Contentos tiene a los griegos el Regal Barça, si hace una semana enviaron al Panathinaikos a recoger margaritas por Atenas, ayer hicieron lo propio con el Maroussi, certificando así el pase a cuartos de final en la Euroliga con un palizón capicúa: 58-85. Los blaugranas destrozaron a un limitado equipo griego, que en el tercer cuarto sólo anotó tres míseros puntos. Y eso teniendo en cuenta que el partido era poco relevante, ya que para ser primero de grupo, todo pasa por ganar al Partizan en el Palau (vale con un punto de diferencia).
Un gran Navarro y un enorme Morris machacaron la resistencia que en un principio opusieron los maroussianos, pero que fue un espejismo, porque el Barça fue mucho Barça, ni tan siquiera nos acordamos de la baja de N’Dong, porque Lorbek y Vázquez estuvieron inmensos, lo que permitió tomarse las cosas con relax, gestionar los minutos en cancha, reservar energías para eventos más trascendentes, e incluso dar rodaje a Barton tras su larga lesión. El marcador final, con 27 puntos de diferencia, no deja lugar a la duda, el rodillo azulgrana pasó por Grecia.
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