitó las fiestas navideñas a todos los culés del planeta, mojando cada uno de ellos ante el equipo vasco, también se unió a la borrachera de goles el chileno Arturo Vidal, que se reivindicó doblemente, una por aportar lo que no fue capaz de realizar la medular titular ante el Madrid, y otra por la garra que despleguó, a la que hay que añadir el tanto que anotó antes del descanso.


No fue un duelo demasiado brillante, pero sí disputado. Se celebraba el décimo aniversario del sextete de títulos barcelonista y la sombra de aquel curso plagado de copas y de aquel Barça triomfant fue y es alargada. Muy alargada. Los de Valverde trataron de poner la carne en el asador desde el minuto uno. Pacheco se tenía que emplear a fondo por las constantes acometidas de los locales. La zaga blanquiazul se parapetaba en su campo y se defendía con orden. Este se quebró cuando Ximo fallo en un despeje fácil y dejó una pelota perfecta para que Griezmann la empalase ajustada al palo derecho. El segundo llegaría de un disparo cruzado de Vidal, que parecía que dejaría tocados a los visitantes, pero no fue así.
Tras la reanudación los de Asier Garitano salieron con ímpetu, quizás buscando resarcirse de su reciente eliminación copera en primera ronda. Un contra perfecta la aprovechó Pere Pons, llegando desde segunda línea, para conectar un certero cabezazo, en el cual Ter Stegen hacía la estatua, que ponía picante en el electrónico. El público, con la ventaja por la mínima, empezó a tragar saliva. Messi no. El megacrack mundial fusiló con su zurda desde la frontal, le dio igual que hubiese cinco defensas. Por algo es el mejor de la historia. Un penalti de VAR, no visto en directo, por manos en el área pequeña, lo transformó Luis Suárez en el 4-1 definitivo. Con esta goleada el FC Barcelona cierra el año natural, y lo acabará como líder de LaLiga.

jueves, 19 de diciembre de 2019

El Barça sin control y el Madrid sin gol


Cerocerismo” nos deparó el clásico más esperado de los últimos tiempos. El partido disputado en el Camp Nou, postergado por temas políticos, bajo enormes medidas de seguridad por las amenazas independentistas, dejó más sombras que luces y un encuentro sin goles, resultado que no se daba desde 2002, cuando volvió el traidor de Figo al Estadi. El FC Barcelona jugó uno de los peores partidos que se le recuerdan contra el eterno rival. Se dejó acogotar por la presión alta del Madrid y no se encontró cómodo en ningún tramo del duelo. Zidane le ganó el duelo de banquillos a Valverde, imponiendo su medular y creando muchos problemas a la salida del balón de los locales.


El Barça no tuvo continuidad en su pobre juego, muy espeso en el toque y demasiado errático en la circulación, sucumbiendo así ante la adelantada presión del conjunto capitalino. La medular azulgrana hizo aguas. Rakitic, De Jong y Sergi Roberto no la olieron ante la irrupción de Casemiro y Valverde. Hasta Kroos e Isco, otrora denostados, parecerían recuperar vestigios de su mejor fútbol. Solo una pega, les faltaba verticalidad y punto de mira afinado, sus disparos desde la frontal no hacían daño a Ter Stegen y podrían haber jugado 180 minutos y no hubieran marcado al arco iris. Messi y Jordi Alba también estuvieron a punto de inaugurar el electrónico, pero tampoco tenían el día. No te cuento el de Suárez y Griezmann, ambos fallaron todo lo que tocaron y no parecieron jugadores susceptibles de militar en el FC Barcelona. Solo el omnipresente Piqué se salvó de la quema.
Tras la reanudación no se modificó el decorado, más empuje del Barça, más toque del Madrid, a estos se les apagaban las luces cuando llegaban al área contraria y a los barcelonistas le costaba salir de la cueva.El reparto de puntos sentó mejor a los barcelonistas, pues visto lo visto en el desarrollo del juego, los blancos merecieron mejor suerte. El equipo merengue sale reforzado de su visita a Barcelona, pues a pesar de no lograr la victoria fueron superiores en este partido. Los culés mantienen el liderato y eso es lo único positivo que pueden sacar, eso y que toca mucha autocrítica, empezando por Valverde, que sigue sin ser un entrenador para un club como el Barça, y que lo está llevando a unas cotas indignas del estilo marcado por el mítico Johan Cruyff.

domingo, 15 de diciembre de 2019

El árbitro solo deja empatar al Barça en San Sebastián


El Real Sociedad-FC Barcelona pintaba partidazo en la previa. Y lo fue. Encuentro disputado de poder a poder, en el que pudieron ganar los dos contendientes y en el que hubo reparto de puntos (2-2). Fue un duelo espectacular en el que quiso destacar un impresentable, tirando a muy impresentable, el colegiado Arberola Rojas. El sujeto tuvo la indecencia de pitar en contra del Barça un penalti, a los 10 minutos de juego, por esos agarrones que se ven cientos en saques de esquina y lanzamientos de falta. Ahí no le tembló el pulso, eso sí cuando en el 93 se prodjujo un agarrón flagrante con derribo incluido a Piqué, que podía haber significado la victoria culé, se desinhibió y miró para otro lado, (el del VAR, Gil Manzano, hizo lo propio), el muy cagón y parcial árbitro toledano.


Y esa es la historia de nunca acabar de los árbitros madridistas, antiBarça, madrileños, o toledanos, que ya por cercanía... La mayoría son tipos con aspecto chulesco, engominado, prepotentes, vomitivos en definitiva, que inexorablemente y de manera plúmbea han perjudicado al equipo azulgrana, en beneficio del Madrid (estilo Muñiz Fernández), en su propio beneficio (Rodríguez Santiago), o ambas cosas (Megía Dávila, que de tanto robar al Barça le dieron el puesto de delegado del Madrid, ya sin disimulos de los del señorío y los de la caverna). Aún con todo el FC Barcelona se sobrepondrá a esta caterva de golfos apandadores.
El choque fue espectacular. Reiteramos. A pesar del ínclito colegiado. Los txuri-urdin aprovecharon el regalo de Arberola Rojas para inaugurar el macardor de penalti, por medio de Oyarzabal, un jugadorazo con zurda exquisita, por cierto. Los de Valverde no se descompusieron, igualaron la contienda con picadita de Griezmann en una contra, al filo del descanso. Y al comienzo del segunto tiempo se adelantaron en el electrónico con tanto de Suárez a puerta vacía, tras regalo de Messi. Piqué tuvo la sentencia con un cabezazo salvado en la línea de gol. Un fallo en el despeje de Ter Stegen dejó la pelota muerta ante Isak, que solo tuvo que empujarla. A partir de ahí empujaron más los vascos, pero sin tino en el remate. El colofón lo puso el parcial árbitro, que sí quiso ver un penalti en contra del Barça, pero no uno clamoroso a su favor.

martes, 10 de diciembre de 2019

El Barça derrota al Inter en San Siro


El Internalizonale de Milán quedó fuera la Champions League para esta temporada. Fue eliminado de la máxima competición por un FC Barcelona plagado que se presentó en el Giuseppe Meazza con un conjunto de circunstancias plagado de suplentes y canteranos, que por cierto dieron la puntilla a los de Comte, puesto que los dos goles fueron anotados por Carles Pérez y por la estrella emergente Ansu Fati. El 1-2 del marcador final quizá no refleje la realidad de lo vivido en el encuentro, puesto que los locales tuvieron numerosas ocasiones de gol de la mano de Lautaro Martínez y de Lukaku, pero unas veces Neto y otras la zaga culé desesperaron a los neroazurri.


