domingo, 29 de septiembre de 2019

Geta 0 – Barça 2: Sin Messi, sin Ansu y sin Griezmann


El FC Barcelona se reencontró con la victoria fuera de casa tras seis largos meses de sequía. Los culés se impusieron por 2-0 en el Coliseum ante un Getafe, que dista mucho del sólido y aguerrido de la pasada campaña. En dar patadas siguen ocupando la primera posición de la tabla, pero en lo demás han descendido un peldaño. Los de Valverde tampoco desplegaron un fútbol inherente al ADN blaugrana, pero al menos obtuvieron un triunfo merecido que era susceptible de conseguirse para continuar en la pelea por la Liga.


Con los lesionados Messi, Ansu Fati, la baja de última hora del eterno lesionado Dembélé, y la incomparecencia de Griezmann en los 75 minutos que disputó, el Barça tuvo que ponerse el mono de faena y sobreponerse a las elevadas temperaturas madrileñas a la hora de la siesta. Así les bastaron con unas pinceladas de Ter Stegen y de Luis Suárez para culminar la gran obra que suponían los tres puntos a domicilio. El sobrio guardameta germano salvó a los suyos en un mano a mano con Ángel y al rato se permitió el lujo de dar una asistencia al killer uruguayo para inaugurar el electrónico justo antes del paso por vestuarios.
Tras la reanudación Bordalás movió el banquillo, pero no pudo verificar los resultados del cambio puesto que Carles Pérez empalmó un zurdazo, que Soria no supo alejar de sus dominios, lo que aprovechó Junior Firpo para poner la puntilla. Los visitantes controlaron más el esférico, a la vista del marcador, pero el partido se volvió bronco, un carrusel de faltas, refriegas y tarjetas -entre ellas dos para Lenglet, que dejó al Barça con diez- afearon el pobre juego desplegado sobre el césped. A pesar de todo el conjunto barcelonista consiguió un doble objetivo: ganar fuera y mantener la portería a cero. Circunstancias ambas que le hacen más identificable como el actual campeón de liga que es.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Dos fogonazos, apagón generalizado y la chispa final


Sufrió el FC Barcelona lo indecible para amarrar los tres puntos en el Camp Nou (2-1) ante un Villarreal que salió dormido y solo despertó con el zambombazo de Cazorla. El culé se las prometía muy felices cuando al cuarto de hora el Barça dominaba por dos goles a cero. Pintaba otra goleada en casa. Otra posible manita se vislumbraba en el horizonte. Nada más lejos de la realidad, el submarino amarillo espabiló a tiempo e hizo temer lo peor en el Estadi, porque todo lo que no fuese un triunfo presagiaba música de viento en la Ciudad Condal.


Tras el varapalo de Granada emergió el tridente de inicio, por primera vez en la temporada. La conexión Messi-Griezmann se inauguró con un córner lanzado por “The Best” y cabeceado por el galo. Corría el minuto 6 y todo se ponía de cara. Los locales controlaban el ritmo del duelo y se encontraban con un zapatato desde fuera del área de Arthur, en el que Asenjo solo pudo hacer la estatua. Los de Valverde recularon y perdieron el control. Poco a poco los castellonenses iban templando e hilvanando juego. El fruto lo recogieron en el último minuto antes del paso por vestuarios. Con un “cazorlazo” desde fuera del área, ante el que Ter Stegen pudo hacer algo más, acortaron distancias.
La mala noticia venía en forma de pinchazo en el abductor de Messi, que ya no aparecería en el segundo acto. Dembélé, tras 40 días lesionado, lo sustituyó. Salió fulgurante la gacela francesa, pero la gasolina solo le duró diez minutos. Tuvo tiempo para dar dos asistencias espléndidas que fueron desaprovechadas por Griezmann y por un nefasto Luis Suárez, que fue reemplazado, entre pitos, por Ansu Fati. El joven guineano se volvió a ganar a la afición, puso la chispa, desplegando más fútbol y peligro en 15 minutos que todos los delanteros azulgranas en 90. La victoria deja un tanto de serenidad, pero queda mucho por mejorar, y ahora, sin Leo, va a ser un tarea excesivamente ardua.

lunes, 23 de septiembre de 2019

El Barça naufraga en Granada con Griezmann 120


Griezmann no vale 120 millones de euros.  El Granada, sin hacer gran cosa, ganó por 2-0, y fue mejor que el  FC Barcelona.  Piqué no ha empezado fino, está lejos de ser uno de los tres mejores centrales de Europa. El Barça fuera de casa roza el patetismo y ya nos  estamos acostumbrando a verlo sin disparar un tiro entre los tres palos cuando juega lejos del Camp Nou.




