lunes, 1 de marzo de 2010

RUBINOS, EL OTRO MEGÍA

Tiene la misma poca vergüenza que Megía Dávila, es madrileño y madridista, pero se llama Rubinos Pérez. Y perjudicará al Barça y pisará a quien sea para lograr sus metas y tener un retiro dorado a la sombra de los millones de Florentino. Es un pésimo árbitro y un provocador, que no merecería pitar ni en 2ª B, pero Villar enseguida le volverá a dar algún que otro choque importante.


Sigue empeñado el desvergonzado de Rubinos en hacer la vida imposible al Barça, este sábado pasado, no quiso expulsar a Manu Torres cuando hizo una entrada de tarjeta amarilla, y ya tenía otra. Pero dejar al Málaga con diez toda la segunda parte, no ayudaría a que “su equipo” se pusiera líder de la liga. Como tampoco lo haría el dar validez al tercer gol de Ibra. Y claro no se cortó. Como tampoco se cortó en anteriores partidos que arbitró a los culés. Como el Barça-Osasuna de la pasada temporada, donde el Barça había hecho tres faltas y llevaba tres tarjetas y para poner la guinda expulsó injustamente a Muniesa en su debut.

Y como parece empeñado en pasar a la historia como uno de los árbitros más odiados del barcelonismo, volvió a liarla esta temporada en el Osasuna-Barça haciéndose el sueco en una mano de Josetxo en el área “rojilla” y también cuando Ibra se iba sólo a portería y Flaño, siendo el último defensor, hizo una entrada de roja directa.

Vamos que el susodicho va sumando escandalosos arbitrajes antibarcelonistas y ahí sigue, pitando al equipo azulgrana, tratando de enredar todo lo que pueda, cuando en pura lógica, no debería arbitrar ni una vez más al conjunto blaugrana. Aquí el “relañato” tiene un árbitro para su borregismo, pero claro ahora “la caterva cibelesca” no puede decir ni mú, y callan como putas en espera de mejor ocasión para abanderar sus luchas barriobajeras de malos perdedores.

Por si todo esto fuera poco, tirando de hemeroteca, el ínclito Rubinos dice en una entrevista que le hicieron cuando consiguió la internacionalidad, que sus referentes eran: García-Aranda, Esquinas Torres y Megía Dávila,... ¡nombró la bicha! Sin quererlo, pero la nombró. Como diría Schuster :”no hay nara más que disí”. Bueno sí, solamente un pensamiento en alto: lo mismo que no se puede poner a pitar al Barça a un catalán, tampoco se debería permitir que un madrileño pite al equipo culé, esto tiene que acabar imponiéndose, no se puede consentir que los malos árbitros dirigidos cambien el devenir de los campeonatos, como en los tiempos de José Plaza cuando las ligas iban a mansalva para el Madrid. Hay que dejar de adulterar la liga de una vez por todas.

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