Funcionó el plan B diseñado por Valverde, que dispuso tres centrales, flanqueados por Junior y Wagué, que jugaron prácticamente de mediocampistas. De Jong por delante de ellos comandaba las operaciones, y Aleñá, Rakitic y Vidal aprobaban con nota su novedosa aparición en la medular. Messi se quedó en la Ciudad Condal y su sustituto fue Griezmann, mientras Carles Pérez iba casi de delantero centro. Fue él quien aprovechó una triangulación para inaugurar el marcador. Igualó la contienda Lukaku, tras pelea por la posición entre Todibo y Lautaro, que este cedió al belga para empatar al filo del descanso.
Tras la reanudación el Barça siguió tocándola y el Inter gozó de las mejores oportunidades para adelantarse. Lautaro insistía, pero tenía el pundo de mira desajustado. Al final entraron Luis Suárez y la estrella emergente Ansu Fati, para meter más madera al ataque azulgrana. El canterano de diecisiete años fusiló desde la frontal a Handanovic para ser el más joven en marcar en Champions, y para dejar silenciada a los tiffossi y para traer la victoria y los tres puntos para Barcelona. Reafirmando, así, el liderato del grupo y poniendo en valor a los que no juegan habitualmente, que dieron un golpe sobre la mesa en uno de los grandes templos del fútbol europeo.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Messi celebra su Balón de Oro con un hat-trick


El Mallorca fue el rival propicio para una nueva exhibición de Lionel Messi. El séxtuple ganador del Balón de Oro lo volvió a hacer, dio un recital y una espectáculo maravilloso a todos los amantes del fútbol. No conforme con ello, el mejor futbolista de todos los tiempos anotó su 35º triplete particular, nuevo récord de LaLiga, adornándolo con una retahíla de pases, asistencias, paredes y regates para deleite de los todos los culés del planeta. Todo esto lo hizo después de ofrecer el trofeo en los prolegómenos del encuentro.


El FC Barcelona mantuvo el liderato con una nueva goleada (5-2). Otra manita, y ya van unas cuantas esta temporada en el Camp Nou. Esta vez estuvo acompañada de buen juego por parte de los azulgranas, las piezas parece que por fin se van engranando y el tridente (todos marcaron) empieza a afinar la puntería. Ya solo falta que los ajustes defensivos empiecen a cuadrar y que no se deje bigolear en el Estadi a un equipo que coquetea con el descenso.
Los de Valverde comenzaron el duelo avasalladores, embotellando a los bermellones en su área. “El otro tridente” -Busquets, Rakitic y De Jong- dominaba la medular a su antojo. Pero fue en una contra, con asistencia magistral de Ter Stegen, en la que Griezmann se plantó solo ante Reina y lo batió picando el esférico. Diez minutos después Messi celebraba su reinado balompédico con otro de sus misiles a la escuadra. El Mallorca acechaba tímidamente la portería local y así un remate de Budimir, que desvió Lenglet, les sirvió para acortar distancias y meterse en el partido. Les duró poco la esperanza. En dos minutos Messi colocaba otro pase a la red, parecido al anterior, y Luis Suárez marcaba el tanto de la noche y posiblemente de la temporada, con un taconazo de vaselina y de espaldas que supuso el cuarto.
Tras la reanudación el Barça siguió intentándolo, pero ya con menos acierto, o con la cabeza en Milán. Ello propició un nuevo gol de Budimir, de cabeza, tras fallo en la salida de Ter Stegen. Algo de vidilla les dio a los visitantes, pero la distancia era demasiado grande, y más alargada se hizo con un nuevo zurdazo de Leo, esta vez a la escuadra opuesta, para variar, que confirmaba “la manita”, el liderato y una nueva exhibición del astro argentino, que le aupó, también, al pichichi del campeonato.

lunes, 2 de diciembre de 2019

domingo, 1 de diciembre de 2019

El Barça de Messi asalta el Metropolitano


Triunfo vital el que obtuvo el FC Barcelona en el campo del Atlético de Madrid (0-1). Una victoria que fue sufrida y trabajada durante los 90 minutos del duelo y que sirve para mantener el liderato de LaLiga. Dispuso Valverde el equipo de gala, obligado por las ausencias de Busquets y Dembélé, y la medular azulgrana no supo frenar las acometidas de los colchoneros. El Atlético fue mejor durante gran parte del encuentro, pero le falta mordiente arriba, pero que mucha mordiente. Morata porne trabajo y clase, pero no es el delantero para suplir a Griezmann.


Hay que resaltar un nombre propio, Lionel Messi, el próximo Balón de Oro emergió en los minutos postreros para asestar el golpe definitivo a los atléticos. Pero no sería justo dejar de mencionar la labor encomiable de Ter Stegen. El meta germano dio un recital de paradas y de colocación bajo los palos, evitando varias ocasiones claras para que los locales se adelantasen en el marcador. En especial una de Hermoso que desvió a córner por centímetros. También el Barça se pudo ir con ventaja al descanso si el testarazo de Piqué no se hubiese estrellado contra el larguero.
Tras la reanudación el Atlético lo siguió intentando, pero con los mismos problemas endémicos que acumula desde el inicio del campeonato, la falta de gol y de definición. Poco a poco, presas del cansancio, se fueron diluyendo en acometidas y ocasiones. Y poco a poco los culés se hacían con el tempo del partido. Cada vez dejaban más espacios, y una de esas situaciones fue la que aprovechó el mejor futbolista de la historia para sentenciar a los rojiblancos. Corría el minuto 86 cuando Messi inició una cabalgada, marca de la casa, llegó a la frontal, se apoyó en Luis Suárez, este se la dejó medida a la zurda del astro argentino y llegó lo inexorable: el zurdazo colocado de Leo para dejar mudo y compungido al Wanda. Messi se palmeaba el escudo con intensidad. Aquí está él. Aquí está el FC Barcelona. Aquí está el líder.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Messi se exhibe ante el Dortmund en su cumple 700


El FC Barcelona, de la mano -y el pie- de Messi, se exhibió ante el Borussia Dortmund, goleándolo por 3-1 en la quinta jornada de la Champions League. Fue otro día en la oficina del mejor futbolista de todos los tiempos, Don Lionel Messi, que cumplía 700 partidos con el Barça, y que participó en los tres tantos de su equipo, anotando uno y dando las asistencias de los otros dos. Y es que si hay que reconocer que el equipo de Valverde no está practicando un fútbol vistoso en lo que llevamos de temporada, también hay que hacer lo propio con que Messi, después de su lesión, está a un nivel al que solo él es capaz de desplegar en el fútbol actual.



Tampoco es que los alemanes disputaran un gran partido, estuvieron contemplativos y con escasa aportación ofensiva hasta la entrada de Jadon Sancho. Nada que ver con las dificultades que plantearon en el Westfalenestadion, donde a pesar del empata a cero, tuvieron contra las cuerdas a los azulgranas durante los 90 minutos. El Barça salió a por todas buscando la victoria desde el inicio para conseguir la clasificación para octavos como primero de grupo. Con un Rakitic fallón, errando pases por su inactividad, pero con un Busquets serio en la medular se buscaba contener al rival al tiempo que inaugurar el marcador. Lo logró Suárez tras asistencia de Messi a la media hora de juego. Tardó solo tres minutos el uruguayo en devolver el favor a su íntimo amigo, fallo de Hummels y pase de la muerte para que el rosarino anotara el 2-0.
Tras el paso por vestuarios el Barcelona bajo el pistón. Salto al césped del Camp Nou la incipiente estrella Jadon Sancho y los “borussers” se contagiaron del talante ofensivo del inglés. Sin embargo fue otra vez Messi el que sentenció el choque con un genial pase filtrado que dejó solo a Griezmann para el tercero de la noche. El principito había entrado ante una nueva lesión de Dembélé, que tampoco había brillado ante su ex equipo. El propio Sancho acortó distancias de un disparo seco dentro del área ante la débil oposición de Junior Firpo. Corría el minuto 77 y aún hubo tiempo para otro zapatazo de Jadon, respondido con una de las paradas del año, en la que Ter Stegen desviaba lo justo para que el esférico se estrellase en el travesaño. Objetivo del liderato cumplido. Próxima parada en el Wanda Metropolitano, palabras mayores.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Un Barça sin alma sufre para ganar al colista


Penosa victoria la que consiguió el FC Barcelona en casa del Leganés por 1-2. Todo un líder se las vio y se las deseó para ganar por la mínima al farolillo rojo de LaLiga. Tuvo que ser a balón parado, de otra forma habría sido imposible, con este fútbol ramplón que practican los azulgranas a día de hoy. Es que ni cambiando el sistema se logra desplegar un juego medio decente. Valverde, con bastante culpa en la pérdida de identidad citada, dispuso un 4-2-3-1, con los cuatro fantásticos en punta (Messi, Suárez, Griezmann y Dembélé), pero ni por esas. El Barça está desquiciado, no controla el tempo de los partidos, ni con dos peloteros de la calidad de Busquets y De Jong, a veces algo con Arthur, pero el brasileño no estaba ni convocado.