Griezmann no vale 120 millones de euros.  Junior Firpo metió un gol con el Betis al propio Barça y parecía que era el lateral izquierdo del siglo, pero no lo es. Lenglet también ha comenzado canalla. Ora mediocentro, ora interior, a De Jong lo están volviendo loco con los cambios de posición. Claro que Busquets tampoco parece titularísimo, ni Semedo intransferible.

Griezmann no vale 120 millones de euros. Carlos Pérez no está para jugar en el primer equipo, está un poco verde. Luis Suárez si no corre y presiona como un poseso pierde mucho del gran delantero centro que es. Ansu Fati es una futura estrella, que ya brilla, pero no se le puede quemar y menos en este contexto de penuria azulgrana.

Griezmann no vale 120 millones de euros. Neymar no ha venido, así que olvidémoslo todos. Que Soldado es un marrano y siempre suelta varias patadas cuando se enfrenta el Barça es un hecho, y que debe acabar expulsado siempre es otro. Es un resentido, que no da la talla, lo mismo ocurría con Sarabia en el Sevilla, y otros muchos ex madridistas amargados.  Que el árbitro Cuadra estaba mejor en la cuadra no exime al Barça de jugar algo al fútbol.

Todo esto, inclusive que Griezmann no vale 120 millones de euros, lo sabemos todos los barcelonistas y culés del mundo, lo que no todos tenemos tan claro es que Valverde -lo digo desde el primer día que llegó y después de ganar dos Ligas- no es entrenador para el Barça, para el Olympiacos si me apuras. Nunca para todo un Fútbol Club Barcelona.

A un servidor los 54 millones de euros que pagó el Atlético a la Real Sociedad por Griezmann ya le parecieron excesivos.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Ter Stegen salva al Barça bipolar


El FC Barcelona debutó en esta Champions League obteniendo un valioso e inmerecido punto en el Signal Iduna Park. Fue gracias a la brillante actuación de Ter Stegen, que fue profeta en su tierra, y dejó el electrónico como antes de empezar el duelo (0-0). Inclusive detuvo un penalti a Reus y, posiblemente, fue el mejor de todo el partido para añadir más leña al fuego en la portería de la selección germana. Volvimos a ver al Barça de las dos caras, uno es el que golea en el Camp Nou y otro muy distinto el que las pasa canutas para sacar un empate a domicilio.


Los de Valverde contemporizaron en el primer acto. La medular titular para el “txingurri” -Busquets, De Jong y Arthur- no se hizo con el tempo del partido. Mientras el Borussia se iba creciendo paulitanamente, en juego, control, ritmo y ocasiones de gol. Los azulgranas no inquietaban la portería de Burki, de hecho ni dispararon entre los tres palos y con ello los teutones se venían arriba.
Tras la reanudación el panorama se nubló más para los visitantes. Los de Dortmund, arropados por su hinchada, acorralaron la meta culé. Llegando en oleadas y poniendo a prueba la sobriedad de Ter Stegen. Así lo hacían Reus, Alcácer, Sancho, y también Brandt que nada más saltar al césped lanzó un zambombazo que se estrelló en el travesaño. Reapareció Messi, tras no jugar con el Barça desde junio, y no tuvo demasiada presencia, pero al menos fijó a unos cuantos zagueros alemanes. Sustituyó a Ansu Fati, a quien no se le puede exigir más con 16 años en un partido de esta enjundia. Sí se puede y se debe hacer con Luis Suárez y con Griezmann, que estuvieron desaparecidos los 90 minutos. En los cuales lo mejor fue el punto obtenido.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Ansu Fati descompone al Valencia en cinco minutos


Dos goles en la primera mitad con protagonismo estelar de la pujante figura, Ansu Fati, y tres en la segunda, con doblete del reaparecido Luis Suárez, decidieron la goleada del FC Barcelona al Valencia CF (5-2). Un encuentro en el que los “ché” solo tuvieron escasas opciones de sacar algo positivo del Camp Nou en el último cuarto de hora del primer acto.


