sábado, 17 de septiembre de 2022

El Elche no fue rival en el Camp Nou

 

Se impuso el FC Barcelona por 3-0 a un Elche que no fue rival para los de Xavi. Se presuponía un duelo desigual entre el que podía acabar la jornada como líder y el que podía concluirla como colista, pero por si fuera poca la disparidad aún se acrecentó con la expulsión del jugador ilicitano Verdú al cuarto de hora de juego. Todo estaba de cara para los azulgranas, más aún a partir de quedarse el Elche con diez. La roja directa fue merecida, De Jong había filtrado un pase que dejó solo a Lewandowski ante Badía. Tampoco el Barça se exhibió en demasía, ni contra once, ni contra diez.




La goleada se inició en el minuto 35 con un pase de la muerte de Balde desde la línea de fondo. Lewy solo la tuvo que empujar al fondo de las mallas. El joven lateral izquierdo está en plena forma y se lo va a poner difícil a Marcos Alonso, y casi imposible a Jordi Alba. Cinco minutos después Memphis, agradeciendo la titularidad, recibía un pase de espaldas en el área pequeña, y cual pivote de balonmano se giraba con un reverso y fusilaba el segundo tanto por la escuadra. Con este resultado se llegó al descanso, los culés se relamían con expectativas de muchos goles en el segundo acto. Hasta Sorín, en labores de comentarista, vaticinaba 6 ó 7 goles de su ex equipo.

Tras la reanudación no se cumplieron los pronósticos, y el Spotify solo pudo cantar un gol más, obra de Lewandowski, tras coger un rechace en el área y cruzar el esférico lejos del alcance de Badía. No se llevaban tres minutos de la segunda parte y restaban todo un mundo para seguir aumentando la cuenta. Nada más lejos de la realidad, el Barça prosiguió jugando lento y sin más acierto de cara a la portería rival. Lewandowski tuvo el tercero y Ansu Fati también tuvo algún mano a mano, pero el electrónico ya no se alteraría. Carrusel de cambios por ambos bandos, para refrescar los unos y para contener los otros. Fue una victoria plácida de un Barcelona sin brillo, para curar la herida abierta del Allianz Arena ante el Bayern, y para auparse al liderato, aunque sea de manera provisional.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

El Barça cae con honor en Munich

El FC Barcelona cayó 2-0 en el Allianz Arena. Jugó como nunca y perdió como siempre en el feudo del Bayern, haciendo buena la frase de Gary Lineker de que “el fútbol en el que juegan once contra once y siempre ganan los alemanes”. El Barça compitió y fue mejor que el Bayern en muchas fases del duelo, pero unos primeros minutos faltos de concentración de la segunda parte condenaron a los de Xavi a una nueva derrota frente a los teutones, que no atraviesan su mejor momento en la Bundesliga, pero que como les des un centímetro en la marca, lo aprovechan al máximo y no perdonan, y prosiguen con su leyenda de bestia negra de los azulgranas.




Se puede afirmar que el Barcelona dominó a los locales en cuanto a juego, posesión y disposición sobre el césped muniqués. Inclusive tuvo ocasiones de gol, las falló Lewandowski contra sus ex compañeros. El delantero polaco no convirtió las que tuvo en sus botas, y ya se sabe que el que perdona lo acaba pagando. Más si cabe ante un equipazo como el Bayern, que ha perdido a “Lewy”, pero sigue contando en sus filas con Muller, con una zaga solvente, y sobre todo, con Musiala y Sané que dieron muestras de gran poderío con el esférico y sin él.

Con el 0-0 se llegó al descanso, pero tras el paso por vestuarios llegaron los tres minutos nefastos para los visitantes, en los cuales los germanos anotaron dos goles en tres minutos. El primero a la salida de un córner, que cabeceó Lucas Hernández, y el segundo tras una rápida conducción de Sané, que se recorrió medio campo para batir a Ter Stegen. Mucho mazazo para superar en el minuto 53. El Barça flaqueó y por momentos se temió lo peor. Si es cierto que Pedri, con un tiro al poste, pudo haber metido a los suyos en el partido, pero no lo materializó y el partido se fue haciendo cuesta arriba para unos y con contras para los otros. El 2-0 final, injusto si cabe, aleja a los de Xavi de la primera plaza del grupo.


sábado, 10 de septiembre de 2022

Rotaciones y victoria en Cádiz

 

El FC Barcelona tenía la cabeza en Allianz Arena, más que en el Nuevo Mirandilla. Así se apreció de inicio cuando Xavi introdujo numerosos cambios con respecto a su once tipo. De esta forma el Barça comenzó titubeante frente a un Cádiz, que aún no ha sumado ningún punto y permanece en el farolillo rojo de la clasificación liguera. Las rotaciones hicieron mella en el juego del equipo, no obstante Raphinha se bastaba el solo para crear peligro desde el extremo. El incisivo brasileño tuvo el primer gol en su zurda, pero su disparo desde la frontal se estrelló en la cepa del poste. Al no marcar los azulgranas echaban de menos a los titulares, en especial a Pedri. Con el empate a cero se llegó al descanso.




