AL CIRCO BLANCO LE CRECEN LOS ENANOS

En el circo blanco en que vive instalado el Madrid en los últimos tiempos, donde el siguiente paso es tan improvisado, como maquiavélico, deambulan dando palos de ciego y haciendo equilibrios sobre el alambre, y siguen haciendo malabares para que no se les escape el Barça en la liga. Lo último es acusar a los médicos azulgranas de prácticas dopantes. Han puesto un circo más grande, pero les están creciendo los enanos. Piqué les avisa que no jueguen con fuego, mientras la cúpula directiva a modo de buen palmero, sigue haciendo el payaso, al son que les marca el mayor clown del reino, el arlequín Mourinho.

En el filo de la bajeza y de las malas artes, acaban de lanzar más porquería, lo único que se les da bien en los últimos años, (tras “villaratos”, “canguelos”, calendarios adversos,...), han filtrado a la Federación que incremente los controles antidopaje, que desconfían de Barça y Valencia. Para ello han usado el mecanismo al que nos tienen acostumbrados, la caterva cibelesca y el relañato, esta vez hacen hueco a la COPE, si bien queda feo meter a todos en el mismo saco, porque ha sido el bufón Alcalá, un sujeto pernicioso allá donde los haya, un mierda que, cuando estaba empezando en la SER, se permitió el lujo de faltar y menospreciar al por entonces rey de las ondas, José María García. Ahora con el paso del tiempo, ha medrado, lamiendo traseros indiscriminadamente, ascendiendo “meritoriamente”, ahora es un mierda pinchado en un palo. Un tipo miserable tirando a muy miserable.

Se permitió el susodicho cargar contra los médicos del Barça, a los cuales, según la COPE, el Madrid considera de dudosa reputación. Añadiendo que el equipo merengue se plantea solicitar un endurecimiento de los controles antidopaje en la Liga ya que recela de las prácticas médicas y dietéticas que se llevan a cabo en Barcelona. Todo esto, sin contrastar y creyéndose un poco más mezquino de lo que realmente es. Luego ya salieron pidiendo disculpas, por semejantes falsedades, pero el daño ya estaba hecho. Difama, que algo queda, debieron pensar Florentino y sus saltimbanquis.

El grado de bajeza y rastrerismo al que está llegando esa institución, antes llamada Real Madrid, comienza a adquirir tintes faranduleros. Los constantes lloriqueos y ladridos de Mourinho, consentidos por el señor Pérez, y sustentados con el altavoz de la caverna mediática, están dejando bien a las claras cuáles son los valores del madridismo: el insulto, los intentos de desestabilización, la mentira, las patrañas, las descalificaciones, el todo vale. Estamos hartos de estos arrrojamierdas, han traspasado los límites del juego limpio y alguien debería pararles los pies. ¡Basta ya! Esto es intolerable, el comunicado emitido por el FC Barcelona, donde se expresa la indignación por esas graves acusaciones no es suficiente, se impone llevar a los juzgados a toda esta gentuza ruin y repugnante que manchan el honor del club y contaminan el fair play. No hay otra salida contra estos titiriteros de tres al cuarto.