LEO MESSI, EL JUGADOR FRANQUICIA

El Balón de Oro Lionel Messi acaparó ayer todas las portadas de los periódicos y la mayor parte de los informativos deportivos nacionales e internacionales. Su recital para enmarcar en Zaragoza, marcando tres goles y forzando el penalti del cuarto, no era para menos. Y con ello se inició un debate de si el argentino es el mejor de la historia, de si está al nivel de los cuatro grandes: Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona.

Es difícil aventurarse en una comparativa entre los cinco por la dificultad que entraña el hecho de jugar cada uno en una época distinta, y que de Messi tenemos goles y jugadas día sí y día no, y del resto tenemos secuencias. Lo que está claro es que salvo Pelé, nadie ganó tantos títulos con su edad y que lo de Leo no es flor de un día, lleva tres temporadas demostrando que puede incluirse entre los cinco grandes de la historia del fútbol y que el genio de Rosario resiste cualquier tipo de comparativa con ellos. Y luego están los detalles de su grandeza inmensa como cuando cede el penalti a Ibrahimovic y lo ayuda en su sequía goleadora en detrimento de “su” Bota de Oro.

No hay zona del campo donde Messi no destaque, y si bien es menos estético que Maradona, es más goleador que su predecesor. En la banda derecha era temible, pero por el centro se muestra imparable.

Leo es lo que llaman en la NBA el jugador franquicia, aquel sobre el que se construye el futuro de un equipo, por ejemplo lo que hicieron los Lakers hace 30 años con un tal Magic Johnson, haciéndole un contrato de 25 años y edificando un proyecto alrededor de él. O lo que hicieron los Chicago Bulls con el propio Michael Jordan unos años después.

En el FC Barcelona tenemos la inmensa suerte de contar con el mejor jugador del mundo, de la historia si me apuran, y es un deber y una obligación de la próxima junta directiva construir alrededor de Messi un equipo a su altura futbolística, fichar jugadores susceptibles de acompañar al mejor de la historia, nada de tuercebotas apoltronados, ni de medianías exóticas, y sí una guarnición de élite para lograr títulos y trofeos, para seguir siendo el mejor equipo del mundo. Un plantel para seguir agrandando la historia de este Barça de leyenda.