Y cuando todo va mal todavía puede ir a peor, puesto que en Butarque se adelantó “el Lega” por medio de En-Nesyri a los doce minutos de juego. Los pepineros dieron primero y dejaron la sensación de que el triunfo podía caer de su lado, dada la desidia y la ineficacia de los visitantes. El Barça no intimidaba, ni creaba ocasiones claras de gol. Los laterales suplentes -Junior y Wagué- no lograban ser incisivos, mientras Griezmann se echaba su enésima siesta, sin apenas tocar el balón en la hora que disputó.
Tras la reanudación no hubo cambios, pero se apreció un aumento un tono el amor propio. Tampoco duró mucho. Sirvió para que el Barça achuchase a los locales, para que Piqué estrellase un cabezazo en el poste y para que Suárez igualase la contienda de preciso testarazo. Ambos centros medidos de Messi, que tampoco tuvo una de sus tardes más gloriosas. Los de Aguirre acusaron el golpe, pero los culés no asediaron en exceso, y solo de un rebote pudo llegar el segundo tanto, obra de Arturo Vidal, otra vez a balón parado. Ya van seis de los últimos siete goles de esta forma. Así el Barcelona mantuvo el liderato, eso sí de una forma un tanto miserable y displicente, con la cual no se van a poder ganar muchos partidos, no siempre te enfrentarás al último de la tabla.

domingo, 10 de noviembre de 2019

El Celta se topa con Messi en el Camp Nou


No empezó mal Oscar García como nuevo entrenador del Celta. Sorprendió de salida con mucha presión arriba y hasta con siete jugadores por delante del balón. Algo del partido contra el Slavia debió ver el nuevo entrenador, otrora jugador culé. Le dio para amedrentar un rato a un FC Barcelona timorato y plano, susceptible de asustarse con cualquiera que le achuche un poco. Luego entra en escena el factor Messi, y la ecuación se vuelve más complicada. Puedes estar haciéndolo todo, o casi todo, bien en el Camp Nou, pero contra tres tiros directos a la red del argentino no hay medicina preventiva que funcione.


Un hat-trick del mejor jugador de la historia dejó en agua de borrajas el bienintencionado planteamiento celtiña. Una internada por la izquierda de Junior Firpo la paró Aidoo con el brazo, penalti y gol convertido por Messi, engañando al meta Rubén. Ni con ventaja en el marcador supieron los de Valverde imprimir carácter y verticalidad al juego. La medular barcelonista transitaba por el césped con más pena que gloria. A esta frase hecha se apuntó, como toda la temporada, el flamante fichaje Antoine Griezmann. Los celestes no se descompusieron y lograron empatar en el 42 con golazo de falta de Olaza. Poco dura la alegría en la casa del pobre, tan solo tres minutos después Messi lograba el 2-1 de espectacular lanzamiento de falta.
Tras la reanudación los visitantes volvieron a caer en el mismo error, falta en la frontal, lo que implicaba posibilidad alta de gol de Leo. Así fue, otro tiro soberbio, inalcanzable para el guardameta, que no acabaría muy contento con la que liaron sus propios zagueros. Otro triplete para el megacrack rosarino. Entre tanto tuvimos la entrada de Dembélé por incomparecencia de Ansu Fati. El francés puso un poco de picante al duelo con sus regates y su velocidad punta, mientras Luis Suárez también salió desde el banco, con poca presencia e incidencia en el duelo. Tuvo que ser Busquets el que hiciera el cuarto y definitivo. Pero ni por esas la parroquia blaugrana quedo satisfecha, dado el pobre juego del equipo y la excesiva dependencia de Messi.

martes, 5 de noviembre de 2019

El Barça ya no sabe ganar ni en su propio estadio


El FC Barcelona cedió un empate a cero, a nada, en el Camp Nou. Ante el teórico rival débil del grupo de la muerte de esta Champions. Tampoco tiene suerte el equipo de la Ciudad Condal en cuestión de sorteos europeos. Le tocan dos huesos -Dortmund e Inter- y la supuesta perita en dulce -Slavia de Praga- es un demonio con cara de ángel. Fascinante el despliegue táctico y futbolístico que mostraron los checos en el Estadi. Defendieron con solidez, atacaron con cierta solvencia, solo les falló el remate. Las estadísticas dicen que son el equipo que más corre de este torneo, pero es que también es de los que mejor fútbol practican. Sus llegadas al área rival con seis y hasta siete hombres son dignas de estudio.


En la primera mitad los visitantes metieron el miedo en el cuerpo a la afición culé. Valverde, con un cambio de sistema -dispuso un 4-2-3-1, no supo frenar las acometidas del contrincante. De Jong no se sintió cómodo en el doble pivote, al lado de Busquets, y eso que el holandés sí que jugaba en esa posición en el Ajax. Tampoco Griezmann logró conectar ni una sola vez con Messi. El Slavia era mucho Slavia y se echó de menos a Suárez para fijar a los centrales. Solo reseñar un disparo de Leo, que se estrelló contra la cruceta, en una jugada en la que el rosarino se lo comió y se lo guisó.
Tras la reanudación el Barça se sacudió el dominio del rival, controló más el esférico y tuvo las mejores ocasiones para inaugurar el marcador. La brillante actuación del portero y un gol anulado a Vidal por un centímetro de fuera de juego de Messi, impidieron variar el resultado. En este segundo acto Semedo ya no entró tan cómodo por la banda derecha, ya que la lesión de Jordi Alba, le hizo cambiar de lateral. Los últimos minutos se consumieron con los azulgranas buscando la meta contraria, pero el electrónico permanecería inalterado. A pesar de ello seguirá liderando su grupo.

sábado, 2 de noviembre de 2019

El Barça exhibe su vulgaridad a domicilio


Volvió el FC Barcelona a arrastrarse por los campos de España como viene haciendo últimamente. También lo hace por los de Europa, con mejor suerte en el marcador, pero igual de indigno en el juego. Sucumbieron los de Valverde (3-1) ante un ordenado Levante, que en la segunda mitad les dio sopas con honda. Fue otra imagen patética e indolente de los azulgranas, que no saben o no pueden competir el rival cuando se alejan del Camp Nou. Fueron siete minutos desastrosos en los que Ter Stegen encajó tres goles y la defensa hizo aguas por todas partes, en especial Piqué, que si la pasada campaña fue de los mejores del equipo, esta temporada esta canalla en el centro de la zaga.


