domingo, 30 de septiembre de 2018

El Barça vuelve a dar la nota en el Camp Nou


Tres partidos consecutivos de liga lleva el FC Barcelona sin saborear las mieles de la victoria. Dos empates dolorosos en el Estadi y una derrota lacerante ante el colista Leganés conforman un paupérrimo bagaje para un equipo que aspira a todo. Víctima de su mal juego, de las rotaciones infructuosas de Valverde, de la fragilidad defensiva y de la inoperancia atacante, deambula el conjunto azulgrana por el campeonato doméstico. Con todo y con eso lo lidera. Y es que sus rivales más encarnizados, los equipos de la capital, tampoco es que estén dando el do de pecho. De hecho, presentan idénticas o parecidas deficiencias en su juego.



Ante el Athletic Club la ausencia de Messi y la presencia de Arturo Vidal y de Semedo ya mermaron al conjunto local. La disposición táctica con los dos carrileros sobre el césped no ha dado ningún buen resultado al “Txingurri”, que a pesar de ello insiste machaconamente en juntarlos en el ala derecha del dibujo táctico. Tampoco ayuda el horrible comienzo de campaña de Suárez, uno más en su dilatada carrera de inicios nefastos de temporada. Así a los de Bilbao les fue más fácil sorprender y adelantarse en el electrónico al filo del descanso por medio de Óscar de Marcos.

Tras la reanudación, como era obvio, tenía que entrar el mejor de la historia para tratar de dar un giro a la pésima situación. Así ocurrió, Messi dinamitó el choque con su fútbol directo y su visión de los espacios. Coutinho se estrelló con el larguero en la búsqueda del gol, y Messi hizo lo propio contra el poste en jugada trenzada con Jordi Alba. El rosarino prosiguió con sus acometidas contra la meta vasca, hasta que en una de ellas asistió a Munir para lograr el empate. Quedaban 7 minutos más el alargue, pero el Barça estaba muerto, ni tan siquiera tocó arrebato, ni el tanto de la igualada les espoleó. Nada. Es un líder fatuo, sin ritmo y con cierta displicencia, aproximándose a la apoplejía.  Pero líder al fin y a la cabo.

jueves, 27 de septiembre de 2018

El pepinazo al Barça que abre la Liga


El FC Barcelona no ha aprendido nada de sus errores. Ni de los recientes como el de hace tres días en el Camp Nou ante el Girona, ni de los lejanos como la debacle en el Olímpico de Roma. La declaración de Messi hace escasas fechas ante un Estadi a rebosar en la que anunciaba que irían a por todos los títulos, en especial a por la Champions, se ha quedado en agua de borrajas en pocos días. La lamentable actuación en casa ante los gerundenses y el patético partido ante el Leganés han dejado en entredicho al capitán blaugrana, al entrenador y a todos los jugadores en general.



El Barça salió al trote en Butarque y pensó que con picar un poco de piedra al principio, con marcar un golazo desde fuera del área tras disparo de Coutinho, y con que Messi lanzase un tiro a la cruceta era suficiente. Y no, no lo era. Con esa ventaja pírrica se llegó al descanso y lo peor estaba por llegar. Los visitantes saltaron dormidos al campo madrileño y “los pepineros” les pintaron la cara en un par de minutos locos. Primero El Zhar que mostró las miserias de Vermaelen en la posición del lateral zurdo, y luego Óscar, que aprovechó un garrafal fallo de Piqué, voltearon un marcador que los culés ya no supieron remontar.

Tampoco debe sorprender en exceso este resultado ya que el conjunto de Valverde hace aguas en defensa y lleva cinco partidos en los que va por detrás en el marcador. Si a esto se suma que Piqué no está en su mejor momento, que las rotaciones desvirtúan al inmaculado once titular, que los fichajes -Malcom, Vidal, Arthur y Lenglet- no acaban de aportar lo que su caché presupone, pues nos encontramos con batacazos como el vivido en Leganés, donde el colista le pinta la cara al líder y parece que no pasa nada.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Barra libre para el Girona en el VAR del Camp Nou

El Girona sacó un valioso empate (2-2) en su visita al FC Barcelona, aprovechándose de un lance del juego que no fue claro y que el VAR consideró revisable. El roce con el codo de Lenglet en la cara de Pere Pons fue la excusa perfecta que necesitaba Gil Manzano para continuar con su labor de acoso y derribo al Barça. Un equipo al que el infame colegiado extremeño le tiene tomada la matrícula y ya le ha perjudicado en más de una ocasión.






