lunes, 20 de mayo de 2019

Poco Barça, mucho Messi en Ipurua


El FC Barcelona empató a dos en el campo del Eibar, finiquitando una liga que ya tenía ganada desde hacía unas jornadas. Fue el típico 2-2 de los azulgranas en la última jornada liguera cuando ya han conseguido el título en jornadas precedentes. Da igual que jueguen en casa o lejos del Camp Nou, la igualada a dos en la jornada 38 empieza a ser una tradición.


El Barça cerró así la que será recordada por la décima liga de Messi, pero amén de que los culés consigan o no el doblete con la final de Copa a una semana vista, probablemente este curso será rememorado por el varapalo de Liverpool. El fúbtol es así de cruel e injusto, a veces.
Valverde trató de realizar un ensayo para la final copera contra el Valencia, pero no cuajó. El equipo fue un coladero en defensa y una pantomima en ataque con Malcom a la cabeza. Solo un Messi triste se salvó de la quema con dos golazos consecutivos a la media hora de juego. Para entonces los eibarreses ya se habían adelantado en el marcador por medio del canterano azulgrana, Cucurella. Cillessen, que sustituía a un lesionado Ter Stegen, dio la nota al fallar en el primero y al cantar al filo del descanso cuando despejó mal un balón y De Blasis lo convertía en el segundo de los armeros.
El segundo acto sobró, puesto que el juego se tornó espeso e incluso perdió el entusiasmo del primero. Lo poco vibrante que hubo lo puso el conjunto local, mientras Messi seguía desplegando su inmensa categoría. Valverde introdujo tres cambios, chavales, todos ellos, que no metieron intensidad al choque, mientras Cucurella a punto estuvo de conseguir el tanto de la victoria, pero su disparo a bocajarro se fue a las nubes.
La conclusión que se puede entresacar es que el Barcelona no puede jugar así si quiere ganar la Copa el sábado próximo. Valverde debe buscar la fórmula, de ello dependerá un nuevo trofeo o quien sabe si su despedida como técnico del Barça.

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