Pero no carguemos solo contra el jefe de la nueva Copa Davis, Griezmann, por el que el Barça ha pagado la ignominiosa cantidad de 120 millones (más 15 de propina) al Atlético, es una sombra del jugador que fue. Nunca ha valido esa cantidad, ni tan siquiera la mitad, pero es que ahora se marca unos partidos que hasta Carlos Pérez parece bueno a su lado. El duelo comenzó con cierta espesura, los locales querían pero no podían, y los visitantes ni lo uno ni lo otro. En esa atonía de fútbol Semedo, que hoy jugaba a banda cambiada, mientras Junior Firpo lo veía desde la grada, provocó un penalti, que transformó Messi. Con esa mínima ventaja se llegó al descanso en el Ciutat de València.
Tras el paso por vestuarios llegó la debacle culé. A los granotas ya se les vio más incisivos y elevando la presión nada más comenzar el segundo acto en busca del empate. Y lo encontraron por medio de Campaña, el mejor del partido, tras un fallo garrafal de Piqué, que escorado a una banda despejó al centro del campo, donde él mismo desprotegía a la zaga con su ausencia. No solo llegó la igualada, cayeron dos más, de Mayoral y de Radoja. Los tres tantos en poco menos de siete minutos, todos ellos con fallos infatiles, impropios del actual campeón y líder de LaLiga. El tercero fue ya un mazazo y ni con los cambios, salieron Busquets y Ansu, pudo ya el Barça tapar sus propias miserias. El gran interrogante es si esa vulgaridad a domicilio le puede dar para ganar esta liga. A uno le parece que no.

martes, 29 de octubre de 2019

Master classs de Messi al Valladolid


Don Lionel Messi volvió a impartir un clase magistral. En esta ocasión ante el Real Valladolid, que se llevó un 5-1 del Camp Nou. Fue una lección antológica del mejor jugador de la historia, exhibiendo todo el repertorio del que solo él es capaz de realizar en todo el planeta fútbol. Regates estratosféricos, asistencias impensables, goles de genio,… todo un recital del número uno mundial. Susceptible de incluir en cualquier hemeroteca balompédica que se precie.


El argentino ayudó de manera espectacular a la consecución de la séptima victoria consecutiva. Se le ve recuperado absolutamente, contento con la pelota y todo esto lo sufrió el equipo blanquivioleta, especialmente en los primeros treinta minutos de ensueño, en los que participó en los tres goles y lo rubricó con un último cuarto de hora de partido, estando muy activo en los dos últimos tantos del FC Barcelona. Puso el centro en el primero de Lenglet, asistió a Arturo Vidal en el segundo, anotó el tercero y el cuarto con un sublime lanzamiento de falta y un trallazo tras control previo sobresaliente, y dio la asistencia a Suárez en el quinto y definitivo. Un mito viviente el rosarino.
El Pucela empezó bien, a pesar de recibir un gol en el minuto dos de juego. No se descompuso e igualó la contienda en otra jugada similar, a la salida de un corner, por medio de Kiko Olivas. Se las prometían muy felices, pues ya habían empatado en el Bernabéu, pero los castellanos, que llevaban cinco partidos sin conocer la derrota, solo pudieron contener media hora a un Messi desatado. El Barça sigue sin jugar bien, ni tan siquiera bonito, pero sigue el ritmo que marca su estrella. Da igual que tenga al lado a Ansu Fati, como si luego sale Griezmann, ambos pasan inadvertidos ante el refulgente brillo del capitán azulgrana. Así que tira millas, manita al Valladolid y que pase el siguiente.

miércoles, 23 de octubre de 2019

El Barça sabe sufrir para ganar en Praga


El FC Barcelona se impuso por la mínima (1-2) en el feudo del Slavia de Praga y con ello se colocó líder de su grupo de Champions. No fue un gran partido de los de Valverde, que se vieron superados en todo momento por los checos. Estos jugaron con más garra, con más ímpetu, y con un ritmo de presión altísimo, que, sorprendentemente, no abandonaron durante los 90 minutos largos que duró el choque. O tienen un físico que ni Gómez Noya o iban colocados hasta las trancas. Vamos a creer en lo primero.


Messi adelantó muy pronto a los azulgranas, robó un balón cerca del área rival, regateó un poco, se apoyó en Arthur, y este le filtró un pase/asistencia descomunal. Leo solo tuvo que cruzarla al palo largo del portero y con ello acrecentar su leyenda, marcar en quince temporadas consecutivas en la Liga de Campeones, algo que nadie había conseguido hasta la fecha. Discurría el minuto 3 y las cosas se ponían fenomenal para los visitantes. El astro argentino dejó paso a Ter Stegen, llegaba la hora del lucimiento del meta teutón.
Los de Trpisovsky siguieron el mismo guión que ante Inter y Borussia, presión asfixiante, subidas veloces de los carrileros y buen trato del esférico. Así las ocasiones les caen de maduras. No fue sin embargo hasta el segundo acto cuando lograron la merecida igualada de un disparo a bocajarro de Boril. El Barça estaba a un palmo de besar la lona, pero una jugada de fortuna cambió el devenir del duelo. Una falta lateral sacada por Messi la despejaba mal Olayinka, y Suárez sin ángulo la centraba para que el propio nigeriano la empujase dentro de su propia portería. Era el gol que supondría la victoria, los tres puntos, el primer triunfo fuera de casa en esta competición y el liderato del grupo en solitario.

sábado, 19 de octubre de 2019

El tridente entra en escena en Eibar


Se impuso el FC Barcelona a domicilio ante el Eibar con claridad y buen juego (0-3). Fue la primera aparición estelar del tridente azulgrana conformado por Messi, Suárez y Griezmann, los tres anotaron cada uno un tanto y se asociaron a las mil maravillas para dejar su primera impronta en esta liga. Fue el mejor partido de los de Valverde hasta la fecha, con dosis de buen juego, con claridad en ataque y con una línea defensiva sólida en la que destacó Umtiti, que volvía a la titularidad después de casi cinco meses. Mención aparte merece la actuación sobresaliente de Frenkie de Jong, que dirigió a los suyos a su antojo y dio unas muestras de poderío hasta ahora no vistas. Se erigió en el baluarte en la medular y dio un recital de fútbol-control.


El Eibar no fue el equipo aguerrido, que lo deja todo en Ipurua. Salieron apocados y timoratos, en gran parte propiciado por el buen juego de los culés. Así con estos condicionantes encajaron el primer gol tras un brillante pase en largo de Lenglet a Griezmann, que el delantero francés no desaprovechó, ajustando mucho al palo. Dmitrovic evitó la goleada de escándalo, pues tuvo paradas de mucho mérito. Pero ni por esas sus compañeros se vieron espoleados.
Tras la reanudación llegaron los tantos de Messi, tras asistencia de Griezmann, y de Luis Suárez, en bandeja tras regalarle Leo una asistencia que lo dejaba solo. La jugada del tercero también la inició Antoine, que parece que ya conecta con los otros dos componentes del tridente y qué falta le hacía al Barça esa conjunción entre sus tres estrellas. O cuatro, según se mire, pues tras el partidazo que se marcó De Jong hay que buscarle hueco en ese estatus. Por cierto, que el holandés salió ovacionado de Ipurua, y es que es un jugadorazo. Entre todos dejaron un buen sabor de boca a los espectadores y consiguieron colocar al Barça, tras nueve jornadas, líder del campeonato.

lunes, 7 de octubre de 2019

El Sevilla se lleva cuatro del Camp Nou


Goleó el FC Barcelona a un Sevilla que saltó desmelenado al césped del Camp Nou, donde comenzó jugando mejor que los locales, pero se tuvo que volver para casa con un saco de goles. Nada menos que cuatro chicharros le endosaron los azulgranas a los de Lopetegui, casi todos ellos de extraordinaria factura. En ese 4-0 mucho tuvo que ver el delantero de los visitantes, Luuk de Jong, que falló cuatro tantos cantados y desmoralizó a los suyos sobremanera.