En lo meramente deportivo los azulgranas fueron superiores a los gerundenses hasta que se quedaron con diez. En esos 35 primeros minutos los de Valverde pudieron sentenciar por la vía rápida, eso a pesar del flojo rendimiento de Arturo Vidal y Arthur, que estrenaban titularidad en Liga. En su defensa decir que es complicado ajustarse al engranaje de la maquinaria blaugrana, además las prestaciones que ofrecen Rakitic y Coutinho son difíciles de igualar. Aun así, Messi aprovechó un pase medido de Vidal para inaugurar el marcador.


La roja directa a Lenglet lo cambió todo, Valverde aguantó el cambio hasta el descanso y le salió mal, porque Stuani se la jugó a los centrales, Piqué y Busquets, para igualar la contienda en el 45. Piqué flojeó en esta acción y lo volvió a hacer en el 56 cuando Portu le ganó en velocidad y propició el segundo de Stuani. Cambio de planes y “los Arturos” al banquillo. Rakitic y Coutinho entraron en escena e hicieron crecer el juego de los locales.

Messi buscaba la igualada de lanzamiento de falta y casi lo consigue, pues un tiro suyo fue al larguero, pero fue Piqué, buscando redención, el que voló por encima de sus rivales para poner el que sería el definitivo 2-2. Restaba media hora de juego, pero al Barça le flaquearon las fuerzas y los rojiblancos se defendieron como gato panza arriba. El líder cedió sus primeros puntos en este curso.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Messi desconecta el Philips (FCB 4 - PSV 0)


El Philips Sports Vereniging (PSV para los amigos) y su pujanza latente fueron desconectados por los destellos geniales del gran Leo Messi. El astro argentino deslumbró una vez más en el Camp Nou, anotando el primer tanto de esta Champions –con un golazo de falta por toda la escuadra-, y culminando su gran actuación con un hat-trick -el número 42 que ha logrado el pibe, y el octavo en esta competición-.



Saltaron respondones los de Eindhoven al césped del Estadi, se acercaban al área de Ter Stegen con desparpajo y disparando desde la frontal a la mínima de cambio. Y eso que Valverde había dispuesto a su once titular para este partido inaugural de la Liga de Campeones. El FC Barcelona también llegaba a la portería contraria, pero eso estaba preestablecido en el guion. El toma y daca se quebrantó cuando el más grande de todos los tiempos clavó su enésimo lanzamiento de falta salvando a la barrera por alto. Era el 1-0 que desatascaba el duelo y permitía enfilar el túnel de vestuarios con algo más de sosiego, porque si este era el rival asequible del grupo… ¿cómo serían los demás?...

Tras la reanudación Don Lionel exhibió que es general con mando en plaza, conminando a sus adversarios y exhibiendo una excelsa actuación que acabo por destrozar a las huestes del sargento Van Bommel. La estrategia del holandés, otrora jugador azulgrana, se desmoronó como un castillo de naipes ante la clase de Dembélé, que volvió a anotar otro gol crucial, a la par que antológico, y ante el desparpajo de Messi entre líneas, que masacró a los tulipanes con dos dianas más.

Luego estaría el eterno debate sobre el juego colectivo culé, la nostalgia del tiki-taka y del preciosismo guardiolista, etcétera, pero eso lo dejamos para otra ocasión, que ya habrá mejores partidos y esta vez tocaba empezar la fase de grupos con triunfo y si este es contundente y con la magia de Messi, mejor que mejor.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Ter Stegen muestra su máster y sus tesis en Anoeta


Sufrió el FC Barcelona en su campo maldito, el remozado Anoeta, ahora menos maldito, desde las dos últimas victorias consecutivas en el campo donostiarra. Lograron los de Valverde amarrar los tres puntos en liza (1-2) gracias a una soberbia actuación de Ter Stegen, el porterazo del momento.



En un partido flojo del Barça y discreto de los locales, estos se adelantaron en una jugada aislada, a balón parado, cuando Elustondo empalmó un zurdazo al primer palo, que pilló en bragas a la zaga culé y acabó significando el primero de la tarde. No hubo muchas más ocasiones por ningún bando en toda la primera mitad.

Tras la reanudación cambió el decorado. No era la primera vez que Semedo pagaba los platos rotos, Sergi Roberto bajó al lateral derecho y el crack Coutinho le metió más madera al duelo. Con toda la carne sobre el asador el Barcelona acoquinó a los txuri urdin, fruto de ello llegaron los dos goles en tres minutos que noquearon a los de Garitano. Sendos remates en el área pequeña en los cuales Luis Suárez y Dembélé estuvieron más listos que los defensores vascos.

