lunes, 21 de mayo de 2018

El Barça gana a la Real en el adiós de Iniesta


En un día triste para el barcelonismo, por la despedida de Don Andrés Iniesta como jugador el FC Barcelona, el conjunto de Valverde se impuso por la mínima (1-0) a la Real Sociedad. El resultado casi era lo de menos en una fecha tan señalada. Uno de los buques insignia y uno de los mejores jugadores de la historia –el mejor del fútbol español, sin duda alguna- decía adiós al que ha sido su club de toda la vida. El club que le dio todo y le formó como jugador y persona. Fue un día emotivo, en el que a más de uno se le saltaron las lágrimas por todo lo que ha dado y ha significado para la familia blaugrana el mediocampista de Fuentealbilla.


En lo meramente deportivo el encuentro no pasará a los anales del buen fútbol, un gris Barça -sin Messi en el once- no fue capaz de doblegar a los txuri-urdin en la primera mitad. Los visitantes pusieron más carne en el asador que los culés, no dejando manejar la pelota con comodidad a su rival, e inquietando la meta defendida por Ter Stegen. Cabe destacar y denunciar la agresión brutal a Dembèlè del carnicero Raúl Navas, que solo vio tarjeta amarilla por una entrada criminal al tobillo del extremo francés, que le dejó lesionado.

El segundo acto prosiguió por los mismos derroteros y los donostiarras volvieron a poner en un brete a la zaga local en varias ocasiones rematadas fallidamente por Willian José. Pero cuando se perdona contra un grande ya se sabe… En una jugada sin aparente peligro Coutinho agarró el esférico en la frontal y tras desequilibrar a tres defensas se largó un zapatazo a la escuadra en el que nada pudo hacer Moyá, salvo acompañar el balón con la mirada. La última media hora la disputó Messi y el ataque resultó más incisivo, pero el electrónico ya no se movería.

Al final del duelo llegó el merecido homenaje al “infinito” Iniesta, con el broche incluido de recibir el título de Liga que tan merecidamente ha logrado este FC Barcelona, perdiendo solamente un partido de los 38 disputados y sacando una ventaja abismal al segundo clasificado, nada menos que 14 puntos. ¡Viva Iniesta! ¡Visca el Barça!

lunes, 14 de mayo de 2018

El Barça pierde el invicto en el Ciutat de València

Corría la penúltima jornada liguera y el FC Barcelona se presentó en el estadio del Levante en pos de obtener el récord de terminar invicto en esta Liga 2017-2018, una liga de la que es campeón hace ya un tiempo, pero salió trasquilado ante un equipo que le endiñó nada menos que una manita de goles. No encajaban los culés semejante cifra de goles desde hace 15 años. Valverde no convocó a Messi por decisión técnica y cuando el mejor jugador de la historia no está presente se nota y mucho. Hay un Barça con Leo y otro muy distinto sin él.


El 5-4 final deja bien a las claras que el partido fue un correcalles, un encuentro de ida y vuelta sin dominador claro, donde las medias y las defensas brillaron por su ausencia. Sobre todo la zaga del Barça, que fue improvisada con Yerry Mina y Vermaelen, y que no dio la talla en ningún momento del duelo. El colombiano, que no acababa de convencer a los técnicos, cavó su particular fosa, tras cometer fallos estrepitosos y no dar una a derechas. Por su parte el belga cayó lesionado cuando los suyos perdían ya por 2-0, y tampoco transmitió sensación de seguridad. Si a eso le unes que Jordi Alba estuvo canalla por su lateral se empieza a entender un poco esta goleada de escándalo que encajó el campeón de liga.

Estos tres defensas azulgranas hicieron internacionales a Boateng y Bardhi, el primero hizo un hat-trick y el segundo anotó un doblete, que quedarán para siempre en la historia del Levante. Las contras de los granotas mataron a los barcelonistas, que no hacían sino tratar de frenar las acometidas de estos dos delanteros desatados. La efectividad de ambos contendientes fue espectacular, pues el 5-4 final viene de 7 disparos a portería que realizaron cada uno de los rivales.

