
También ayudó al 63-70 final, el lamentable desacierto en el tiro exterior de los azulgranas, con unos porcentajes paupérrimos, destacaron negativamente en este apartado Navarro que falló los 6 triples que intentó y Basile que sólo anotó 1 de los 7 que lanzó. Los de Xavi Pascual no pudieron superar en ningún momento la defensa blanca, ni con lanzamientos desde la pintura, ni jugando al poste bajo, ni de manera alguna. Un Madrid serio y concentrado, mantuvo siempre esa distancia de 5-7 puntos que a la postre les condujo a la victoria. Sólo se vislumbró un atisbo de remontada culé en el último cuarto con un Pete Mickeal sólo contra los elementos, pero en ese momento no se entendió que jugase Sada, pues por un lado se perdió la variante anotadora de Ricky o Lakovic y por otro si la idea era más intensidad defensiva, salió mal, porque la reacción fue cortada por Prigioni con 5 puntos seguidos. Los cuartos viajan ahora a la capital y el Barça necesitará ganar al menos un partido si quiere recuperar el factor cancha.
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