jueves, 28 de febrero de 2019

La clásica humillación en el clásico (0-3)


El FC Barcelona le volvió a pintar la cara al Madrid en el Bernabéu (0-3). La enésima vez en la década, ni tan siquiera hizo falta que Messi se emplease a fondo, de hecho el mejor de la historia jugó al tran tran, y contagió a los suyos que completaron una primera mitad como si no fuese la cosa cosa con ellas, como si no trajesen un desfavorable 1-1 de la ida en el Camp Nou. Se podría decir que los locales pusieron el juego y las ocasiones, mientras que los azulgranas pusieron la efectividad y la contundencia de cara a portería.
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Los merengues podrían haber estado jugando 90 minutos más y no le habrían marcado gol ni al arco iris, mientras que el Barça ejecutó tres disparos y los tres se convirtieron en goles. Este podría ser, a grandes rasgos, el resumen de lo ocurrido en la vuelta de esta semifinal de Copa. En el resultado y en el acierto mucho tuvo que ver Luis Suárez, que ha despertado de su letargo, y vaya cómo lo ha hecho, hizo un doblete y provocó que Varane anotase un autogol. Ese “9”, ese killer del área es de lo que adoleció el conjunto de Solari, que falló más que una escopeta de ferias. En esto, Vinícius se erigió en el máximo exponente, enviando a la grada cuatro disparos frente a un entonado Ter Stegen.
Valverde ubicó a Dembélé en el interior izquierdo y eso no le vino bien al francés, que se topó con las engorrosas marcas de Carvajal y las ayudas de Lucas Vázquez, aún así el extremo galo se hizo valer y dio las dos asistencias de gol a Suárez y a Varane. El uruguayo se lo comió y se lo guisó en el tercero, provocó un claro penalti de Casemiro, que como nos tiene acostumbrados volvió a dejar los tacos clavados en el empeine de un rival, y lo transformó el mismo de preciosista lanzamiento a lo Panenka. Los aficionados madridistas abandonaron el estadio veinte minutos antes de la finalización, al tiempo que su equipo era eliminado de la Copa. El Barça jugará su sexta final del K.O. consecutiva. Si bien a raíz de la eliminación del Madrid para la caverna deja de ser un trofeo importante y pasa de ser “La Copa de Su Majestad El Rey” a “un chupito”.

sábado, 23 de febrero de 2019

Messi destroza al Sevilla en el Sánchez Pizjuán


El D10S del fútbol se dio un paseo por las orillas del Guadalquivir, Don Lionel Messi destruyó al Sevilla CF, lo machacó sin piedad, lo “desmachinó”. Su quincuagésimo hat-trick y su asistencia en el cuarto dejó a los locales sin premio alguno, tras una primera parte en la que se fueron al descanso con un prometedor 1-2. Pero el mejor de la historia sabía lo que se estaba jugando el FC Barcelona y arremetió sin paliativos para conseguir una victoria de prestigio (2-4) en uno de los campos más difíciles de esta liga.
Se adelantaron los andaluces por dos veces, la primera por mediación de Navas y luego de Mercado, ambos tantos tras despistes de la zaga azulgrana. Messi, que propició el primero tras errar un pase filtrado, lo arregló a los cuatro minutos con un empalme brutal. El fallo de Ter Stegen en la salida jugada de la pelota lo solventaría el mítico rosarino con una actuación monumental en la segunda parte en la que dejó helados a todos los aficionados blancos.
En ella el pibe desmontó el sueño Champions del Sevilla. Colocó un tiro en la escuadra con la derecha, dedicada a ese buen jugador conocido por Pelé y que afirmó en su día que Messi solo chuta con una pierna. Cerró su triplete particular con una vaselina sutil que maravilló a todos y que supuso la barbaridad de 36 goles marcados al Sevilla en 35 partidos. Y todavía le sobró tiempo para poner fin a la sequía goleadora de Suárez, dándole una asistencia de lujo, que cerraba un partido descomunal del argentino de oro.

miércoles, 20 de febrero de 2019

En busca de la eficacia goleadora perdida


Cerocerismo” en el electrónico Parc Olympique Lyonnais. No pudo el FC Barcelona perforar la portería del Lyon. Y ya empieza a ser preocupante esta falta de acierto de cara a portería, un gol en los tres últimos partidos y encima de penalti no es el bagaje idóneo para un equipo del potencial del barcelonista, que en teoría aspira a todo.


