SOBRE MESSI, LA ROJA Y LOS AZULES

Ayer se cumplía el 75 aniversario del fallecimiento, en trágico accidente aéreo, del gran Carlos Gardel. Argentina y medio mundo lloraban la terrible pérdida del talentoso tanguero y actor. Ayer también cumplía años otro de los grandes ídolos del país sudamericano, Leo Messi, el mejor jugador del planeta, hacía 23 años. Con esa edad no creemos que haya habido nadie en la historia del fútbol con ese palmarés y con esa categoría de megacrack. Muchos de sus compatriotas vienen a decir que ese día, el 24 de junio, les dejó un mito pero llegó otro. Viene a ser lo de las ovejas que entran por las que van saliendo. Felicidades Leo.

Por otra parte, y al hilo del trascendental choque que se producirá hoy a las 20:30, también se cumplen 50 años del último enfrentamiento España-Chile en un mundial, viene bien recordarlo, pues La Roja en aquella ocasión le ganó a La Roja II por un par de goles a cero, tantos marcados por los históricos Basora y Zarra. En aquella ocasión La Roja, cromáticamente hablando, fue menos roja, pues vistió de azul, y viene al caso porque esta noche hará lo propio. O sea que en el decisivo encuentro que da acceso a los octavos de la Copa del Mundo de Sudáfrica, La Roja será menos roja que nunca, pero sólo en la vestimenta, en lo intrínseco de su fútbol tratará de ser la que todos conocemos, la que con su juego de toque y posesión alcanzó la gloria ganando la Eurocopa de 2008. Arriba La Roja.

Abrimos un paréntesis: anoche cayó la otra campeona del mundo, Italia, los tifossi claman contra los azzurri y hablan de vergüenza nacional, a nosotros no nos lo parece, pues son posiblemente la banda más desafinada que ha presentado Italia hasta la fecha. En otras ocasiones han podido exponer su catenaccio y lucir estrellas tipo Paolo Rossi, Roby Baggio, Del Piero o Totti, hoy por hoy, ni lo uno ni lo otro, su defensa languidece con jugadores al borde de la jubilación, se arrastran por el campo los Cannavaro, Zambrota and company, y las estrellas han brillado por su ausencia, más que nada porque no tienen ninguna. Así que lo que determinada prensa nacional e internacional califica de sorpresa, para algunos de nosotros no es más que un refrendo de lo que ya se atisbaba. Cerramos el paréntesis. Y arriba La Roja.