El FC Barcelona acumula dos partidos en LaLiga desacertado de cara a portería, contra el Betis ya solo pudo marcar un gol y contra el Leganés en esta jornada lo tuvo que marcar Sáenz en propia puerta. Pudo ser la suerte del campeón que dicen algunos, pero lo que estuvo claro y manifiesto es que fue una victoria sufrida y tres puntos de oro en la lucha por salir campeón de esta competición. Pese a que los locales están en posición de descenso, ya se sabía que los pepineros iban a poner muchas dificultades y que esta salida era de las más complicadas que le restan al equipo culé. Fe de ello el once inicial que puso Flick sobre el mejorable césped de Butarque, un once titularísimo a pesar de estar este partido incrustado entre los dos duelos contra el Dortmund.
Comenzó el encuentro con cierto dominio azulgrana pero sin profundidad y sin llegar a la meta de Dmitrovic. Los atacantes del Lega sí que hicieron intervenir a Szczesny sobre todo Altamira, con un disparo a bocajarro, en el que el portero polaco salvó una ocasión clarísima de gol. Raba también fue un dolor de muelas para la zaga culé. Fue un partido flojo en general de todos los jugadores visitantes, especialmente desacertado estuvo Lamine Yamal, que no tuvo su mejor día. El tridente en su conjunto estuvo bastante tibio en acciones ofensivas, sólo Fermín le ponía algo de pimienta al ataque visitante. Para colmo Balde tuvo una lesión muscular.Con todo, se llegó con el "cerocerismo" inicial al descanso.
Tras la reanudación llegó el zarpazo del Barça, un robo de balón de Gerard Martín, que había sustituido a Balde, conectó con Raphinha y este puso un centro con música para que Sáenz adelantara al Lewandowski y anotase en propia meta. Lo más difícil ya estaba hecho, inaugurar el marcador entre la tupida defensa blanquiazul. Tocaba remar a favor de corriente y saber sufrir para llevarse la victoria de Madrid. Borja puso toda la carne en el asador y metió dos delanteros más: Munir y Diego García, ambos tuvieron sendas ocasiones para lograr un merecido empate, pero el marcador ya no se movió, y los puntos volaron para la Ciudad Condal.