martes, 29 de octubre de 2019

Master classs de Messi al Valladolid


Don Lionel Messi volvió a impartir un clase magistral. En esta ocasión ante el Real Valladolid, que se llevó un 5-1 del Camp Nou. Fue una lección antológica del mejor jugador de la historia, exhibiendo todo el repertorio del que solo él es capaz de realizar en todo el planeta fútbol. Regates estratosféricos, asistencias impensables, goles de genio,… todo un recital del número uno mundial. Susceptible de incluir en cualquier hemeroteca balompédica que se precie.


El argentino ayudó de manera espectacular a la consecución de la séptima victoria consecutiva. Se le ve recuperado absolutamente, contento con la pelota y todo esto lo sufrió el equipo blanquivioleta, especialmente en los primeros treinta minutos de ensueño, en los que participó en los tres goles y lo rubricó con un último cuarto de hora de partido, estando muy activo en los dos últimos tantos del FC Barcelona. Puso el centro en el primero de Lenglet, asistió a Arturo Vidal en el segundo, anotó el tercero y el cuarto con un sublime lanzamiento de falta y un trallazo tras control previo sobresaliente, y dio la asistencia a Suárez en el quinto y definitivo. Un mito viviente el rosarino.
El Pucela empezó bien, a pesar de recibir un gol en el minuto dos de juego. No se descompuso e igualó la contienda en otra jugada similar, a la salida de un corner, por medio de Kiko Olivas. Se las prometían muy felices, pues ya habían empatado en el Bernabéu, pero los castellanos, que llevaban cinco partidos sin conocer la derrota, solo pudieron contener media hora a un Messi desatado. El Barça sigue sin jugar bien, ni tan siquiera bonito, pero sigue el ritmo que marca su estrella. Da igual que tenga al lado a Ansu Fati, como si luego sale Griezmann, ambos pasan inadvertidos ante el refulgente brillo del capitán azulgrana. Así que tira millas, manita al Valladolid y que pase el siguiente.

miércoles, 23 de octubre de 2019

El Barça sabe sufrir para ganar en Praga


El FC Barcelona se impuso por la mínima (1-2) en el feudo del Slavia de Praga y con ello se colocó líder de su grupo de Champions. No fue un gran partido de los de Valverde, que se vieron superados en todo momento por los checos. Estos jugaron con más garra, con más ímpetu, y con un ritmo de presión altísimo, que, sorprendentemente, no abandonaron durante los 90 minutos largos que duró el choque. O tienen un físico que ni Gómez Noya o iban colocados hasta las trancas. Vamos a creer en lo primero.


Messi adelantó muy pronto a los azulgranas, robó un balón cerca del área rival, regateó un poco, se apoyó en Arthur, y este le filtró un pase/asistencia descomunal. Leo solo tuvo que cruzarla al palo largo del portero y con ello acrecentar su leyenda, marcar en quince temporadas consecutivas en la Liga de Campeones, algo que nadie había conseguido hasta la fecha. Discurría el minuto 3 y las cosas se ponían fenomenal para los visitantes. El astro argentino dejó paso a Ter Stegen, llegaba la hora del lucimiento del meta teutón.
Los de Trpisovsky siguieron el mismo guión que ante Inter y Borussia, presión asfixiante, subidas veloces de los carrileros y buen trato del esférico. Así las ocasiones les caen de maduras. No fue sin embargo hasta el segundo acto cuando lograron la merecida igualada de un disparo a bocajarro de Boril. El Barça estaba a un palmo de besar la lona, pero una jugada de fortuna cambió el devenir del duelo. Una falta lateral sacada por Messi la despejaba mal Olayinka, y Suárez sin ángulo la centraba para que el propio nigeriano la empujase dentro de su propia portería. Era el gol que supondría la victoria, los tres puntos, el primer triunfo fuera de casa en esta competición y el liderato del grupo en solitario.

sábado, 19 de octubre de 2019

El tridente entra en escena en Eibar


Se impuso el FC Barcelona a domicilio ante el Eibar con claridad y buen juego (0-3). Fue la primera aparición estelar del tridente azulgrana conformado por Messi, Suárez y Griezmann, los tres anotaron cada uno un tanto y se asociaron a las mil maravillas para dejar su primera impronta en esta liga. Fue el mejor partido de los de Valverde hasta la fecha, con dosis de buen juego, con claridad en ataque y con una línea defensiva sólida en la que destacó Umtiti, que volvía a la titularidad después de casi cinco meses. Mención aparte merece la actuación sobresaliente de Frenkie de Jong, que dirigió a los suyos a su antojo y dio unas muestras de poderío hasta ahora no vistas. Se erigió en el baluarte en la medular y dio un recital de fútbol-control.


