jueves, 25 de marzo de 2010

TRAS EL CORTOCIRCUITO, LA INTERCONEXIÓN

EL CORTOCIRCUITO. En la primera mitad del partido el Osasuna provocó un cortocircuito en el cableado de la maquinaria blaugrana. Los plamplonicas salieron sin chispa en la delantera, pero presionando en todo el campo. Al Barça le faltaba aplomo y energía para romper el entramado rojillo. Messi no estaba eléctrico, Iniesta parecía fundido, Touré salió con las pilas descargadas, Ibra estaba apagado, y Henry lleva en “off” toda la temporada. A los azulgranas les duraba poco la posesión del balón, estaban demasiado estáticos, así las pérdidas del esférico se acentuaban cada vez más, los de la medular se empeñaron en conducir la bola en vez de hacerla circular. En definitiva, los peores cuarenta y cinco minutos de la temporada.


LA INTERCONEXIÓN. En la segunda parte, la cosa cambió radicalmente, Henry dejó su puesto a Pedro, que fue como un rayo de luz entre tanta tiniebla. El FC Barcelona manejó el partido y empujó sobremanera. Las llegadas a la portería navarra se sucedían y los jugadores de Camacho ya no salieron de su campo, agazapados en su área. Con todos más enchufados, al final saltó la chispa, llegó la “inter-conexión”, es decir, la conexión del Inter de Milán: Maxwell llegó hasta la línea de alta tensión y dio el pase de la muerte a Ibrahimovic. Por fin el sueco sonrió. Al instante Guardiola cambió al gigantón por Bojan y un fogonazo de éste a pase de Don Andrés, dejó por fin a los “camachitos” desconectados. Al final se hizo la luz.

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