Hasta veinticinco veces remataron los azulgranas a la meta defendida por Lopes. Lo preocupante es que es ahora en los meses de febrero y marzo cuando se decide todo el percal. Especial hincapié hay que hacer sobre la nefasta actuación de Luis Suárez, que empezó la temporada en un estado lamentable, que fue mejorando paulatinamente, pero que llegado este momento está canalla. No da una a derechas, no remata con precisión, la mayoría de los pases que da son erráticos, cuando tiene el esférico da la impresión de no saber que hacer con él, y parece que está tan gafado que siempre elige la peor opción posible.
Valverde no es que estuviera especialmente valiente con las sustituciones. Optó por el cambio fácil, quitó a Dembélé, que por lo menos lo estaba intentando y ponía desborde sobre el césped, y mantuvo al uruguayo que siguió con su rosario de despropósitos. Tampoco hay que cagar todo lo negativo sobre “el pistolero”, Messi no es el mismo desde la lesión que se produjo contra el Valencia. Su rendimiento, bien por dosificarse, bien por precaución, ha bajado de manera notable.
El Lyon es un conjunto netamente ofensivo y se va arriba con alegría, y eso que le faltaba su estrella Fekir. A pesar de eso lo intentó y puso en apuros en un par de ocasiones a Ter Stegen, luego se les acabó el fuelle y el Barça fue dominador absoluto, solo que no tuvo premio a tanto sometimiento e insistencia.

domingo, 17 de febrero de 2019

Un Barça sin pegada derrota al Valladolid


El FC Barcelona venció por 1-0 al Valladolid en el Camp Nou, retomando así la senda de la victoria tras dos empates consecutivos. El triunfo por la mínima cabe calificarlo de justo, puesto que los blanquivioletas no habrían marcado un gol al arco iris ni aún jugando 180 minutos, y los locales tuvieron la pólvora excesivamente mojada.


También el karma o la justicia romántica premiaron al Barça con los tres puntos. ya que ningún culé olvida lo sinvergüenzas que fueron los vallisoletanos en la primera jornada de liga, cuando pusieron el césped del Nuevo Zorrilla dos días antes y aquello fue un patatal, impropio de un terreno de juego de Primera División, pero les interesaba porque venía el equipo que mejor la toca, a buen seguro habrían actuado con más categoría, y de forma menos impresentable, si el visitante hubiese sido el Huesca o el Rayo.
Dicho lo cual los de Valverde no cuajaron un buen partido, más bien fue pobre y gris. No pareció que se enfrentaban el líder y un conjunto que pelea por no descender. El ritmo de los azulgranas no fue el idóneo. Le puede bastar para ganar al Valladolid, pero no para hacer lo propio con el Lyon en Champions. La ausencia de Arthur se hace notar más de lo deseado y tampoco ayudó la inclusión de un Boateng que no tiene pinta de encajar en la filosofía barcelonista.
Messi estuvo demasiado displicente, perdiendo más balones de lo acostumbrado y errando goles cantados, inclusive falló un penalti en la segunda mitad. Menos mal que para entonces ya había anotado el gol, que a la postre valdría tres puntos, de penalti cometido sobre Piqué. No se supo atacar el entramado de cinco defensas pucelanos, y en el medio Anuar maniató a Leo con un marcaje impecable, pero lo importante era la victoria y se consiguió, ahora falta mejorar en juego y en definición si se quiere seguir optando a todos los títulos.

domingo, 10 de febrero de 2019

Ter Stegen salva un punto en San Mamés


Se presentaba el FC Barcelona en un campo de los difíciles de esta Liga con varios hándicaps, entre ellos la ausencia del único lateral izquierdo de la plantilla, Jordi Alba, y la presencia en el once de un Messi que no está al cien por cien. También se podría añadir la poca incidencia de un displicente Coutinho, y en el encuentro de hoy se vio un desacertado Arturo Vidal. Un obstáculo de estos se puede salvar, pero los cuatro juntos y en La Catedral hacen prácticamente imposible la victoria.