Los andaluces trenzaban jugadas que parecían más propias de su rival en otros tiempos. Achicaban espacios, con línea de cuatro en defensa muy adelantaba, y los de Valverde casi ni la olían, con Busquets y Rakitic viéndolo desde el banquillo. El fútbol y el desacierto lo ponía el Sevilla a partes iguales. Pero cuando te enfrentas a un grande no se puede perdonar tanto. Así en el primer centro bueno que Semedo le puso a Suárez llegó el primer golazo, una chilena espectacular del uruguayo que levantó a todos de sus asientos y sofás. Estaban por llegar los ocho minutos mágicos blaugranas, pues seguidamente Arturo Vidal anotaba el segundo en la posición del “9”, y al rato Dembélé sentaba a su par y la cruzaba con la otra pierna al fondo de las mallas. 3-0 y al túnel de vestuarios.
Tras la reanudación el Sevilla volvió a la carga, e hizo lo propio Luuk de Jong, enviando otro disparo al poste, cuando estaba solo delante del portero. El que no perdonó fue Messi, que inauguró su casillero en esta Liga de lanzamiento de falta magistral. El partido estaba acabado, pero Mateu Lahoz con su habitual afán de protagonismo expulsó al central culé Araujo en una acción poco clara, y al tiempo sacó roja a Dembélé, por decirle la verdad: “que es muy malo”. Patético que este colegiado siempre quiera estar en el centro de los focos, muchas veces haciendo el ridículo. En fin, que el Barça se coloca segundo en la tabla a dos puntos del Madrid, y con el clásico a la vuelta de la esquina.

jueves, 3 de octubre de 2019

El Barça acaba con la imbatibilidad del Inter


Podríamos hablar de merecimientos, de justicia deportiva o de que si el Internazionale se los puso de corbata al FC Barcelona durante los primeros 45 minutos del duelo de Champions, pero la realidad y el marcador reflejaron que los azulgranas rompieron la imbatibilidad de los italianos en esta temporada. Costó lo suyo. Se sufrió lo indecible, pero dos golazos de Luis Suárez, ambos con tintes reivindicativos dejaron noqueado a los de Conte por un global de 2-1.


Fueron los neroazurri los que golpearon primero y los que pudieron golear al Barça en el primer acto, pero unas veces las brillantes intervenciones de Ter Stegen y otras las erróneas definiciones de los milanistas les impidieron puntuar en el Camp Nou. Y eso que el tempranero tanto de Lautaro hizo temblar los cimientos del estadio. El líder de la serie A se adelantaba en el electrónico y no se conformaba con eso, martilleaba, una y otra vez la meta azulgrana. Ocasiones clarísimas de las que dispusieron, que les debieron dejar un regusto amargo al irse a vestuarios con esa mínima ventaja. Por contra el Barça daba palmas con las orejas por ir perdiendo solo por 0-1.
En el segundo acto cambió la decoración por completo, el simple cambio de Busquets por Vidal le dio otro aire a los de Valverde. Funcionó la estrategia de un poco más de músculo. Así el chileno asistía a Suárez en la frontal, y el delantero empalmaba un remate espectacular, sin dejarla caer. El Inter ya no fue el mismo, ni con los cambios pudo recomponer la situación. Ahora el Barcelona el que tenía la sartén por el mango, el dominio y las ocasiones. Y faltaba el típico eslalon de Messi, otro más, otro prodigio para la hemeroteca. El rosarino se fue de todos y asistió a Suárez para que este fusilara a Handanovic y dejase los tres puntos en casa.





domingo, 29 de septiembre de 2019

Geta 0 – Barça 2: Sin Messi, sin Ansu y sin Griezmann


El FC Barcelona se reencontró con la victoria fuera de casa tras seis largos meses de sequía. Los culés se impusieron por 2-0 en el Coliseum ante un Getafe, que dista mucho del sólido y aguerrido de la pasada campaña. En dar patadas siguen ocupando la primera posición de la tabla, pero en lo demás han descendido un peldaño. Los de Valverde tampoco desplegaron un fútbol inherente al ADN blaugrana, pero al menos obtuvieron un triunfo merecido que era susceptible de conseguirse para continuar en la pelea por la Liga.


Con los lesionados Messi, Ansu Fati, la baja de última hora del eterno lesionado Dembélé, y la incomparecencia de Griezmann en los 75 minutos que disputó, el Barça tuvo que ponerse el mono de faena y sobreponerse a las elevadas temperaturas madrileñas a la hora de la siesta. Así les bastaron con unas pinceladas de Ter Stegen y de Luis Suárez para culminar la gran obra que suponían los tres puntos a domicilio. El sobrio guardameta germano salvó a los suyos en un mano a mano con Ángel y al rato se permitió el lujo de dar una asistencia al killer uruguayo para inaugurar el electrónico justo antes del paso por vestuarios.
Tras la reanudación Bordalás movió el banquillo, pero no pudo verificar los resultados del cambio puesto que Carles Pérez empalmó un zurdazo, que Soria no supo alejar de sus dominios, lo que aprovechó Junior Firpo para poner la puntilla. Los visitantes controlaron más el esférico, a la vista del marcador, pero el partido se volvió bronco, un carrusel de faltas, refriegas y tarjetas -entre ellas dos para Lenglet, que dejó al Barça con diez- afearon el pobre juego desplegado sobre el césped. A pesar de todo el conjunto barcelonista consiguió un doble objetivo: ganar fuera y mantener la portería a cero. Circunstancias ambas que le hacen más identificable como el actual campeón de liga que es.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Dos fogonazos, apagón generalizado y la chispa final


Sufrió el FC Barcelona lo indecible para amarrar los tres puntos en el Camp Nou (2-1) ante un Villarreal que salió dormido y solo despertó con el zambombazo de Cazorla. El culé se las prometía muy felices cuando al cuarto de hora el Barça dominaba por dos goles a cero. Pintaba otra goleada en casa. Otra posible manita se vislumbraba en el horizonte. Nada más lejos de la realidad, el submarino amarillo espabiló a tiempo e hizo temer lo peor en el Estadi, porque todo lo que no fuese un triunfo presagiaba música de viento en la Ciudad Condal.


Tras el varapalo de Granada emergió el tridente de inicio, por primera vez en la temporada. La conexión Messi-Griezmann se inauguró con un córner lanzado por “The Best” y cabeceado por el galo. Corría el minuto 6 y todo se ponía de cara. Los locales controlaban el ritmo del duelo y se encontraban con un zapatato desde fuera del área de Arthur, en el que Asenjo solo pudo hacer la estatua. Los de Valverde recularon y perdieron el control. Poco a poco los castellonenses iban templando e hilvanando juego. El fruto lo recogieron en el último minuto antes del paso por vestuarios. Con un “cazorlazo” desde fuera del área, ante el que Ter Stegen pudo hacer algo más, acortaron distancias.
La mala noticia venía en forma de pinchazo en el abductor de Messi, que ya no aparecería en el segundo acto. Dembélé, tras 40 días lesionado, lo sustituyó. Salió fulgurante la gacela francesa, pero la gasolina solo le duró diez minutos. Tuvo tiempo para dar dos asistencias espléndidas que fueron desaprovechadas por Griezmann y por un nefasto Luis Suárez, que fue reemplazado, entre pitos, por Ansu Fati. El joven guineano se volvió a ganar a la afición, puso la chispa, desplegando más fútbol y peligro en 15 minutos que todos los delanteros azulgranas en 90. La victoria deja un tanto de serenidad, pero queda mucho por mejorar, y ahora, sin Leo, va a ser un tarea excesivamente ardua.

lunes, 23 de septiembre de 2019

El Barça naufraga en Granada con Griezmann 120


Griezmann no vale 120 millones de euros.  El Granada, sin hacer gran cosa, ganó por 2-0, y fue mejor que el  FC Barcelona.  Piqué no ha empezado fino, está lejos de ser uno de los tres mejores centrales de Europa. El Barça fuera de casa roza el patetismo y ya nos  estamos acostumbrando a verlo sin disparar un tiro entre los tres palos cuando juega lejos del Camp Nou.




