El Regal Barcelona venció ayer al Suzuki Manresa por 82 a 87. Fue tras una prorróga que forzó en el último suspiro Roger Grimau, y tanto que en el último, pues los manresanos van a impugnar el partido por entender que la canasta de Grimau fue fuera de tiempo. El Barça jugó uno de sus peores partidos de la temporada, con poco acierto en ataque, falta de intensidad defensiva y muchas pérdidas de balón. Lo cual le llevó al descanso con 14 puntos abajo.
En la reanudación las cosas no cambiaron en exceso, eso sí, las diferencias se iban limando a favor de los blaugranas. El acierto anotador de Navarro (25) y la canasta sobre la bocina de Grimau empataron el duelo. Los azulgranas no estuvieron por delante en el marcador en ningún momento de los 40 minutos reglamentarios. En la prórroga Mickeal se echó el equipo a la espalda y con sus 23 puntos, confirmó la victoria del Regal Barça.
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