Por fin una carrera vibrante, competida y entretenida en la Fórmula 1, en la que Fernando Alonso y su Ferrari acabaron terceros, pero en la que por fin se le vio luchando con los mejores, y en la que mereció mejor suerte de no ser por los doblados que le molestaron en ciertas fases del Gran Premio de Canadá. No obstante, el asturiano terminó con cara de pocos amigos, a pesar de su valiosa posición final.
Doblete para las balas de plata de McLaren, donde Hamilton y Button, primero y segundo respectivamente, hicieron una carrera perfecta. Los Mercedes han evolucionado de manera alarmante y han permitido que los británicos enlacen dos victorias consecutivas. Louis se siente como en casa cuando rueda en el circuito de Montreal, es el mismo piloto agresivo pero con más racionalidad en la toma de decisiones, aquí el inglés hasta conserva mejor las gomas de su monoplaza. Pedro de la Rosa volvió a tener la mala suerte de cara y fue embestido en la salida, consiguió seguir rodando unas vueltas, pero al final tuvo que abandonar, una lástima. Alguersuari tampoco entró en la zona de puntos, reconociendo que se habían equivocado en la estrategia. Los hasta ahora dominadores, los Red Bull de Webber y Vettel, tuvieron muchos problemas con los neumáticos a lo largo de todo el fin de semana y se conformaron con los puestos cuarto y quinto, que aunque les permiten estar arriba en la clasificación, dejan en entredicho el dominio abrumador que mostraban hasta la fecha. Una tabla clasificatoria que ahora comanda Hamilton, seguido de Button y con Alonso en cuarta posición al acecho. Y siempre con los Red Bull predispuestos a dar el hachazo.
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