miércoles, 5 de mayo de 2010

PÓKER DE CHICHARROS A LOS CHICHARREROS

Sufrió más de lo esperado el FC Barcelona ante un replegado Tenerife. Mucho más de lo que dice el marcador (4-1). No brillaron los azulgranas como lo hicieron en El Madrigal. Los pupilos de Oltra, se dispusieron atrás con orden y mucho peligro a la contra. A los de Guardiola les faltó dinamismo, el que no da Ibrahimovic, y parece que por ósmosis se contagiaron todos de su torpeza. El gigantón sueco cada día recuerda más a Julio Salinas o a Rubén Cano, bueno peor, porque estos al menos se mantenían de pie. Tampoco hubo ningún atisbo de los cinco sprints de los que aseveró que está para dar. Uno y medio, tirando por lo alto. Eso sí, dentro de su impericia, cabe reconocerle que al término de los primeros 45 minutos terminó con una asistencia de gol a Messi, y podría haber marcado el gol de la tranquilidad, si Maxwell no se hubiese llenado de balón y le hubiese dado el pase de la muerte.


Y así nos habríamos ahorrado el sufrimiento que nos metió en el cuerpo el gol de Román para empatar el partido. Pero los fallos en defensa y la escasa precisión en el pase, complicaron mucho la victoria. Al descanso se llegó con tablas en el marcador. En la reanudación el panorama culé no parecía mejorar, la imprecisión se mantenía, pero ahora se empeoró con la ansiedad. Tuvo que ser la cantera la que tomara las riendas, y así un pase al hueco de “MagicAlves, lo cruzaba un enrachado Bojan ante Aragoneses para retomar el mando en el encuentro. Un rayo de luz bajo el diluvio de la noche barcelonesa. Ya llovía menos.

Pero los tinerfeños no se rendían, y a punto estuvieron de igualar la contienda, si no es por una velocísima recuperación de Pedro en defensa. Fenomenal “el martillo de Ucrania”, que salió en el segundo período por un tocado Piqué y revolucionó el choque con su velocidad y desparpajo. Tras superar ese susto, el propio PR17 daba la puntilla a los isleños de disparo seco a pase de Leo. El rosarino remató la goleada con un sublime control a pase largo de Alves y definió como el megacrack que es. Nada menos que 31 goles en liga lleva el virtual Bota de Oro, para un total de 44, otra “puta barbaridad” como los 93 puntos de récord absoluto que suma el Barça para liderar la tabla. Tres puntos más, una jornada menos y la liga cada vez más cerca.

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