El Barça tiene a Messi, y Messi tiene al Barça. Es una sociedad biunívoca que se concede beneficios recíprocos.Messi tiene al Barça para su lucimiento personal, para ensalzar su excelencia, esa que le convierte en el mejor jugador del mundo. Circunstancia que no puede desarrollar Leo con la selección argentina, que lo encorseta y lo minimiza.
El Barça tiene a Messi para desatascar partidos difíciles y partidos dificilísimos, como el de ayer contra el Valencia. Salió el equipo ché con muchas ganas, a pesar de las bajas, y achicando espacios de tal manera que hicieron el Camp Nou pequeño, la maraña de valencianistas atoraba el juego blaugrana, y este se volvió feo e impreciso. La primera parte acabó en tablas y sin goles, pero con un claro ganador a los puntos, el Valencia CF. Pero se lesionó el cerrojo Albelda, y la segunda parte fue del Barça. Entró Henry por un difuminado Bojan, y el francés imprimió otro carácter, todos salieron más enchufados, y las ocasiones se sucedían. El Valencia no sabía dónde meterse para capear la avalancha que se le venía por parte del mejor equipo del mundo (así lo atestiguaba el logo sobre la nueva camiseta azulgrana). Y así en una gran jugada individual de Messi llegó el primer gol con marchamo de crack, y luego llegarían el segundo, de disparo cruzado y el tercero, de toque sútil con la derecha, todos obras de arte del Balón de Oro, del jugador más determinante del planeta fútbol.
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