viernes, 17 de mayo de 2024

El colista le planta cara al FC Barcelona

 

Puede ser hasta certero el discurso de Xavi, cuando habla de que la próxima temporada, al estar el Barça canino, no va a poder competir con los grandes del continente, ni en el campeonato doméstico ni el europeo, pero de ahí a que el Almería, el último de la tabla, te plante cara, sea mejor que tú, y hasta tenga ocasiones más claras, eso ya no se sostiene tanto. Eso sí, en un par de fogonazos tienes un canterano que te saca las castañas del fuego, con dos remates acertados, que vienen a significar una victoria por 0-2. Eso sí, ante un conjunto ya descendido, que no ha ganado ni un solo partido en su casa en toda la temporada, pues no tiene mucho mérito ni tan siquiera da para sacar pecho.




Y así fue la UD Almería hizo méritos para sacar un mejor resultado en su Power Horse Stadium, de hecho, le puso más ganas y más intensidad que los azulgranas. Pero su falta de puntería y de acierto explican bien a las claras porque están en Segunda División desde hace varias jornadas, y es que Leo Batistao y el Choco Lozano tuvieron disparos mano a mano contra Ter Stegen y las tiraron fuera, cuando era más fácil marcar que lo que hicieron. El que no falló fue Fermín, que fue de largo el mejor del partido, el más generoso en el esfuerzo, el que más se ofreció y el que tuvo más llegada, mejores ocasiones de gol y el único que vio portería de todos los que disputaron este partido. Su doblete permite al Barça apuntalar la segunda posición en la liga, que es lo único que les queda a los catalanes por pelear.

La displicencia culé se apreció en todas las líneas de juego, especialmente se acentuó con el primer gol de Fermín a los tres minutos, a partir de ahí parecía que el 0-1 era el tanto de la victoria, porque los visitantes se mostraron desganados, lentos, apáticos y con excesiva relajación para lo corto del resultado. Monopolizando el control del esférico, pero sin profundidad alguna, como si el fin último fuese sobar la pelota, sin disparar, y aburrir a las ovejas. Lamine Yamal no tuvo el día, y salvo un caño espectacular y un disparo al palo, se unió al resto. Solo Fermín y el buen hacer de Héctor Fort, que asistió en el primero e inició la jugada del segundo, se salvaron de la quema.

martes, 14 de mayo de 2024

El Barça derrota a la Real y recupera el segundo puesto

 

En la pugna por la segunda posición de LaLiga que da acceso a jugar la Supercopa de España, el FC Barcelona recuperó dicha plaza, tras vencer a la Real Sociedad por 2-0 en el Lluís Companys. Los donostiarras dieron muestras solventes de ser un equipo con hechuras, pero con falta de un rematador, sin gol, mientras que los locales tuvieron en dos extremos zurdos, Lamine Yamal y Raphinha, a sus dos delanteros letales en este duelo, que hicieron hincar la rodilla a los txuri-urdin. Lamine, desde el extremo derecho y Raphinha desde el opuesto, fueron un dolor de cabeza para la zaga blanquiazul. El canterano con sus regates y sus desmarques, y el brasileño con sus zapatazos desde la frontal, que inquietaban a Remiro, e incluso se topaban con su poste.




Con ese lanzamiento al palo los de Xavi ya se pudieron adelantar en el marcador, pero no fue hasta que una espectacular jugada, iniciada por Lewandowski, que vio el pase al espacio para Gündogan, y este dio una asistencia de oro a Lamine para que este inaugurase el electrónico de tiro cruzado con rosca en el 40. Tanto de bellísima factura desde el inicio hasta la culminación. Antes los de Imanol habían tenido sus ocasiones de marcar, pero su delantero Becker tenía el día negado y erró sus disparos frente a Ter Stegen. Después del 1-0 también tuvo otra el delantero holandés, pero tenía la pólvora mojada. Y así se llegó al descanso.

Tras la reanudación el Barça volvió a caer en los fallos de lectura en el pase final, así han volado muchos puntos para los azulgranas. Cancelo y Yamal han desperdiciado muchos últimos pases, eligiendo la mayoría de las veces la peor opción. Y dejando a Lewy, o a Fermín, o al delantero mejor posicionado, con la miel en los labios. Dadas y repetidas estas equivocaciones recurrentes al Barcelona le costó cerrar el partido. No lo hizo hasta el final, cuando el árbitro sancionó un penalti por mano clara de Odriozola, ayudado por el VAR. Con Lewandowski sustituido, lo transformó Raphinha, refrendando así su más que notable encuentro, así como la victoria del Barcelona.

domingo, 5 de mayo de 2024

El gigante Barça muestra sus pies de barro en Montilivi

 

Volvió a tropezar el FC Barcelona con la misma piedra, el Girona FC. Y repitió idéntica goleada encajada que en la primera vuelta (4-2). Quizás la diferencia fue un pequeño matiz: que en Montjuic los gerundenses fueron muy superiores a los azulgranas, y en Montilivi el Barça fue mejor que los locales, pero un fallo garrafal de Sergi Roberto dando un pase atrás que se convirtió en asistencia fue el principio del fin para los de Xavi. La cagada del capitán fue de tal calibre y de tal repercusión que dejó en shock a los azulgranas, que se hundieron en la lona y encajaron dos goles más cual equipo imberbe de categoría regional. Les empataron y se quedaron como idos, sin capacidad de respuesta, atontados. Algo que dice muy poco en favor de Xavi, pues parece no tener las riendas del equipo, ni cuando dice que se va, ni cuando, por contra, dice que se queda.




El Barcelona dominó en el duelo catalán durante más de una hora de juego, y solo la entrada de Portu en el 65 dio un giro total a la situación. El encuentro comenzó vibrante. A los cuatro minutos el marcador ya se había movido dos veces. Se adelantó el Barça con tanto de Christensen de disparo cruzado, y nada más sacar de centro los de Míchel empataron con gol de Dovbyk de cabeza. Los rojiblancos, en contra de lo que hacen habitualmente, estaban demasiado imprecisos con el control del esférico, así que facilitaban que los barcelonistas llegasen a la meta de Gazzaniga. Sin acierto, eso sí. Hasta que al filo del descanso Lamine Yamal provocó un penalti de libro, que Hernández Hernández ni vio, se lo tuvieron que chivar desde el VAR. Lo transformó Lewandowski para adelantar a los suyos antes de ir a vestuarios.

Tras la reanudación el Barça todavía jugó mejor, pero fallos groseros, decisiones egoístas o desacertadas en el último pase, impidieron que un desesperado Lewy sentenciase el partido. Y cuando peor estaba el Girona llegó el cambio providencial, entró Portu y el decorado cambió, metió el empate, asistió en el  tercero a Miguel, y anotó el cuarto de un trallazo desde la esquina del área grande. Al Barça le faltó de todo en esa última media hora maldita, empezando por cojones y siguiendo por personalidad y también algún veterano que diese un par de gritos. Faltó un entrenador en la banda que serenase, que cambiase algo. Sobró displicencia, sobró desgana. Ni tan siquiera la pelea por la segunda posición les motivó, ni tan siquiera regalar el título de liga. No nos gustó nada de esos 30 minutos finales, se vio una banda sobre el césped y eso es muy indignante para el culé.