Ansu Fati inauguró el marcador en la primera acción de peligro del partido, tras un medido centro de Frenkie de Jong. El descaro del guineano volvió a hacer acto de presencia cuando rompió la cintura a Garay, se fue hasta la línea de fondo y puso un maravilloso pase de la muerte para que De Jong tuviese su estreno goleador con la camiseta azulgrana. Inaudita la determinación de un chaval de 16 años, que en dos fogonazos destrozaba a los de Celades. El ex canterano escogió un mal día para debutar como entrenador en Primera, y otro tanto de lo mismo le ocurrió al ex azulgrana Cillessen, en su retorno a Barcelona, que se llevó una manita para casa.
Los visitantes acortaron distancias con gol de Gameiro, tras pase filtrado entre líneas de Rodrigo. Pero no llegaron a creérselo del todo. En frente había un Barça que de local es un vendaval ofensivo, llevando diez goles en dos partidos. Tras la reanudación un disparo lejano de un desdibujado Griezmann no lo atajó Cillessen y Piqué, más listo que los zagueros valencianistas, la empujó al fondo de las mallas. Sentenciando el choque.
Entró Luis Suárez por Fati a la hora de juego. ¡Más madera! Parecía gritar Valverde, y en el primer balón que tocó, derechazo a la cepa del poste y gol. El quinto lo volvió a anotar el killer uruguayo, tras dejada de “Grizzi”. La fiesta ya era total en el Estadi. Celades introdujo tres cambios ofensivos y le sirvió para que uno de ellos, Maxi Gómez, dejase el definitivo 5-2 en el electrónico en el día que Ansu Fati mostró sus credenciales al mundo y en el que pone en dudas al “Txingurri” sobre el tridente cuando regresen Messi y Dembélé.

domingo, 1 de septiembre de 2019

Neymar descentra al barcelonismo


Volvió a ceder puntos el FC Barcelona en su mediocre arranque liguero. Esta vez en Pamplona se dejó empatar en los instantes finales (2-2), confirmando que el no fichaje de Neymar desdibuja juego, concentración, pensamientos y acciones. Eso y la ausencia de Messi y Suárez, que también influye lo suyo. Tampoco ayuda que los flamantes fichajes: Griezmann y De Jong, pagados a precio de oro, no den una a derechas, en especial en los partidos lejos del Camp Nou.


Al igual que en San Mamés se volvió a mostrar el poco orden y el gran desconcierto del que hace gala del conjunto de Valverde. Incapaz de dominar los partidos y con excesivo juego en horizontal. El Barça dio muestras de no saber manejar el partido, ni con el resultado en contra ni a favor. Todo ello ante un recién ascendido, que se adelantó en el marcador, por medio de Roberto Torres, quien remató solo en el área pequeña tras error garrafal de la zaga azulgrana. Corría el minuto siete y los visitantes no supieron reaccionar, con desplazamientos de pelota muy planos  y juego deslavazado no consiguieron inquietar a la sólida zaga pamplonica.
Tras la reanudación Sergi Roberto bajó al lateral derecho y Semedo a la caseta (para hacer este cambio, y no confiar nunca en el portugués, ya nos dirán quién lo declaró intransferible en el trueque con Neymar), y arriba entró Ansu Fati. Tuvo que ser el chaval de 16 años el que sacase las castañas del fuego con un remate de cabeza, más propio de un “9” que de un extremo. El tanto anduvo entre canteranos, pues fue Carles Pérez el que le sirvió el centro medido. Eran los mejores minutos de los culés, que aún se incrementaron en calidad, tras la salida de Rafinha y la entrada de Arthur. Providencial el brasileño, ya que a los diez minutos de salir anotó la segunda diana, tras recortar y colocar lejos del alcance de Rubén. Tras este tanto los catalanes se echaron maquinalmente atrás y los rojillos achucharon con decisión, pero erráticamente. Tuvo que echarles una mano Piqué en el 80, cuando cometió un penalti infantil, que transformó Torres, tirando dos puntos por la borda. Ahora toca parón de selecciones, ponerse las pilas de una vez y esperar la pronta recuperación de Messi.