MANITA, TORTAZO Y BOFETÓN

Tras lo acaecido en la última jornada de liga, por estos lares titulábamos manita-y-tortazo, haciendo referencia a la manita que el Madrid le endosó al Athletic Club y al tortazo que el Barça dio a la liga y por ende al club de Concha Espina. Pues bien, ayer en un acto en Port Aventura fue Cesc Fábregas el que terminó por dar el bofetón, afirmó que si deja el Arsenal sólo irá al Barça. Una bofetada a Florentino en toda regla, donde más le duele, porque a veces los sentimientos se anteponen a los créditos blandos de ciertas cajas de Madrid, y los colores de un canterano azul y grana se imponen al color del dinero. Una demostración más de que todo no se puede comprar con dinero.

Cesc zanjó de raíz las especulaciones en su día iniciadas por la caterva cibelesca y el relañato, cuando le preguntaron si le sentaba bien el blanco aludiendo a la indumentaria que llevaba. Termina así el culebrón que pretendieron inventar sobre si acabaría en Barcelona o en Madrid, o si su juego le hacía más falta a los unos que a los otros. Al responder con un sí tan rotundo, dejó entrever que su llegada al Camp Nou es inminente. No vayamos a ser ahora más papistas que el Papa, si no hubiese nada, habría dicho lo de: bueno, soy un profesional. Lo típico vamos. Así que el paso al frente que le pedían a Fábregas desde el club blaugrana lo dio ayer y bien firme.