PLEITESÍA AL RUBIO DE BARAKALDO

Durante toda este curso futbolístico 2009-2010 ha habido un comportamiento deleznable de la servil prensa madrileña, que sistemáticamente se ha repetido jornada tras jornada.

En las vísperas de cada partido la caterva cibelesca y el relañato han sacado en sus panfletos deportivos el interés del Madrid por algún jugador del equipo al que se enfrentaba, y así tenemos que si se medían al Valencia, interesaban Villa y Silva, si jugaban contra el Racing, fichaban a Canales y lo vestían con la camiseta blanca, si se enfrentaban al Sevilla querían a Navas, etcétera, etcétera,... se podrían mencionar a casi todos los equipos de la Liga. O de Europa, recordar por ejemplo las portadas que copó Mourinho en las semifinales entre Inter y Barça.

Al día siguiente al partido del FC Barcelona, el mecanismo era completamente distinto, consistía en hablar (mal) de los árbitros y del villarato. Sin ir más lejos, el domingo pasado tras la exhibición de los azulgranas en Sevilla, sacaban en portada una palmadita en la espalda de Piqué a Kanouté, alegando un penalti escamoteado a los de Nervión.

Pues bien, ya sólo les queda una jornada de liga, para seguir arrojando mierda y espumarajos por la boca, y el Barça recibe en el Camp Nou al Valladolid. Como ya olería demasiado mal, el supuesto interés en algún jugador blanquivioleta, entre otras cosas, porque muchos son gente de la cantera blanca que ya despreciaron en su día. Era claro que tocaba ensalzar a su mediático entrenador, a Javier Clemente. Y mira tú que no han demorado más la espera, hoy mismo -¿para qué aguardar más?- fotopóster de Clemente en portada (a buen seguro con un desplegable en el interior de cuando Javi jugaba en el Athletic Club o dirigía al Arenas de Getxo).

Lo raro es que no le ofrezcan entrenar al Madrid, si gana al Barça este domingo. Qué paradojas tiene la vida, en el club merengue después de la megainversión en fichajes, se encomiendan a un entrenador, a ese “rubio de Barakaldo” que ya peina canas, al que han denostado e injuriado cientos de veces en el Bernabéu, al que la “Brunete mediática” hizo acoso y derribo durante décadas, al que le negaron el pan y la sal y al que ahora rinden pleitesía porque puede darles el título, precisamente ahora, cuando “el clavo ardiendo” se apaga. Va a ser que resulta muy rastrero, pero al mismo tiempo, fiel reflejo ideológico de la caterva cibelesca y el relañato.