LA ROJA, LAS AMARILLAS Y LA ROSA

Mientras los jugadores del FC Barcelona están concentrados con La Roja, a la espera del partido que disputarán mañana contra la República Checa, clasificatorio para la Eurocopa, en las tertulias deportivas escasean los comentarios futbolísticos y los derroteros se encaminan hacia temas más de color rosa, o cuanto menos amarillo.

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Así, nos encontramos con que Piqué, novio de Shakira, prosigue haciendo sus pinitos en el mundo de la pasarela; Busquets, acaba de inaugurar en Badía un pabellón que lleva su nombre; Villa e Iniesta, nos presentan a sus réplicas en el museo de cera; las cámaras de televisión nos muestran a Puyol con su Malena Costa en el Palau, antes que el triple de Navarro; Alves llega tarde a la firma de su renovación por un atasco de tráfico; nos confirman que Messi es el futbolista que más cobra, alrededor de 31 millones de euros (esto tiene sentido, mira, el mejor debe ser el que más gane); Xavi recibe homenajes varios por sumar la redonda cifra de cien partidos con la selección. Vamos que con todo este percal, se confirma: “Divinity” está llegando.

Pero siempre queda alguna charla futbolera, no se crean, algún resquicio balompédico, por ejemplo el tema de las cuartas cartulinas amarillas de varios jugadores azulgranas, con el consiguiente apercibimiento de sanción antes del derbi contra el Madrid. Hasta cuatro jugadores del Barça: Messi, Busquets, Valdés y Mascherano, están a una amarilla de la suspensión. Craso problema, demasiados culés al borde de la penalización, para uno de los equipos más limpios de la Liga BBVA, y esto, cuando llega todo el meollo de la temporada, lo más inminente: Villarreal, Almería y Madrid. Y lo paradójico es que Guardiola no es amigo de forzar tarjetas, pero en El Madrigal, se impone ver unas cuantas.