Las cosas se pueden hacer bien, se pueden hacer mal y se pueden hacer como las hace el Madrid. Tenemos que hacer el trabajo bien –decía un conocido industrial- para hacerlas mal las hace cualquiera. Pues nada que todavía hay quien pone todo su empeño en hacerlas mal, veáse Florentino Pérez (FP300) y sus secuaces. Y así podemos ver el trato (maltrato diría uno) dispensado a Pellegrini, al que han tenido ahí aparcado, como si con él no fuera la cosa, teniendo contrato en vigor, y haciéndole un feo continuado. Lo han tenido marginado desde que acabó el campeonato. Eso sí “el ingeniero” no se va a ir descalzo, a buen seguro los 5 millones de euros de indemnización le levantarán el ánimo rápidamente.Para echar a comer aparte está lo de Mourinho con su actual club, el Inter de Milán, con el cual tiene contrato en vigor, la actitud del portugués ha sido deleznable. Días antes de jugarse con su equipo el trofeo más prestigioso de Europa, va el tío y dice que no es feliz en Italia, que necesita un cambio de aires, (por cierto, nos recordó a Eto’o con sus rajadas a destiempo), luego consigue la Champions y en vez de celebrarlo con los suyos se dedica a echar más leña al fuego en las entrevistas, y lo más pusilánime, ni tan siquiera vuelve con sus jugadores a la ciudad lombarda para las celebraciones, se queda en Madrid. Y mientras todos los neroazurris celebran la victoria en la Plaza del Duomo, él está cerrando las últimas cláusulas de su contrato con el Madrid. Patético es poco. El comportamiento de entrenador y club blanco ha sido de dar vergüenza ajena, y luego se le llena la boca a su presidente con que tal o cual persona “representa los valores del madridismo” ¿qué cojones de valores? Un poquito de por favor.
En esto que aparece en escena Cristiano (CR96) diciendo que "Mou" es el mejor, claro qué va a decir, cuando sabe que en breve será su jefe, no va comentar que es un tuercebotas. Y al tiempo los avispados periódicos catalanes sacan el vídeo retrospectivo de cuando el ínclito Mourinho era traductor en el Barça, celebrando un título en la Plaza Sant Jaume y gritando: “Hoy, mañana y siempre, con el Barça en el corazón”. Pues eso, hoy, mañana y siempre me vendo al mejor postor.
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