El Barça tuvo mucha más posesión del esférico que los leones, pero en ningún momento vimos a Herrerín hacer una parada de mérito, podría haber estado Iribar con 75 años bajo los palos que habría sido igual. Sin embargo los bilbaínos si que pusieron a prueba a Ter Stegen, y el guardameta germano se convirtió en el mejor jugador del partido con tres paradones de auténtico mérito, que a la postre dieron un punto al líder del campeonato. La primera mitad fue toda para los locales, teniendo las mejores oportunidades de gol y dejando a los de Valverde sin capacidad de reacción y con una espesura alarmante.
Tras la reanudación el Barcelona salió a por todas, queriendo los tres puntos en liza, y durante media hora acogotó al Athletic Club. Parecía que el gol llegaría por acoso y derribo pero no hubo ocasión clara alguna. San José y Muniaín saltaron al césped y dieron otro aire a los rojiblancos, se desquitaron del dominio azulgrana y además pudieron inaugurar el marcador, sobre todo con un tiro a bocajarro de Williams, que detuvo Ter Stegen en un alarde de reflejos. Por el Barça entraron un Aleñá un tanto verde para estas lides y un Dembélé con el freno de mano puesto, tras salir de una lesión. Y con ese panorama el resultado fue el mismo con el que se inicio el duelo. Reparto de puntos y los culés que se dejan cuatro en los dos últimos partidos, abriendo aún más la Liga.

jueves, 7 de febrero de 2019

Tablas en el Clásico en la Copa del Rey


Empate a uno en el Camp Nou en la ida de semifinales de la Copa entre un emergente Madrid y un FC Barcelona venido a menos. Los merengues supieron sacar tajada de una salida fulgurante en la que fueron superiores a los locales, aprovecharon la ausencia de Messi de inicio, y lograron materializar su gol, ese que todos los equipos buscan en campo contrario por su valor doble. Solari ha conseguido revertir la situación de los suyos, y en nada se pareció este equipo al que recibió una manita del propio Barça en la primera vuelta de la Liga.


A los 6 minutos los madrileños ya ganaban 0-1 con tanto de Vázquez y seguían buscando el segundo. El Barça se movía entre la imprecisión y la indefinición ante la ausencia de su líder. Tuvo que ser Malcom el que tirara del carro. Sí, Malcom han leído bien. Ese brasileño que parecía un caso “Douglas 2”, sin categoría suficiente para jugar en el Barcelona, con más intenciones que buenas maneras, fue el más destacado de los suyos y el que arrancó los vítores del Estadi. Ante la displicencia de su compatriota, Coutinho, fue el que volvió loca a la zaga blanca.
Los blaugranas se fueron al descanso con la desventaja en el marcador, y algo les debió leer la cartilla Valverde puesto que saltaron al césped con las pilas puestas. Sometiendo al eterno rival y generando las mejores ocasiones del duelo. A la hora de juego llegó la igualada, un tiro al poste de Suárez lo recogió Malcom, quién si no, para equilibrar la contienda de un disparo ajustado al palo, que Sergio Ramos dejó pasar creyendo que iba fuera. A los 5 minutos entró Messi, pero se le veía tocado y reservón, de hecho tampoco se vio mejora sustancial en el devenir del choque, si acaso el encuentro se durmió y transitó sin sobresaltos hasta el que el árbitro pitó el final y todo quedó pendiente para la vuelta.

sábado, 2 de febrero de 2019

La Copa despista al Barça de la Liga


El FC Barcelona solo pudo empatar a dos en el Camp Nou ante un espabilado Valencia CF. Las remontadas que está teniendo que protagonizar el cuadro azulgrana en la Copa del Rey están distrayendo al líder del trofeo más preciado, la Liga. Tras el ingente esfuerzo del 6-1 contra el Sevilla el pasado miércoles los de Valverde se toparon con la mejor versión ché del curso. Rodrigo, Cheryshev y Gameiro, desparecidos en combate en la primera vuelta del campeonato, exigieron mucho a la zaga culé. Así a la media hora ya dominaban en el electrónico por 0-2 con tantos del delantero francés y Parejo de penalti.


Los dos tantos de ventaja eran merecidos, no tanto el marcarlo con un penalti “light” en una más de las “mallencadas” de Undiano, un árbitro bajo sospecha cuando pita al Barcelona. Más aún cuando en el minuto 38 pitaba otro penalti “light” a favor del Barça, en vez de aplicar la ley de la ventaja, y dar validez al golazo del Messi. Menos mal que el argentino convirtió la pena máxima para llegar al descanso con desventaja mínima en el marcador.
Tras la reanudación el conjunto local apabulló a los de Marcelino, comandados por el mejor jugador de todos los tiempos asediaron la portería de Neto, que se erigió en el salvador valencianista, magníficamente arropado por sus centrales Garay y Paulista. Hasta que el número uno encontró el único hueco por el que cabía el esférico, entre un bosque de jugadores blancos y conectó un zurdazo con rosca que se coló ajustado al palo. Quedaba casi media hora para culminar la remontada, pero el muslo de Leo acusó un rodillazo de Lato. El Barça se resintió al tiempo que su caudillo y dejó un poco más abierta la Liga.