lunes, 28 de septiembre de 2020

Ansu da brillo al debut de Koeman

 

Se estrenaba el FC Barcelona de Ronald Koeman en este inicio atípico de la Liga 2020-21, marcada por la covid-19, y lo hizo con una goleada, fraguada en la primera mitad, frente al Villarreal (4-0) en el Camp Nou. Ni el más optimista del lugar podría haber imaginado un escenario tan plácido en el primer encuentro oficial. Y decimos esto porque en un Barça sin fichajes de relumbrón, sin delantero centro al uso, tras la marcha de Luis Suárez, con el cabreo de Messi, tras su “no marcha”, con un entorno que echa humo, con una directiva denostada por los socios, etc, etc, etc,…



En su primer once Koeman puso toda la carne en el asador, los que en mejor forma estaban y en teoría los mejores, si hacemos abstracción de “el mosquito” Dembélé, con el que hay que ir poco a poco, dada su susceptibilidad a lesionarse, o la ausencia de Ter Stegen, que se recupera de su operación de rodilla. Tampoco sorprendió su dibujo, el Barça abandona momentáneamente el 4-3-3 tan utilizado en los últimos tiempos y pasa al 4-2-3-1, con Busquets y De Jong de pivotes y con Messi de falso nueve.

Los resultados fueron inmediatos, los azulgranas salieron con inmejorable predisposición y presionando arriba de manera intensa. Así llegaron las primeras ocasiones de gol. No tardó Ansu Fati en destapar el tarro de las esencias, y aprovechó, inmejorablemente, las dos precisas asistencias de Jordi Alba y de Coutinho. Corría el minuto 18 y los culés ya iban 2-0 por delante en el electrónico. No contento con el doblete, el bisauguineano de 17 añitos provocó un penalti, tras irse de su marcador. Lo transformó Messi, esbozando su primera y última sonrisa de la noche. El rosarino también estuvo implicado en el cuarto tanto, cuando antes del pitido del descanso, centró al área y Pau anotó el último de la noche en propia meta.

Tras la reanudación el Barça contemporizó, la falta de frescura y la inminente segunda jornada liguera en Balaídos hicieron el resto, por suerte para Emery. El submarino amarillo intentó tapar sus carencias y defectos del primer acto con un poco más de empuje y orden. Los locales ya tenían suficiente con el festín de los 45 minutos iniciales y no echaron más sal en la herida. Koeman hizo debutar con la elástica blaugrana a Pjanic, Pedri y Trincao, y el partido se fue diluyendo entre bicicletas del portugués y Leo buscando su doblete.