Magistral lección de la cantera del FC Barcelona a la del Athletic, los chavales de Guardiola dieron un repaso a los cachorros de San Mamés, en un duelo en que al de Santpedor le dio por revolucionar el once. En parte por los efectos colaterales que devenga la semana grande que les espera contra Arsenal y Madrid, y en parte por la lesión de Ibra en el calentamiento.
Y así el Barça salió a escena con la presencia de Jeffren y Bojan acompañando a Messi en la delantera. Mano de santo. El venezolano abrió el marcador y el de Linyola perforó la portería de Iraizoz por partida doble. A buen seguro una de las mayores preocupaciones al ver el equipo que saltó al Camp Nou, fue la inclusión de Chygrynskiy. Prueba superada, el ucraniano, se mostró solvente, jugó fácil, desplazó el balón con diligencia e incluso llegó bien al cruce en momentos puntuales. Mención especial para Abidal, que estuvo pleno de velocidad y potencia, igual que antes de lesionarse, e incluso se permitió dar una genial asistencia de gol. Messi, que estuvo intermitente, también marcó para igualar a Rooney en la bota de oro, y pareció reservarse para inminentes duelos de mayor enjundia.
Fue un partido noble y viril, jugado de poder a poder, con un equipo bilbaíno bien posicionado en el terreno de juego, dificultando la salida del balón y las combinaciones culés, y llegando con peligro al área de un inmenso Valdés. La diferencia sustancial estuvo en la definición, unos encontraron las mallas rivales y los otros tuvieron el punto de mira desviado. Tres puntos más, y el Barça mira ya fijamente a los "gunners", y de reojo al clásico.
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