Griezmann no vale 120 millones de euros.  Junior Firpo metió un gol con el Betis al propio Barça y parecía que era el lateral izquierdo del siglo, pero no lo es. Lenglet también ha comenzado canalla. Ora mediocentro, ora interior, a De Jong lo están volviendo loco con los cambios de posición. Claro que Busquets tampoco parece titularísimo, ni Semedo intransferible.

Griezmann no vale 120 millones de euros. Carlos Pérez no está para jugar en el primer equipo, está un poco verde. Luis Suárez si no corre y presiona como un poseso pierde mucho del gran delantero centro que es. Ansu Fati es una futura estrella, que ya brilla, pero no se le puede quemar y menos en este contexto de penuria azulgrana.

Griezmann no vale 120 millones de euros. Neymar no ha venido, así que olvidémoslo todos. Que Soldado es un marrano y siempre suelta varias patadas cuando se enfrenta el Barça es un hecho, y que debe acabar expulsado siempre es otro. Es un resentido, que no da la talla, lo mismo ocurría con Sarabia en el Sevilla, y otros muchos ex madridistas amargados.  Que el árbitro Cuadra estaba mejor en la cuadra no exime al Barça de jugar algo al fútbol.

Todo esto, inclusive que Griezmann no vale 120 millones de euros, lo sabemos todos los barcelonistas y culés del mundo, lo que no todos tenemos tan claro es que Valverde -lo digo desde el primer día que llegó y después de ganar dos Ligas- no es entrenador para el Barça, para el Olympiacos si me apuras. Nunca para todo un Fútbol Club Barcelona.

A un servidor los 54 millones de euros que pagó el Atlético a la Real Sociedad por Griezmann ya le parecieron excesivos.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Ter Stegen salva al Barça bipolar


El FC Barcelona debutó en esta Champions League obteniendo un valioso e inmerecido punto en el Signal Iduna Park. Fue gracias a la brillante actuación de Ter Stegen, que fue profeta en su tierra, y dejó el electrónico como antes de empezar el duelo (0-0). Inclusive detuvo un penalti a Reus y, posiblemente, fue el mejor de todo el partido para añadir más leña al fuego en la portería de la selección germana. Volvimos a ver al Barça de las dos caras, uno es el que golea en el Camp Nou y otro muy distinto el que las pasa canutas para sacar un empate a domicilio.


Los de Valverde contemporizaron en el primer acto. La medular titular para el “txingurri” -Busquets, De Jong y Arthur- no se hizo con el tempo del partido. Mientras el Borussia se iba creciendo paulitanamente, en juego, control, ritmo y ocasiones de gol. Los azulgranas no inquietaban la portería de Burki, de hecho ni dispararon entre los tres palos y con ello los teutones se venían arriba.
Tras la reanudación el panorama se nubló más para los visitantes. Los de Dortmund, arropados por su hinchada, acorralaron la meta culé. Llegando en oleadas y poniendo a prueba la sobriedad de Ter Stegen. Así lo hacían Reus, Alcácer, Sancho, y también Brandt que nada más saltar al césped lanzó un zambombazo que se estrelló en el travesaño. Reapareció Messi, tras no jugar con el Barça desde junio, y no tuvo demasiada presencia, pero al menos fijó a unos cuantos zagueros alemanes. Sustituyó a Ansu Fati, a quien no se le puede exigir más con 16 años en un partido de esta enjundia. Sí se puede y se debe hacer con Luis Suárez y con Griezmann, que estuvieron desaparecidos los 90 minutos. En los cuales lo mejor fue el punto obtenido.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Ansu Fati descompone al Valencia en cinco minutos


Dos goles en la primera mitad con protagonismo estelar de la pujante figura, Ansu Fati, y tres en la segunda, con doblete del reaparecido Luis Suárez, decidieron la goleada del FC Barcelona al Valencia CF (5-2). Un encuentro en el que los “ché” solo tuvieron escasas opciones de sacar algo positivo del Camp Nou en el último cuarto de hora del primer acto.


Ansu Fati inauguró el marcador en la primera acción de peligro del partido, tras un medido centro de Frenkie de Jong. El descaro del guineano volvió a hacer acto de presencia cuando rompió la cintura a Garay, se fue hasta la línea de fondo y puso un maravilloso pase de la muerte para que De Jong tuviese su estreno goleador con la camiseta azulgrana. Inaudita la determinación de un chaval de 16 años, que en dos fogonazos destrozaba a los de Celades. El ex canterano escogió un mal día para debutar como entrenador en Primera, y otro tanto de lo mismo le ocurrió al ex azulgrana Cillessen, en su retorno a Barcelona, que se llevó una manita para casa.
Los visitantes acortaron distancias con gol de Gameiro, tras pase filtrado entre líneas de Rodrigo. Pero no llegaron a creérselo del todo. En frente había un Barça que de local es un vendaval ofensivo, llevando diez goles en dos partidos. Tras la reanudación un disparo lejano de un desdibujado Griezmann no lo atajó Cillessen y Piqué, más listo que los zagueros valencianistas, la empujó al fondo de las mallas. Sentenciando el choque.
Entró Luis Suárez por Fati a la hora de juego. ¡Más madera! Parecía gritar Valverde, y en el primer balón que tocó, derechazo a la cepa del poste y gol. El quinto lo volvió a anotar el killer uruguayo, tras dejada de “Grizzi”. La fiesta ya era total en el Estadi. Celades introdujo tres cambios ofensivos y le sirvió para que uno de ellos, Maxi Gómez, dejase el definitivo 5-2 en el electrónico en el día que Ansu Fati mostró sus credenciales al mundo y en el que pone en dudas al “Txingurri” sobre el tridente cuando regresen Messi y Dembélé.

domingo, 1 de septiembre de 2019

Neymar descentra al barcelonismo


Volvió a ceder puntos el FC Barcelona en su mediocre arranque liguero. Esta vez en Pamplona se dejó empatar en los instantes finales (2-2), confirmando que el no fichaje de Neymar desdibuja juego, concentración, pensamientos y acciones. Eso y la ausencia de Messi y Suárez, que también influye lo suyo. Tampoco ayuda que los flamantes fichajes: Griezmann y De Jong, pagados a precio de oro, no den una a derechas, en especial en los partidos lejos del Camp Nou.


Al igual que en San Mamés se volvió a mostrar el poco orden y el gran desconcierto del que hace gala del conjunto de Valverde. Incapaz de dominar los partidos y con excesivo juego en horizontal. El Barça dio muestras de no saber manejar el partido, ni con el resultado en contra ni a favor. Todo ello ante un recién ascendido, que se adelantó en el marcador, por medio de Roberto Torres, quien remató solo en el área pequeña tras error garrafal de la zaga azulgrana. Corría el minuto siete y los visitantes no supieron reaccionar, con desplazamientos de pelota muy planos  y juego deslavazado no consiguieron inquietar a la sólida zaga pamplonica.
Tras la reanudación Sergi Roberto bajó al lateral derecho y Semedo a la caseta (para hacer este cambio, y no confiar nunca en el portugués, ya nos dirán quién lo declaró intransferible en el trueque con Neymar), y arriba entró Ansu Fati. Tuvo que ser el chaval de 16 años el que sacase las castañas del fuego con un remate de cabeza, más propio de un “9” que de un extremo. El tanto anduvo entre canteranos, pues fue Carles Pérez el que le sirvió el centro medido. Eran los mejores minutos de los culés, que aún se incrementaron en calidad, tras la salida de Rafinha y la entrada de Arthur. Providencial el brasileño, ya que a los diez minutos de salir anotó la segunda diana, tras recortar y colocar lejos del alcance de Rubén. Tras este tanto los catalanes se echaron maquinalmente atrás y los rojillos achucharon con decisión, pero erráticamente. Tuvo que echarles una mano Piqué en el 80, cuando cometió un penalti infantil, que transformó Torres, tirando dos puntos por la borda. Ahora toca parón de selecciones, ponerse las pilas de una vez y esperar la pronta recuperación de Messi.

lunes, 26 de agosto de 2019

Griezmann da brillo a la manita del Barça


El FC Barcelona goleó al Betis en el Camp Nou con un contundente 5-2. No quedó ni rastro del último equipo que ganó en el Estadi, aquel conjunto de Setién venció tratando bien la pelota, el Betis actual casi la rehuyó. Tampoco el Barça le dio la oportunidad de tenerla. Sin Messi, Suárez ni Dembélé la medular tomó el mando, con un Busquets con mando en plaza y con un De Jong más activo que en San Mamés, los azulgranas se comieron a los andaluces. Y eso a pesar del primer susto provocado con la contra culminada por Nabil Fekir, que adelantó a los de Rubi.


