miércoles, 29 de septiembre de 2021

El Barça recibe otro golpe de realidad en Lisboa

 

El FC Barcelona, tras su brillante encuentro ante el Levante, volvió a pisar tierra y el tortazo recibido en el Estadio de la Luz fue tremendo. Un simple Benfica, nada del otro mundo, vapuleó a los de Koeman con un contundente 3-0. Una victoria lusa fraguada en los dos primeros minutos, cuando Nuñez con una bicicleta antiestética le rompió la cintura, también hay que decir que tiene poca, a Eric García y batió a Ter Stegen por el palo corto. Una vez más la zaga estuvo horrible y el partido, crucial donde los haya, se puso cuesta arriba.




No le afectó en exceso el golpe a los azulgranas, puesto que respondieron con contundencia, y hubo varias ocasiones para empatar el choque, pero unas veces la mala puntería y otras la nula garantía de los delanteros culés propiciaba que la portería de Vlachodimos siguiese a cero. Eso y que Luuk de Jong es más malo que la carne de pescuezo, falló una que solo había que empujarla, pero con energía, cualidad de la que no dispone el “9” holandés, por algo era el cuarto delantero en el Sevilla. El caso es que el asunto empeoró cuando Piqué, ya amonestado, se jugó la segunda amarilla, “Tintín” con buen criterio lo cambió, pero con pésima estrategia ubicó a Frenkie de Jong en la posición de Gerard, con lo cual el Barça se diluyó por completo.

Tras la reanudación los visitantes fueron a menos, si eso era posible. Las “aguilas” lo notaron y se lanzaron en picado. Darwin envió el balón al poste, tras salida en falso de Ter Stegen. Pero sí encontraron el segundo tanto tras disparo de Rafa Silva, solo, en el área pequeña. Una bicoca esta línea de zagueros debió pensar el centrocampista portugués y para adentro con la zurda en el 69. Era la sentencia, entre otras cosas porque al Barça no se le vislumbraba ni acción ni reacción. Todavía quedaba el penalti por inocente mano de Dest, que transformó Nuñez.

Y este partido, tras la goleada recibida en el Camp Nou contra el Bayern, era un duelo que no se podía perder. Se ha perdido y el Barça está prácticamente eliminado de la Champions, un desenlace que podría atisbarse por cualquier culé pesimista, pero nunca tras dos partidos disputados de la liguilla. Por cierto con cero goles a favor y 6 en contra. Y es que este Barcelona, hoy por hoy, es un equipo de pocas o nulas garantías, sin garra, sin fútbol, sin gol y sin capacidad de reacción. Es lo que hay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario