
Los azulgranas se mostraron intratables a lo largo y ancho del encuentro, con una contundencia propia del actual campeón de Europa y con la concentración habitual se dispusieron a cerrar el partido por la vía rápida. Con Navarro y Lorbek acertadísimos en la anotación en el inicio, y posteriormente bien secundados por Basile.
Pedro Martínez no veía la forma de contener el vendaval blaugrana y el “Granca” llegó al descanso con tan “sólo” 11 puntos de desventaja, y gracias, merced a los buenos dígitos bajo los tableros de McDonald.
En la reanudación más de lo mismo, el rodillo culé volvió por sus fueros. Ahora era Morris el que martilleaba el aro rival, bien acompañado por Mickeal. El demoledor 71-43 con que se llegó al final del tercer cuarto sentenció el partido y puso en pie al Palau, que aplaudía la exhibición de su equipo. El último cuarto, fue un mero trámite, con rotaciones constantes e intercambio de canastas.
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