El Barça fue mucho Barça, y el Betis no fue “musho” Betis. Un negado Rafinha tuvo varias oportunidades para igualar la contienda, pero fue Griezmann el que tiró del carro, eso se le exigía al francés tras la ausencia de los pesos pesados en ataque y “el Principito” lo cumplió. Cazó con la tibia un centro de Sergi Roberto, otro de los destacados, para dejar las tablas antes del descanso. Y puso por delante a los locales nada más comenzar al segunda mitad, de un zurdazo de rosca perfectamente colocado . En siete minutos había dado la vuelta al marcador. También en este caso el pase fue de Sergi Roberto, que ha convencido a Valverde y ganado la partida a Rakitic, a fuerza de dar coherencia y rapidez a la circulación.
A partir de ahí los catalanes fueron un ciclón. Con el tercero, obra de Carles Pérez, de precioso pase a la red, ya se vislumbró que el Betis iba a pagar los platos rotos de Bilbao. A la hora de juego llegó el tanto de Jordi Alba, que no quiso perderse la fiesta de los zurdos. La cual concluyó en el 77 con una asistencia de Griezmann, con la izquierda, como no, y un derechazo a la escuadra de Arturo Vidal. Luego acortó distancias Loren Morón con un trallazo desde 30 metros para dejar el definitivo 5-2. La guinda del pastel la dejó el debut de Ansu Fati, un descarado canterano de 16 años, que con un desparpajo absoluto dejó muestras de su gran calidad. En un cuarto de hora dejó patente, con sus regates y sus disparos, que hay futuro en La Masía.

sábado, 17 de agosto de 2019

El Barça debuta perdiendo en la Catedral


Mal estreno para el FC Barcelona en la Liga 2019-2020, los azulgranas cayeron 1-0 en San Mamés, ante un Athletic Club que vivió la apoteosis soñada, ganando al actual campeón con un tanto en los últimos compases del duelo, gracias al primer balón que tocó Aduriz. El veterano ariete marcó el gol de su vida con un espectacular remate de media chilena, que dieron los tres puntos y el liderato provisional a los leones.


El Barça más pendiente de fichajes y salidas no comenzó con buen pie, los de Garitano fueron superiores en los compases iniciales, cuanto menos por empuje y remates a puerta. Y en el segundo acto supieron mantener a raya las acometidas culés. De hecho el empate hubiese sido el resultado más justo, ya que los pupilos de Valverde asediaron la meta defendida por un gran Unai Simón tras la reanudación y pudieron inaugurar el marcador con dos tiros a los palos, uno de Suárez y otro de su sustituto Rafinha.
Debutó De Jong en partido oficial, pero no estuvo a la altura de la fama que le precede. Lo mismo se podría decir de Griezmann, que pasó por Bilbao con más pena que gloria. Sin Suárez lesionado en el minuto 37 y, sobre todo, con la ausencia de Messi, el Barça no fue lo que se espera de él. Más aún si dos de tus baluartes en la medular se quedan en el banquillo, Busquets y Rakitic vieron la derrota desde la suplencia.
Tampoco tiene mucho sentido que Rafinha, que tiene un pie fuera del Barça, sea el mejor de un equipo hecho a golpe de talonario. Queda mucho trabajo por delante, porque las lagunas y la descoordinación apreciada en el equipo azulgrana fueron preocupantes. Hay que mejorar esa salida de balón cuando la presión rival es asfixiante y ofrecer más apoyos a De Jong o a Busquets en el caso de que juegue el de Badía. En fin, esto no ha hecho más que comenzar, a buen seguro vendrán partidos mejores… a poco.

lunes, 12 de agosto de 2019

Y Griezmann dice que el tren pasa dos veces

El tren del FC Barcelona pasa una vez en la vida. Frenkie de Jong lo cogió. De Ligt lo perdió. Y Griezmann lo dejó pasar y ahora se ha subido. El padre del francés no estaba de acuerdo con la primera afirmación, según él los trenes pasan dos veces. Y en este caso así ha sido, a la segunda ha ido la vencida y el ex rojiblanco ha firmado por el Barça.


Los escandalosos 120.000.000 de euros que ha desembolsado la entidad azulgrana son una aberración. A uno le parecieron excesivos los 30 millones que le pedía la Real Sociedad al Barça hace unos años, así que los 100 que exigía el Atlético la pasada campaña o los 120 de la cláusula de esta temporada ya ni les cuento.

Antoine es un buen jugador. Correcto. Inteligente en lo táctico y con una zurda magnífica. Escasas cualidades para tantísimos millones de euros. El delantero galo se autocolocó en la mesa de Messi y de Cristiano. Sin invitación alguna. Aseguró que ya comía en ella, y solo él se lo creyó. Primeramente porque en la mesa de Leo come él y solo él, porque de todos es sabido que es el mejor de la historia. En segundo lugar porque si Messi se aburre de comer solo podría compartir mantel, esporádicamente, con Neymar, con Cristiano y si me apuran con Hazard o Salah. Nunca con Griezmann, y menos después del desplante que le hizo al argentino y a los culés el pasado año.

Los aficionados azulgranas estarán a la expectativa a ver que les depara “El Principito”, mientras tanto en el Metropolitano los colchoneros se frotan las manos con su flamante fichaje, Joao Felix, sufragado en su totalidad con los 120 kilos del Barça.

sábado, 6 de julio de 2019

De Jong sí coge el tren


Al contrario que De Ligt, su compatriota y compañero en el Ajax, Frenkie de Jong no ha dejado pasar el tren del FC Barcelona y lo ha cogido con todos los honores. El centrocampista holandés ha sido presentado hoy en el Camp Nou ante unos 20.000 aficionados culés. El joven rubio de 22 primaveras ha priorizado el fútbol antes que el dinero y a pesar de tener ofertas muy superiores en salario se ha decantado por la opción deportiva más interesante.


El otrora organizador ajacied ha pisado el césped del que será su nuevo hogar para los próximos cinco años. La felicidad irradiaba en su rostro juvenil y se ha mostrado abierto y con ganas de comenzar con el Barça. Un club en el que a priori su fútbol tiene que encajar a la perfección y por el cual siempre ha sentido una especial predilección, con lo cual su decisión fue muy sencilla de tomar.
Los seguidores azulgranas, sus nuevos compañeros y la directiva tienen muchas esperanzas depositadas en él, puesto que las últimas temporadas con Valverde el tiki-taka ha mermado su presencia en el juego culé y el fútbol ya no es tan vistoso como en otras épocas, no tan lejanas. Hay muchas expectativas de esto va a cambiar con De Jong, se va a asociar mejor con la medular, va a hacer mejor a los que le rodean y va a filtrar muchas pelotas a los delanteros. Así que si todo esto se confirma veremos un nuevo Barça más dinámico y más alegre. En esas estamos. ¡Bienvenido Frenkie!

domingo, 16 de junio de 2019

De Ligt deja pasar el AVE


Suele decirse que hay trenes que solo pasan una vez en la vida. El veinteañero De Ligt lo desconoce y parece que va dejar pasar el tren del FC Barcelona, un AVE que no solo pasa una vez en la vida, a veces no pasa ninguna. El chaval tenía prácticamente cerrado su fichaje por el club azulgrana, pero se le han hecho los ojos chiribitas con los petrodólares del PSG y con la “pasta” italiana de la Juventus.