Coutinho tuvo su personal día agridulce con un triplete que no sirvió para nada. El brasileño dio muestras de su calidad y llegada al área contraria, y ya recortó diferencias antes del descanso, al que se llegó con 2-1. Tras la reanudación “el 14” metió dos más, que enjugaban un poco los tres que anotaron los locales en los primeros quince minutos. Luis Suárez, de penalti, ponía el 5-4, y aunque el Barça buscó la igualada ya no la encontraría, poniéndose fin a su racha de imbatibilidad.

jueves, 10 de mayo de 2018

Dembélé se luce en la manita al Villarreal


El FC Barcelona masacró al Villarreal por 5-1 en ese afán que tiene por acabar la Liga invicto. Una Liga que la que es campeón hace tiempo, por lo cual los castellonenses, como es de hombres, le hicieron el pasillo al Barça. A los culés les bastaron 45 minutos para dejar el duelo sentenciado, merced a los tantos de Coutinho, Paulinho y Messi.


Volvió a brillar el mago Iniesta en su penúltimo partido en el Camp Nou, aunque quien más aprovechó la noche fue Dembélé, que por fin arrancó la moto, no se sabe si por los rumores de la llegada de Griezmann o porque ya tocaba, el francés se exhibió ante su afición con dos goles y firmando su mejor actuación con la elástica azulgrana.
Fue “El Mosquito” el que en una vertiginosa arrancada desde la medular se plantó en el área y disparó a puerta para que Coutinho aprovechase el rechace de Asenjo e inaugurase el marcador. Los de Valverde dominaban a placer y cuatro minutos después Paulinho ponía el 2-0 en el marcador, tras jugadón iniciado por Iniesta, que no contento con eso se marcó un globo perfecto al desmarque anunciado por Messi dentro del área. El mejor de la historia la cazó al vuelo y sentenció el choque en el 45.
Tras la reanudación “el submarino amarillo” acortó distancias con un tanto en el que Cillesen, titular por primera vez en liga, pues el disparo de Fornals lo desvío Sansone a gol, sin querer. Los visitantes intentaron hacerse con la posesión del esférico, pero el Barça iba a aprovechar las contras, sobre todo con el “man of the match” Dembélé, que lograba un doblete en los últimos 6 minutos de partido, redondeando su brillante actuación y la manita.

domingo, 6 de mayo de 2018

Barça-Madrid (2-2): la diferencia entre un crack y un empujabalones


Hernández al cuadrado dejó errores al cubo, y mucho, mucho que desear como árbitro para un clásico. No estuvo a la altura y desató la ira de unos y de otros. Más los del FC Barcelona, que vieron como no expulsaba a Bale por clavar los tacos en el gemelo a Umtiti, y al momento siguiente sacaba roja directa a Sergi Roberto por un supuesto golpe que solo vio él, porque los demás aún estamos esperando verlo, simplemente se vislumbra una carantoña por parte del lateral y una mediocre actuación teatral de Marcelo.


Esta expulsión en el 45 condicionó el duelo, pues los azulgranas tuvieron que nadar y guardar la ropa durante todo el segundo tiempo. Hasta entonces un gol de Suárez y otro de Cristiano habían puesto las tablas a este último clásico para Andrés Iniesta, que no tuvo uno de sus mejores tardes.
Clásico descafeinado”. Eso decían algunos pseudoperiodistas de la caverna mediática centralista. Normal estando a 15 puntos del líder, de un FC Barcelona ya campeón, era obvio que tocaba desprestigiar el partido. Es más ni se habló de él hasta el mismo domingo. Bueno sí, para tratar de justificar que los merengues no iban a hacer el merecido pasillo al campeón. ¡Allá ellos con sus neuras y sus complejos!
Uno no lo vio descafeinado, fue un duelo vibrante y pleno de emoción, una lucha de poder a poder, sin reservas, sobre todo tras la reanudación en la cual el Barça, con uno menos, se envalentonó e hizo sufrir a un Madrid. Messi desarboló a la zaga blanca para adelantar a los suyos, y posteriormente Bale igualaba la contienda con un zurdazo perfectamente colocado. Era el definitivo 2-2, que mantenía a los de Valverde invictos en esta liga.
Y además este partidazo nos dejó un matiz sutil que seguramente vimos la mayoría de aficionados al fútbol, que fue la diferencia entre el mejor jugador el mundo y el segundo (o tercero), mientras que el primero, Messi marcaba un tanto magistral, mareando a dos defensas y colocándola con calidad sublime una rosca ajustada al palo y lejos del alcance del portero, el otro, el segundo mejor jugador (o tercero) anotaba su tanto empujando un balón en la línea de gol. Un matiz que habla bien a las claras del más grande de la historia y de otro que es un empujabalones.