Previamente la Real Sociedad había metido el miedo en el cuerpo a Messi y compañía con varios “mano a mano” con Ter Stegen, pero el guardameta teutón impartió una master class espectacular, parando todo lo que le llegaba, y haciendo inútiles las clarísimas ocasiones de Juanmi, Oyarzabal y Teo Hernández. El internacional alemán fue clave en el triunfo en Anoeta, es un cancerbero que da puntos a los suyos. ¡Vaya sí los da!. Aún con todo después del 1-2 costó amarrar el resultado pues los blanquiazules buscaron, con insistencia, la igualada hasta el último suspiro.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Nadal y la Roja, Cilic y la Gioconda


Ya, ya se puede hablar de la España de Luis Enrique. Sí señor, sí. Y con solo dos partidos como máximo dirigente del combinado nacional. A eso se le llama caer de pie en un puesto. El asturiano pasó su bautismo de fuego en el colosal Wembley y allí los suyos remontaron el tanto inicial de Rashford para dejar con un 1-2 la primera victoria de la era “Lucho”. No conforme con eso, en su presentación en casa, en Elche, le endosó un 6-0 a la subcampeona del mundo, a una Croacia ciertamente irreconocible.



Como si de un Nadal-Cilic se tratase “La Roja” destrozó a “la ajedrezada” endosándole un set en blanco que dejó amarillos a los visitantes. Pero de un amarillo cadmio más propio de la enfermiza Gioconda que de los vigorosos jugadores balcánicos. Y sí, Luis Enrique le ha dado otro aire a la selección, pero también es justo reconocer que en el once inicial abundaba mucho el futbolista merengue, hasta seis. De hecho, había más madridistas en ese once que españoles en el once del Madrid. Y eso facilita bastante la conjunción de un equipo que está dando sus primeros pasos.

Del lado contrario cabe reseñar que fue la selección menos culé de todos los tiempos, con un solo jugador del FC Barcelona, Sergio Busquets. Pero aún podía empeorar, y así fue. El de Badía fue sustituido a la hora de juego, y el equipo jugó sin ningún azulgrana en sus filas. Qué lejos quedan aquellos tiempos de la final del Mundial de Sudáfrica en la cual Del Bosque alineó a siete del Barça: Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets, Pedro y Villa. Otra cosa es que esta selección, que aún está en pañales, pueda acercarse a los logros de aquella otrora Campeona del Mundo.

domingo, 2 de septiembre de 2018

El Huesca se autoflagela en el Camp Nou (8-2)


El FC Barcelona no tuvo piedad del osado Huesca en su bautizo en el Camp Nou y le endosó un 8-2, que dejó un poco tocados a los oscenses, que venían de concretar dos buenos partidos en el inicio liguero sin conocer la derrota. El equipo de Leo Franco salió a porta gayola en el Estadi y la arriesgada apuesta le funcionó hasta el descanso, al cual llegaron con una mínima desventaja en el electrónico (3-2).



Al minuto 2 los últimos veraneantes de la Ciudad Condal vislumbraron en directo el gol de Cucho. Atónitos, pero convencidos de la remontada, fueron testigos de cómo el mismo Huesca que ganaba a domicilio al Eibar y empataba en San Mamés, buscaba la tercera machada consecutiva en La Liga. Pero conocieron en directo y sintieron en sus carnes al mejor jugador de la historia, que se disponía a imponer su ley. La ley del más grande. Messi empezó su enésimo recital driblando a cuatro defensas que lo esperaban escalonadamente para batir a Werner con su pierna derecha de tiro ajustado al palo largo.

El Barça empezaba a trenzar buen fútbol y fino estilismo sobre el césped. De una de esas acciones salió un centro de Alba que Pulido envió a las redes de su propia portería. El lateral izquierdo, denostado por el nuevo seleccionador, volvía a poner un centro preciso con el que Suárez apuntalaba el 3-1. Tranquilizador, pero no definitivo, pues una contra en el último suspiro de la primera parte volvía a pillar desprevenidos a los zagueros culés, para que Gallar acortase distancias.

Tras la reanudación los de Valverde pasaron el rodillo. Se vieron otros cinco tantos, pero esta vez todos de los locales. Daba primero Dembélé, de tiro cruzado, después Rakitic, de magnífica volea. Leo lograba su doblete tras un bello pase filtrado por Coutinho. El séptimo lo metía un omnipresente Jordi Alba por debajo de las piernas del portero. Y en las postrimerías del duelo Suárez provocó un penalti que él mismo transformó, con la venia de Messi. El octavo puso fin a una tarde para olvidar del Huesca y para que el Barça alcanzase el liderato de la liga, con paso firme y de la mano del de siempre, Messi.