ROSELL BEBIÓ DE ESE AGUA

Alexandre Rosell i Feliu, socio número 12.556, es el nuevo presidente del Fútbol Club Barcelona. Por mayoría absoluta y aplastante, con el 61,36% de los votos, casi el doble que sus tres contrincantes juntos. Arrasó Sandro en los comicios con la participación más alta de la historia, gracias a su prolongada campaña de preparación de su candidatura. El menor apoyo lo obtuvo Jaume Ferrer, el candidato continuista, con lo cual “el soci” ha dejado bien claro que aboga por la total renovación y por una ruptura tajante con el “laportismo”.

.

El hombre que trajo a Ronaldinho en 2003, que comenzó el llamado “círculo virtuoso”, representa de alguna manera un cierto continuismo, pues llegó a la junta directiva mano a mano con Joan Laporta. Jan y Sandrusco. Sandrusco y Jan. Y ese continuismo se pone de manifiesto en las líneas maestras a seguir: prolongación del apoyo a Guardiola como entrenador del primer equipo, cuidado minucioso de la cantera de La Masía y la estabilidad en todas las secciones y estamentos del club.

El presidente electo leyó un discurso en el que afirmó que el socio es el gran ganador de esta jornada y manifestó estar muy feliz por cumplir su sueño, “empecé de recogepelotas y hoy tengo el inmenso honor de convertirme en presidente”. En esos momentos me vinieron a la memoria aquellas palabras que pronunció Rosell cuando dejó la junta presidida por Laporta y en respuesta a la pregunta sobre si algún día optaría a la presidencia del Barça replicó: “Nunca digas de esta agua no beberé”. Y Sandro bebió de ese agua.