El Eibar no fue el equipo aguerrido, que lo deja todo en Ipurua. Salieron apocados y timoratos, en gran parte propiciado por el buen juego de los culés. Así con estos condicionantes encajaron el primer gol tras un brillante pase en largo de Lenglet a Griezmann, que el delantero francés no desaprovechó, ajustando mucho al palo. Dmitrovic evitó la goleada de escándalo, pues tuvo paradas de mucho mérito. Pero ni por esas sus compañeros se vieron espoleados.
Tras la reanudación llegaron los tantos de Messi, tras asistencia de Griezmann, y de Luis Suárez, en bandeja tras regalarle Leo una asistencia que lo dejaba solo. La jugada del tercero también la inició Antoine, que parece que ya conecta con los otros dos componentes del tridente y qué falta le hacía al Barça esa conjunción entre sus tres estrellas. O cuatro, según se mire, pues tras el partidazo que se marcó De Jong hay que buscarle hueco en ese estatus. Por cierto, que el holandés salió ovacionado de Ipurua, y es que es un jugadorazo. Entre todos dejaron un buen sabor de boca a los espectadores y consiguieron colocar al Barça, tras nueve jornadas, líder del campeonato.

lunes, 7 de octubre de 2019

El Sevilla se lleva cuatro del Camp Nou


Goleó el FC Barcelona a un Sevilla que saltó desmelenado al césped del Camp Nou, donde comenzó jugando mejor que los locales, pero se tuvo que volver para casa con un saco de goles. Nada menos que cuatro chicharros le endosaron los azulgranas a los de Lopetegui, casi todos ellos de extraordinaria factura. En ese 4-0 mucho tuvo que ver el delantero de los visitantes, Luuk de Jong, que falló cuatro tantos cantados y desmoralizó a los suyos sobremanera.


Los andaluces trenzaban jugadas que parecían más propias de su rival en otros tiempos. Achicaban espacios, con línea de cuatro en defensa muy adelantaba, y los de Valverde casi ni la olían, con Busquets y Rakitic viéndolo desde el banquillo. El fútbol y el desacierto lo ponía el Sevilla a partes iguales. Pero cuando te enfrentas a un grande no se puede perdonar tanto. Así en el primer centro bueno que Semedo le puso a Suárez llegó el primer golazo, una chilena espectacular del uruguayo que levantó a todos de sus asientos y sofás. Estaban por llegar los ocho minutos mágicos blaugranas, pues seguidamente Arturo Vidal anotaba el segundo en la posición del “9”, y al rato Dembélé sentaba a su par y la cruzaba con la otra pierna al fondo de las mallas. 3-0 y al túnel de vestuarios.
Tras la reanudación el Sevilla volvió a la carga, e hizo lo propio Luuk de Jong, enviando otro disparo al poste, cuando estaba solo delante del portero. El que no perdonó fue Messi, que inauguró su casillero en esta Liga de lanzamiento de falta magistral. El partido estaba acabado, pero Mateu Lahoz con su habitual afán de protagonismo expulsó al central culé Araujo en una acción poco clara, y al tiempo sacó roja a Dembélé, por decirle la verdad: “que es muy malo”. Patético que este colegiado siempre quiera estar en el centro de los focos, muchas veces haciendo el ridículo. En fin, que el Barça se coloca segundo en la tabla a dos puntos del Madrid, y con el clásico a la vuelta de la esquina.

jueves, 3 de octubre de 2019

El Barça acaba con la imbatibilidad del Inter


Podríamos hablar de merecimientos, de justicia deportiva o de que si el Internazionale se los puso de corbata al FC Barcelona durante los primeros 45 minutos del duelo de Champions, pero la realidad y el marcador reflejaron que los azulgranas rompieron la imbatibilidad de los italianos en esta temporada. Costó lo suyo. Se sufrió lo indecible, pero dos golazos de Luis Suárez, ambos con tintes reivindicativos dejaron noqueado a los de Conte por un global de 2-1.


Fueron los neroazurri los que golpearon primero y los que pudieron golear al Barça en el primer acto, pero unas veces las brillantes intervenciones de Ter Stegen y otras las erróneas definiciones de los milanistas les impidieron puntuar en el Camp Nou. Y eso que el tempranero tanto de Lautaro hizo temblar los cimientos del estadio. El líder de la serie A se adelantaba en el electrónico y no se conformaba con eso, martilleaba, una y otra vez la meta azulgrana. Ocasiones clarísimas de las que dispusieron, que les debieron dejar un regusto amargo al irse a vestuarios con esa mínima ventaja. Por contra el Barça daba palmas con las orejas por ir perdiendo solo por 0-1.
En el segundo acto cambió la decoración por completo, el simple cambio de Busquets por Vidal le dio otro aire a los de Valverde. Funcionó la estrategia de un poco más de músculo. Así el chileno asistía a Suárez en la frontal, y el delantero empalmaba un remate espectacular, sin dejarla caer. El Inter ya no fue el mismo, ni con los cambios pudo recomponer la situación. Ahora el Barcelona el que tenía la sartén por el mango, el dominio y las ocasiones. Y faltaba el típico eslalon de Messi, otro más, otro prodigio para la hemeroteca. El rosarino se fue de todos y asistió a Suárez para que este fusilara a Handanovic y dejase los tres puntos en casa.