Parece que este fichaje no va a ser el culebrón del verano, ese lugar está reservado para Neymar, y al final Matthijs acabará consumando su llegada a la “Vecchia Signora”. La escuadra turinesa fue la que más fuertemente pujó económicamente por él, y la que pasó por el aro de incluir una cláusula de rescisión de 150 millones de euros, así pues el central holandés vestirá de blanquinegro las próximas temporadas.
Consumando una cagada de gran magnitud, puesto que una chico de 19 años no debería dejarse llevar por el vil metal. Ya tendrá tiempo para ello. ¿Qué importancia tiene ganar 10 u 11 millones de euros? ¿qué más da tener un jardín de 1.000 metros cuadrados que de 1.200? ¿qué igual da tener 6 Ferraris que 7? Deberían primar otros aspectos, en especial el futbolístico. Cualquier jugador del Ajax querría jugar en el mejor equipo de la historia, el FC Barcelona, al tiempo que entrenar con el mejor jugador de todos los tiempos, Don Lionel Messi. Pero con esa mentalidad y ese representante no parece que vaya a llegar muy lejos.
¡Anda y que te den dos duros!

domingo, 26 de mayo de 2019

Otro naugrafio del Barça


El FC Barcelona volvió a estrellarse. Tras naufragar hace dos semanas en Liverpool, volvió a hacerlo en la final de la Copa del Rey. Un Valencia hipermotivado y con más ganas de título que los culés se impuso por 2-1 para recibir el trofeo, en el año de su centenario, de manos del Rey Felipe VI.

Los de Valverde murieron en la orilla a pesar de tirar de casta en la segunda mitad, tras un primer acto paupérrimo. Esos primeros 45 minutos infames, similares a los segundos 45 de Anfield, condenaron a un equipo desarbolado, falto de intensidad y rozando el patetismo. El despertar postrero de los azulgranas fue insuficiente. Hincaron las rodillas y abdicaron tras cuatro trofeos coperos consecutivos.
El Barça saltó al césped del Benito Villamarín tocando y tocando, con leves reminiscencias del tiki-taca, pero con Suárez y Dembélé ausentes por lesión los pases sin profundidad se convirtieron en fruslerías de entrenamiento vespertino. Absolutamente inocuos. Messi, ante la ausencia de delanteros, tenía que recibir, regatear y filtrar el pase a… Messi. De locos… El conjunto ché, mientras tanto, iba acercándose a los dominios de Cillessen. Piqué salvó el gol bajo la línea de meta, pero nada se pudo hacer ante un centro venenoso de Gayá a Gameiro, que inauguraba el electrónico.
Diez minutos después llegó el segundo mazazo, esta vez por la banda derecha, Soler superó a Jordi Alba y la puso medida para el cabezazo de Rodrigo. El 2-0 era como una montaña del Himalaya para los culés. Tras la reanudación salió Malcom y revolucionó un tanto el duelo. Estuvo incisivo y le dio otro aire al ataque barcelonista. Messi recortó distancias, tras recoger un testarazo de Lenglet al poste. Y el Barça buscó denodadamente la igualada, sin éxito, pues los valencianistas supieron replegarse, sufrir y aguantar el resultado que les hacía campeones en Sevilla.
El Barcelona cedía el trono al Valencia y cerraba una temporada para hacérsela mirar. Con una título de liga importantísimo, pero con un entrenador que no ha sabido gestionar los dos últimos partidos de relieve, con una dirección deportiva que no trajo un nueve titular, ni tampoco un lateral izquierdo suplente, y con un presidente y una junta que deberán tomar decisiones de enjundia, sin que les tiemble el pulso.

lunes, 20 de mayo de 2019

Poco Barça, mucho Messi en Ipurua


El FC Barcelona empató a dos en el campo del Eibar, finiquitando una liga que ya tenía ganada desde hacía unas jornadas. Fue el típico 2-2 de los azulgranas en la última jornada liguera cuando ya han conseguido el título en jornadas precedentes. Da igual que jueguen en casa o lejos del Camp Nou, la igualada a dos en la jornada 38 empieza a ser una tradición.


El Barça cerró así la que será recordada por la décima liga de Messi, pero amén de que los culés consigan o no el doblete con la final de Copa a una semana vista, probablemente este curso será rememorado por el varapalo de Liverpool. El fúbtol es así de cruel e injusto, a veces.
Valverde trató de realizar un ensayo para la final copera contra el Valencia, pero no cuajó. El equipo fue un coladero en defensa y una pantomima en ataque con Malcom a la cabeza. Solo un Messi triste se salvó de la quema con dos golazos consecutivos a la media hora de juego. Para entonces los eibarreses ya se habían adelantado en el marcador por medio del canterano azulgrana, Cucurella. Cillessen, que sustituía a un lesionado Ter Stegen, dio la nota al fallar en el primero y al cantar al filo del descanso cuando despejó mal un balón y De Blasis lo convertía en el segundo de los armeros.
El segundo acto sobró, puesto que el juego se tornó espeso e incluso perdió el entusiasmo del primero. Lo poco vibrante que hubo lo puso el conjunto local, mientras Messi seguía desplegando su inmensa categoría. Valverde introdujo tres cambios, chavales, todos ellos, que no metieron intensidad al choque, mientras Cucurella a punto estuvo de conseguir el tanto de la victoria, pero su disparo a bocajarro se fue a las nubes.
La conclusión que se puede entresacar es que el Barcelona no puede jugar así si quiere ganar la Copa el sábado próximo. Valverde debe buscar la fórmula, de ello dependerá un nuevo trofeo o quien sabe si su despedida como técnico del Barça.

domingo, 12 de mayo de 2019

Un Barça desolado es suficiente para doblegar al Geta


Triste, abatido y compungido. Así se percibió al FC Barcelona tras permanecer en la retina la sangrante derrota en Anfield. Todo daba vueltas, hasta marearse, en torno a la Champions. El anglicismos resonaba de forma machacante en las cabeza de los jugadores azulgranas. Y todo esto trató de aprovecharlo el equipo revelación de LaLiga, el Getafe, para tratar de hurgar en la herida del campeón. No lo consiguió, un Barça a medio gas derrotó a los madrileños por 2-0. Aún en horas bajas, un poco de Barça es mucho.


El encuentro comenzó flojo en todos los aspectos, incluso desde la grada, donde poco más de 50,000 espectadores seguían el duelo, literal y metafóricamente. Coutinho fue declarado máximo culpable de la irresponsabilidad que cometió el Barcelona en Liverpool, el Estadi se lo premió con silbidos lacerantes. Los de Valverde trotaban sobre el césped más que otra cosa, ritmo lento y pases previsibles conformaban su puesta en escena ante un equipo rocoso y aguerrido como el azulón, que solo bajó los brazos en el pasillo de honor que le hizo al anfitrión como campeón de liga.
Arturo Vidal, el más destacado en este choque, anduvo más listo que los demás e inauguró el marcador en el 39. Duro golpe para los getafenses, cuando todo les sonreía en otros campos. Tras la reanudación se vislumbró una mejora en el juego de los locales. El segundo se resistía por las meritorias intervenciones del meta Soria. Tuvo que ser Messi en un desmarque el que provocase, en el último suspiro, el gol de Arambarri en propia meta, certificando un triunfo final que muy pocos culés celebraron.