
Fue, este último, un choque igualado, pero con los de Xavi Pascual siempre arriba en el marcador, con rentas que fluctuaban entre los 3 y los 7 puntos. En esas diferencias el Barça se mantenía cómodo, y controlaba el encuentro, eso a pesar de que el tempo del partido parecía quererlo Messina, cuando sacó de inicio a dos bases: Prigioni y Llul, pero con un Navarro soberbio y de nuevo inspirado con 21 puntos, con un Ricky Rubio, que por fin destapó el tarro de las esencias, volviendo locos al dueto Jaric-Prigioni, y liderando a su equipo en todo momento y con un Lorbek imparable en el poste bajo, en la media distancia y en el 6.25, el Barça era netamente superior.
Las rotaciones blancas parecían siempre ir encaminadas a frenar a los jugadores rivales, mientras que los cambios en el Regal iban dirigidos a machacar el aro del Madrid. En los minutos finales Llul (máximo anotador de los de casa con 20 puntos) asumió la responsabilidad, y los madrileños fueron a la desesperada, a sabiendas de que estaban eliminados. Pero el Barça supo contener este impulso postrero y obtuvo una nueva victoria por 78 a 84. Ricky y “La Bomba” les habían dado la puntilla en la plaza de toros de Vistalegre. La Final Four de la Euroliga en París y el CSKA de Moscú ya esperan al gran Barça.
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