Tras el descanso continuaron sobre el césped Memphis, Raphinha y Ferrán Torres, este último sigue vagando erráticamente por el campo y disparando a las nubes, confirmando que fue un fichaje fallido. El experimento no parecía funcionar, Xavi volvió al plan A, puso a calentar al “Big Three” (Lewandowsky, Pedri y Dembélé). En estas que a Gavi, el mejor del partido, le dio por hacer un desmarque a la línea de fondo y pegar un pase de la muerte, que De Jong aprovechó para inaugurar el marcador. Aún así el trío maravilla saltó al campo, y a partir de ahí empezaron a caerse los goles de los bolsillos. El segundo de la tarde lo anotó Lewy, cuando llevaba ocho minutos sobre el césped gaditano. Saltaron las alarmas cuando un aficionado tuvo un infarto, el partido estuvo parado más de media hora, hasta que se le estabilizó.

En el “tercer tiempo” los locales siguieron sin inquietar a Ter Stegen. Esto lo aprovechó Lewandowski para asistir a Ansu Fati, que también entró al terreno de juego. Y para que Dembélé, bailase en la frontal y soltase un zapatazo para establecer el 0-4 definitivo en el 92. Con anterioridad se produjo el debut como azulgrana de Marcos Alonso, que esperemos no corte la evolución de Balde. Y ahora a por el Bayern.

jueves, 8 de septiembre de 2022

El Barça sigue afinando su orquesta

 

Goleó con contundencia del FC Barcelona en su regreso a la Champions. Le endosó un 5-1 al Viktoria Plzen, que bien pudieron ser más si los de Xavi no hubiesen bajado el pistón en los últimos 25 minutos. Lewandowski, que ha caído de pie en el Barça, siguió martilleando la portería rival, en este caso con un triplete espectacular. El polaco es un líder, dentro y fuera del campo, se está saliendo en estos inicios de temporada, lleva 8 goles en 5 partidos, y la mayoría de bella factura.




La “manita” que le cayó al equipo checo era previsible, ya que es el rival más débil del grupo, pero la forma en que se consiguió fue brillante. Abrió el marcador Kessie, titular por primera vez, en el minuto 13, y el recital azulgrana ya no se detuvo, no solo por parte de Lewy, pues Dembélé disputó un partido de escándalo, con regates de fantasía y asistencias monumentales. Xavi introdujo cambios con respecto a su once tipo, y los mismos no alteraron el buen fútbol de los azulgranas. El segundo lo anotó Lewy, tras pase de Sergi Roberto, de derechazo ajustado al poste. Este tipo da prestigio da mucho prestigio a LaLiga. Corría el minuto 34 y parecía todo controlado, hasta que a la Sykora acortó distancias de cabeza, tras un despiste de Christensen. Era el primer disparo de los checos y gol. El tanto no descentró a los locales, pues en una jugada de bajar al barro, Dembélé robó el balón y puso un centro medido a la cabeza de Lewandowski, que no tuvo más remedio que meter el 3-1. Gol y a los vestuarios.

Tras la reanudación el Barça siguió erre que erre, con la portería rival entre ceja y ceja. Piqué saltó al césped y se llevó aplausos en sus primero minutos de la temporada. También entró Ferrán, que lo primero que hizo fue dar un asistencia de gol a Lewandowski y lo segundo marcar el definitivo 5-1. El “9” volvió a colocarla donde no llegan los porteros, y Ferrán aprovechó un pase de cuchara tremendo de Demélé, para darse una alegría a sí mismo. Jugaron unos minutillos Depay y Pablo Torre, otros que también necesitaban un poco de ánimo, y el duelo fue languideciendo en fútbol, calidad y goles, esperando otros escenarios venideros, como el Carranza y el Allianz Arena.

domingo, 4 de septiembre de 2022

El Barça está de vuelta

 

No conviene lanzar las campanas al vuelo, pero visto lo visto en estos primeros compases ligueros, bien podría decirse que el FC Barcelona ha vuelto. Tenía una dura prueba de fuego en el Sánchez Pizjuán, ante un Sevilla FC necesitado de puntos, y los de Xavi se llevaron, con solvencia, el gato al agua. Victoria de prestigio por 0-3 ante un rival de Champions. Y es que esté Barça es seguro en la zaga, controla en la medular, acomete al rival por los extremos y tiene un punta de campanillas, posiblemente el mejor “9” del momento, Lewandowski, y esto siempre es garantía de victorias.




Comenzaron enormes los locales, acuciados por su posición en la tabla, con intensidad y con Isco metido entre líneas, sorprendieron a los azulgranas. Tanto es así, que entre fueras de juego milimétricos y paradones de Ter Stegen, el culé tenía el corazón en un puño. Un contra de los visitantes apaciguó a los sevillistas, rematada con una vaselina con rosca de Lewandowski de muchos quilates, la sacó Fernando bajo la línea de gol, pero la remachó Rafinha, de cabeza, al fondo de las mallas. Discurría el minuto 20 y los de Lopetegui se diluyeron como un azucarillo. El propio killer polaco los sumió en la oscuridad con un control de pecho espectacular y volea a la red sin dejarla caer. Asistencia de Koundé incluida. Pasaba la media hora de juego y esa losa ya fue demasiado para un deslavazado equipo andaluz.

Tras la reanudación Koundé quiso lucirse ante su ex equipo y asistió de nuevo a Eric García, para que el canterano anotase su primer gol como barcelonista. Este directo al mentón hundió a los blancos, que aún así pudieron acortar distancias en el marcador, pero Ter Stegen está “on fire” en este comienzo de temporada y lo paró todo. Los cambios introducidos por ambos técnicos no hicieron si no ralentizar el tempo del partido, dejar transcurrir los minutos y pensar en sus respectivos e inmediatos partidos de Champions, porque el pescado ya estaba todo vendido en el Nervión.